Entre espadas y cráneos se levantan los muertos (Lancelot de capricornio)

Atenas... el lugar donde comenzó, parecía que todo empezaba a cambiar para el dorado de cáncer, ya no se sentía tan poderoso y capaz como antes, aquel encuentro le había hecho pensar cosas que nunca habían pasado por su cabeza, por primera vez no se sentía lo suficientemente fuerte para defender a su diosa, tomó asiento en el centro de la cuarta casa, entre aquella pila de cráneos, se sentía como un rey... pero era solo un rey entre los muertos, en realidad no era nadie, no había a quien dar órdenes, no había nadie en el mundo para él, y él no estaba para nadie, era simple, esa es la vida que corresponde a un sujeto solitario, pero no es exactamente que se disgustase de estarlo, por el contrario la compañía del silencio era aquella que más apreciaba, para "Muerte" solo existía Atenea y quizá "Muerte" solo existía para ella.

Entre tantos caminos, tantas calles y tantos senderos quizá no había escogido el correcto, pero en aquel que se metió no había vuelta atrás, él seguiría siendo así sin querer cambiar, la tarde acariciaba el santuario, esperaba el asomo de la luz de la luna, siempre le llenaba era una manera extraña en la que podía sentirse relajado, si no era así sería en el Yomotsu, pero ahora no era momento de visitar a los muertos, no luego de entender que en un futuro cercano podría estar ahí caminando entre ellos y sin poder salir, ¿como vencer a los titanes? si el poder de aquel era igual que el de los demás la causa estaba perdida, quizá entre varios dorados podrían con uno, pero que pasaba con los demás, eran más de 5 titanes, algo preocupante, salvar a Atenea era la prioridad pero tampoco podía perder su vida sin que verdaderamente valga la pena...

- Malditos titanes... -

Dijo en voz alta, pudo notar que alguien se acercaba así como supo de inmediato que no le conocía, marino o santo, daba igual en un momento en el que quería estar solo y venía de ser a su manera "humillado" era casi seguro que su manera de tratar al o ala que llegase no sería la mejor, aunque nunca lo era...

Las batallas con los titanes cada vez ponían más en tensión al santuario sin embargo a pesar de haber visto el poder de estos con sus propios ojos lo cierto es que en su corazón no se hallaba ni el menor ápice de titubeo, pues como es reiterado numerosas veces una de las mayores virtudes del santo de capricornio era su mente forjada como la más fría y afilada espada, pues daba igual el enemigo al que tuviese que enfrentar y lo débil que fuese en comparación a este... iba a destruir aquello que amenazase la hermosa tierra que había cuidado Athena desde la era del mito inclusive si eso comprendía el hecho de que tuviese que extinguir su cosmos y vida por la susodicha causa. Y ahora se encontraba de vuelta a su templo pasando lentamente por cada uno de los anteriores subiendo cada escalón pensando en las múltiples formas de entrenarse pues con Maina de Virgo ya había empezado a entrenar su mente para soportar mayores penurias...fue entonces cuando comenzó a entrar en el templo del cangrejo.

Siempre tan impuro... Pensó mientras caminaba no pensaba quedarse hasta que observó al santo que regía la vida y la muerte aquel que consideraba de la puerta al infierno un hogar, un patio de juegos, apodado en sus mejores tiempos como ''Muerte Lenta'' a pesar de llevar su rostro habitual pues si algo apreciaba Lancelot de este era la frialdad con la que tomaba sus decisiones pues aun con todas las acusaciones que hacían al santo de cáncer si este portaba una cloth dorada no cabía duda de que su fidelidad era hacia Athena pues las vivas armaduras negaban a servir causas del mal. Sin embargo ahora daba la sensación de haber sido reducido a dudas, su cosmos aunque inmenso fluctuaba... Lancelot observó directamente a los ojos de Muerte pues seguramente este no conocía al santo dado que era relativamente nuevo mas no podía permitir aquello... su mirada buscó chocar con la de él, Férrea. Débil. Exclamó sin dejar de mirarlo sabía que todo santo o la mayoría de estos profesaban una ofensa cuando se les proclamaba como débiles.Dime ¿Qué es lo que hace que el famoso santo ''Muerte Lenta'' haya sido reducido a lo que veo? Elevó algo de su cosmos esperando posiblemente en un enfrentamiento pues estaba siendo duro a propósito con este, con el único fin de hacerle despertar de fuere lo que estuviese pensando, pues a pesar de las dudas de los otros santos hacia este era bien cierto que ver aparecer a alguien como el regente de la muerte de cáncer aliviaba a los santos menores y así debía mantenerse siempre, ahora era cuando el novato caballero de oro iba hacerle recordar al dorado por qué había que seguir luchando sin perder un ápice de credibilidad en uno mismo.