Si los pesces no muerden el anzuelo... (Liraz + Libre)

Banda Sonora:

El parsimonioso caminar de aquel que tenía que reportar malas noticias era visible en la forma de desplazarse del Dios guerrero de Megrez, quien acompañado de su compañera Liraz de Alioth Epzilon, se dirigía hacia la entrada del palacio sin más intención de divulgar su propio fracaso en la misión que se le había encomendado desde el mismo día que recibió su ropaje sagrado color zafiro. Cabizbajo veía sus pies dejar huellas en el manto blanco que cubría la tierra que había jurado proteger, sin tanto éxito como a él le gustaría. En su zurda cargaba con una mochila llena de pertenencias personales que no había revisado del todo y en la diestra un bello violín que le hubiera gustado fuera mucho más chico para que fuera acorde a la situación.

- "Y si... hubiera arrojado las amatistas 1.5 segundos antes de que el individuo dejara de murmurar, entonces de seguro hubiera... no, no, no, pero eso hubiera sido atacar a traición... tal vez si hubiera usado la unidad de la naturaleza antes yo..."

Afortunadamente, Edzard conocía a tal grado el camino hacia el palacio, que no necesitaba poner del todo atención al camino para llegar hasta él. En vez de eso, usaba todo su raciocinio en revivir esa escena una y otra y otra vez. 2 Marinos practicamente a su merced en un campo de batalla que el podía manipular a la perfección, más la ayuda de la Diosa Guerrera de Alioth Epsilon más las bestias sobre las cuales ella tenía control. Inclusive más aliados hubieran podido unirse a la disputa luego de sentir sus cosmos elevandose en una fiera batalla. Pero sencillamente fue imposible. El enemigo había escapado y de volver, seguramente lo haría más preparado que ahora... lo cual realmente no era dificil.

- ... Hmp... Parece que ya llegamos Liraz - Le diría a su compañera cuando viera el imponente palacio del Valhalla frente a ellos. -¿Habías estado aquí antes?

Cuando entraran, se sentiría todavía la atmósfera de tensión y pesar que había dejado el último acontecimiento ocurrido en aquella escena. La pérdida de un gran hombre con años de experiencia y que siempre fue el guía de aquellos invitados que ya llevaban varios meses en sus tierras, aún incapaces de recuperar sus tierras perdidas a manos del enemigo... enemigo que justamente había dejado escapar el día de hoy el Asgardiano. Fue en ese momento, que las palabras de cierto individuo volvieron a resonar en su cabeza cual si fuera la primera vez que las escuchara.

-"Oh bueno, supongo que cuando más gente se pierda ya lo comprenderás eventualmente ¿Qué importan unos niños o unos ancianos? Nada en lo absoluto, así que seguro tienes todo el tiempo del mundo para que tus ojos lo comprendan Edzard".

-...Tsch... - Se quejaría en voz alta aunque afirmaría que no fue nada si se le preguntara que había sido ese instante de frustración. -"¿Como se supone que ganemos esta batalla si somos los únicos que estamos perdiendo aliados?"

Se dirigiría a alguno de los guardias reales del palacio, quien le afirmaría que la señorita Hilda se encontraba ocupada y que tendría que esperar unos momentos para poder suministrar la información que le llevaba. A sabiendas que la situación actual era bastante tensa, sabría mantener la paciencia y aguardar paciente a que llegara su turno. Hasta entonces seguro se dedicaría a reflexionar otras 100 veces lo ocurrido o a charlar con aquellos que le dirigieran la palabra, mientras se recargaba a una de las paredes del enorme palacio de Odín.

-"Será que acaso... ¿De seguir ese otro camino los hubieramos vencido de una vez por todas?"

Alioth se dirigía acompañada del Dios Guerrero de Megrez, el camino al palacio parecía eterno los acontecimientos de ese día habían cambiado por completo las ideas que Liraz tenía en su mente ahora lo que estaba recorriendo sus pensamientos era aquel momento en el que se sintió completamente inútil sin embargo no era la única que estaba pensando en el evento si no también Megrez el cual duro varios minutos sin mencionar palabra alguna Liraz supuso que era mejor no decir nada en ese momento, mantuvo su mirada fija al frente hasta que cerró los ojos y soltó un suspiro, este tenía cierta tristeza pero a la vez felicidad pues al menos logro que Edzard no hiciera nada solo y mucho menos en el estado en que lo encontró. Las cosas no lucían muy bien pero al menos ella estaba segura de lo que le hacía falta mejorar, debía entrenar y muy duro para ser mas útil para sus compañeros y para aquellos por los que lucha.

-"Tsk… ¿Porque no pude hacer nada?...¿ Porque tenían que ser así las cosas?  Teníamos al enemigo frente a nosotros... Y no pudimos hacer nada..."-Suspira- "No vale la pena pensar en lo que hubiera podido pasar...Ni en las cosas que pudimos haber hecho...Eso no cambiara las cosas que futuramente pasaran"

Abrió los ojos para continuar observando el camino, dirigió una mirada a su compañero y miro sobre su hombro frunciendo un poco el entrecejo pero las palabras del Dios Guerrero la hicieron voltear su rostro al frente, observo el gran palacio con admiración ante la pregunta del hombre ella respondió.- Jamás había estado aquí...

Ya dentro Liraz solo perdía su mirada en todos los detalles, las paredes, el techo sobre sus cabezas un curioso pasillo, una sensación de tensión yacía en el lugar, sonrió un poco cuando dejo ese sentimiento de lado y se concentro nuevamente en el lugar y en su compañero el cual dejo salir su frustración en un ligero sonido. Quiso preguntarle pues  creyó que ya había callado lo suficiente y como ella bien sabia reprimir un sentimiento y repetir un acontecimiento no dejarían nada bueno.

-No puedes dejar de pensar en eso ¿Ah? Creo que entiendo tu sentir pero repetirlo en tu mente no te servirá de nada, pues no va a cambiar lo sucedido. Esperaba que su comentario no sonara grosero ya que como ella lo pensó no se escuchaba mal pero una vez que lo dijo tenia cierto tono que a ella no le agrado pero como ya lo había dicho no podía retractarse.

Cuando el pelimorado se recargo en una pared esperando a ser atendido la chica en lugar de recargarse poso ambas manos en la pared, miro a su compañero y le sonrió.-Vamos Edzard deberías agradecer que sigues vivo...Ahora solo hace falta entrenar por si esos intrusos vuelve a atreverse a profanar nuestras tan hermosas tierras.

Pavel se encontraba descansando en los adentros del palacio, había dejado de estar en el bosque ya hacía varias horas, prefería un lugar cálido y ningún sitio fuera del palacio lo era, estaba en una de las habitaciones de este lugar, descansando, no llevaba su armadura pero la mantenía cerca, sabía que si atacasen ese lugar Astryd sería la primera en actuar, y le daría el suficiente tiempo para ponerse su armadura, ya llevaba varias horas durmiendo podía considerarse que ese día Pavel andaba de holgazán, se levantó perezosamente mientras tomaba un vaso de té que había dejado antes de dormir, el cual ya no estaba caliente, fue saliendo poco a poco de la habitación quería saber cuanto tiempo había pasado desde que se durmió, abrió la puerta y caminó a paso lento con la taza de té en su mano logró escuchar unas voces y fue directo a ellas aún con un caminar pausado...

- Edzard, Liraz, ¿que hacen aquí? -

Al terminar su frase bebió un sorbo del vaso e hizo un gesto de disgusto, odiaba el sabor del té cuando se enfriaba, sin embargo lo seguiría tomando, alguna buena razón debía existir para que sus compañeros se encontrasen ahí, no conocía bien a Liraz así que no podía asegurarlo, pero sabía que Edzard solo iba al palacio si era importante, no era común que dejase su bosque sin resguardo, a menos que le delegara esa función a algún dorado, como Pavel lo había hecho con las ruinas, que aunque no conociese a quién resguardaba las ruinas y nunca hubiese cruzado palabra con él, sabía que tenía la capacidad de proteger aquel lugar...

Pavel se acercaba lentamente a los otros dioses, sonrió amablemente a Liraz, aunque notó un gesto diferente en su rostro, no parecía la misma que había conocido en el bosque, cuando volteó a ver a Edzard lo entendió, algo había sucedido, si bien el dios guerrero de Megrez Delta se caracterizaba por ser serio ese gesto que manifestaba en su rostro no era normal, no parecía estar enfocado en lo que sucedía en el palacio, su mente quizá estaba totalmente en otro lugar, aunque su cuerpo estuviese en Valhala.

- Supongo que algo sucedió, me gustaría saber que ha sido si no es molestia -

Aún estaba muy adormilado para pretender lanzar una buena rima, así que simplemente hablaba como alguien normal, tomó otro sorbo de té, e hizo el mismo gesto de antes, aún le quedaba bastante por terminárselo y no pensaba desperdiciarlo, así que simplemente lo mantenía en su mano y bebía con desprecio, mientras frotaba sus ojos e intentaba espabilarse para escuchar la explicación que seguramente iba a decir alguno de los dos presentes...

- Saludos Pavel...

Saludaría el asgardiano de armadura color zafiro, primero tratando de forzar una expresión de gusto y alegría que se terminaría de desmoronar en el instante en que terminara de pronunciar el nombre de su aliado en voz alta. Ciertamente el chico de la cabellera roja era alguien de suma confianza para el Dios guerrero de Megrez, al grado que saber de él lograba cambiar su semblante habitual por uno menos frío y sereno, posiblemente por aquellos recuerdos que tenía de antes que se marchara, donde los comentarios chuscos del músico lograban divertir a Edzard, aún cuando no fueran del todo apropiados para la situación. Pero con el panorama actual, sencillamente esas agradables memorias eran ofuscadas por el recuerdo de su fracaso.

- Hmp... Veníamos a reportar algunas cosas a la señorita Hilda, pero dado que está atendiendo otros menesteres, decidimos esperar un momento  en lo que se desocupa...

Nuevamente el Dios guerrero de Delta apartó la mirada y volvió a centrarse en aquellos pensamientos que no dejaban de seguirlo. Ya no era solo una memoria pasajera sino una voz que retumbaba en su cabeza, sintiéndola más real que todo lo que ocurría a su alrededor en ese momento.

-"¿Qué importan unos niños o unos ancianos? Nada en lo absoluto, así que seguro tienes todo el tiempo del mundo para que tus ojos lo comprendan".

Posteriormente las palabras de Benetasch Eta lograron finalmente sacarlo de su profunda introspección, preguntándole a sus camaradas que había acontecido que los tuviera con esos ánimos tan bajos. Aunque parte de él no quería mencionarlo del todo, sabía que debía reconocer su error y no hacer un esfuerzo en ocultarlo o excusarse. Después de todo, de haber tenido éxito hubieran sido 2 generales marinos menos y quizás habría compensado la pérdida de casi la mitad de los caballeros dorados.

- Mi incompetencia ha permitido que dos enemigos escapasen antes de poder recibir su merecido... Pero no eran espectros, eran Generales marinos, los mismos que custodiaban el santuario y combatieron contra los caballeros dorados... Tsch... y pensar que ya casi los teníamos pero torpemente dialogué con ellos en vez de atacarlos cuando podía... "Tonto..."

Si bien le disgustaba tener que reconocer su debilidad de esa forma sintiéndose como un fraude, especialmente después de haber pasado un tiempo como el único Dios guerrero que vigilaba Asgard, tampoco quería admitir que había sido un total fracaso y que por lo menos uno de los generales había olvidado algunas cuantas de sus posesiones en una mochila. Recordando un artículo en especial que había visto portaba la señorita Cobbelpot, Edzard rápidamente abrió la mochila con las pertenencias de la militar y sacó el objeto deseado luego de revolver entre varias cosas a las cuales no les veía valor aún.

- Aún así parece que dejaron unas cuantas posesiones, pero nada relevante para el asunto en cuestión. De todas formas... (Sujeta el instrumento musical y se lo da a Pavel). Creo que tu deberías conservar esto. Para mí no sería más que leña y creo que en tus manos tendrá un mejor uso. "Pero desde luego que habernos adueñado de ese pedazo de madera no disminuye mi descuido."

Buenos días Pavel.-Alzo un poco su mano para saludar, ciertamente estaba contenta de verle nuevamente sin embargo los acontecimientos de ese día no dejaban espacio para ese sentimiento, sonrió un poco pero luego la sonrisa se desvaneció y su mirada se concentro en el suelo, Liraz iba a hablar para decir lo que paso sin embargo prefirió guardar silencio, quizás no podría explicar las cosas de forma entendible por lo que el hecho de que Megrez hablara le hizo confirmar que ella no era la indicada para eso, sin embargo noto que Edzard se perdió en sus pensamientos, antes de que ella hiciera algo Edzard reacciono y siguió hablando sobre lo sucedido.

-Edzard cuantas veces debo repetirte que dejes de pensar en lo que no hiciste decirlo no cambiara nada...Deja de pensar en eso de una buena vez por favor.

Liraz mantuvo la mirada fija en la mochila que le pertenecía a la General Marina y luego miro a Pavel, le dirigió una sonrisa.-Supongo que al menos algo bueno salió de todo esto... Refiriéndome al violín Digo... se encuentra en buenas condiciones...

Callo y dejo caer su cuerpo al suelo para sentarse mientras esperaba, si bien ella no podía dejar de pensar en que le hacía falta entrenar ya que fácilmente fue burlada por los movimientos supuestamente rápidos del General al que se enfrento ella no dejaba de pensar en la técnica que este utilizo.

-"¿Porque dicen que él es el mas rápido? Si lo único que él hace es usar esa técnica que vuelve lento al oponente...Seguramente si no la hubiese utilizado podría haberle golpeado fácilmente...Quizás..."
Tsk...-Liraz golpea el suelo con su puño dejando salir solo en ese golpe toda la frustración que se guardo durante todo el camino.

Despues de haber dirigido a Naori y a Sora respectivamente a Hilda con cuestiones de recepcion las cosas no estaban yendo del todo bien para las tierras Asgardianas, el primer ataque a las 12 casas ahora dominio de Poseidon había dejado bastantes bajas y a todos débiles como para arriesgarse a combatir tan rápidamente, aunque parecía que no lo era para los espectros que habían estado vigilando los terrenos de los dioses guerreros siendo el mas grande golpe que pudieran dar luego de la primera contienda

El representante de los santos de Athena no se encontraba del todo bien, nadie sabia realmente que es lo que habia sucedido y el patriarca no estaba bien como para dar una declaración de lo sucedido, este evento mantenia a Hilda y básicamente a medio palacio ocupado, la sacerdotisa había hecho énfasis en tratar y sanar al hombre y Astryd no se opondría a eso pero no estaba dispuesta a alejarse mucho de la representante del dios Odin puesto que si había sucedido algo asi con Sage en sus aposentos , Hilda no estaba a salvo del todo y no se perdonaría si le sucediera algo a ella.

Despues de tanto ajetreo Astryd al final necesitaba un poco de aire por lo que saldria de la habitacion, los guardias le abrieron la puerta cuando se estaba acercando avisandole tambien que habia compañeros esperando a que Hilda se desocupara pero la pelirroja sabia que no lo haria en un rato mas, se encamino hacia los pasillos, la armadura rosaba su cuerpo al igual que la capa que le cubria como mera formalidad sobre sus hombros, dio un suspiro y se presento ante sus compañeros Edzard, Liraz y Pavel, no logro escuchar del todo a lo que estaban conversando por lo que prefirió no hacer conjeturas antes de tiempo

-Que tal compañeros, Que sucede? hay noticias nuevas de los acontecimientos?- pregunto con curiosidad mirando a todos los presentes

Edzard lo saludó, como acto continuo lo hizo Liraz, luego de la interrogante que lanzó el dios guerrero recién llegado, su compañero contestó Pavel escuchaba y examinaba mentalmente lo que decía su compañero, le parecía increíble que los marinos hubiesen llegado a Asgard también, al parecer habían seguido el rastro de los dorados luego del combate en el santuario el reino congelado era ahora un lugar bajo la mira de los enemigos, no solo los espectros a los que habían visto antes, ahora también los marinos, era increíble no sabía si aún en su terreno tendrían la capacidad de lidiar con todos los enemigos...

- Espera amigo, creo que ha sucedido lo mejor, no sé si seria conveniente ver a los demás marinos aquí buscando a sus compañeros sabemos que son poderosos, ahora hay que imaginarlos enojados creo que lo conveniente era dejarlos ir, te entiendo, algo similar sentí al dejar marchar a los espectros, sentía que podíamos con ellos, pero luego vendrían más y se armaría una guerra en este lugar, creo que eso es lo que menos nos conviene -

Al parecer el sueño le afectaba el cerebro, pues comenzaba a hablar como no era común en él, un poco "inteligente" si se quería decir, sabia que su compañero estaba afectado y no quería decirle algo que lo desanimase más, lo que le decía si era lo que pensaba, aunque normalmente no lo habría expresado así siguió analizando lo que decían sus compañeros, mientras tomaba otro sorbo de la taza...
Como si no se lo esperase escupió el té que tenía en la boca, seguramente algunas gotas caerían en Edzard y Liraz, pero no pudo evitar su reacción al ver el violín, el cuál tomó inmediatamente y comenzó a tocar, sonaba espantoso, no tenía idea de como hacer sonar bien un violín, simplemente hacía un ruido estrepitoso capaz de molestar cualquier oído, incluso el suyo, tocó tan alto que no pudo escuchar cuando llegó Astryd, simplemente al terminar hizo una reverencia y colocó el violín en su espalda tomándolo con ambas manos.

- Un nuevo instrumento a mis manos acaba de llegar, solté la taza y se acaba de quebrar, creo que debería irme pues no pienso limpiar y además debo admitir que a esto le hace falta afinar -

Su rima era para distraer lo pésimo y poco talentoso que era con el violín, debía mejorar e iba a hacerlo, pero hasta entonces prefería continuar con su harpa, lo que había dicho en su rima era cierto, no pensaba limpiar, pero tampoco se marcharía tan rápido únicamente intentó desviar el tono triste del lugar, cuando se percató que Astryd estaba ahí dio un extraño salto de sorpresa y la volteó a ver, su salto fue por el golpe de Liraz al suelo, aunque el arribo de su otra compañera también le sorprendió...

- Hola Astryd, creo que no soy el mejor para hablar del tema, aunque creo que ahora sería mejor desviarse un poco -

comentó a la nueva allegada, luego de eso miró con preocupación a Liraz, no entendía el enfado, esperaba haberles hecho cambiar de opinión o por lo menos distraerlos de esos pensamientos que en definitiva no los llevarían a nada bueno...

- Saludos Astryd, gusto en verte... 

Diría en cuanto la guardaespaldas personal de la Señorita Hilda le dirigiera la palabra. Luego del desalentador suceso ocurrido en el bosque aunado a la acorde "melodía" entonada por Pavel usando su nuevo instrumento, hubiera preferido no tener que volver a contar aquel evento; sin embargo, esa era su responsabilidad, su piedra con la cual cargar, un momento decisivo en su carrera que seguramente lo marcaría desde ese día, por lo que debía irse haciendo a la idea de recordarlo una y otra vez. ¿Que más daba decirlo otras 2, 4 o 10 veces más? El mundo merecía saber de su descuido.

- Lo que pasa es que por mi...  - Pero antes de continuar, el Dios guerrero miró a Liraz y su mirada de desaprobación ante la idea de que volviera a menospreciarse a sí mismo, por lo que decidió ser un poco más directo con su relato y no perder tanto tiempo enfatizando su culpa en todo el asunto.  -Hmp... Liraz y yo nos encontramos con un par de generales marinos en el bosque. Aparentemente...


Edzard entonces proseguiría a detallar un poco como estuvo todo. Desde el encuentro con Azula y su ridícula excusa de campamento, la revelación que se trataba de una general marino, la aparición de su refuerzo, la oportunidad que se dio de dialogar con los enemigos y finalmente el escape de aquel que llamaban Kevin, quien podía alcanzar una velocidad aún más allá que la de la luz, cosa que hasta ese día, el caballero de Megrez Delta ni siquiera sabía que era posible.

- Eso sería todo en teoría... Pretendíamos comentárselo a la señorita Hilda, pero por lo visto tiene otros asuntos más importantes que atender. En cualquier caso, me gustaría principalmente comentarle respecto al portal que une Asgard con los dominios de Poseidón, tal vez sea información que pueda probar ser provechosa pronto, mas aún habría que determinar su locación exacta. Aunque... si consideras que no es un buen momento no se si pudieses hacérselo saber cuando te parezca sea conveniente mencionarlo. 


Posteriormente voltearía a ver a sus dos compañeros, Liraz aparentemente tan indignada como él mientras que Pavel trataba de verle el lado positivo a las cosas, incluso a aquella mancha de te frío que había derramado en el piso hacía poco y que ahora era otra parte de la decoración del palacio. Pero sin importar eso, Edzard sentía cada vez más ganas de hablar con una persona en particular. Una que tal vez le ayudaría a tratar de mejor forma contra cobardes como lo eran esos generales marinos. 

-"Hmp......."

Sonrió al ver la forma tan repentina en la que Pavel actuó en el momento en que sus ojos observaron el violín si bien algo de liquido cayo sobre la mejilla derecha de Alioth esa solo paso su mano sobre esta y la retiro. Liraz noto la reacción de Eta ante el golpe que ella dio al suelo, la chica se levanto y respiro profundamente mientras dibujaba una sonrisa al parecer la chica ya se encontraba mejor.

Miro a la Diosa Guerrera que les saludo.-Astryd gusto en conocerte.-Era la primera vez que se encontraba con otra Guerrera, no pudo evitar sonreír un poco mientras prestaba atención a su alrededor, su mirada se clavo en Edzard antes de que este comenzara a hablar sobre el evento. Mientras hablaba Alioth solo se limitaba a escuchar, dejo su sentimiento de frustración pues ella ya sabia que eso no la llevaría a nada.

Liraz tenia pensado marcharse y comenzar con la búsqueda del supuesto pasaje sin embargo no podía, o al menos no aun, ella había accedido a acompañar a Megrez y por esa razón decidió permanecer allí en silencio, no tenia mucho que decir al respecto por lo que se limito a observar el palacio.

Su mirada se poso por un momento en Pavel para saludarle con amabilidad para proseguir con Liraz que aunque sabia de su llegada no habia tenido la oportunidad de presentarse como al pues Hilda habia requerido de ella para algunas misiones externas en solitario y habia estado apoyando a la representante en lo que a la salud de Patriarca correspondia, ciertos eventos estaban ocurriendo que harian que cambiara todo lo que se habia formado sin embargo ella por el momento solo callaría sobre el asunto hasta tener un permiso real para informarle a sus compañeros: Ella escucho atentamente las palabras de Edzard sobre los acontecimientos se mostraba tranquila ante las noticias y era de esperarse pues tenia conocimientos de la existencia de aquel portal, tarde o temprano alguien aprovecharía ese lugar

Astryd tomo aire y dio un gran suspiros, debia mostrarle a los jovenes presentes la hubicacion de dicho portal asi como informarles de este, por un momento se sintio culpable por llegar a tener informacion la cual no siempre podia compartir con cualquiera pero era el momento ideal, teniendo o no permiso de la representante de Odin ella revelaria informacion que ayudaria a sus compañeros de armas

-Siganme por favor- solto a los dioses guerreros
Empujo su capa al momento de girar de modo que no le estorbara al comenzar a caminar, confiaba en que ellos le seguirían, sus pasos retumbaban por aquellos pasillos que en ese momento parecían estar solos, la luz reflejaba las sombras de los presentes mientras pasaban algunas puertas hasta que la joven de Dubhe Alfa se detuvo

-Lamento no haberles informado de esto, pero no parecio haber ningún peligro dado que la fortaleza de Asgard era inpenetrable, pero en algun momento debia haber fractura pues los enemigos de nuestros aliados son muy poderosos- explico abriendo la puerta de aquella habitacion

El cuarto estaba repleto de libreros que contenían un sin fin de volúmenes de libros de todos los tamaños, esta habitación también contenía algunos muebles donde podía verse amontonado unos sobre otro pergaminos enrollados de diferente grosor, se trataba de la biblioteca personal de Hilda contraria a la que estaba para los recidentes del palacio que era aun mas grande

Astryd camino hacia el interior haciendo sonar las botas de su armadura sobre el piso del lugar, saco un par de pergaminos tras buscar entre los que estaban encaramados en el pequeño mueble de madera, poniendolos en la mesilla que se encontraba en medio para mostrarlo a sus compañeros, en uno estaba escrito en texto referente al portal y en otro de ellos se encontraba un mapa

-"El lugar prohibido entregado por Asgard, existe un lugar oculto desde tiempos muy remotos que esta siendo cubierto con una gruesa capa de hielo en su interior un estanque oscuro con un remolino y bajo el un pasadizo que te lleva a un mundo gobernado por un gran rey, el domador de las olas, señor de corrientes" -Respondió ella leyendo aquellas escrituras antiguas al terminar extendio el mapa

-Hace unas semanas Hilda me habia mandado a buscar dicho lugar, de alguna manera quizo prevenir eso o al menos estar al tanto de lo que estuviera pasando, pero no lo habia encontrado realmente aunque se que se encuentra por esta zona- señalo con cu dedo el lugar mas no el exacto - mas que fallar tu Edzard falle yo al no culminar mi mision encomendada, pero aun hay tiempo, podemos encontrarlo y mantenerlo en constante guardia para evitar algun inconveniente de nuevo - respondio mirando a todos

¿Qué no había ningún peligro? ¿Qué no veía necesaria compartir esa información? ¿Qué rayos estaba escuchando en ese momento? Si sabían que existía la posibilidad de que los marinos invadieran Asgard ¿por que esperar a que ellos hicieran el primer movimiento? Ya le parecía mucho que los espectros se hubieran infiltrado e incluso herido gravemente al patriarca al grado que nadie sabía de su condición actual, y ahora el saber que los guerreros de Poseidón siempre tuvieron un pase directo había tornado gran parte de esa decepción en enojo. Claro que alguien como Edzard no haría ningún exabrupto, simplemente permaneció callado y emitió un suspiro.

- Hmp..."Cuando Azula reveló ser una general marino y reveló la manera en que llegó, la primera idea que pasó por mi mente era el que finalmente podría colaborar a la causa compartiendo una pieza de información clave... algo que nos diera la ventaja... y ahora me entero que hubiera sido en vano. Es más, de haber contado con esa información, habría podido anticiparme a que área iría ese cobarde desgraciado y emboscarlo antes de que huyera... ¡Pero ni siquiera eso!"

El dios guerrero de Megrez puso atención a la explicación de Astryd así como al área señalada donde se hallaba dicho portal. En ese momento, parte de el incluso quiso dirigirse hacia ese lugar por cuenta propia y buscar a esos individuos que se le escaparon. Claro que rápidamente reflexionó que eso una locura y que no valía la pena pensar en esa posibilidad. La oportunidad era allí en ese momento y la había perdido.

-"Definitivamente hay muchas cosas mal aquí... pero la primera que debe ser cambiada... soy yo." Gracias por compartir esa información Astryd... Ahora si me disculpan, recordé un pendiente que debo atender urgentemente. En caso de demorarme, Pavel, me gustaría que acompañaras a Liraz de vuelta al bosque. (Se acerca a su amigo de roja cabellera y le dice en voz baja) Vayan con cuidado, que no les pase nada.

Posteriormente el Asgardiano de cabello violeta se acerca hacia donde está la Diosa guerrera de Epzilon para disculparse por haberle sugerido que la acompañara y no poder darse el tiempo de ayudarla a familiarizarse más con los muros del palacio o simplemente caminar juntos el sendero de vuelta al bosque o a cualesquier destino que Liraz quisiera visitar después.

- Gracias por venir conmigo Liraz. Y gracias a todos por tratar de animarme. Enserio me gustaría quedarme más pero tengo que irme. Además... Hay muchas cosas que me gustaría meditar un momento a solas.

Tras eso el caballero de Megrez se daría media vuelta y comenzaría a caminar fuera del palacio. Se detendría algunos momentos si alguno de sus compañeros quisiera hacerle un poco de platica antes de irse, pero no lo suficiente como para olvidarse de su siguiente objetivo. El cual se trataba de nada más y nada menos que la cueva ardiente.

Liraz camino siguiendo a los demás, se distraía debido a lo magnifica que le parecía la estructura del castillo por suerte logro detenerse antes de tropezar  con alguno de sus compañeros pues se detuvieron frente a una puerta, observo la gran cantidad de libros pero eso no era lo importante, debía concentrarse en la situación ya habría otro momento para ver más de cerca el lugar entero. Presto atención a cada palabra que Astryd decía, Aunque las cosas ya no pintaban de un color sutil... Ahora las cosas estaban más tensas, y Liraz sintió esa tensión cuando el Dios de Megrez hablo solo para decir que tenía algo que hacer eso lo le agrado para nada a la joven de cabello blanquizco Edzard se iría por otro lado, Liraz solo frunció un poco el entrecejo expresión la cual se fue justo cuando Edzard se acerco a ella.

-No te preocupes Edzard debo darte las gracias por mostrarme el camino hasta aquí un lugar más que puedo agregar a mi lista *Sonrió*-Cuando Edzard comenzó a caminar Liraz lo alcanzo se puso frente a él y lo miro.- Meditar las cosas solo...Eso me es difícil de creer...Sea lo que sea que estés planeando hacer...No es una buena idea...Si necesitas hablar ya sabes dónde encontrarme.-No espero respuesta alguna antes de regresar de donde vino para encontrarse con Astryd y Pavel.


Astryd...Me gustaría poder quedarme más tiempo pero digamos que debo cerciorarme de algo.-Hizo una seña con su cabeza mostrando el camino por el cual Megrez se fue.- ...Espero poder volver en algún momento y quizás podamos entrenar juntas si gustas se que será difícil con tantas responsabilidades que tienes pero espero que lo tomes en cuenta.- Le sonrió a su compañera y a paso lento comenzó a marcharse.

Edzard explicó a Astryd lo que había sucedido, lo hizo con poco ánimo al igual que antes, al parecer no era algo que agradase mucho al dios guerrero pero era de entender una experiencia poco grata no era algo que se quisiese estar contando, Liraz por su parte, parecía estar mejor ya se había levantado y había saludado a Astryd.

El pelirrojo siguió a su compañera y escuchó todo lo que tenía que decir, al igual se esperó un momento antes de hablar, quería escuchar la opinión de todos, pero Edzard decidió marcharse, al parecer había un asunto importante que era de su atención, se acercó a Pavel y le encomendó el que acompañase a Liraz, el pelirrojo asintió al escuchar lo que le susurraban y miró marchar a su compañero, luego de despedirse de la diosa de Alioth Epsilon, quien a su vez luego de dirigir unas palabras a Astryd procedió a marcharse, ahora Pavel se encontraba en un dilema, no sabía si irse con Liraz o dejarla marchar sola miraba a su izquierda (lugar por donde marchaba Liraz) y a su derecha (donde se encontraba Astryd) continuamente pensando en que debía hacer, supuso que la chica esperaba que la siguiera por lo menos eso pensó al ver que ella no se despedía de él, pero no estaba seguro si era o correcto, ella parecía tener la intención de seguir a Edzard y Pavel entendía que eso no era una buena idea.

- Un hombre necesita un tiempo a solas, aunque es probable que en su mente se haga bolas, pero hay que dejarlo ir debe descansar, recuerda que un buen momento no es el que se acaba de presenciar, debe sentirse mal hay que dejar que se empiece a recuperar, en fin, un tiempo a solas le deberíamos brindar -

La rima iba dirigida a su compañera de Alioth Epsilon, aunque no estaba seguro de que ella pudiese escucharlo ya había avanzado bastante, miró a Astryd y esperó que ella le dijese o hiciese algo, quizá para tomar una decisión respecto a marcharse con Liraz o bien dejarla ir sola...