Diferencias e Igualdades (Priv: Kagaho de Bennu)

por **Naori de Fenix** Mar Oct 14, 2014 9:45 am

Aun le faltaban sitios por conocer a mujer bronce, los pocos días que había estado allí, nunca vio cambiar el clima del sitio, parecía tranquilo, aunque le habían advertido que podía haber tormentas de nieve sin previo aviso. Había cierto viento pero no era fuerte, y la nieve no caía tanta frecuencia como otros días, era más bien dispersa pero estaba presente. Naori camino y camino sin un destino aparente, buscando algo más que otra cosa, quizá alguna estructura vieja o algo así, considerando que era un sitio que adoraba al dios Odin, debía de haber algún templo o algo parecido. Quizá la Feníx se dejaba llevar por la imagen que tenía en su mente del Santuario en Grecia.

Su andar se detuvo al notar cierta temperatura inusual en el área era…¿Calor? Esto llamó la atención de la mujer e inspeccionó el lugar con detenimiento, hasta encontrar la zona de donde provenía ese calor, era de una cueva. Naori se adentró en esta con cierta curiosidad, ya que le llamaba la atención un sitio así en un lugar de frío como en el que estaba. Camino sobre las rocas, a medida que avanzaba sentía el calor en su cuerpo, lo cual en cierto modo era agradable comparado al frío que hacia fuera de allí.

Sus pasos pararon cuando se encontró con lava, literalmente, caía desde el techo de la cueva, como si fuera una cascada, al estanque ardiendo, por obra de la naturaleza, este liquido ardiente no rebalsaba. Un buen espectáculo sin dudas. No era comparable al interior del volcán en la Isla de la Reina Muerte, pero se asemejaba en algunos sentidos. Se acercó a cierta distancia del estanque de lava, y se sentó en posición para meditar. Encontrar un sitio así le era propició para eso, al igual que lo hizo alguna vez en su entrenamiento. Con la armadura puesta, cerro sus ojos y tomo aire, serenando su mente y elevando su Cosmo poco a poco, hasta el punto de hacerlo presente en esa cueva. No solo envolvía su cuerpo en un aura roja, que se asemejaba al fuego, sino también en toda el área. Ella misma podía notar que su Cosmo había aumentado, pero no hasta el punto que la mujer de cabello rosado deseaba. Planeaba quedarse un rato más en esa posición, viendo si servía de algo, de lo contrarió se iría.

por **espectro #108** Vie Oct 17, 2014 8:55 pm

—No estoy de acuerdo con que las presas caigan tan fácilmente en las redes de una araña. Pero no puedo hacer nada cuando el mismo enemigo se viene a ofrecer en bandeja de plata. -Dijo una voz en la oscuridad desprovista de todo sentimiento negativo o positivo.

Aquella frase venia de un tono de voz tan neutral como el mismo sol que no escatima en salir por encima de buenos y malos. Al observar detenidamente la oscuridad donde la luminosidad de la lava no llega unos ojos incandescentes de luz escarlata se dibujaba trascendiendo el límite de la sorpresa. De un momento a otro la garra metálica de una bota comenzó a caminar mostrando el cuerpo completo de aquel caballero oscuro que había acompañado al Juez el otro día. Su mirada indiferente, sus parpados caídos y una boca más derecha y recta en donde no se veía risa o tristeza. Sin embargo dentro de aquel ser se libraba una cruenta batalla de pensamientos encontrados.
“Es ella, la chica de cabello rosado, su cosmos es como el fuego dentro de mi ¿Que hago en este lugar? Ella es la razón por la que estoy aquí, espero que la curiosidad no mate al gato esta vez”

Cruzado de brazos, batió sus alas detrás de sapuris, pues parecía que estas eran una extensión de su cuerpo. Su yelmo ocultaba con su sombra aquella parte donde estaban sus ojos, sin embargo si no fuese por brillo escarlata característico de estos no se sabría si te miraba o no, y en este caso lo hacía directamente a tu mirada buscando indagar dentro de tu misma alma. La armadura de este ser, quizás era tan oscura como su mirada, cubriéndole casi por completo su cuerpo, mientras que su casco mostraba cuernos asemejándolo a un demonio y una alas inmensas que se extendían y se agitaban para después recogerse. Parecía un ángel negro o más bien alguien enviado por el mismo mal. Su cosmos mostraba un aura de violencia, oscura como el azabache y tan pesada como el acero. Cada paso quedaba, la luz de la lava permitía que este se mostrara y con ella la apariencia de un joven de tez pálida y de cabellos despeinados, levantados cual llama de color azulado.
“Es fea, ¿Entonces? ¿Qué hace que de ella emane ese centro de atracción hacia mí? Odio esto. Necesito salir de esta incertidumbre. Es insoportable. Su cosmos. ¿Por qué?” pensó el caballero oscuro.
Y se quedo allí, en acción contemplativa. Preso de la curiosidad que le irradiaba aquella mujer.
—Dime ¿Quién eres?

por **Naori de Fenix** Lun Oct 20, 2014 4:11 pm

[size=14]Había pasado un rato desde que estaba sentada meditando, pero no sentía que obtenía un resultado de estar allí. Rompió su pose de manera brusca al sentir un Cosmo ajeno al suyo, en el medio del silencio pudo escuchar los pasos retumbar por la cueva, acercándose a ella. Se levantó del suelo y observo a quien emitía ese Cosmo, que Naori interpretaba como “oscuro”. Al instante se dio cuenta de quién se trataba, el Espectro que arribó junto con su compañero, retirándose con los de su bando la primera vez que llegó a Asgard. Por breves instantes recordó la sensación que le causaba el ver a este hombre, y curiosamente, esa sensación volvía en ese instante. Ahora veía más claramente al hombre, gracias a la iluminación que proporcionaba de algún modo la lava. Era alto, de tez blanca y de cabello desprolijo puntiagudo, vestía, al igual que sus compañeros Florence y Kaileena, la armadura de colores oscuros. El Espectro habló, preguntándole quien era ella, que lo miraba de forma seria.
—Lo correcto sería que te presentes primero, antes de preguntar a otro como se llama —respondió algo ofendida la pelirosa, y aunque no lo pareciera, a Naori le importaba el respeto, sin importar si eran enemigos o no.
—Me llamo Naori ¿Y tú? —preguntó diciéndolo con tranquilidad pero se mantenía atenta a cualquier movimiento extraño que hiciera el Espectro. Muchas preguntas que formaron en la cabeza de la pelirosa, pero parecía que los del bando de Hades habían encontrado confortante a las tierras de Asgard. También reconoció que se encontraba sola, no había Santo Dorado o Dios Guerrero que la asistiera en caso de un inevitable combate, aunque lo mismo era para el Espectro. “Otra vez…” se dijo a sí misma, la sensación de que algo más los conectaba a ambos y no lograr descifrar que era, ciertamente la molestaba un poco, siendo la primera persona que causaba tal impacto en la mujer de cabellos rosa, algo difícil de explicar con palabras. Suspiro un poco, preparándose para volver a hablar.
—Estas lejos de tus territorios ¿Qué haces aquí? —en ningún momento dejaba de mantener ese semblante serio que la caracterizaba, se cruzo de brazos, esperando la respuesta del inesperado hombres, y que pensaba tener un momento a solas…

por **espectro #108** Mar Oct 28, 2014 4:44 pm

El calor de la estancia le mantenía en su clima, era su medio, el fuego, el calor. Las llamas negras brotaban de su cuerpo al igual que el calor en su corazón. Mirar a aquella joven lo mantenía curioso y estupefacto. Nada en el mundo se parecía a lo dentro de sus ser se agitaba.

« ¿Era rabia? No, no lo es»
Se pregunto al instante, Su cabeza rebotaba, la sangre en sus sienes palpitaba con rabia y con intensidad.

« ¿Qué hace esta chica para que me sienta de esta manera?»
Pensó el espectro odiando lo que sentía.

No menciono palabra alguna, el silencio reino en aquel lugar sin importa si la chica le hubiese preguntado aquello, solo miraba la mirada de Naori. Parecía que no tuviese punto de visión diferente si no las órbitas oculares de Fénix. Sus ojos cambiaron al tono de la lava ardiente. Entendía a una gárgola en la cúspide de un templo y lo oscuro de su armadura se mimetizaba con la roca y la penumbra. Saliendo de las tinieblas caminaba lentamente con los brazos cruzados. Cada paso que daba, quemaba el piso a su derredor. Mientras su mirada de terror se centraba en la fémina.

—Que te hace pensar que soy el caballero que piensas. Los modales no van conmigo Fenix. ¿A caso te crees mi maestra para enseñarme modales?

Dejo su posición y se lanzo corriendo contra Naori, para luego frenar a unos pocos metros de la chica. Olisqueo con su nariz el ambiente. Y extendió su brazo más cercano a Naori como si le pidiese algo. Su mano abierta no mostraba agresión sino más bien como si pretendiera que la santa de bronce tomara su mano.

— ¡Vamos! Te quedaras allí todo el día mirándome.

por **Naori de Fenix** Miér Oct 29, 2014 12:49 am

La Fénix se quedo donde estaba parada, su intento para que se presentara no sirvió de nada, y ella había dado su nombre, en su interior sintió que cometió un error. El silencio reinaba en la cueva, que era iluminada por la lava que caía desde una parte del sitio. Naori pensaba que si quería atacarla ya lo hubiera hecho, aunque quizá tenía otra intención para con ella. Aun así, estaba alerta a lo que hiciera, después de todo era un enemigo, al igual que los Generales Marinos de Poseidón.

El Espectro parecía tener cierta igualdad con Naori, al menos en la actitud callada, aunque para ella era porque no quería relacionarse demasiado con otras personas, una característica que tenía de pequeña. El silencio de una persona hacia difícil que uno supiera lo que pensara, y de eso, la peli rosa sabía bien. Le mantenía la mirada fijamente, sin hablar mucho, podía percibir que era alguien solitario, como ella, distinguido por cierta falta de brillo en los ojos…Pensaba que tenían muchas cosas iguales, quizá demasiadas…

Entonces el Espectro avanzó hacia Naori, quemando el suelo a cada paso que daba. “También usa el fuego” se dijo a sí misma, otra igualdad más, aunque fueran llamas negras. Pudo escuchar la voz del hombre de pelo negro, que no dijo su nombre, manteniéndose en el anonimato y al parecer hablaba algo enojado.
—Sí, me doy cuenta de eso… —no pudo terminar lo que decía, ya que de un momento a otro, el Espectro fue corriendo hacia donde estaba ella. Alertada por esto, retrocedió de inmediato, y para su sorpresa, el hombre se detuvo a poca distancia de ella. Y para confundir más a la Fénix, el Espectro extendió su brazo hacia su lado, teniendo la mano abierta, como si estuviera pidiendo algo. Algo le decía que no era con malas intenciones. Se quedó mirando la mano abierta del hombre con los ojos entrecerrados, no entendía el porqué de ese gesto, pero la manera de saber que quería, era seguirle.
—Tsk…no me apures, Espectro… —dijo con cierta molestia, algo raro en ella, pero la manera en que lo dijo le había caído mal, como si fuera exigiéndole. Llevó su mano zurda abierta y la acercó lentamente, una parte de ella decía que debía hacerlo pero la otra decía que no, un dilema en el interior de la Fénix, mientras su mano avanzaba. Se detuvo cuando su mano tocó la del Espectro, pudo sentir el choque metálico ya que ambos llevaban sus armaduras puestas. —¿Y bien? —preguntó, con cierto apuro al Espectro, como hizo él hace unos momentos.

por **espectro #108** Miér Oct 29, 2014 4:37 pm

-Vamos iremos a un lugar más seguro para los dos. Ven sígueme. – trato de tomarla por la cintura sin violencia alguna y la aguardo en su pecho tomándola luego por las piernas. Algo en sus mejillas se enrojeció mientras observaba a Naori.

-Te raptare por un breve momento. –Su peso no era difícil de cargar más sin embargo el espeto - Pesas demasiado. No te preocupes tu vida no correrá peligro. Debo contarte algo.

Salió corriendo con la chica en brazos de aquella cueva. Pronto la vista alrededor comenzó a difuminarse en estelas largas y lineales deformándose por la velocidad que llevaba el espectro. Sus alas se extendieron para luego sobrevolar por los pinos y cipreses de aquel valle hasta alcanzar por fin las nubes.

-Mi nombre es Agajo… soy una estrella celeste. Un espectro. –Decía el chico de cabellos azulados en forma de llama. –soy el espectro de Bennu.

Sobrevolaron las nubes y llegando por encima de ellas pudieron salir a donde por fin se dejaba ver las luces del sol en el firmamento ocultándose en el ocaso. Luego de un par de minutos. Bajaron a un bosque lleno de cipreses, húmedo y de hojas secas descendió lentamente y poso a Naori lentamente en el suelo. Luego suspiro y se retiro algo sonrojado. Camino unos cuantos pasos y miro de nuevo a Naori con los ojos ahora negros.

-Aqui estamos a salvo. Lejos de nuestros enemigos. Miro a todos lados como buscando algo, camino entre los arboles y mientras lo hacia decía:

-Eres Fenix, Santa de Athena. -Dijo con voz quedada -Yo soy Bennu, espectro del señor Hades. Ambos somos juego consumidor, estrellas que brillan con violento fulgor, al igual que tu, nuestros cosmos son parecidos y sin embargo somos distintos. Sin embargo, esa no es la causa de este dialogo. Quiero saber una cosa de ti, y espero una respuesta sincera

por **Naori de Fenix** Miér Nov 05, 2014 9:59 pm

Lo que dijo el Espectro confundió a Naori, la cual alzó una ceja, en ese momento todavía seguía tocando la mano de este, como había pedido. —¡Hey! —le dijo mirándolo ya no con seriedad, con enojo en su mirada, pues la había tomado de la cintura, posteriormente la alzó entre sus brazos con cuidado y para cuando quiso darse cuenta, y salir, ya estaban en el aire…el Espectro tenía la capacidad de usar las alas de su armadura negra, no solo eran decorativas. Notó por unos momentos como el Espectro se ruborizo.

Naori se quedó callada durante el trayecto, su mente intentaba comprender como había llegado a tal situación. La cueva ardiente ya estaba detrás, el intento por tratar de entrenar se había interrumpido por completo. Estaban volando sobre muchos metros del suelo, ya que Naori podía ver las nubes con suma claridad, en eso, el Espectro se presentó como Kagaho, la Estrella Celeste, lo que llamó la atención y provocó una mirada directa por parte de la chica, fue que mencionó que era Espectro de Bennu. Una vista expectacular, el sol se escondía en el horizonte, era el ocaso. Descendieron en un bosque diferente a los que había visto, podría decirse que no era el mismo donde se encontraron la primera vez. Dejo a la Fénix con cuidado en el suelo, por su parte al tocar el piso, se alejo rápidamente de este, a unos metros. Iba a decir algo, tenía muchas cosas en la cabeza pero este habló primero.

Lo que decía era cierto, y ahora comprendía porque sentía “eso” al estar cerca de ella, no tenía nada que objetar con respecto a eso, quería preguntarle algo a la peli rosada pero ella habló, sin importarle demasiado lo que quería saber. —¿Qué haces? Como bien dices, soy Santa de Athenea y tú de Espectro de Hades, deberíamos estar peleando en este momento ¿O no recuerdas cuando llegaste junto con tú otro compañero?... —iba a seguir pero algo en su menté se activo, diciéndole que se estaba descontrolando, algo que no era habitual en ella, estaba perdiendo la compostura, y para eso, empezó a respirar cada vez más lento, hasta estar tranquila. —Pregunta —dijo con un tonó serio y molesto a la vez, la situación la incomodaba de cierta forma, más que antes, y hacia un esfuerzo enorme para que Kagaho no lo note

por **espectro #108** Sáb Nov 08, 2014 3:12 pm

Su vista busco la brecha que le mostraban las copas de las grandes secuoyas mostrando el cielo anaranjado y cenizo que empezaba a mostrar algunas estrellas. Su mano se poso sobre una de las ramas y mirando por encima de ella contemplo a Fénix con sus ojos ahora azul-oscuros. Posteriormente los cerró lentamente y se quito el casco. Era una persona joven, casi un adolecente con cejas pobladas del mismo color de su cabello, una extraña cicatriz que bajaba de su frente bajo un cabello despeinado y azulado. Su piel era morena y sus ojos siempre portaban el entrecejo fruncido como estudiando cada gesto otorgado por el rostro de Fénix.

— ¿Eres una espía verdad? —El silencio reino por un instante mientras una avecilla paso surcando la instancia y al ver la presencia de los jóvenes salió espantada cambiando su rumbo. —Tengo entendido que los caballeros y amazonas de bronce siguen al dios poseído. —Dijo el espectro. —Solo dímelo, eres una traidora ¿no es así?

Y saliendo de aquel lugar camino para estar cerca de Naori, quien con su mirada de intriga observaba a la dama levanto el dedo para señalarla y le dijo. —Las personas como tú, tienden hacer explosivas, testarudas y arraigadas a sus metas. —Bajo el dedo.

—Nunca se desvían del camino que llevan trazado. Es por eso que creo conocerte, porque solo como tú existen pocas personas en el mundo. —El espectro cerro sus ojos —Tu… y yo. El Fénix debe ser fiel a lo que lleva en su alma, así que espero que tu respuesta sea un “no” pues los dorados te necesitan.

Luego cambiando su expresión se sonrojo un poco y menciono —Aunque parezcas una niña que se preocupa más por el champo para su cabello que por entrenar. —Luego se cruzo de brazos y con sus ojos cerrado giro su rostro a otro lado suspirando.

por **Naori de Fenix** Mar Nov 11, 2014 3:07 pm

Después de aquella extraña escena que la hizo pasar Kagaho a Naori, sorprendiéndola con el vuelo, la seriedad que tenía la charla en un principio volvió nuevamente, lo que hizo tranquilizar a la Fénix y sacarle un poco del nerviosismo que tenía, y disimulaba con cierta dificultad. Debía admitir que Kagaho era bastante joven, pudo ver mejor su rostro cuando se quito el casco negro, podría ser que tengan la misma edad. —¿Eh? —exclamó la Fénix por la pregunta del Espectro que la tomo por sorpresa, entonces los soldados de Hades sabían lo sucedido entre las fuerzas de Athenea y Poseidón. Naori no lo culpaba por preguntar eso, seguramente sus compañeros de Athenea y los Dioses Guerreros se preguntaban porque no estaba con el Dios de los Mares.
—No soy una traidora, nunca estuve en el Santuario, me entrené en otro sitio —explicó con tono serio, pues esa era la verdad de la Fénix, y si no quería creerle el Espectro, era un problema suyo. Las miradas entre los dos seguía y lo siguiente que dijo Kagaho ciertamente molesto a la mujer.
—¿Quién te crees que eres para decirme eso? Ni siquiera me conoces, tsk —dijo con enojo en su voz, provocando que lo observara con los ojos entrecerrados.
—Que tarado —contestó cuando escuchó que se preocupaba más por el champo de pelo que usaba que por el entrenamiento, Naori se mordió el labio inferior, aclaro su garganta y habló. —¿Qué hay de ti? Te preocupas más por seguirme el rastro que por tus deberes de Espectro, sean cual sean —remató la Fénix, en un intento por defenderse de las palabras de Kagaho.

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