Reconocimiento (Mision)

La orden del patriarca habia sido clara, teniamos que ir a la aldea de Rodorio a averiguar cualquier cosa sobre la situacion del santuario, se trataba de ese lugar por que era lo mas cerca que podiamos estar del santuario sin ser detectados por Poseidon o alguno de sus marinos, ademas no podiamos vestir nuestras armaduras para evitar que alguien se enterara de que los santos dorados estabamos despertando. Fui asignado junto con el dios guerrero de Mizar a esta mision.

El lugar se veia estrañamente tranquilo, El geminiano imaginaba que el lugar tal vez estaria en caos y ruinas pero para su sorpresa el lugar se veia muy bien. Saga vestia solo un pantalon blanco, una playera azul y unos zapatos cafes estilo griego, aquellos que poseian tiras y se ataban alrededor de las piernas, caminaba con un paso tranquilo, ni muy rapido ni muy lento y caminaba a la par que su compañero el dios guerrero mirando hacia su destino, el cual se encontraba a unos 100 metros de donde se encontraban ahora y aun desde ahi se podia ver como la gente transitaba dentro de la aldea con alegria, tal vez impulsados por el buen clima que se presentaba ese dia -Muy bien, estamos a punto de llegar, propongo que vayamos hacia el centro de la aldea y ahi veremos como nos movemos- las palabras de Saga salian sin que el santo apartara la vista de aquella aldea, tan conocida por que sus residentes le eran fieles a Atenea y era el limite de la jurisdiccion de los santos de oro o por decirlo de alguna manera esa aldea era el limite del templo de los dominios de Atenea.

Spoiler:

Desde aquella ocasión en los bosques de Asgard, donde Saga sugirió la iniciativa de llevar a cabo una misión de reconocimiento en el territorio enemigo, a Edzard le había parecido una excelente idea. No lo confesó en voz alta, pero había nacido en él el sentimiento de colaborar en dicha misión. A decir verdad, el había insistido en que se le permitiera participar en dicha búsqueda. En parte por que sentía que estaba capacitado para llevarla a cabo y por que su falta de relación directa con los caballeros "capturados" por Poseidón le permitiría mantener la calma viera lo que viera, pasara lo que pasara.

Sin embargo, en lo que llevaba de la misión, había visto que su compañero también mantenía un caracter sumamente sereno y calculador. No le notaba ninguna inquietud, solo una suma determinación en llevar a cabo la encomienda que se les había dado. Era una pena que por la naturaleza de la misión, no pudiera ser testigo del resto de las habilidades del caballero dorado. ¿Qué era lo que los hacía la fuerza élite de Athena? ¿Habría mucha diferencia entre ellos y las habilidades de un Dios guerrero?

-"Bueno... no es como si no pudiera esperar para obtener esas respuestas. Además, no pondré en peligro la misión por solo una duda tan tribial como esa. "

El Dios guerrero de Megrez vestía un atuendo bastante sencillo. Una camisa de manga corta, un pantalón de mezclilla, unos guantes parecidos a los que usan los motociclistas y unos tennis. Caminaba hacia la aldea un poco intrigado de no ver un panorama sombrío y taciturno con los habitantes lamentando su destino. Pero bueno, si se ponía a pensarlo, era bastante obvio. "Se atrapan más moscas con miel que con hiel" había escuchado alguna vez.

-"Esto podría ser complicado. Esperaba sentir una especie de vibra de revuelta o inconformidad. Pero si ese tal Poseidón ha logrado hacerse de la confianza de las personas, es posible que sea complicado hacer que los otros caballeros vuelvan a su viejo bando... No, estoy subestimando la lealtad de los santos a su Diosa. Independientemente que la gente le esté poniendo buena cara a las cosas, de seguro los caballeros esperan un buen momento para.... . "

Repentinamente, Edzard salió del trance que eran sus pensamientos en ese momento, cuando el santo de Géminis le dijo que estaban a punto de llegar. Afortunadamente, ya había hecho un análisis de la situación y tenía una serie de teorías viables respecto a la situación actual, con tan solo haber estado caminando ese tramo. Pero era necesario recolectar más información, más evidencia, ver más el contexto y no solo lo que sus ojos le mostraban.
Asintió ante el comentario de su compañero y respondió.

-Entendido.

La siempre quieta aldea de rodorio abria sus brazos a los visitantes que llegaban a visitarla, por sus calles se podia ver a la gente deambular, si no felices, por lo menos se veian bien no parecia afectarle el hecho de que Poseidon fuera quien gobernara el lugar. Si bien la gente del pueblo no parecia no estar molesta por la presencia de los visitantes, la mayoria los seguia con la mirada, ya que no cualquier persona podria encontrar esta aldea, puesto que el cosmos de Athena normalmente esconde este pueblo, asi que era normal que los aldeanos estuvieran sorprendidos por la visita de los forasteros.

Ya solo se encontraba a unos pasos de atravesar el gran arco que representaba la entrada a la aldea de Rodorio, el suave viento movia algunos de los cabellos de las grebas de Saga, quien con paso firme seguia aproximandose a la aldea. Las miradas comenzaban a posarse en los extrageros y aunque eran de reojo, era claro que los guerreros eran el centro de atencion en ese momento pero esto parecia no detener la determinacion del santo dorado quien continuo caminano ahora dentro de la aldea, siguio una larga calle recta que conducia hacia una fuente de tamaño mediano, la gente aun parecia tranquila, sin embargo podia sentir las miradas de reojo de la mayoria de los aldeanos, mientras el movia los ojos buscando algun  peligro en los alrededores. El astro solar anunciaba desde su cenit que ya era el medio dia, al parecer aun estaban en tiempo de hacer su trabajo bien. El santo ya se encontraba en la fuente y decidio recargarse sobre esta dandole la espalda y extendiendo sus brazos hacia atras recargando las palmas en la fuente y levantando la mirada al cielo meditando su siguiente paso -No contemple que llamariamos tanto la atencion, asi sera mas dificil hablar con alguien sin que nos cuestionen sobre quienes somo, demonios!!- Penso el santo de oro.

El arribo de los forasteros a la aldea ciertamente causó algo de inquietud e incertidumbre a los habitantes de la misma. Si bien no mostraban un descontento público obvio, sus frías y punzantes miradas eran suficiente para hacer sentir a los dos recién llegados como si no fueran del todo bienvenidos. Para bien o para mal, la adusta mirada del Dios guerrero en breves ocasiones se encontraba de frente con los ojos de algunos aldeanos, provocando que estos rápidamente apartaran la vista y volvieran a lo que sea que estuviesen haciendo. O por lo menos que lo pretendieran.

A decir verdad, al proveniente del extremo norte no le interesaba mucho la opinión que tuvieran de él. Sabía desde un principio que su apariencia desentonaba más que la de la mayoría en el pueblo, aunque le extrañaba que esa misma desconfianza estuviera también dirigida a Saga, siendo que el aparentaba de mejor manera ser originario de aquella región. ¿Acaso había algo más que las características fisiológicas para juzgar a los "turistas"?

-"No se ven señales de que haya habido revueltas o un combate. La gente no se ve contenta, pero eso parece ser más por nuestra presencia. Si tuviera que reportar algo, sería que al menos las personas de Rodorio parecen estar bien. Al menos quienes han decidido permanecer en silencio y seguir con sus vidas... ¿Pero que tal aquellos que pudieron haberse quejado? ¿Quedarán de esos? ¿O los habrán borrado del mapa a todos?"

Súbitamente, Edzard notó que su compañero se dirigía a una fuente cercana. Aunque intentaba adoptar un aspecto relajado, percibía un sentimiento de frustración por parte del caballero dorado. Tal vez solo estaba imaginando cosas, después de todo, tampoco es como si pudiera alardear ser alguien que socializara mucho y entendiera como se sienten los demás. Pero su capacidad de observación y empatía le hacían tener ese presentimiento. Aún así, no tenía sentido lamentarse por la poca hospitalidad de las personas. Hasta creía que debían sentirse afortunados por no haber sido atacados por una legión de fanáticos del Dios de los mares.

- Hmp...¿Le tendrías confianza a un extraño que se te acerca en plena calle y te pregunta por novedades? Creo que debemos ser más sutiles - Murmuró el Dios guerrero a su compañero.- Tengo hambre.

El comentario del de cabello púrpura no parecía tener sentido. Primero hacía una pregunta que respondía el mismo y luego decía un comentario completamente fuera de contexto. O al menos así le parecería a alguien que no lee entre líneas. Alguien perceptivo entendería que Edzard trataba de decir que las calles no eran un buen lugar para charlas. Pero un establecimiento a donde fueran con la intención de solo cubrir una necesidad básica y que por coincidencia terminaran escuchando las charlas y rumores que las personas tuvieran que decirse entre sí, pasaría un poco más desapercibido.

- ¿Y tu?

Antes de que el santo dorado de geminis pudiera contestar la pregunta, algo paso, un grupo de niños que jugaba lejos comenzo a correr y a jugar cerca del lugar donde estaban los guerreros y mientras se correteaban, de vez en vez los niños miraban a los hombres y despues reian, los pequeños tambien se sentian curiosos por la visita de aquellos extraños sin embargo parecian ellos ser mas valientes que los adultos y dos pequeños, una niña y un niño, correrian hacia los extranjeros y tratando de ocultar la pena detras de una gran sonrisa infantil les hablarian -Hola señores- dijo el niño -......... que hacen aqui?- dijo la niña un poco mas apenada. Los adultos miraban esperando ansiosos una respuesta por parte de los extranjeros, al tempo que otros tres niños se acercaban a los primeros dos.

mientras el geminiano pensaba en como actuar para obtener algo de informacion por parte de los aldeanos, ya que el no se conformaria tan solo con saber que Rodorio se encontra bien a primera vista, la voz de su compañero, el dios guerrero de megrez delta lo saco de sus pensamientos "tienes hambre?" fueron las palabras del guerrero las que lo pusieron a pensar "la verdad es que no, sin embargo, esto podria ayudarnos a buscar informacion" se dijo a si mismo. El geminiano llevo su mano derecha a su menton, hacieno un ademan de meditacion -mmmmmm- fue el sonido que emitio de prinmera instancia, unos segundos despues abrio la boca, pero en cuanto iba a emitir algun sonido, se percato de los niños que se acercaban al santo y su acompañante y sin espararlo uno de los niños se acerco y los saludo, Saga lo miro de reojo sin quitar su semblante serio y despues de un segundo le saludo con frialdad -Hola- entonces escucho a la niña y su pregunta hizo que volteara a ver al dios guerrero con una cara de "que le digo?" y despues de un momento se despego de la fuente e ignorando a la niña le hablo a su compañero -Bien, parece que ahora si tengo hambre, te parece si buscamos un lugar donde comer?- sin esperar la respuesta de su compañero se encamino a alguna calle cecana a la fuente en busqueda de un lugar donde comer.

Aunque la "invitación" del Dios guerrero fue interrumpida por la inesperada curiosidad de un par de infantes, por lo visto eso no detuvo al santo de Géminis de limitarse a seguir con el plan de buscar información y buscar algún establecimiento de comida donde pudieran no solo alimentarse un poco, sino también buscar la oportunidad de escuchar alguna novedad o conversación ajena. Ciertamente todo iba acorde al plan.

Sin embargo, justo antes de que fuera a acompañar a su compañero, notó de reojo como los pequeños miraban extrañados que sus curiosas preguntas no recibieran respuesta. Ni siquiera una pizca de atención. Además, las sagaces miradas de Edzard notaron que los aldeanos se veían un poco más incomodos de lo usual por la manera tan fría de tratar a esos pequeños. La verdad no quería decirles nada, no tenía por que hacerlo. Pero ya fuera que un sentimiento de empatía brotara dentro del Asgardiano, o simplemente por no querer deteriorar más su imagen de forajido, respondió con un tono de voz amable.

- Solo vinimos por algo de comer. Escuchamos que hay un lugar muy bueno por aquí y quisimos venir a probar. Con su permiso.

Fue su simple respuesta a la niña, la cual dijo al mismo tiempo que su semblante dibujaba algo similar a una sonrisa. Algo raro de ver en el serio y callado caballero de Megrez. Sin embargo, en el momento en que su mirada se encontró con otro de los aldeanos que lo miraba sospechoso, ésta ya se había vuelto fría como navaja. Además, sus ojos parecían indicar cierta indignación hacia los adultos de Rodorio por esperar que niños pequeños hicieran de espías para ellos. Aún así, decidió no dejar que sus ojos lo delataran y volvió a colocar su mirada al frente, buscando algún lugar donde pudieran completar su coartada.

-"Tal vez debimos aprovechar para hacerle más platica a esos chicos... aunque mejor no. Digo, mi madre siempre me aconsejaba hasta el cansancio no hablar con extraños. Creo que se vería peor alargar nuestra charla con unos infantes. Tampoco creo que se hayan tragado eso, pero es mejor a seguir caminando y no decir nada. No somos invisibles para darnos ese lujo ". - Pensaba el caballero de Odín.

Al parecer los aldeanos no se habian creido las palabras de Edzard puesto que las miradas aun seguian sobre los forasteros. mientras se alejaban del centro de la aldea de Rodorio, los niños seguian jugando, como si lo anterior no hubiera pasado y como si dos extraños nunca hubieran llegado.
El sol continuaba su camino por el cielo de Grecia, mientras los guerreros caminaban por las calles enpedradas de la aldea en busqueda de un lugar donde comer, sin embargo esta era una aldea pequeña donde todos comian en casa y como los visitantes no eran frecuentes, no habia un lugar donde tomar alimentos, sin embargo a mitad del camino, un anciano salio de su casa y se paro delante de los guerreros -Saludos viajeros, parece que tienen hambre, sin embargo, en rodorio no hay un lugar donde comer, pero hoy estan de suerte por que he preparado comida de mas asi que me gustaria invitarlos a tomar alimentos en mi casa, les gustaria??- el anciano esbozo una sincera sonrisa y con un ademan los invito a entrar a su casa.

De reojo Saga vio como su compañero se quedaba a responder a los pequeños, despues el santo noto su error, comportarse tan frio solo les traeria mas problemas asi que debia ser un poco mas social con la gente de Rodorio.
En cuanto su compañero lo alcanzo, sin voltearlo a ver le hablo -Gracias por arreglar eso, supongo que debemos ser un poco menos frios con la gente de aqui si queremos obtener alguna informacion de ellos- El caballero continuo su andar por una larga calle empedrada, el astro rey se habia colocado en tal poicion que la luz le golpeaba en la cara, sin embargo el resplandor no era tan fuerte permitiendole ver y creando solo una molestia tolerable. Despues de un andar largo, Saga se percato de que no habia un lugar donde comer eso parecia un reves al plan de Edzard sin embargo aun no habian revisado todo el lugar -Parece que no encontraremos un lugar donde comer a este paso, buscamos un plan B?- En cuanto termino de decir eso, noto como una puerta se abrio y un anciano salio de ella y parandose frente a ellos los invitaria a entrar a comer, su rostro parecia ser gentil sin embargo el santo no se fiara tan facil, pero no podia declinar la invitacion, asi que anticipando a su compañera le responderia -Gracias por su amabilidad señor, gustosos aceptaremos su invitacion o no Edzard?- El anciano entro a su casa invitando a los guerreros a entrar y el primero en andar seria Saga

¿Qué no había ningún puesto para comer en Rodorio? Edzard se sintió bastante tonto y apenado por haber sobreestimado el nivel de hospitalidad del santuario. De donde el venía, la única dificultad que tenía un viajero para encontrar comida y refugio era que todas las posadas se encontraran llenas por otros viajeros que habían tenido mejor suerte. Debió haberse anticipado al diferente contexto cultural que presentaría la misión. De no ser por que aún tenían un deber que cumplir, seguramente se hubiera disgustado con sí mismo en voz alta por no haber pensado las cosas mejor.

-"Y aún así este hombre nos está invitando a comer, como si recompensara nuestra ignorancia... ¿Se traerá algo entre manos? ¿O enserio estará siendo amable nada más? Pero declinar su invitación no nos hará ningún bien de todas formas. Aún así, lo mejor es conservar la cautela para evitar asumir las cosas erróneamente de nuevo ."

Una vez más, fueron las palabras de su compañero Ateniense que lo sacaron de su concentración, obligándole a dar una respuesta a aquel hombre. A sabiendas que era el único curso de acción viable, el Dios guerrero miró agradecido a su nuevo anfitrión y dijo.

-Estaría encantado. - Dijo para posteriormente entrar a la casa del aldeano.

El anciano entro a la casa, como todas las casa de la aldea no era muy grande ni muy lujosa, a la gente de Rodorio le gustaba vivir solo con lo esencial, como en la era antigua, al parecer construida en piedra, con muebles sencillos de madera la casa tenia un aire acogedor.
El anciano los in vito a sentarse a la mesa, una mesa cuadrada de madera con cuatro sillas del mismo material, mientras el se dirigía por algo de comer mientras se disculpaba
-Lamento que no haya lugares donde comer en nuestra aldea, pero este sitio no recibe visitas puesto que el cosmos de Atenea esconde la aldea de los ojos comunes-
El anciano apareció con dos platos de sopa, así como una canasta con pan y lo coloco en la mesa
-Tambien lamento si no es a lo que están acostumbrados, pero es todo lo que hice para hoy-
El hombre tomo asiento con un poco de dificultad debido a su edad y miro a los forasteros, sonrió y cerro los ojos
-....Entonces díganme, que es lo que trae a un Santo de oro y a un dios guerrero a Rodorio?-
El hombre siguió sentado con la misma cara esperando una respuesta

Saga entro detras del anciano a la casa, la casa era sencilla pero acogedora y el anciano les ofrecio un lugar para sentarse en una mesa de madera mientras el iba a conseguir algo de la comida que habia preparado. El hombre comenzo a hablar, sin embargo Saga revisaba el lugar, cada rincon, cada salida y tambien buscaba señales de algun cosmos en los alrededores, sin embargo no notaba ninguno de momento lo cual le hacia creer que solo estaba el anciano en esa casa -No logro notar ningun cosmos alrededor, parece que estamos solo, sin embargo sigamos al pendiente de la situacion, espero que solo se trate de un anciano hospitalario- lo habia dicho en un tono bajo, esperando que el anciano no escuchara el sonido de su voz y parecia que asi era puesto que el anciano volvia con comida, sirvio a cada guerrero un plato y un poco de pan mientras se sentaba en la silla -Gracias- fue lo unico que dijo Saga mientras con suavidad tomaba una cuchara y se preparaba para tomar un poco de sopa cuando escucho las palabras del anciano, como era posible que el anciano supiera que eran guerreros y aun peor, saber que uno era un santo de oro y el otro un dios guerrero, la cara de Saga no pudo ocultar la sorpresa sin embargo trato de conservar la calma y solo logro articular -Por que dice eso señor?- el santo hizo lo posible por que su voz no revelara la conmocion que sentia el santo de geminis

Por lo visto Edzard no era el único sobre cuidadoso con la situación actual. Podía notar como el santo dorado miraba de reojo cada rincón de la casa en búsqueda de algo sospechoso, pero al igual que él, por lo visto no pudo encontrar nada fuera de lo usual. Aunque debía admitir que aquella cálida y acogedora casa era mucho más confortable que el exterior, repleto de las frías y acusantes miradas de los habitantes.

Dentro de poco el amable hombre les trajo a sus invitados dos platos de sopa y una canasta con pan. Pese a la disculpa del anfitrión por que fuera muy poco, para el asgardiano era mucho más de lo que pensó que le ofrecerían. Aún así, pudo escuchar el murmullo del caballero de Géminis diciéndole que siguieran al pendiente de la situación, dándole a entender que así como él, le preocupaba un poco la inesperada amabilidad del aldeano.

-"Hmp... Ahora que lo pienso..."

Ante dicha advertencia, Edzard comenzó a pasar la cuchara por la sopa sin darle un solo bocado aún, dando pequeños soplos a la cuchara con la excusa que estaba caliente, vigilante que no hubiera alguna especie de sustancia extraña en la sopa. ¿Exagerado? Tal vez, pero ¿Qué trovador cantaría la historia de un guerrero que fue a terminar muriéndose con un plato de sopa? Prefería exagerar su cautela.

-"Aunque... tarde o temprano tendré que terminar probando algo o se verá sospechoso. Supongo que tomaré una de esas piezas de pan y veré que tanto puedo examinarla antes de arriesgarme. "

Justo en cuanto tomó la pieza de pan, escuchó al anciano preguntar que hacían en Rodorio un Santo dorado y un Dios guerrero. El cuestionamiento dejó helado al asgardiano. ¿Ya lo sabía? ¿Lo sabrían todos acaso? Realmente no sabía que pensar al respecto. Que descubrieran sus identidades no estaba planeado sino hasta tal vez luego de haber hecho preguntas acerca de los caballeros capturados por Poseidón o la situación de aquellos que se habían revelado contra él. Pero ahora notaba como cada intento de plan que formulaba se caía a pedazos.
Afortunadamente, logró mantener la compostura y seguir actuando como si nada, mirando intrigado la pieza de pan que sujetaba, mientras que su compañero le preguntaba al anfitrión el por que la pregunta.

-"Al menos dependiendo la respuesta que brinde, sabremos si confiar o no en este hombre. Enserio sería una pena desperdiciar estos alimentos. "

Spoiler:

El anciano pudo notar la preocupacion de ambos forasteros, sin embargo no les sorprendia y con cambio su semblante tranquilo pero feliz, muy al contrario lo unico que pudo hacer despues de unos segundos de silencio despues de lapregunta del santo de geminis fue soltar una gran carcajada al aire, parecia divertido con la situacion, pero despues volvio a su semblante tranquilo y comenzo a hablar
-Lamento si los he preocupado con mis palabras apresuradas, es solo que soy un viejo impaciente y en estos tiempos no podemos andar con rodeos asi que de una vez terminare con su duda-
El anciano se levanto y tomo un baston para pararse justro detras de la silla donde estaba sentado.
-Mi nombre es Shiroe, y hace unos cien años fui el santo dorado de escorpion asi como tu- señalo a Saga
-Pelee en nombre de Atenea en varias peleas, aunque ninguna como esta debo decir, y cuando fue mi tiempo deje de usar la armadura del escorpion y decidi vivir aqui en Rodorio y ayudar a la gente que vive en esta aldea y ha pasado tanto tiempo que la gente se ha olvidado de mi existencia, lo cual de alguna manera esta bien, solo los dioses pueden vivir tantos años sin ser condenados al olvido pero lo importante es que estuve aqui cuando todo paso, vi la pelea aunque no pude participar, vi como Atenea mostrando nuevamente su infinito amor a la humanidad decidio ofrecerse a cambio de que niguna otra persona muriera y de como este lugar paso a estar bajo el control de Poseidon- El anciano les dio la espalda
-Asi que coman sin cuidado y platicaremos sobre la situacion actual- suelta un suspiro
-Me alegra saber que los santos de oro de esta generacion no abandonaron del todo a su diosa y que se han aliado con guerreros tan fuertes como los que sirven al dios Odin- El anciano fue a la cocina y trajo un plato de sopa para el, se sento y comenzo a comer

La preocupacion de Saga aumento cuando el anciano solto a reir y se levanto de su asiento, el santo dorado daba por hecho lo peor, tal vez se tratase de un guerrero disfrazado o alguna ilusion y ahora se encontraban en peligro. Saga cerro el puño con fuerza por debajo de la mesa y se preparo para que lo peor sucediera y se lanzara al ataque.
Se trataba de un santo dorado, al menos había sido así hace mas de una generación y su nombre era Shiroe. Escucho las palabras del anciano con atencion al parecer habia sido testigo de todo lo que habia pasado en este tiempo en que los santos dorados estuvieron ausentes y habia recibido un breve resumen de la situacion.
Una vez que el anciano se sento a tomar alimentos Saga se sintio aliviado, parecia que por fin la suerte les estaba jugando a su favor, sin embargo la duda le impedia a Saga provar bocado -No se mucho de la situacion aqui, el patriarca nos ha contado un poco sin embargo no abandonamos a Atenea, por lo que nos dice el patriarca, parece que las armaduras no despertaron hasta ahora y cuando nos eligen, una voluntad nos hace viajar hasta Asgard, es todo lo que sabemos.- Saga trago saliva mientras pensaba -Algo me viene a la mente, no creo que todos los santos hayan muerto en la batalla, entonces que paso con ellos? o es que acaso los dorados son los unicos santos que siguen vivos?- No lo habia pensado del todo hasta ahora que hacia la pregunta.

Un callado suspiro de alivió salió de lo más recóndito del Dios guerrero cuando el anciano reveló su verdadera identidad. A pesar de su suma cautela, Edzard ya no sentía la necesidad de vigilar cada rincón de la casa o la comida en busca de algún peligro. Una pequeña sombra de duda permanecía en su interior, respecto a que tal vez era demasiada buena suerte, pero la tranquilidad y harmonía que le hacía sentir la actitud del anciano había comenzado a disminuir todo su recelo y escepticismo. Parecía que lo mejor era aceptar la invitación y alimentos de aquel ex caballero de escorpión.

Comenzó tomando un trozo de pan y dándole una mordida, notándose un brillo en los ojos del Dios guerrero al probar dicho bocado. No era nada excepcional, pero dicen que el hambre es la mejor sazón de todas. Agradeció a Shiroe por los alimentos y continuó comiendo el pan mientras daba pequeñas cucharaditas de sopa, tratando de identificar cualquier sustancia rara en la misma (Después de todo, los hábitos no mueren pronto). Sin embargo, notó que su compañero se contenía de comer, algo consternado del destino de los caballeros de bronce y plata.
Antes de hablar, tomó una servilleta y calmadamente se limpió la boca, para posteriormente decir:

-No creo que todos hayan sido eliminados. No obstante, y aunque no sea muy agradable lo que voy a decir, muchas veces es mejor contar con prisioneros o rehenes para usarlos como carnada para atrapar un pez más grande. "Tristemente, esos podríamos ser nosotros". Aún así, hay que estar preparados en caso que las cosas sean como tu dices.

Posteriormente, Edzard volteó la mirada a Shiroe, esperando que por su estadía en Rodorio y conocimiento del asunto, el pudiera compartir más información al respecto. Sería fabuloso contar con la ubicación de aquellos santos capturados, en caso que aún hubiera de esos y las fuerzas de Poseidón no hubieran decidido prescindir de ellos. Aunque por lo visto Saga se encontraba algo preocupado por el asunto, el Dios guerrero parecía que se mantendría en calma sin importar que tuviera que decir su anfitrión.

El anciano parecia sorprendido

-El patriarca sigue vivo? eso no lo esperaba, es bueno saber eso-

Continuo comiendo hasta terminar su sopa, cuando quedaba un poco inclino su plato para beber lo que quedaba y puso el plato sobre la mesa

-Sobre los otros santos no te preocupes, si bien una minoria perdio la vida en el combate, los restantes ahora sirven a Poseidon de buena o mala gana, esto por peticion de Atenea quien prometio que a cambio de perdonarles la vida, ellos le servirian. Pero no pienses mal, la astucia de nuestra diosa solo se compara con el infinito amor que siente por los humanos y es asi que aunque algunos santos sirven a Poseidon de buena gana, la mayoria espera el llamado a batalla de parte de su diosa-

Shiroe tomo su plato y fue a dejarlo para lavarlo mas tarde y se reunio de nuevo con sus invitados

-Conozco al patriarca y si es cierto que sigue vivo seguramente estara planeando un ataque en contra de Poseidon-
se detuvo un segundo a pensar
-seguramente por eso los dioses guerreros estan metidos en esto, jajaja ese viejo lobo aun tiene afilados los colmillos- se inclino hacia Edzard

-les agradezco por parte de la gente del pueblo que hayan aceptado ayudarnos jovenes guerreros asgardianos... Supongo que el patriarca los envio aqui para recaudar informacion sobre el estado del santuario, debido a que Rodorio no esta completamente protegido por Poseidon y es por eso que pueden ver este pueblo tan apacible, mas en especifico debian encontrarse conmigo para que les diera informacion sobre la situacion-

Una gran sonrisa se dibujo en el rostro del anciano

-Pues bien, aquie esta la unica y gran noticia que deben saber, cada viernes, Poseidon y cinco de sus marinos dejan el santuario y se dirijen hacia el templo marino y regresan hasta el domingo por la mañana, asi que tienen dos dias para visitar al santuario y contactar con los santos de plata y bronce y planear una forma de atacar el santuario y tambien podria ser en el lapso de estos dos dias en que podrian empezar el ataque-

El anciano tomo asiento

-supongo que eso es bastante informacion para ustedes, asi que vayan a reunirse con el patriarca y diganle la informacion, tienen tres dias antes de la siguiente expedicion de Poseidon hacia el templo marino, asi que suerte-

Oir noticia buenas sobre sus compañeros santos de alguna manera calmo a Saga era una gran noticia, ahora contaban con una mayor fuerza para poder atacar al dios de los mares y reclamar el santuario que le pertenecia a Atenea y a sus santos.

Ahora saga se disponia a comer un poco de pan, aunque no tenia hambre tambien decidio comer la sopa para no ser grosero con su anfitrion. Al terminar la comida continuo escuchando al anciano y se sorprendio de lo bien que Shiroe conocia al patriarca, habia redactado el plan del pontifice de pies a cabeza y fue entonces que el anciano dijo la informacion que necesitaban.

La informacion que les habia dado Shiroe era de lo mas util y abria una gran puerta a una victoria por parte de los santos atenienses y tras la mirada fria del geminiano se escondia un entusiasmo por entrar en combate ya. -Gracias por la comida y la informacion, esto es de mucha ayuda, y si, debemos volver de inmediato donde el patriarca. Gracias Shiroe- Saga se levanto de la mesa y se encamino a la puerta -Es hora de irnos Edzard- replico mientras giraba el picaporte de la puerta para salir.

Parecía que la misión había resultado en éxito. A pesar de no tener una noción acertada de cuantos caballeros estaban a disposición de Poseidón tras su victoria sobre Athena, el saber de un intervalo de tiempo en el que pudieran infiltrarse al santuario y reunir a la mayor cantidad de santos de bronce y plata para fortalecer su batallón ciertamente podía considerarse como triunfo. Ahora era cuestión de revelar esa información al patriarca y a la señorita Hilda, con el fin de que pusieran manos a la obra. Y quien sabe, tal vez en su ausencia más caballeros de oro y dioses guerreros se hayan reunido en Asgard. Aunque tampoco había que abusar de la buena suerte.

-Gracias por todo señor Shiroe. - Agradeció el Dios guerrero.

Como era fácil notar que Saga se veía impaciente por contar las buenas nuevas al patriarca, Edzard hizo su silla para atrás, se levantó desperezándose un poco y finalmente caminó hacia la puerta que ya estaba siendo abierta por el santo de Géminis.

Si bien sabía que no iba a quedarse a turistear ni nada por el estilo, el Dios guerrero admitía que le había gustado ver un paisaje distinto para variar. Aún en su humildad y diferencias de cultura, lo veía como un pueblo acogedor carente de muchas preocupaciones. Y aunque por unos instantes se preguntó como hubiera sido nacer en un lugar más cálido o con tradiciones distintas, recordó que ya tenía un hogar donde se le necesitaba y se sentía cómodo por eso.

-."Je, supongo tengo mejores cosas en que pensar como para estar inventando hubieras. Tal vez cuando me sobre algo más de tiempo..." - Reflexionó un momento para luego seguir su camino de vuelta a Asgard.