Como si dependiera de una venda (libre)

Marcaban las doce de la mañana, cuando me encontraba en el comedor, falda larga, sueter azul y blusa blanca, desde hace días que mi padre ha estado algo renuente conmigo, como si le imposibilitara algo verme, era algo que por dentro me dolía,pero algo que también cayaba, me dolía mucho su rechazo en todos los sentidos,  veces pensaba que era culpa mía, el amaba demasiado a mi madre, pero no me llega ningún recuerdo de ella mas que el momento en el que fue suspendida por las aguas y sepultada por el mar.
Suspiró viendo la mesa con los comestibles servidos,tomo un tenedor queriendo coger un pequeño jitomate cambray pero sin animos de digerirlo, luego dejo a medias mi almuerzo y camino hacía la que era mi habitación en donde hay una enorme caja con forma de un cisne y sin recordar el que, cada que me acerco a ella ocurre lo mismo,copos de nieve, frío, me abrigo aún mas por el enorme frío que siento en estos momentos y busco mi chamarra, aunque es extraña la forma en como esto no me afecta.
Aún tengo esa cicatriz en la frente, mi cabello mi copete lo disfrza, aún no sana, pero la mas formidable es la que tengo en la mano, son heridas que no han curado aún,miro hacía la ventana y por un momento creo ver una sombra de una persona, me asusto y retrocedo, pero luego ya no esta
-señorita Noria-me llama Alfred el mayordomo-la buscan abajo-me indica

gracias...susurro aunque no entiendo quien podría saber de mi procedencia,no se quien me viene a buscar,bajo las escaleras y espero a que quien me haya venido a buscar finalmente se aclare

Pelirroja y con una mirada fría, pero al mismo tiempo se presentaba majestuosa y hermosa ante mi ¿Eres Noria? Vengo a buscarte, como un favor a tú maestro era todo lo que me decía-si soy yo-respondí a lo primero mientras acariciaba mi cabello lacio, azulado y largo que caía sobre mis hombros,la inspeccione bien con la mirada, no la recordaba de ningún lado, pero por lo último que decía...quizás era porque...si, tal vez se trataba de una compañera nueva de bachillerato, mi padre al verme volvr inconsciente y herida, pero sobre todo con la memoria perdida me dijo un tanto molesto que me metería a clases de bachillerato en una de las mejores escuelas y por lo magnifica que ella se veía, quizás de eso se trataba-¡ho!-exclame con una sonrisa amplia-¡tu debes de ser mi nueva compañera de bachillerato y quizás uno de esos maestros te pidió buscarme-sonreí aún mas para presentarme-yo soy Noria De la Coure y va a ser un gusto ser tu compañera de clases
Mire a Alfred que estaba viendo desde un rincón-¿puedes traernos un poco de té y galletas? hay que recibir bien a los invitados-me reí con cierta dulzura

-¿A Asgard?-pregunte sorprendida, creo que quedaba cerca de donde habían sepultado a mi madre ¿ironía? enarque una ceja, mi padre nunca me enviaría allí ¿o si? pero ella hablaba con personalidad, como si estuviera segura de que es lo que hacía,de nuevo menciono a un maestro, esta vez me dio su nombre, supuse que se trataba de uno que impartía alguna materia-oh...¿y ese maestro que imparte?-pregunte con curiosidad-es muy amable de su parte que te pida a ti buscarme, y de ti que te tomes la molestia en venir hasta aquí
-¿como que bastante ropa?-pregunte pero luego caí en la cuenta de algo y baje la mirada: mi padre debía de estarme enviando a un orfanato o algún reformatorio-ya veo-dije dejando la taza de té sobre la mesa-debió de habérmelo dicho de frente...que ya no me quería-nunca iba a imaginar su enorme resentimiento para conmigo de mi padre, ni mucho menos su enorme rechazo, al menos esperaba encontrar no solo en ella y en ellos una familia
La sonrisa volvió de nuevo a mi rostro-puedes pedirle a el en lo que vuelvo todo lo que gustes, no tardo-indique
Camine directo al despacho de mi padre, había dicho que había dejado una buena cantidad de dinero a mi disposición para útiles y para pagar la escuela, así que entre aprovechando para tomar lo que seguro mi padre me daría para la escuela y no causarle mas problemas, este dinero se lo entregaría personalmente al director,luego fui a mi habitación y allí empaque en dos maletas suficiente ropa como para vivir haya, uno de los choferes subió por las maletas y luego baje con la caja, sin saber si me iba a ser útil o no-no te preocupes ellos nos van a llevar

Lascajas habían sido un problema, no sabía exactamente que contenían, me ajuste el cinturón de seguridad, mientras el chofer escuchaba el destino a donde iríamos: el aeropuerto, como bien ya lo había mencionado saldríamos de viaje hacía otro país y hacía un lugar mucho mas frío que mi país natal, me acomode las mangas de mi blusa y observe como todo lo que representaba a mi desaparecía en un dos por tres...estaba triste pero no lo hice notar.

Cuando llegamos al aeropuerto el chófer se encargo de la compra de los boletos y de la documentación del equipaje, curiosamente ella llevaba una caja como la mía ¿acaso allí estaba lo que ocupábamos y porque no nos detuvimos por libros, cuadernos y demás?

El día se veía nublado y había comenzado hacer mucho viento,mire a mi nueva amiga-¿quieres algo de comer o de beber? en el avión no te dan gran cosa que digamos en cuanto  a comestibles-la invite pensado sobre todo por el hambre que luego nos daría, quizás compraría una rebanada de pastel con un poco de cocoa caliente y aunque hubiese desayunado, realmente no me había terminado el platillo-y dime...¿como es ese señor del que me hablas?

No lo conocía de modo que podría tratarse de cualquier joven, señor o...viejo, ¿entonces quien la mando?-oh, por un momento pensé que el había sido quien te había enviado por mi,pero ahora...tengo mas dudas-indique mientras jugaba con mi cocoa dandole vueltas al vaso, meneandolo ¿quien pudo haberla mandado por mi? ¿porque?-¿entonces te enviaron de la dirección imagino yo?-continué preguntando

¿Santuario de Grecia? Conozco Grecia por mi infancia, pero nunca había escuchado hablar de un santuario, mas que en los cuentos de mi madre,ella siempre me hablaba de mitología griega,pero sobre todo me hablaba de la paz y de la justicia, ella amaba ese tipo de cosas de hecho, pasaba largas horas contándome sobre caballeros mitologicos y de héroes, generales marinos....me lleve la mano a la frente donde me dolía la cicatriz cada vez que mi mente se cansaba en recordar algo, solo veía en mi mente pies corriendo de un lugar a otro y luego...nada, dorados...dioses...negue con la cabeza, me dolían los ojos

Me termine la cocoa y deposite el envase en el cesto de la basura, no quería ser grosera pero hablaba todo tan en serio como si realmente estuviera viviendo una película de ciencia ficción-lo siento-esta vez me disculpe yo-pero no se de que me hablas -estaba muy confundida ¿para que me había buscado si ahora me estaba hablando de todo esto? Tampoco quería forzar a mi memoria o a mi mente en recordar algo que quizás ni siquiera existía, pero hablaba de un modo como si yo lo supiera, como si yo hubiese estado allí, generales marinos...¿o me estaba hablando en metaforas?-¿hablas de la marina?-pregunte quizás se refería al ejercito naval

Y fue justo en ese momento cuando anunciaron nuestro vuelo, ya era hora de partir

—En realidad, fue un pedido —dijo la peli rosada ante las palabras de Noria, sabía que le podía resultar confuso, alguien viene para llevarla a otro sitio alejado de su casa, diciéndole que su maestro estaba esperándola. Por suerte la chica confiaba en Naori, si no, la situación se pudo haber complicado. Le dio un pequeño sorbo a su cocoa, haciendo una mueca de asquerosidad, algo le faltaba pero no sabía bien que era, apartándola a un lado, llevando a su boca otro trozo de pastel para sacarse el gusto que tenía en la boca.

La peli rosada notaba que algo le sucedía a Noria, algo de lo que le dijo sobre el Santuario, los Generales Marinos, Poseidón y demás pareció afectarle, hasta había mencionado la dirección, Naori pensó que se refería a lo de la escuela. No entendía porque seguía con esa farsa si ya no estaba en su casa. Y la situación se volvió más confusa cuando le dijo que no sabía de lo que estaba hablando, provocó que llevara su mano a la frente. “Genial…” dijo en su interior, se acomodó en la silla, cruzándose de brazos, pensando en la forma de decirlo para que ella lo entendiera. Una voz anunciaba que el vuelo que les correspondía estaba por salir.

—Vamos —tomó su caja y se aproximo a la fila, dejando su pertenencia para que la guardaran en el avión. —Es una obra de arte —le dijo al hombre que se encargaba de llevar las cosas hacia el avión, pues la vio con cara extrañada, la explicación que le dio bastó. Ella siguió avanzando esperando que Noria la siguiera, una vez ya dentro del avión se sentó del lado de la ventana.
—El viaje puede resultar un poco aburrido —comentó a su compañera, aunque ella lo veía de esa manera, puede que la perspectiva de Noria no lo viera de esa forma. Pensó que lo mejor sería no hablarle de lo que sucedía, y que lo averiguara por sus propios medios, después de todo, su misión que llegar con ella a Asgard.

¿que tipo de pedido podría ser como para yo poder viajar de ese modo?me pregunte por dentro,sin poderme imaginar si quiera como sería la persona que me recibiría y sin saber si quiera si podría recordar si estuvo alguna vez en mi vida, pero la pelirosada me decía varias cosas, que relativamente me tenían un poco confundida.

Por su presión interna pude notar que ella creía que yo estaba jugando una mala pasada, suspiré de modo que tuve que decirselo en lo que caminabamos hacía el avión, arqué la ceja cuando escuche que eran obras de arte y preguntaban que tipo de cosas serían si pesaban demasiado, según ellos, respingue la nariz, porque para mi pesaban como una pluma-la verdad es...que hace poco tiempo tuve un fuerte accidente en el que...perdí la memoria-dije un poco sonrojada bajando la mirada-no recuerdo nada que no sea que estuve en casa con mi padre, bajo cuidados de médicos y enfermeras,regañando a mi padre por mi condición física, puesto me encontraron muchos golpes en el cuerpo y una enorme perdida de memoria, practicamente olvide lo vivido en todos estos siete años, salvo por cosas que solo conciernen a mi familia y amigos de la infancia-tome el pasamanos que me ayudaría a subir al avión y espere que ella subiera conmigo