El regreso de la serpiente (dioses guerreros)

El orgullo de las bestias habia sido herido, ellas habian sido creadas para pelear al nivel de las mas grandes divinidades de Asgard y habian sido obligadas a retirarse por simples mortales.

Jormundgander se movia a traves de las montañas con velocidad y fiereza hasta que visualizo la primer aldea. El pais no era muy grande y esta aldea estaba en su frontera, sin embargo la serpiente no dejaria nada vivo en aquel pais despues de aquella ofensa.

Rapidamente se situo enmedio de la aldea, esta vez ya no mostraba aquel semblante sereno sino que ahora podia notarse la ira en su semblante, sus ojos ahora eran rojos como las brasas de un fuego ardiente y despedia una escencia de muerte.

Un aura carmesi emano de la chica cubriendola como una llama roja. La gente pudo sentir el peligro y rapidamente intento huir pero la serpiente era mas fuerte y rapida que ellos. Jormundgander se lanzo a cada construccion destrozandolas con sus puños y asesinando a quienes se hubieran refugiado en las estructuras, Tambien se lanzaba al suelo golpeandolo para destruirlo, esta vez no bastaria con acabar con las vidas de los aldeanos, sino que acabaria con todo rastro de Asgard.

El lobo huargo olisqueo el ambiente, la emblemática bestia blanca casi tan grande como un asno sentía en sus mucosas nasales el olor a sangre y fuego en el aire. En la lejanía una columna de polvo y humo se observaba en los límites del paisaje de aquella zona. La Druida de Lobos, montada a pelo sobre el huargo blanco,  estaba ataviada con su armadura y cubierta de pieles. La chica de cabellos blancos observaba el paisaje que su compañero animal le había mostrado con su desesperación. Y haciendo señas con su mano en una orden de avanzada, mientras colocando sus dedos índice y pulgar en sus labios carnosos, silbo con fuerza en un sonido bajo y casi insonoro. Posteriormente aferrándose a los pelos de cuello del Huargo se dirigió al sitio de los hechos.
El animal corrió tan rápido como pudo dejando tras de sí la nieve arremolinada y una estela blanca de ruido cero. El cosmos impreso en el animal producía la aceleración debida para alcanzar dicha velocidad. Si Fenrir decidiera seguirla, a pesar de estar bastante lejos podría escuchar el llamado de su compañera de armas, además que su olor le ayudaría a encontrarla. De tras de la joven druida, una masa oscura y deforme de gran tamaño extendida por todo el relieve escarpado y montañoso la seguía. Una gran jauría de Lobos, parecían con una multitud de soldados conducidos por su líder a la batalla, quien a lomos de este, estaba la chica.
Al llegar a cien metros de la aldea,  la joven en un ademan de su brazo disperso a los lobos que la seguían mientras estos rodeaban la aldea en silencio con el mayor de los siglos. Así mismo Alioth Epsilon desacelero el paso para observar el camino de destrucción de aquel lugar. Niños, mujeres embarazadas, ancianos muertos, personal desmembrando, escombros de casas reducidos a polvo, algunas se incendiaban. En ese momento el frio inundo su columna vertebral más que el clima de la ambiente. El huargo erizo su dorso y rasgo el silencio de muerte espectral con el crujir de sus mandíbulas encrispadas. La serpiente estaba delante de ellos dos. Sin embargo la mirada de la Joven no se inmuto, su semblante salvaje era tan duro y pétreo como el hielo mismo. Su mirada de cazadora observaba a los ojos a la bestia. Sin pronunciar palabra alguna comenzó a elevar su cosmos lista para luchar.

Había sido informada de la situación al hablar con su compañero Fenrir, al cual ya había perdido hace minutos atrás, debido a que tomó otro camino. Los pies de la joven muchacha se hundían un poco en la nieve, que se había acumulado en estos días pero en ese momento no nevaba pero recorría el viento característico de la zona, su patrullaje la condujo hacia la frontera de Asgard, donde debía vigilar. Allí estaba ella, observando el paisaje que tenía para ofrecer esas tierras, y en su campo de visión, no veía nada anormal, solo las montaneas visiblemente en el fondo. Había silencio y en ese momento Valeska aprovechó para pensar que haría, sabía que se vería inmersa en batallas pero nunca imaginó que con criaturas de tal índole “¿Tengo oportunidad?” Se preguntó ella en silencio, no tenía una respuesta para eso, solo el tiempo lo dirá. Refregó un poco sus manos, no a causa del clima, sino por las cosas que pensaba en solitario, se cuestionaba mucho sobre su situación pero el hacerlo quizá traería más problemas, la muchacha dejo escapar un suspiro que el aire frío hizo notar.
Volvió a la realidad, sostuvo la espada que llevaba atada a la cintura, afirmándola en su sitio envainada y comenzó a moverse de donde estaba. Sabía que había un pequeño pueblo cercano de donde estaba ella, pensaba en ir a verlo desde la lejanía, desconociendo si ya Fenrir o Alioth Epsilon, con la cual no había entablado charla, ya habían pasado por allí, si llegaba primera podría tener un reporte de como se encontraba el pueblo. Teniendo esto en mente, siguió con su andar entre el camino algo dificultoso, pero que no detendría a la joven en su meta.

Tardó unos minutos en llegar y la vista desde la altura hizo que los ojos azulados de la muchacha observarán con terror el paisaje. Columnas de humo se alzaban al cielo y casas destrozadas en su totalidad, Valeska descendió de donde estaba llegando a lo que solía ser un pueblo, ahora totalmente irreconocible, levantaba los escombros que podía en busca de sobrevivientes pero nada, lo único que se encontraba era con cadáveres de todo tipo. Lo único que pudo hacer la joven era dejar escapar un grito ahogado en respuesta a lo que veía. Dejo caer un escombro de sus manos y se quedó allí parada, pensando en que hacer, mirando hacia un rincón vació con la mirada perdida. Pero una presencia, un Cosmos la hizo recobrar el sentido, girando su cabeza en dirección a donde sentía esa energía...no...habían dos más, pero la segunda no correspondía a algo “Normal” Tomó aire, su pecho se hincho de este y expulsó con normalidad, tranquilizándose y tomando valor en un intento por no derramar lagrimas ante la impotencia que sentía. Movió sus pies en dirección de aquella dos presencias. Cuando estuvo lo suficientemente cerca se escondió detrás de una pila de escombros, asomando su cabeza para observar, allí estaba Alioth Epsilon en frente de una joven, supuestamente era una de las bestias que le comentó Fenrir, pero no se veía así...como sea, era el enemigo y fue el causante de la destrucción del pueblo.

“Ahí esta...debería atacar” pensó para adentro, ambos estaban mirándose, Valeska se llevó un dedo a la boca y lo mordió levemente con sus dientes, pensando en atacar o no...tenía enfrente al culpable de toda aquella destrucción a su alrededor, debía acabar con él y si Alioth Epsilon no hacía el primer movimiento, lo haría ella. “Si...” se dijo mentalmente con un semblante decidido, tomo su espada desenvainandola y transfirió Cosmos al arma, al mismo tiempo que lo encendía de repente. La hoja de la espada adoptó un color rojo, que empezaba a calentar su alrededor, cuando estuvo lista salió de su escondite levantando el arma en alto, concentrando el Cosmos en el arma hasta el punto que más podía reunir. –¡Llamas del Múspellsheimr!–dijo en voz alta, al mismo tiempo que baja su espada la cual formaba llamas en la hoja, y apuntaba al enemigo, al instante un torbellino formado por las llamas más calientes que pudieran haber salió disparado desde la hoja de la espada, dirigiéndose con velocidad hacia el objetivo, no importaba la distancia, la acortaría en segundos y al impactar rodeará con llamas poderosas al afectado. Valeska desconocía si mataría con eso a la bestia, pero quería dañarla, siendo ese ataque una respuesta a lo causado en el pueblo.

La serpiente miraria fijamente a aqurlla joven de mirar salvaje, le parecia bastante peculiar y se disponia a atacar cuando pudo sentir la otra presencia, era un cosmos fuerte pero titubeante. Jormundgander miro en direccion hacia el cosmos hata que la chica hizo su aparicion. La chica portaba una de esas armaduras que habian protegido a Hilda y le habian hecho retoceder cosa que hizo a la chica sonreir ya que tomaria venganza.

La joven dudaba y la serpiete podia sentirlo, sin embargo Valeska se lanzo con un ataque demoledor lleno de llamaradas que se dirigieron hacia Jormundgander quien las recibio con gusto. Mientras Valeska aun caia al suelo, Jormundgander salio de entre el remolino de llamas con un rostro sonriente.

-Puedo oler tu miedo y este me fortalece-

La serpiente alcanzo a la chica y le propino un fuerte golpe que precipitaria a la dios guerrero hacia el suelo estrellandola de manera violenta.

-No tienes el valor para llevar esa armadura-

La serpiente cayo al suelo con gracia y cuando su primer pie toco el suelo desaparecio del lugar para reaparecer frente a la guerrero de Alioth lanzandole una patada al rostro.

-Entregame tu zafiro!!-

Si quieres mi zafiro. Dijo Épsilon en un acento ruso muy marcado. Primero tendrás que matarme hija de @#~%.
La patada de la chica de cabello corto quien se hacía llamar Jormundgander pego entre los brazos cruzados de Alioth formando una equis con ellos realizando un bloqueo al golpe. El impacto provoco una onda expansiva de viento y un sonido simple, lo que hizo arrancarla de la montura lupina, una vez en el aire Épsilon tomo como apoyo la misma patada como fuerza de impulso y pararse de manos sobre aquel pie, lanzándose al aire, se giró ciento ochenta grados en vertical y sacando sus amarillas garras las hinco en los hombros de su atacante, para nuevamente girar con ella ciento ochenta grados en vertical y lanzarla por los aires.
Mientras la representante volaba a su destino de impacto propulsada por el movimiento de Alioth, Freyja lanza violentos rayos eléctricos de su brazo derecho, estelas azuladas de lo que al parecer es un solo golpe, que al final se revelan como varios garrazos lanzados a distancia producto de la rapidez de la chica. De esta forma al asestar la multitud de golpes uno tras otro tratarán de rasgar el cuerpo de su adversario en puntos vitales que producirán sangrado abundante.
Al caer al suelo en pie produce movimientos propios de combate mostrando sus garras. Su lobo al parecer había desaparecido de la escena mientras se efectuaba aquel movimiento.

La serpiente seria bien contraatacada por Freyja y al caer recibiria el ataque de Valeska que que dejaria varias llamas ardiendo donde estaba la joven, al disiparse estas pudo verse a la serpiente en el suelo y parecia inconsiente pero con calma se recupero y se puso de pie. Su cuerpo mostraba los daños de aquel ataque.

-Debo admitir que me sorprende que solo dos de ustedes sean necesarios para hacerme esto, y tambien debo decirles que esto les costara la vida!!!-

La serpiente comenzo a encender su cosmos, un aura carmesi emergio de ella, el aura era tan densa que parecia un manto de sangre el que la protegia. La chica alzo la cara hacia el cielo al igual que sus brazos y libero un devastador ataque.

-LA GRA SERPIENTE!!!!-

El aura que rodeaba a la joven se elevo en forma de un gran rayo que se fue transformando hasta tomar la forma de una serpiente que descendio y se lanzo en direccion a ambas guerreras. Mas que un ataque parecia que se hubiera invocado a una gigantesca serpiete que deseaba devorar a las asgardianas.

Justo cuando el aura rojiza se elevaba haciendo caer rayos y transformarse en forma de serpiente una sonrisa ladeada se dibujó en el rostro de Freyja. La vorágine de poder del ataque lanzando por Jormundgander parecía una serpiente gigantesca de electricidad y aura carmesí que caía de los cielos con sus fauces abiertas de par en par mostrando sus colmillos para engullir a la jóvenes Guerreras. Quiso escapar, corrió a enfrentarse de nuevo a la serpiente antes de que el rayo impactara sin embargo la energía la alcanzo.
La descarga eléctrica recorrió todo su ser estrellándola contra la capa de nieve. El grito desgarrador de Alioth no se escuchó debido al estridente sonido del golpe. El golpe no le dio de lleno, si no otra seria la historia. Con el dolor en todo su cuerpo se colocó en pie rápidamente. En su rostro la misma sonrisa, la nieve alrededor había tomado el color oscuro producto del fuego y el hielo derretido.
Se levantó rápidamente, la nieve exploto a su alrededor debido al empuje de sus piernas mientras corría una de su pierna perdió el tono muscular pero recupero su velocidad rápidamente. Aun tenia aquella sonrisa, en su embestida se limpió la boca con el antebrazo derecho y saco sus garras nuevamente. Arrugo la nariz sorbiendo y escupió a un lado sangre revuelta con baba.
Teper' pravdivymi* Dijo Freyja mientras más de diez lobos de diferentes partes salieron dentro de los escombros de la ciudad al encuentro de Jormundgander tratando de asirse a sus brazos, torzo, espalda, cuello, abdomen, piernas y muslos gemelos de las antepiernas hincando sus colmillos.
Alioth divisa el cuello de la chica de cabello corto en su carrera, su mano con sus dedos recogidos y la palma abierta se alinean con su brazo dirigiendo concentrando su cosmos para atenuar daño cortante que a toda velocidad arroja sobre la joven mientras los lobos intentan aferrarla a suelo y desangrarla. Al saltar sobre ella brinca sobre su cuello y en un simple movimiento lineal de su brazo pasa de largo cortando algo sus garras, su miembro dibujó el trazo como un rayo o línea azulada deslumbrante que movió a toda velocidad. Posteriormente la tierra bajo sus pies basándose en la trayectoria de la mano de Epsilon se resquebrajo de forma perfecta, una linea recta que exploto a los pocos segundos lanzando al aire roca, nieve y tierra.
¡Ahora Surtur! Freyja grito mirando de perfil a Valeska.

*Ahora veraz.
Escrito en ruso seria: Теперь правдивыми.

Los ataques en conjunto de ambas Dioses Guerrero había dados sus frutos, y ciertamente un alivio mezclado con cierto valor por parte de la joven, en su rostro sonrió de manera tímida para rápidamente cambiar a una mirada alerta, pues Jormundgander se había enfadado por los resultados de esos últimos intercambios de golpes. Realmente estaba enojada, como si hubieran herido su orgullo o algo así. La energía que despedía en forma de color rojo carmesí era espeluznante y a la vez poderosa. En ese momento Valeska tembló un poco al sentir el poder que se avecinaba hacia ella, el ataque había adoptado una forma de serpiente gigante con rayos. Ante el inminente peligro, la joven utilizo otra de sus técnicas, su cosmos comenzó a envolver su cuerpo por completo, adquiriendo un color rojizo y posteriormente se encendió en llamas. Ese era el Control de Cosmos, una técnica que aumentaba tanto la fuerza como resistencia de la muchacha, a pesar de eso, el ataque de Jormundgander fue poderoso, Valeska recibió el golpe de rayos y estos pasaron por su cuerpo, haciéndola retroceder unos metros pero manteniendo los pies firmes en el suelo. Se esforzó por no dejar escapar gritos de dolor, a pesar de hacer uso de dicho poder.
 
Una vez pasó el ataque, Valeska aprovechó para recuperarse, afortunadamente no recibió tanto daño por el hecho de su técnica. Alzó su mirada, viendo como había quedado en estado más deplorable el lugar del combate. El Control de Cosmos se desvaneció, y el colorido rojo adquirido se desapareció con cierta lentitud, volviendo a la normalidad el aspecto de la muchacha. Reaccionó cuando Alioth Epsion le ordenó atacar al enemigo, dirigiéndose a gran velocidad con la espada en mano, acortando la distancia en poco tiempo con ayuda de su Cosmos, mientras concentraba otra parte en la hoja de la espada. Ahí estaba la Gran Serpiente en su forma humana, a merced de un ataque directo… 
-¡Toma esto! –gritó Valeska con cierto valor que ni ella creía en ese momento, era la oportunidad de terminar con la pelea. Bajo un poco su espada y le proporcionó un corte a la altura del estomago, con la intención de partirla a la mitad.