Sostendre el peso de tu ala... [Priv/Suikyo]

sus firmes pasos resonaban entre las frias paredes del sitio dandole un ambiente aun mas tenso. Aunque su andar mostraba seguridad y autoridad por dentro se sentia cansada, debil, cobarde... ¡Jamas ha huido de una pelea! y en esa ocasion se vio en la penosa necesidad de retirarse.

Pero, a su ver, fue mucho mas importante informar a pandora con brevedad sobre la presencia de los titanes. Se miró las manos, los antebrazos de su sapuris no eran mas que unos cuantos pedazos metalicos. En si, la mayor parte de su armadura mostraba grietas y uno que otro daño, no fue tan buena idea el haberse cubierto de esa forma del ataque de Phebe.

Suspiró con pesadez... Empuñó la diestra antes de llamar a la puerta. Tras llamar se adentró a la habitación... Barrio con la mirada la misma en busca de la silueta tan bien conocida para ella. -Señor Suikyo, ¿me ha llamado?- Cuestiona con curiosidad, para así adentrarse a la habitación.. Quizá el juez de Garuda requiera ser informado con respecto a la misión que se le a acomendado anteriormente o tal vez, le asignaria una nueva tarea ¿Quién sabe? con lo alborotadas que estan las tropas de Hades desde los traidores, Atavaka, y demas... Era probable. Pero algo si era seguro, Violate no dudaría ni un segundo en llevar a cabo cualquier tarea encomendada, aun así si tuviese como trofeo nuevas cicatrices....

Violate observo a aquellas doncellas quienes habían estado atendiendo al caro juez de garuda, lo hizo cuando las mismas pasaron a su lado, no sin antes que las mismas ejecutaran un ligero ademán de respeto al bajar un poco la cabeza. Gesto que paso por alto la de behemoth después de todo aquellas mujeres no tenían realmente importancia alguna.

Luego, se adentro al lugar, lo hizo hasta quedar frente al alto hombre enfundado en aquella armadura purpurea representante de cada miembro en la armada de Hades: El sapuris.

Sonrio de manera ladina. La figura de suikyo ya era intimidante de por si, pero ante aquel juego de luces y sombras creados por los velones y candelabros del lugar le daban un porte aun mas intimidan te y hasta misterioso.

Bajó la mirada antes de apoyarse sobre una de sus rodillas, por respeto. -Mi señor Suikyo, mucho me temo que la encomienda no fue llevada a cabo- Maldito orgullo, ella quien jamás ha retrocedido ante un enemigo tuvo la necesidad de dejar el campo de batalla, pero aquella información era mas que relevante para los altos cargos del inframundo, era algo que no podían pasar simplemente de largo.

-A punto estuvimos de eliminar al santo dorado de Géminis, entre Bennu y yo, sin embargo alguien se interpuso en la contienda: Un titan...- Guardó silencio un breve momento, aun sin mirar a ese hombre de ojos azules. –Lamento el no haber podido eliminar a alguno de los dos, mi señor...-

si bien, como el mayor lo menciono, aunque sea su mano derecha (o ala, en este caso) Violate siempre mantendrá un porte correcto al hablar frente al juez de Garuda.

Afilo el mirar, siempre atenta a las reacciones de aquel alto hombre. Atinó a asentir con la cabeza ante la primera pregunta, pero esperaría su turno para poder hablar con tranquilidad y responder todas las dudas del juez de Garuda.

cuando el juez desapareció de su vista, Violate se levantó y giró sobre sus talones para poder observarle, aunque el en ese momento le estuviese dando la espalda... Behemoth tuvo esa sensación extraña de que, Suikyo siempre prefería poner una especie de barrera entre ellos.

Bajó la mirada.

–Así es, mi señor. Se trataba de Phebe, del resultado de la batalla me temo que no tengo conocimiento. Así es Bennu huyo tras la batalla contra Atavaka y los espectros desertores... Perdóneme si fue un atrevimiento el seguirle hasta Rodorio, pero necesitaba saber si era un desertor, la señora Pandora mencionó que debíamos ir tras ellos y darle caza... - Bajó ligeramente la mirada

–Géminis... Saga de Géminis, señor Aiacos..-

-¿He?- Un ligero atisbo de sorpresa cruzo por las facciones del espectro de Behemoth. Es cierto, no es digno de ella el colarse así sin más en el territorio enemigo pero, Pandora dio la orden de ir tras los desertores y tuvo que cerciorarse que Bennu no fuese uno de ellos ¿Cierto?

Al menos esa podría ser su excusa.... Cerró los ojos y sonrió de manera ligera, apenas perceptible. Aunque el mayor no pudiese verle asintió lentamente.

–Comprendo mi señor Suikyo, no volverá a suceder...- Suspiró con pesadez, al menos no ha habido reprenda hacia su persona por tal atrevimiento.

Dio un ligero respingo al sentir la pesada mano del juez sobre su hombro, solamente se dedicó a mirarle con respeto -Pero...- No, ya ha hecho un acto estúpido con el simple hecho de adentrarse a territorio Ateniense.

–Muy bien mi señor, sea cuidadoso...- Sonrió de manera ligera antes de levantarse, discretamente observo las grietas en su sapuris... Había aún mucho que hacer antes de entrar nuevamente al campo de batalla.