El renacer de wyvern,la reunion de los Kyoto (Libre)

Dos siglos y un poco mas han pasado desde la ultima vez que el Wyvern fue llamado por su amo,
Rios y rios de sangre fueron los que corrieron a lo largo y ancho del entero mundo del infierno que es protegido desde la era mitologica por Hades, el mundo casi sumido en una total obscuridad se veia tintado de los colores favoritos del Rey Negro.


Pilas y pilas de cadaveres se veian decorar el extenso lienzo que era la Tierra infernal, pilas y pilas de huesos por igual se veian y como si se tratase de un trono, una figura de gran estatura se alcanzaba a observar sentado sobre la pila de huesos mas alta que habia en el inframundo, con gran satisfaccion miraba lo que ocurria, sabiendo que estaba cumpliendo con los deseos de su Rey, el hombre ostentaba el titulo de Kyoto, quienes se dice son los generales de la armada negra y por ende, los guerreros mas poderosos al servicio del Rey de la Oscuridad.

Con una fria sonrisa dibujada en sus labios y un extraño brillo carmesi circundando sus ambarinos ojos, el sujeto miraba atento como a sus pies su ultima victima se arrastraba hacia la cuspide, ahi donde el hombre que con orgullo portaba una armadura, no, una Surplice negra, la cual contenia ya en su metalica y draconiana , en sus ojos se podia ver y casi sentir la llama que latia poderosa e impulsaba al Kyoto a seguir combatiendo, mostrando de esa forma el por que era el Espectro mas leal y poderoso al servicio del Rey del Infierno, Hades.


Y solo un rugido se alcanzo a escuchar antes de que una luz purpurea inundara el lugar con su poder, dejando sentir la gran e indomita furia que existia en el Dragon del Infierno, Kyoto que con toda su fuerza y poder se avalanzo sobre el enemigo que como gusano se arrastraba para poder alcanzarle, pero, ahora el cazador era Radamanthys, todo termino en una explosion de luz purpurea, alejando de todo sentir el desenlace de aquel embate.

Con sus ojos clavados sobre un pulido espejo, el cual poseia un marco victoriano, el Kyoto Radamanthys de Wyvern miraba en el las escenas que en su mente llegaban de glorias pasadas, despues de dos siglos y mas, el Wyvern habia sido nuevamente convocado por su Rey, sabiendo que una nueva Guerra Santa estaria por librase, y en la cual volveria a mostrar su inquebrantable lealtad, asi como su insasiable sed de sangre y destruccion, era dificil controlar su indomito espiritu, el cual clamaba por salir y hacer sentir en la Tierra todo su poder, una sonrisa se dibujo sobre sus labios al mismo tiempo que tomaba su yelmo y lo colocaba sobre su cabeza, coronandose asi mismo, mostrandose listo para lo que su Señor le exigiera.

-Bien donde estaran los demas Kyotos-

Dijo dejando el pilar de cadaveres que anteriormente era su trono se marcho a la camara principal de pandora esperando encontrar alli a dicha sacerdotisa o a algun juez