Primer encuentro [Kaileena]

\-\ Primer encuentro /-/

~Flashback~
{Kaileena de Balrog}

Saiph no sabía bien dónde se encontraba. Trepado en la copa del árbol sólo alcanzaba a ver árboles. árboles y más árboles. Muy alto, sí. Miró de un lado a otro tratando de divisar algo más. El cómo había llegado ahí no le quedaba muy claro. Tenía un golpe en la parte posterior de su cabeza y los brazos raspados. Su ropa estaba toda llena de tierra y ramas. Podía suponer que había rodado cuesta abajo pero no veía dónde estaba la colina o ladera por donde había descendido. Porque debía haber una.

Respiró profundamente. El sol no tardaba en ocultarse y no es que le tuviera miedo a la oscuridad pero haría frío. Llevaba ya ¿Tres días? No estaba muy seguro de eso. Suspiró y apretó las manos en puño. Tendría que bajar y decidir si encender fuego o soportar la temperatura. Además tenía hambre. Estaba por acabarse las bayas que había recolectado durante el día.

Descendió con lentitud. El viento soplaba, la temperatura descendía, y su estómago comenzaba a rugir. Sería porque no había comido tan bien como debería pero apenas y se había decidido mover por el lugar hasta que recuperara energías. ¿Pero de qué? En su confusión total trataba de sentarse a meditar un rato a ver si su mente se despejaba de ésa neblina y le dejaba ver qué había en sus recuerdos. Dudaba que hubiera alguna razón por a que debiera de bloquear recuerdos. Una vez le había pasado pero lo había recordado, no supo en ése momento si fue un shock momentáneo pero seguía creyendo que sí era así.

Bajaba sintiéndose seguro, colocaba el pie con cuidado y ya que estaba a unos dos metros de altura su seguridad era mayor así que casi se dejaba caer a la siguiente rama. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado en ésos momentos puesto que resbaló y cayó al piso. Alcanzó a moverse de tal manera que cayó sentado. Cerró los ojos con fuerza y aguantó el dolor. Tuvo que morder su lengua para no decir algún improperio. Respiró profundamente y escuchó pasos. Una rama rompiéndose.

Saiph se levantó rápidamente, en guardia, mirando a su alrededor, entornando los ojos. ¿Un animal? ¿O podría ser una persona? Si era así quizá podría salir de ahí... Si era un animal... Miró de un lado a otro por el piso. Quizá con un palo podría mantenerlo alejado. Mantuvo controlada su respiración, todavía en guardia. —¿Q-Quién está ahí? —Mejor pensar que era una persona antes que algún animal salvaje.

Kaileena se encontraba dando un paseo por los alrededores de un bosque que ella ya conocía ¿Que razón tendría para llegar allí? Solo la joven de cabellera plateada lo sabia. Se adentro en el bosque. La blanca nieve del suelo tocaba el vestido blanco de ceda que la mujer portaba como vestimenta, daba pasos suaves marcando sus pies en la nieve.

Una sensación, ella podía percibir en el aire, ¿Pero que era? dio unos cuantos pasos y poso su mano sobre un gran tronco seguido de esto escucha un ligero estruendo en el suelo, desde su lugar observo como un chico yacía en el suelo, ante esto Kaileena se acerco y sin darse cuenta piso una pequeña rama haciendo un ruido que el joven no tardo en escuchar miro como este opto por una posición defensiva, escucho como el chico formulaba una pregunta al aire la cual por obviedad estaba dirigida a Kaileena.

Se acerco lentamente al lugar para quedar a la vista del chico.-No creo que debas asustarte.¿Que haces aquí? Al parecer estas perdido...En este frió infernal para cualquiera y no solo eso...Tus ropas no se encuentran en las mejores condiciones."Estoy casi segura que aquella sensación que he sentido desde que llegue aquí era su cosmo." ¿Cual es tu nombre?

La mente de la joven permanecía con un solo objetivo aunque no lo divulgaba ni lo hacia notar, sintió una conexión con el chico frente a ella, quizás le recordaba a aquellos días en los que ella vago sin rumbo fijo, sin embargo la energía que el chico despedía era lo que mas le intrigaba pues aunque la energía fuese débil ella podía notar el potencial que muy intensamenete se escondía en el interior del peli blanco.

¡Woah! Era... una persona. Sí, eso era. No era un animal salvaje aunque ¿Qué le decía que ella no era una persona salvaje? Saiph le miró fijamente. Retrocedió por instinto. No se veía nada mal, de hecho no parecía ser peligrosa. ¿Pero cómo saberlo? Sabía que no debía dejarse llevar sólo por las apariencias por eso desconfiar no era malo, no estaba mal ser precavido. Nunca lo era. Ladeó ligeramente la cabeza, apartó el cabello que le cubrió los ojos intentando mantenerse alerta por cualquier eventualidad. No quería que lo tomaran por sorpresa pero ¿Por qué debería de desconfiar?

"Porque no sabes quién es ella y de dónde ha salido" Se dijo a sí mismo. ¡Cierto! ¿De dónde había salido si él sólo veía árboles y más árboles desde la copa de ése árbol tan alto en el que había estado trepado minutos antes? Otra razón para desconfiar. Pero las palabras de ella habían sonado... como que debía de confiar en ella. Tendría que responder sus preguntas aunque no estaba del todo seguro de si debía de hacerlo. ¿Debía realmente? ¿Qué era lo peor que podía pasar? Si quisiera hacerle daño ya lo habría hecho, o intentado porque Saiph no iba a dejar que le lastimara.

—No sé qué hago aquí. —Admitió. Eso no era una total mentira pero le frustraba. Demasiado. Quería decir que sabía dónde estaba, qué hacía ahí y que ya se iba por donde había llegado pero no estaba en condiciones de mentir. Sinceramente, tenía algo de miedo porque estaba aún confundido. Sin embargo, por más que una parte de él le instara a alejarse otra le decía que no tenía por qué temer que confiar en ella no sería contraproducente. ¿A qué parte debía de creerle? La afirmación de sus ropas era algo que él comprendía. Es decir, con el clima que hacía y bueno, no tenía nada más aunque tenía la sensación de que tenía que moverse o algo así. Aun así aún no había tomado la decisión si ir hacia el norte o hacia el sur. Por lo menos podía orientarse por las estrellas.

Creyó que quedándose callado ella se iría pero no estaba muy seguro de eso. Además estaba siendo demasiado descortés por no responder las preguntas. "Si quiere que confíe en ella ¿No debería de haberse presentado primero?" Oh, no necesitaba más confusión en esos momentos así que se rindió a la lucha interna sobre qué hacer y optó por seguir su instinto pues muchas veces le funcionaba. —Hum... Me llamo Saiph —Bajó la mirada hacia el suelo y se ruborizó ligeramente. —T-tal vez estoy perdido. —Murmuró.

Si en algo podía estar seguro era que usar su apariencia a su favor siempre le funcionaba. Como no sabía qué fecha era (hasta ése punto estaba desorientado) suponía que aún no había pasado su cumpleaños y bueno, ¿No era raro ver a un niño en un bosque? ¿Qué tan lejos de la civilización estaba? ¡¡¿Y si ella era una alucinación?!! —Oh... —No había caído en la cuenta de eso. —¿Tú quién eres? —Tener un nombre la hacía más real. ¿Verdad?

No podía saberlo pero al menos una alucinación con un nombre era mucho mejor que nada.

Rió por lo bajo cuando escucho al chico decir lo que estaba haciendo en el lugar.-Así que estas aquí sin saber el porque, vagando por este lugar. -Tomo una bocanada grande de aire y lo dejo salir.-Este es un frió como ningún otro, me sorprende que aun sigas con vida, se ve que no has comido en un tiempo.-Miro de arriba a abajo al joven. Un silencio profundo se apodero del momento hasta que el chico pronuncio palabras, pronuncio su nombre.-Saiph como la estrella en la constelación de...- Fue interrumpida cuando Saiph menciono su situación.

¿Perdido?¿Enserio? no lo había notado.- Dijo con un tono de sarcasmo en su voz.-Mi nombre es Kaileena. -Respondió a la pregunta de Saiph.

Sabes conozco un lugar mas adelante donde puedes descansar, existe un río cerca así que la pesca es una buena opción, e incluso podrías cambiarte de vestimenta. Te ayudare si quieres pero tendrás que seguirme el paso.-Kaileena comenzó a caminar lentamente y miro sobre su hombro.-¿Vienes?-Le pregunto al  no tan pequeño niño, después de hablar comenzó a correr entre los arboles, ni si quiera espero respuesta pero sabia que si el chico querría la seguiría y si no entonces no le prestaría importancia, se detuvo cerca de un árbol y se dio media vuelta para observar si Saiph la seguía o simplemente se quedo atrás.

Quizás Kaileena quería ponerle una prueba rápida, si el era capaz de alcanzarla entonces ella sabría que el potencial de Saiph seria especial.

Notó su risa y no le agradó demasiado pero no lo demostró. Inspiró profundamente encogiéndose de hombros de manera mental. Algo le había parecido gracioso a ella aunque Saiph no podía ver qué. Quizá no tenía él tan buen sentido del humor. Y sí, eso era técnicamente lo que había dicho. Debía ser bastante obvio para ella y por alguna razón sintió que podría parecer patético en el estado en el que se encontraba.

Las sospechas volvieron a su mente. Todo porque ella se estaba tomando las cosas con tanta facilidad que le parecía bastante raro. A menos que estuviera acostumbrada a encontrarse con desconocidos que vagaban sin rumbo fijo porque desconocían hacia dónde iban o de dónde veían. ¿Tantas personas se perdían por ahí? Si eso era así le daba la esperanza de no sentirse tan poco competente por no saber dónde se ubicaba. Aunque, pensándolo mejor, ¿Qué importancia tenía el lugar si de todas maneras no estaba muy seguro de hacia dónde se dirigía?

Asintió. Estaba haciendo frío, era verdad. Y... bueno, si de comer hablaba, decentemente no lo había estado haciendo desde... No recordaba cuando. Era todo cada vez más frustrante. ¡Pero lograría recordarlo algún día! Como quiera que fuera, ella era buena haciendo evidente lo obvio. Nada que él no hubiera podido deducir de encontrarse en situación inversa o si se pudiera ver en un espejo. Ocultó su curiosidad puesto que parecía que conocía de dónde provenía su nombre. Era curioso. Y eso volvía a avivar su reflexión interna acerca de ella y qué tan seguro era confiar.

Ahora bien. Le desagradó el sarcasmo que había usado. Se ofendió en cierta medida. Notó que se estaba poniendo a la defensiva al tener el impulso de hablarle con más sarcasmo del que ella había usado. Al menos ahora tenía un nombre. Repitió varias veces el nombre en su mente. Le sonaba extraño pero no desagradable. Aunque... Las siguientes palabras llamaron su atención. ¿Un río cerca? Pero con la temperatura ¿No estaría muy frío? ¿Y decía que le iba a ayudar?

Sentirse alerta y desconfiado no era una sensación placentera. Por más que fuera tentador el ofrecimiento sus señales de alarma estaban casi al tope. Así que tuvo que elegir entre seguir su instinto y su razón. Ella comenzó a correr y él se mantuvo con los pies plantados sobre el piso. "Ir o no ir.... Ir o no ir" ¡Maldición! Miró de un lado a otro. Tomó aire y comenzó a correr. Esperaba por una parte perderla pero por otra realmente quería aprovechar la oportunidad. Avanzó creyendo que podría dar con ella aunque tropezó después de que una liebre rápida se le atravesara por el camino. Rodó por el piso y se quedó ahí tumbado. Tal vez no era tan buena idea seguirla o tal vez era su única oportunidad.

Consideró que podría defenderse solo así que se levantó y se animó a tratar de darle alcance. —Oye, tú. ¿Dónde te metiste? —Se detuvo después de un par de pasos. ¿Dónde? ¿Dónde estaba? Cerró los ojos y decidió continuar siguiendo su impulso. Así que intentó correr más rápido. Parecía que ahí estaba. ¿O no lo era? —¿Kaileena? —Tal vez era una alucinación y se estaba internando demasiado en el bosque. Se detuvo.

Mientras corría pudo percibir la energía que emanaba de Saiph no muy lejos de ella, por lo cual  pensó que este si la estaba siguiendo, se dio la vuelta al sentir una chispa de cosmo desvanecerse.-"Parece que se ha caído...Vaya pequeño"-Se atrevió a pensar,siguió corriendo un poco mas hasta que se detuvo entre los arboles,el bosque termino en cierto punto así que ella salio, se subió a una gran roca que se encontraba en la orilla de un risco, miro sobre su hombro el bosque esperando que el chico apareciera, escuchaba su tan curiosa voz en las cercanías.

- Aquí estoy Saiph.-Alzo la voz un poco esperando que Saiph la escuchara.

Una ráfaga de viento se hizo presente revolviendo la caballera plateada de la joven y también las hojas de los arboles que yacían en las ramas y en el suelo verde. Intriga es lo que sentía al encontrarse con Saiph, algo en ella le decía que el chico era de fiar por lo que solo confió en los eventos del momento, en su interior ella deseaba ayudarle aunque fuese un poco, algo en el le llamo la atención, quizás y si le hablaba de buena manera el terminaría por revelar el porque estaba allí pues Kaileena no confiaba del todo en el hecho de que el no supiera la razón por la cual llego a ese lugar en ese preciso momento.

Se giro para observar el risco en el que estaba.-Un muy hermoso lugar... Frió... Muy hermoso.- Debajo se podía ver un pequeño pueblo con un grupo de gente a las afueras de sus casas, Kaileena fijo la mirada en una cabaña que estaba allí.-"Parece que sigue en buenas condiciones."

Saiph inspiró profundamente para mantenerse relajado. Mantener bajo control su respiración era lo ideal. El clima era frío, el aire helado podría lastimarle la garganta si no lo hacía de forma lenta y controlada a pesar de que su corazón había comenzado a latir de manera rápida. No era sólo el haber comenzado a correr lo que había acelerado su bombeo sino el hecho de haber caído en la cuenta de que podía haber estado persiguiendo una alucinación creada debido a la falta de relación con otras personas. ¿Pero quién podía correr así de rápido? Se restregó las manos contra los muslos del pantalón antes de frotarlas entre sí para aumentar el calor debido a la fricción.

Miró alrededor, parecía que se había internado más en el bosque y ésa área sí que no la había visto antes. Pero considerando que no había prestado mucha atención a la exploración del terreno era evidente que su conocimiento sobre éste era mínimo. Un fallo que no debía dejar que volviera a pasar. Lo único que lo mantenía erguido era la posibilidad de salir de ahí. Así que se aferraba a la idea que le había instalado Kaileena en su mente. Después de todo, no era la primera vez que le pasaba. ¡Y que servía seguir sus instintos!

Se pasó la mano por el cabello tratando de apartar el que se encontraba en su frente pero volvió a caer. Al menos logró colocar parte de su cabello detrás de sus orejas. Necesitaría atarlo o recortarlo.... Prefería la primera opción. El escuchar el 'aquí estoy' era como si realmente se estuviera volviendo loco y la alucinación lo quisiera desvanecerse. Entonces se dijo que no podía ser sólo una alucinación, sólo quedaba continuar caminando hasta llegar a ella.

No había notado lo complicado que era abrirse paso por el terreno hasta que había dejado de correr, visto alrededor y dado cuenta de que la nieve le daba cerca de las rodillas. ¿Estaba en un terreno más bajo y por eso la nieve se había acumulado, él corrido sin darse cuenta o se había mantenido en el mismo lugar hasta que su propio calor corporal la derritió? No. Porque si estuviera compacta bien podría caminar sobre ella sin hundirse..tanto. O eso creía.

Se abrazó a sí mismo mientras avanzaba con algo más de dificultad recordando y calculando de dónde provenía la voz. Bueno, la zona sí era distinta... De hecho más adelante ni nieve había... ¡Qué raro! O podría ser que no, un camino que hubieran limpiado, quien quiera que fuera. La encontró parada sobre una roca. Se veía... Woah, difícilmente podía describir... A ver, intentándolo podría decir que era... como alguien mortal. Tenía que tener cuidado con ella, definitivamente. Sus siguientes palabras le hicieron ladear la cabeza. Enarcó una ceja ligeramente y como pudo trepó a un lado de ella para mirar hacia abajo. Si intentaba arrojarlo o algo así ya se defendería. —Es cierto... —Murmuró —Realmente lo es.

Era verdad. Vaya ¡Había gente tan cerca de él! Frunció el entrecejo. ¿Cómo era posible que no lo hubiera sentido? Normalmente... Tal vez... Tal vez era el frío. ¿Y ahora qué? Miró a su acompañante. —Gracias —Probablemente hubiera tardado mucho más tiempo en dar con el lugar o habría decidido ir por otro lado. No podía saberlo bien pero era un hecho que Kaileena le había acercado al lugar y ahorrado la búsqueda.

La chica se quedo pensante durante unos momentos observando la tranquilidad que rodeaba el lugar, recordando aquellos días en los que era pequeña y jugaba feliz, hasta que esos momentos terminaron en dolor, remordimiento, y deseos de venganza.

Jaja...Entonces ¿Vendrás hacia abajo?-Kaileena da un ligero salto para aterrizar debajo del risco.-Espero que al menos saltes desde allí.-Alzo un poco la voz, después de eso señalo un lugar dentro del pueblo, una cabaña pequeña, comenzó a caminar adentrándose en el pueblo aun si Saiph no la seguía, tenia la idea de que este lo haría ya que de cierta forma el chico le parecía alguien a quien le gustaba explorar,¿Porque otra razón estaría solo en el bosque?

Ya si este la seguia Kaileena pasaria a abrir la cabañana para darle algo de beber y comer al peliblanco, para al menos de esa forma hacer que recuperara las fuerzas perdidas.

-Porque estaria alli sin proteccion...El cosmo que emanaba de el...Hasta el momento ya no esta muy presente pero aun sigue alli...Inquietante...

Observó. ¿Era enserio? Miró de un lado a otro. Debería de encontrar alguna forma mejor de bajar pero no veía un sendero cercano. ¿Podría descender sosteniéndose de las salientes? Echó un vistazo hacia abajo y se dio cuenta de que no, no podía hacerlo de ésa forma. Respiró profundamente. Ella le había mostrado el camino, ¿Por qué tendría que seguirla ahora que ya sabía a dónde ir? "Porque aún puede mostrarte más" Se dijo a sí mismo. Dudó unos momentos, la caída se veía grande, no sabía si podría lograrlo pero no le preocupaba caer mal, el dolor pasaría si se hería. Tampoco tenía tanto miedo a morir pues no sería la primera vez que estuviera cerca de la muerte.

Inspiró profundamente, retrocedió un par de pasos antes de saltar. No había suelo bajo sus pies aún pues la tierra apenas se precipitaba a su encuentro, o al revés. Recordó doblar las rodillas al caer, no sólo eso, rodó por el piso y con el impulso se levantó. Se sacudió las rodillas y el cabello antes de seguir por el lugar que Kaileena le había indicado.

Seguir a una total desconocida no debería de ser su primera opción, no estaba desesperado pero sí curioso. Quizá ésa curiosidad le haría mal, esperaba que no fuera así. Se mantuvo relajado aunque con sus sentidos alertas. Tal vez se dirigía a una trampa, pero ¿De qué o quién? No tenía por qué temer, sólo estaba algo paranoico. Cuando llegó finalmente al lugar, corriendo el último tramo, Saiph dudó unos instantes puesto que aún podria tomar otro camino. Pero hasta esos momentos ella no le había dado una razón por la cuál preocuparse. —¿Y dónde estamos?

Miraba lo que le rodeaba sin saber bien dónde se encontraba y quería memorizarse lo que pudiera por si acaso necesitaba encontrar la salida más corta o algo así. A saber por qué lo hacía sólo era algo involuntario.