Dos Extremos Chocan [Gaiden - Privado: Rei]

La tierra de Asgard ubicada en el extremo norte del mundo; es una tierra solo unos pocos realmente pueden sobrevivir, donde unicamente la nieve es lo que cubre todo; se podria decir que es una tierra olvidada por los mismisimos dioses y solamente entregada al señor Odin para que este se hiciese cargo de aquel paramo helado. Alli se cuentan muchas historias; una de ellas es la de los famosos dioses guerreros de Asgard, caballeros que despiertan cuando los tiempos oscuros y dificiles se avecinan con gran rapidez.

La nieve parecia caer lentamente, es hermoso verla pero aquel manto blanco que parece ser inofensivo tambien oculta una furia implacable que puede aparecer en cualquier momento, y de la belleza para de inmediato a mostrar su parte mas mortifera; yo se de ello porque soy parte de esa parte oscura que oculta, aquella persona que con solo su simple presencia podia hacer que esto cambiara de una bella nevada a una mortal ventisca. Rumores llegaron a mis oidos de que algo o alguien merodeaba por los bosques cercanos al palacio de Valhala; un enemigo que se atrevia a irrumpir en los dominios del señor Odin; yo misma me encargaria de ello, lo tomaria como algo personal, no es necesario que llegase a los oidos de la srta Hilda. Emprendo el recorrido por el bosque, portando visiblemente mi armadura mientras que el viento ondea mi capa y la nieve cae lentamente; no parece haber nada, los animales no se escuchan ni tampoco se dejan ver, como si es que alguien los hubiese espantado. - Esta todo muy silencioso...- Dije para mi misma, deteniendome por algunos segundos y observando en todas direcciones por si es que veia algo fuera de lo comun.

Segui avanzo cautelosa, pero aun no puedo ver absolutamente nada; deseaba ver a aquel que oza invadir estos territorios, saber de quien se trata y hacerlo hablar para saber acerca de su comentido.

Recorriendo lentamente el bosque, sin escuchar absolutamente ninguna clase de ruido, solo el leve sonido del silvido del viento, fue cuando lo vi; alguien se encuentra en la nieve entre los arboles, una joven cubierta por un manto de color marron, seguramente para protegerse del intenso frio que aqui hace; para ella eso debe ser una prueba, para los nacidos en Asgard esta clase de temepratura pone a tu cuerpo a su maxima resistencia, siendo una de las primeras tareas que uno debe enfrentar cuando nace.

Yo puedo verla a la distancia, parecia preocupada de lo que sucedia a su alrededor; su mirada parece moverse en todas direcciones buscando algo, probablemente ya sabe de mi presencia, pero unicamente lo que debia hacer es solamente acercarme con precaucion a donde se encuentra si es que ya me habia encontrado. Me detuve por un momento, observando como dicha persona comienza a caminar nuevamente; en cambio yo unicamente me detengo, solamente dejando que el viento meciera mi capa mientras la observo; hasta que finalmente despues de tanto buscar en los alrededores logra verme a tan solo 4 metros de ella; esa fue la distancia que logre acercarme a su persona hasta ser vista. - Asi es... soy uno de los dioses guerreros; Rei de Mizar Zeta.- Respondi a su pregunta, sin tener ningun cuidado en decir mi nombre y no ocultar lo evidente ante sus ojos; mi armadura delata mi rango y de seguro ella lo supo en el momento en que me vio. En sus palabras expresa que no viene con malas intensiones y menos de tener un enfrentamiento en mi contra. - Y ya que conoces mi nombre; ahora pregunto cual es el tuyo, ya que a simple vista puedo ver que no eres de por aqui y menos que pertenezcas a Asgard.- Pregunte ahora a ella, ya que al ver su forma de vestir, deduje que no pertenecia a estas tierras y que por lo que lleva quizas podia ocultar algo debajo de aquel manto.

No consegui una respuesta contundente a primeras; la chica a pesar de que habia dicho que no venia buscando pleitos parecia que con su actitud decia todo lo contrario. Claramente dijo que me retirara de este lugar; pero no era yo la invasora en aquel momento, sino que ella al adentrarse en los territorios del palacio de Valhalla; al estar merodeando sospechosamente por los bosques, aun asi me quede mirandola, expresando una mirada sin ninguna clase de sentimientos, solamente escuchando sus advertencias una y otra vez, de que no haria nada malo y que lo unico que debia hacer es que me retirara. - Eres tu la que se debe retirar de aqui... estas son las tierras sagradas del dios Odin, señor de Asgard. Los extraños no son bienvenidos aqui.- Fueron las unicas palabras que pronuncie; de seguro ella con su mala actitud buscaria la forma de correrme de este lugar, buscaria la manera de sacarme de las tierras que jure defender.

La segui observando, parecia que esta decidida a quedarse, seguramente mis palabras le provocaron algo en su interior que haria que su comportamiento se alterara de un momento a otro; si es que es alguna clase de guerrera, su furia terminaria por revelar su identidad, seguramente tendria un enfrentamiento aqui y ahora a pesar de que ella habia dicho que no tenia ninguna mala intencion, pero la mas minimo provocacion podia desencadenar en algo peor que simples palabras que puede llevarse facilmente el viento. Aunque la furia pueda darle fuerzas, no dejara que controle racionalmente sus acciones, eso es una gran desventaja que facilmente se puede aprovechar a mi favor, es solo cosa de tiempo para ello. - En el estado que te encuentras no podras hacer mucho en mi contra, solamente piensa bien lo que realmente haras.- Fue lo que dije esperando la reaccion de la chica.

Sus palabras no me afectaban en lo mas minimo, podia decirme como quisiera; aun asi no lograria sacarme de mis cabales como le esta ocurriendo a ella. Le molesta mi mirada hacia ella, mis ojos vacios que no le quitan en ningun momento la mirada de encima a ella, no sucedia eso con otras personas; para la señorita Hilda, mi mirada realmente expresaba el estado de animo que constantemente mantengo, para esta chica quizas es lo que impulsa mas a su odio a que aflore fuera de su cuerpo y que deje que la guie ciegamente en una batalla. - Quizas no eres tu a la que estoy realmente viendo, sino a tu verdadero yo que se manifiesta en este momento.- le dije a ella aun observandola, viendo que cada minuto que pasa ella esta mucho, pero mucho mas ansiosa de batallar en mi contra, a toda costa desea sacarme de los dominios del bosque del palacio, como si es que yo fuese la invasora; probablemente mancharia la pureza de la nieve que tapiza el suelo con el rojo de su sangre si es que no logra controlarse y dejar de comportarse asi.

Mis palabras lograron hacer mella en ella; no pudo aguantar mas lo que le dije, su furia se intensifico cada vez mas; al punto que el combate parecia ser ahora inevitable, pero aun asi estoy dispuesta a que razonara, aunque tuviese que usar la violencia para ello. - Se que usando esa furia que muestras, no podras derrotarme.- Fue en aquel momento en que senti que la chica encendio su cosmos, una cosmoenergia llena de furia; que ardia unicamente para poder hacerme pedazos en dicho momento, hasta que no quedara nada de mi persona. En aquel momento solo cerre mis ojos y senti como es que la chica se abalanzo hacia mi, recorriendo los cuatro metros que nos separan en tan solo unos pocos segundos; lo unico que hice fue unicamente levantar mi brazo derecho y con mi mano detuve su golpe en direccion a mi rostro; la sola fuerza de su golpe hizo que desplazara el aire y que mi capa ondeara por la rafaga que provoco. Mientras mantengo su puño atrapado entre mis dedos, lentamente comence a abrir mis parpados y dirigir mi mirada hacia ella. - Ya te lo dije, usando esa furia no podras ganarme nunca.- Encendi mi cosmos en aquel momento; para mover mi mano libre y asi podria golpearla a ella en la boca del estomago para asi hacerla retroceder solamente; nada mas que eso; usaria mis garras unicamente si es que fuese necesario, me valeria unicamente de mis puños para hacerla entender.

Podia ver que a pesar de que es un mero caballero de plata pudo detener mi golpe, y eso que no lo lance con mucha fuerza; pero podia ver que no era de subestimar, aun asi si llegase a ser necesario utilizaria mis garras para hacer algo en su contra si es que ella seguia insistiendo con aquella furia. Mi golpe logro alejarla, pero parecia que aun seguia decidida a seguir atacandome, no habia forma de poder razonar con ella; ya no era solamente la forma en que la observo, sino que probablemente algo mas lo que le molesta, mi sola presencia la inquieta mas.

Comenzo a preparar el que seria su proximo ataque; yo unicamente me quede de pie observandola, como si es que supiera que si seguia con dicha actitud no lograria ganarme, sin importar que tan poderosa sea si continua guiada por su rabia no sabria como controlar su cosmos y solo gastaria su energia en balde. A pesar de todo, pude observar que no completo su ataque ya que por si sola su armadura comenzo a dejar su cuerpo. - La armadura sagrada no puede ser llevada por alguien que es guiado por su odio; es por eso que esta ha dejado tu cuerpo.- Me mantenia observandola; con aquella mirada que ella decia odiar, viendo como es que la chica se cuestiona y no entiende el porque de lo que esta ocurriendo, yo tampoco lo sabia realmente pero quizas su forma de comportarse era parte del fenomeno que realmente esta ocurriendo. - Sera mejor que desistas de atacarme y te tranquilices, ahora sin tu armadura no tienes posibilidad alguna de vencerme. Si intentas atacarme nuevamente podria salirseme un golpe mortal y bañarias con tu sangre la sagrada tierra de Asgard.- De seguro la chica podria reaccionar mal, estaba siendo guiada por su odio por lo que aun asi me sentia preparada para cualquier cosa que hiciese.

- Si deseas aun seguir golpeandome, no te voy a detener; pero ya sabes lo que sucedera sin tu armadura. Aunque seas un caballero de plata, sin tu armadura las posibilidades de sobrevivir son muy bajas.- Dije a la joven, sabiendo que ella podria o no atacarme, veia si es que logro hacerla entrar en razon o si es que ella en realidad continuaria con el ataque que habia dejado pendiente antes y seguiria con su furia aplastante hasta verme derrotada.

Pacientemente puedo observar como la muchacha sigue insistiendo en su arrebato de furia ahora dirigido hacia su propia armadura; el porque esta la abandono y ahora no responde a sus ordenes, de seguro no sabe pero esta mas que claro que un caballero que pelea por Athena no puede estar guiado por su propia furia y desesperacion, y su armadura tambien lo sabe. Puedo percibir la confusion que eso le trae a ella, como es que insistentemente busca que su propia armadura reaccione pero no logra nada. Yo lo unico que hago es observarla pacientemente; no me inmuta ninguno de sus insultos y menos la furia que sigue descargando en mi contra. - ¿Por que insistes en llamarme asi ?- Dije queriendo saber el porque de su terminologia hacia mi persona.

Tras la explicacion que yo le dije, ella termino cuestionandome que si es que no era digna de portar la armadura sagrada; y luego se respondio a si misma diciendo que esta le pertenecia por haberla ganado en Grecia y siempre ha sido suya; cuestionando que si es que esta tuviese alguna clase de sentimientos. - Tus acciones son erroneas y la armadura te esta poniendo a prueba; si eres digna de nuevamente portarla y de ser llamada un caballero de plata; deberas demostrar que realmente la mereces.- Le dije a la chica sabiendo que si seguia comportandose de esa forma no conseguiria absolutamente nada y que su armadura terminaria dejandola en las mismas condiciones en las que se encuentra. Lentamente comence a avanzar, llegando hasta donde se habia depositado su armadura ubicandome a un costado de la misma; no dejando de ver por ningun segundo a la chica. - Si deseas realmente cambiar; tendras que mostrarle a tu propia armadura que no son solo palabras y que realmente es un cambio de corazon.- Cuando dije aquellas palabras, comence levemente a aumentar mi cosmos; comenzando a descender la temperatura del lugar aun mas de lo que ya se encuentra y las uñas de ambas manos comenzaron a crecer; semejandose a garras. - Asi como dices que fuiste digna de ganar la primera vez tu armadura; ahora demuestrale que puedes recuperarla.-

El aire congelado iba invadiendo todo el lugar a medida que el tiempo pasa; la temperatura iba descendiendo cada vez mas rapido, viendose como es que los arboles ahora son afectados por el intenso frio al empezar a congelarse. Pude observar como es que la chica busca aliviar el frio encendiendo su cosmos para contrarrestar el aire congelado que produsco con mi cosmo energia; pero sin su armadura su oportunidad de lorar algo van disminuyendo rapidamente; si los arboles son los que ahora se congelan, lo siguiente seria la manta que la cubre y luego seria su cuerpo sin proteccion alguna.

Me quede observando a la chica, en realidad las palabras que me habia dicho respondiendo a mi pregunta no me habian afectado en lo mas minimo, no lo tome ni bien ni mal, como si es que en verdad no tuviera sentimientos; como si fuese una muñeca tal como ella me lo dice. - Ya te lo dije; demuestra que eres digna de portar nuevamente la armadura sagrada, o sucumbe ante el intenso frio.- Fue lo que le volvi a repetir a ella; mientras tome posicion nuevamente, mostrando mis garras queriendo ver si es que realmente ella haria algo para poder cambiar o si es que por su furia su destino seria morir aqui congelada y abandonada por su propia armadura. Rapidamente me abalanzarse sobre Asuka. - Garra del Tigre Vikingo.- Con ello buscaba poder asestarle, a muy alta velocidad, una multitud de golpes cortantes que van acompañados de aire frio glacial, por lo que tambien podria congelan las zonas donde impactan mis golpes, dejando cortes y marcas sangrientas junto a restos de una fina capa de hielo en las heridas inflingidas en el cuerpo de ella; veria si es que con eso podria reaccionar y ver si realmente cambiaria para poder nuevamente portar su armadura.

Lanze mis golpes a una gran velocidad; pero a pesar de todo parecia que ninguno impacta sobre Asuka, algo parece protegerla e impide que pueda seguir avanzando y que mis golpes siquiera puedan tocarla pero sin su armadura su defensa seguramente no duraria mucho, ademas el intenso frio que provoco utilizando mi cosmo de seguro podria hacer que la chica se debilitase, es cosa de esperar algunos minutos hasta que hiciese efecto, pero veo que ella contrarresta mi poderoso cosmos frio intensificando mas el suyo, pero no importa que tanto eleve su cosmo energia, si nacio en una tierra donde siempre brilla el sol, seria inutil que pudiese sobrevivir a las bajas temperaturas; Asgard se encuntra en un punto donde el invierno llega a ser muy crudo, y las temperaturas bajan tanto como mi propia cosmo energia helada.

Mientras continuo atacando a la chica, puedo observar que su armadura aun no reacciona en nada; parece que todavia sigue rechazandola a pesar de que ahora pelea en mi contra; no ha mostrado lo suficiente como para poder merecerla nuevamente. - Con solamente defenderte no conseguiras mucho, si no mueres por mi garras; el frio terminara por hacerlo.- Fueron mis palabras para nuevamente correr en su direccion para poder volver a intentar golpearla con mis garras; unicamente era cuestion de tiempo el ver si es que su defensa puede aguantar lo suficiente ante mi garra y mi colmillo antes que pudiese caer por consumir su cosmo en mantener caliente su cuerpo.