Primer día y aburrida [Libre]

Hacía escasos minutos que el torneo para la entrega de armaduras había concluido, ya todos los nuevos santos se habían presentado y entre ellos una joven de cabellos dorados ahora poseía la armadura de la corona boreal, una digna de portarse y más con su extraño gusto por el frio.

Pero los minutos pasaban y todo parecía en calma de nuevo, así que Halim empezó a dar un pequeño paseo aun con la pandora box cubierta a sus espaldas.

Aquella estaba vestida con sus ropajes de entrenamiento, mientras que su rostro lo cubría una máscara plateada con unos detalles con color cyan, máscara que ella misma había decorado.

-No hay mucho que hacer ahora ...- susurró la dama mientras observaba a su alrededor, así que decidió ir a descansar a unas rocas que se divisaban a lo lejos mientras pasaba algo que pudiere llamarle la atención.

Llegando al lugar para descansar, puso la caja a un lado de ella y se acostó en el suelo, cubriendo sus ojos con su brazo mientras suspiraba hondamente, no quería quitarse la máscara pues temía que alguien la viese sin ella, no tenía intenciones de matar a nadie y mucho menos de enamorarse forzosamente solo porque le habían visto su rostro, le parecía aquello una total estupidez pero tenía que cumplirla al pie de la letra.

Acatar las ordenes de mi dios no era muy difícil, aunque me enorgullecía que a mi me tomara en cuenta para poder llevar ciertas tareas que otros evidentemente no podían realizar por su falta de hielo en sus corazones, luego de estar unas horas en la cámara de mi dios camine directo hacía el muelle para conseguir unos cuantos pescados, obviamente no me iba a ir a ninguna misión sin comer algo, lamentablemente cuando compre lo que iba a preparar para la comida unos guardias anunciaron que mi dios estaba impaciente-tsk...-de modo que tuve que dejar la comida en la cocina de mi barco

Servir a poseidon tenía sus ventajas pero también lo contrario, bah, mientras hubiese buena paga....no me apetecía lucir mi armadura, pero ordenes eran ordenes ¿como se supone que iba a recibir a una novata con ropas de marino y de pirata? en lo que iba caminando por el muelle de regreso fui tarareando una de mis canciones favoritas

https://www.youtube.com/watch?v=yoXGr4XbdEY

Una vez con la armadura puesta, llegue al lugar donde mi dios me había citado, buscando a una chiquilla con las características ya establecidas,la encontré dando un paseo,aparentemente tranquila, mis ojos color aceituna se clavaron en ella mientras analizaba todo lo que hacía,así que esta es la chiquilla que mi dios me mando a enseñar, no sabía si divertirme o no, pero debía de ponerla a prueba primero...aunque eso no me ganaría su confianza, de modo que camine a paso lento detrás de ella hasta que se diera cuenta por si solita que alguien iba detrás de ella y cuando ocurrió la mire con solemnidad, con mi mirada inexpresiva y con una sonrisa en los labios-así que tu eres Halim, yo soy uno de los generales marinos de mi dios poseidon, Evelyn de Lymnades y mi dios me ha ordenado específicamente que viniera por ti

La sentir la presencia de alguien detrás suyo la joven volteó a ver, siempre preparada en caso de que tuviera que pelear o algo así, ya que muchos aprendices tenían esa costumbre de lugar sorpresivamente, cosa que a ella no le daba nada de gracia.

Se sorprendió ver a una dama de cabellos rojos como el fuego, la armadura y el aura que se sentía emanaba de ella a pesar de no estar visible mostraba que las palabras que decían eran verdaderas, uno de los generales de su ahora Dios había venido por ella pero, ¿porque?

"ya no habrá necesidad de presentarme"- pensó aquella joven para luego hacer una cierta reverencia algo leve y muy corta solo por educación.

-Efectivamente, soy Halim de Corona Boreal - hizo una pausa y luego prosiguió -  y si son ordenes de mi señor, que sean cumplidas al pie de la letra.- no tenía intención de desobedecer, si algo detestaba era eso, la desobediencia hacia sus superiores.

Pero tenía extrañamente un mal presentimiento que no podía explicar, no sabía de que se trataba pero estaba convencida de que tenía que estar alerta, solo por cualquier cosa que se pudiese presentar.