De un pilar a un templo [Bijacksana + Libre]

"Es increíble como la ausencia de una persona te puede hacer pensar que estás solo en el mundo..."

Recordar a un amigo, su partida misteriosa, recuerdos que invadían su mente, el general marino de sirena aquel que los había acompañado en su travesía ya no estaba presente, la invasión al santuario, el combate contra la criatura de arena, y la defensa del santuario, tres combates importantes al lado de Sorrento aquel desaparecido, era extraño no saber donde se encontraba un amigo, Crysaor sentado en el templo de Sagitario en posición de flor de loto, intentaba concentrase buscando algo del cosmos de Sorrento, pero era inútil, parecía no haber rastro de él, se sumergió en su mundo al pensar en la partida de uno de los generales, miles de dudas invadían su cabeza ahora no estaba seguro del camino que decidió llevar, su corazón estaría con el dios de los mares y sus pensamientos también, por lo menos en su mayoría, ahora no podía dejar de pensar en las cosas malas que había hecho, acabar con alguien inocente o someter a los santos de plata y de bronce para seguir los pasos de Poseidón, ¿era correcto lo que hacía? ¿porqué continuar? quizá la mejor solución sería hablar con su dios e intentar aclarar las dudas, o quedar convencido por completo, que lo mejor sería retirarse del campo de batalla pues en el mismo no se pueden tener dudas y eso era algo que el Marino conocía y entendía muy bien, decisiones seguras y firmes en el campo de batalla habían dado la victoria hasta ese momento a los generales y santos al servicio de Poseidón, la inseguridad no era algo que existiese entre ellos, por lo menos no parecía ser así.
Entre su mundo y el real una melodía llegó lentamente al sentido auditivo del marino, conocía esas notas sabía que de que instrumento provenían, ahora no estaba seguro si la ausencia de su compañero le había afectado más de lo que pensaba y ahora escuchaba su sonar en la mente, o si bien alguien tenía el talento suficiente para recrear la melodía de tal manera que lograse sonar tan similar al antiguo general marino de Sirena.

"Creo que necesito marcharme un tiempo, mis pensamientos están nublando mi realidad y entre tanta duda un golpe de veracidad podría acabarme..."

Decidió levantarse y por su cuenta investigar de donde provenía el sonido, caminando hacia la entrada del santuario, pasando por cada templo, Escorpión, Libra, Virgo y Leo, hasta llegar al cuarto templo del santuario, aquel donde se supone el caballero de cáncer debía resguardar, pero con el nuevo orden del Olimpo, ahora cualquier seguidor de Poseidón podía estar en dicho sitio, la silueta de una chica adornaba el centro aquel lugar, Bijaksana se detuvo a medio camino mientras apreciaba el sonar de la flauta y reconocía la armadura y a la portadora de la escama.

- La nueva general de Sirena, creo que debí haberlo imaginado, no podía ser nadie más, Saren debo felicitarte por tu logro, creo que es bien merecido, aunque lamento las circunstancias en las que se ha dado -

Hizo una leve reverencia al felicitarla, mostraba respeto a la nueva integrante de los 7 generales después de todo ahora estaba a su nivel, o quizá su falta de duda y su seguridad la podría poner peldaños más arriba que el general de Crysaor, quién se acercó lentamente hasta quedar más cerca de Saren, la había conocido desde antes sabía que era aprendiz de Sorrento, pero no esperaba verla tan pronto vestida con la escama, aunque era evidente que con la guerra en marcha no podían darse el lujo de quedarse sin algún soldado por mucho tiempo, y al parecer Poseidón entendía eso y lo aplicaba muy bien, sin duda era un dios inteligente, pero ahora Bijaksana dudaba de si era un dios piadoso, o si haría lo que fuese con tal de lograr sus objetivos...

- La partida de un amigo siempre duele, pero su ausencia es imborrable -

Recargada a la sombra de un pilar se encontraba un pequeño ser con apariencia inocente la cual tenía largo cabello blanco, sobre aquella cabellera portaba un sombrero diminuto de tono rojizo, aquella chica no portaba su armadura sino aquel vestido color tinto que tanto la distinguía.

¿Que hacia allí? Solo pasaba el tiempo dibujando el paisaje de ese día, entre tanto perderse creando su dibujo había olvidado que tenia cosas que hacer, su mente se despejo y separo del dibujo al escuchar un ruido, pero más que un ruido era música, provenía de un lugar cercano por lo que decidió caminar hasta el lugar para saber que o quien provocaba aquel sonido, se puso de pie y a paso lento se dirigió a los templos del santuario, pasó por los primeras casas zodiacales percatándose que la música que estaba siguiendo provenía del templo de cáncer.

Entro con sumo cuidado al lugar haciendo un ligero sonido al contacto de sus zapatos con el suelo de la casa, camino un poco percatándose de dos presencias, dejo su libreta y lápiz en el suelo para realizar una reverencia a ambos mientras les miraba, quizá los presentes pensarían en que hacia ella allí, tal vez no sabían que Karou poseía una armadura de plata, su físico podía confundir mucho a aquellos que la miraran por primera vez así como ya le había sucedido anteriormente con algunas personas dentro del santuario, mientras seguía con su postura agachada les dirigiría un saludo.

- Es un placer conocerles.-

Sus palabras la mayor parte del tiempo eran escasas, ni siquiera menciono su nombre ya que no lo consideraba de gran importancia mencionarlo de momento, tomo la libreta y lápiz en sus manos y se puso de pie, preguntándose así misma tantas cosas referentes a las personas que se encontraban frente a ella.

Miró a la otra chica integrarse a la conversación, mientras prestaba atención a su compañera.

- No tengo mucho conocimiento al respecto, para ser sinceros llevo un tiempo sin hablar con él, pero pronto... muy pronto iré a verle -

Asintió ante las dos chicas presentes con un ademán de sumo respeto, para luego voltear su mirada a la santa de grulla.

- En efecto es un placer conocerte, supongo que sabes quién soy pero creo que no está de más presentarme, Bijaksana portador de la escama marina de krisaor y protector del pilar del océano índico -

Su expresión facial era la de alguien serio, pero en realidad se encontraba confundido en el momento, no sabía que dirección llevaba ni a donde iba en realidad, ahora no estaba seguro de si seguir a Poseidón era la mejor idea o si se había equivocado en su decisión, no quería seguir dudando así pero era algo que no podía evitar, y se repetía a si mismo en su cabeza.

"Lo que no sirve que no estorbe, mis pensamientos no son los mejores y creo que ocasionaré problemas si me quedo, lo he pensado mucho y creo que pronto va a llegar la hora de mi partida"

La duda era algo que no le gustaba, debía alejarse y aclarar su mente antes de arrastrar a otros consigo, Poseidón debía continuar con su misión fuese cual fuese, pero ya Bijaksana no estaba seguro de poder ayudarle a cumplirla...

- Si hay algo más que desees saber, y esté en mi conocimiento, con gusto lo compartiré -

Ante la respuesta de la General Karou no vio la necesidad de conversar demasiado ya que no tenía nada que decir pues al parecer la mujer que portaba la flauta sabia cual era el cargo que tenia la chica de cabellos blancos dentro del santuario, se limito a escuchar la conversación entre ambos Generales cuando observo al hombre mirarla respondiendo al comentario que hizo anteriormente.

-Supone usted bien General he escuchado sobre aquel que protege el pilar del océano indico, pero como usted dice no está de más presentarse…. Soy Karou, portadora de la armadura de plata de la Grulla.

Así es, hace algún tiempo había escuchado de aquel hombre aunque solo muy poco, nunca le había visto pero al mirarle se daba cuenta de algo en sus ojos una extraña sensación de curiosidad se presento en la Grulla con tan solo verle como si fuese un gran misterio.

Cada segundo allí le hacía querer comprender todo aquello que nunca se le explico, quería tener el tiempo para conversar con alguien que pudiera despejar las dudas que recorrían su mente pero ese no era el momento y no sabía si llegaría. Pensó en marcharse al haber descubierto de donde provenía la melodía pero sus pies se negaron a moverse dejándola clavada en el suelo, una parte de ella quería seguir escuchando y otra le decía que quizá no era lo mejor ya que su posición era muy distinta tal vez podría enterarse de algo interesante si permanecía allí aunque no es como si le importase demasiado sin embargo encontrarse con otros humanos además de su maestro  le resultaba intrigante, ¿Como era posible que a pesar de estar en el santuario donde muchos caballeros de plata y otros más pasan la mayor parte del tiempo ella no conocía a nadie más que a su maestro?

Off: una disculpa de antemano por no contestar rapido

Me parecía extraño que mi compañero no supiera de la situación ni siquiera en rumores, a mi me había llegado la noticia por escuchar a los subordinados de Poseidon hablar de la estúpida y a la vez gloriosa hazaña del Kraken para "salvar" a Caballo Marino, ya no había nada mas que tratar con el general de Krisaor por ende debía retirarme a proseguir con mis labores de guardia aunque a decir verdad no había mucho que hacer sin caballeros que la defendieran, una situación sin duda aburrida y sin motivo aparente, aun así le era fiel a Poseidon por lo que no reprocharía ninguno de sus mandatos.

-Dado que es todo pasare a retirarme, no pretendía interrumpir sus labores por mi practica con este instrumento, con permiso-

La general marino de Sirena pidió el permiso parar retirarse con amabilidad, corto y conciso así fueron sus palabras al momento de sacudir ligeramente las alas de su armadura las cuales sonaron metálica mente al moverse, aun con su flauta en su diestra comenzó a caminar en dirección a la salida, Saren era de pocas palabras, de pocas relaciones también y solo hablaba lo necesario y si se lo veía pertinente, y no por que le cayera mal la gente, simplemente ella estaba ahí para servir a su dios, tenia un fuerte instinto protector lo que le permitía trabajar en equipo sin ningún problema, estar al tanto de las nuevas noticias y ser participe en estos eventos sin embargo en ese lugar no se estaba llegando a ningún lado, Bijaksana deseaba irse antes que ella al no tener nada que aportar lo que daba solo una solución, dar por terminada esa pequeña reunión

-Un gusto santa de Grulla- soltó sin devolver la mirada dirigida en dirección a la salida

Una pequeña sonrisa se dibujó ante la presentación de la niña, era amable a pesar de ser tan joven, o aparentar serlo, el general asintió ante la despedida de Saren deseo suerte y lamento haberla molestado en su momento de privacidad en el templo de cáncer... era curioso el lugar, le recordaba a aquel dorado al que había enfrentado una vez, pero que seguramente no volvería a encontrar su mente ahora estaba ocupada en otros asuntos lejanos a la guerra, pero antes de hablar con Poseidón intentaría dejar su huella de alguna manera...

- Es un placer Karou, no necesitas responder pero e gustaria saber, ¿Que te ha llevado a seguir a Poseidón? -

Le generaba intriga, no quería pasar sus dudas a otros, no quería hundir a nadie junto a su mar de inquietudes, pero tampoco podía marcharse si conocer una respuesta de algunos de los soldados seguidores de Poseidón quizá con eso podría marcharse más tranquilo...

"En ocasiones debemos preguntarnos, ¿Porqué seguimos este camino? para aclarar nuestra mente"

Noto la expresión de el general marino así como también las palabras de la joven Saren por lo que con una pequeña reverencia  le dijo adiós deseándole un buen viaje fuese a donde fuese que se dirigiera, al momento que Saren se comenzó a retirar sus ojos se posaron en aquel hombre que aun permanecía en el templo, le escuchaba hablar, ciertamente tenía un voz relajante, quizá demasiado tranquila.

- El placer es todo mío General. -Respondió para que luego sus oídos captaran aquella pregunta por parte de Krisaor.

- Lo que me ha llevado a seguir este camino...Primero que nada hace tiempo creía que el dios de los mares me había dado la oportunidad de vivir al enviar a alguien cuando estuve a punto de morir pero... Más allá de mi lealtad al dios de los mares mi razón para estar aquí ahora es porque creo firmemente que existen personas en este mundo que sufren, personas que no tienen nada...Quiero ayudarles...Quiero defender a aquellos que realmente quieren vivir... Mi camino está en este sendero por esa razón...-Respiro profundamente mientras se acercaba un poco al marino.- Si me permite preguntarle ¿Que es lo que lo llevo a usted a seguir a Poseidón?- Permaneció quieta hasta captar la pregunta que formulo, ella también quería saber la respuesta pero al pensar que fue algo imprudente de su parte negó con la cabeza mientras pedía disculpas.