La Caida del Resplandor Negro [ Mision - Coeos del Relampago Negro - Gusaar de Sagitario - Sheigram de Capricornio - Saga de Geminis ]

La Batalla definitiva contra los Titanes ha llegado. Al fin, tras largos sufrimientos y sacrificios, se ha logrado llegar al Olimpo. La mala noticia fue la derrota de los Olimpicos ante los terribles seres que una vez fueron prisioneros del Tartaro. Sin embargo, aquellos llamados los caballeros de la esperanza en union a los generales marinos tenian algo al respecto que decir.

Asi fue como Coeos del Relampago Negro ha sido acorralado en uno de los tantos templos. Es hora de traer nuevamente la paz a la Tierra y librar de aquellos tiranos nuestro mundo. El primero en hacerle frente fue aquel cuya flecha guio la vanguardia a aquel despeserado ataque, rompiendo la barrera de los titanes con la ayuda del cosmo de sus dioses y compañeros. Sagitario.

--- Aqui ha de terminar tu camino Titan --- dijo con seriedad. Avanzo un par de pasos mas y se detuvo. Erguido y temerario, sin temo aparente. --- Su corto reinado de terror ha de terminar aqui.

Aquel santo brilla como el mismo sol. Su cosmoenergia brota con una intensa llama de su cuerpo revitalizando cada una de las celulas de su ser. Las imponentes alas doradas relucen ante todo y le identifican. Aquella, sin duda, sera la batalla mas importante de su vida hasta el momento.

Frente a ellos se encontraba Coeos del Relampago Negro, uno de los titanes que tanto daño habia hecho en el Olimpo y que ahora sin embargo, estaba acorralado en uno de los templos. Aún le costaba creerse que aquellos seres hubiesen sido capaces de derrotar a los Olimpicos, pero la realidad era esa. Tan solo los santos de Athena y Poseidón les plantaban ahora cara, solo ellos podían defender a la humanidad de sus oscuros planes. Y si de algo estaba seguro es que no fallarian su misión.

En silencio se mantuvo tras Gusaar, a tan solo un par de metros. Atento a cualquier movimiento que hiciese el Titan. Que fuesen tres contra uno no le hacia ninguna gracia, no era algo honorable según su punto de vista, pero estaban enfrentándose a un Titán y no podían permitir bajo ninguna circunstancia que escapase. Junto a ellos estaba Saga de Géminis, un compañero de armas que no había conocido con anterioridad a la misión. Así que poco conocia de él, nada más allá de la certeza del enorme poder que guardaria en su interior como Santo Dorado de Athena.

Su fría mirada no abandonó en ningún momento al Titán y cuando Gussar avanzó sin temor un par de pasos hacia Coeos, el hizo lo mismo, siempre manteniéndose en su flanco. Aunque confiaba en su compañero de armas no sería tan estúpido para subestimar a un rival.

No era la primera vez que se enfrentaba a un titán. Aquella vez conto con suerte. Mas ahora se hallaba junto a otros dorados, compañeros de batalla y de gloriosa fuerza, con habilidades extraordinarias. El Santo de Capricornio y el Santo de Sagitario.
Sus pasos fueron los últimos en entrar en escena, callado e inexorable en templanza, el Santo dorado de Géminis con su entrecejo fruncido camino en medio de aquella sala en donde sus pasos metalizados hacían ecos contra los muros del recinto. El dorado de rostro ennegrecido por la sombra de su casco el cual portaba siempre que disponía a pelear, le daba un aspecto de misterio e inquietante. El geminiano comenzó a elevar su cosmos abrumador. Su capa cavilo por una pequeña ráfaga de viento al igual que sus cabellos azulados, mientras que el fulguroso e hirviente cosmos brillante como el como el sol lo envolvía en forma de trazas doradas y vapor acalorado que ascendían por encima de su cabeza.
El espacio a su derredor arranco la luz del confín más mísero e ínfimo para convertirlo en oscuridad. Pronto todo a su rededor está inmerso en la penumbra, solo ellos tres frente al gran Coeos, el bien llamado el relámpago negro, se podían observar en aquel lugar. Saga aunque no ataco, había comenzado a desplegar su cosmos opresor y a preparar el lugar para su ataque y el ataque de sus compañeros. Pronto la guerra estaba por comenzar.

Ahi estan, los santos de la esperanza. Enfrentando quiza su mayor reto hasta el momento. Es cierto que algunos de ellos ya han enfrentado antes a un Titan. Sin embargo, aquellas batallas habian terminado en su mayoria en la retirada del agresor, pues su plan era mas como distraccion. Aun asi, varios santos habian perecido en aquel encuentro, una lamentable perdida.

El primero en llegar al lado de Sagitario fue su amigo y compañero Sheigram, quien viste la armadura de Capricornio; aquel que porta la espada sagrada y se dice es el mas leal a la diosa Atenea. Inmediatamente despues, un tercer caballero dorado hace presencia, esta vez Saga de Geminis. Aquel ultimo caballero, aunque no lo conoce personalmente, se sabe que es sin duda uno de los mas fuertes entre los doce. Una abrumante oscuridad se empezo a apoderar de aquel lugar producto del cosmos del Geminiano. Ciertamente a Gusaar no le gustaba enfrentar a sus enemigos en desventaja. Esta seguro que es el mismo pensar que sus compañeros presentes. Pero habria de dejar su orgullo atras por una vez por el bien de la humanidad. Le hubiera gustado enfrentarlo solo, quiza moriria, quiza no; mas no es tiempo de arriesgar.

--- El Santuario es donde quiera que este nuestra diosa y los corazones de aquellos que la protegen --- expreso aumentando su cosmos dorado siendo una pequeña luz en la oscuridad --- no un lugar de piedra y marmol. Esta Tierra es tan nuestra como de ustedes, aqui nacimos, crecimos y hemos de morir. Generaciones han pasado desde su encierro. Nuestro Hogar. Lo que no hemos de permitir es que lleguen a imponerse como seres superiores a los que hay que obedecer. Es por ello que ustedes no catalogan dioses. Solo hay una que merece tal titulo por su amor incondicional hacia nosotros, y es por ella por quien peleo.

Entonces se coloca en en una estancia balanceada, abriendo el compas de sus piernas. Coloca su mano siniestra al frente en defensa y la derecha a un costado de su cuerpo. Su cosmos ardio mas intensamente en un bello dorado. Rafagas de viento circundan su cuerpo y el lugar moviendo sutilmente su cabellera y las bellas alas de su armadura. Al igual que Coeos, pequeñas descargas electricas empiezan a atravezar su cuerpo a la velocidad de la luz, pero a diferencia de su adversario, estas eran azules tirandole a blanco.

--- Yo no obedezco a nadie mas que a mi mismo. Y en mi libertad elijo pelear por aquella divinidan que ve por el bien de nosotros. Hoy incluso hasta un titan ha de aprender, de lo que es capaz una miseria como nosotros. Yo he de soportar tu ira y traer la luz de nuevo al mundo, Coeos. --- y sus ojos y todos sus sentidos se centraron en aquel imponente rival. --- Adelante compañeros!, por la Tierra, por Atenea!

Titanes, hasta ese momento no había llegado a encontrarse con ninguno, y ahora que lo escuchaba tenia clara una cosa. Eran seres arrogantes que se creían por encima de todo ser viviente en el planeta. No sólo no respetaban la vida sino que los humanos para ellos no eran mas que simple basura. Representaban todo aquello que estaba en contra de sus creencias, de su código y aun así tenia la osadía de pedirles que traicionaran a Athena. Para él la traición era algo impensable y mucho menos ante semejante abominación. Porque eso es lo que eran para él, simples abominaciones con el poder suficiente para desatar el caos y la destrucción a su paso. Algo de lo que ni siquiera se sorprendia, el poder hacia eso en las personas, podia llegar a corromperlos hasta la medula, desterrando todo apice de humanidad. Por lo que veia eso mismo habia pasado con los titanes, era una ironía que al final no fuesen tan diferentes a los humanos que tanto repudiaban. Y en lo que respectaba a sus compañeros estaba seguro de que su lealtad era también incuestionable, asi que Coeos estaba perdiendo el tiempo.

No eres digno ni de mencionarla... - Pensó mientras su cuerpo era envuelto por un poderoso cosmos dorado que parecía arder con vida propia sobre su armadura. Lentamente la cosmo energía fue canalizandose  hacia su brazo derecho, que permanecía inmóvil a un costado de su cuerpo.

Su fría mirada continuaba fija en su objetivo, sin mostrar temor alguno, tan solo una férrea convicción. Por mucho que Coeos les amenazase sus palabras no tenían poder alguno, porque si algo tenía claro es que moriría luchando por sus ideales antes que vivir de rodillas ante un tirano. Su vida ya no le pertenecía a él, sino a su diosa... y solo ante ella se arrodillaria con humildad.

Su brazo comenzó a elevarse lentamente hasta quedar apuntando hacia el techo. No, no diría nada pues nada tenia que decir a las palabras del titan, serian sus acciones las que hablarían en su nombre.

El Geminiano en su mirar sombrío una vez que sus compañeros dieron respuestas a las proposiciones nefastas de Coeos comprendió que en ellos había una lealtad infinita en su corazón y les respeto guardando silencio.
Extendió su brazo derecho hacia el frente, sus dedos se abrieron lentamente abandonado el puño cerrado que guardaba hace un momento. Sin más con la palma de su mano  hacia arriba pronto una parte de su cosmos comenzó a concentrase encima de ella. Aquella energía se hacía visible, aquella energía se arremolinaba y comenzaba a girar en dicha palma como una especie de trompo hasta formar una esfera de no más de quince centímetros de diámetro, de un tono dorado y blanco en los límites de su forma. La esfera no tocaba la palma de su mano, mas sin embargo se mantenía flotando sobre ella.
Hecho esto el Santo de Géminis desapareció, pero para el movimiento del ojo normal, había que activar el cosmos para poder si quiera percibirle y tener la facultad de la velocidad de detener movimientos a la velocidad de la luz. Se había lanzado contra Coeos de frente, algo estúpido.  Pero justo cuando iba a impactar al dios volvió a moverse para situarse tras su oponente y proceder a intentar liberar la esfera,  pero una vez más se movió tratando de confundir a Coeos.
Aquel proceso se repitiendo tres veces, a una velocidad terrible, en partes distintas y flancos diferentes, aparecía a la derecha, izquierda y por ultimo frente a él, Saga miro con desafío al titán mientras dibujaba una media sonrisa en su rostro, único lugar donde la sombra de su casco no llegaba.
Allí tienes mi respuesta. Dijo Saga en son de burla. Titán.
Saga movió su mano para mostrar que ya no tenía la esfera de energía y que esta estaba a la derecha de dios a punto de impactarlo.

Los movimientos de Coeos son realmente impresionantes. Ya antes habia enfrentado a un Titan, pero en aquel entonces fue Oceanos y fue solo un juego para el. Sin embargo, en aquella ocasion habia percibido el poder de aquellos oscuros seres. Sabia que si quiere derrotarlos, tiene que llevar su cosmos mas alla del septimo sentido. Empujar su ser al limite, solo asi tendria alguna oportunidad.

Sheigram habia permanecido inmovil a su lado, preparandose para aquella batalla. Sabia bien el estilo cauteloso, preciso y certero de su compañero. Saga en cambio, decidio tomar la iniciativa y la ofensiva. Sus movimientos fueron veloces con una estrategia bien planeada para sorprender a su oponente. Sin embargo, aquella esfera de energia que habia dejado fue no solo rechazada por el Titan, si no que esta se torno encontra de su creador pero cambiando a un resplandor oscuro.

No obstante, aquello no fue todo. Dos rayos de oscura electricidad han sido propagados desde el techo encontra de los dos santos que se quedaron atras. Mientras que Coeos se situo atras de ellos. Aquello habia pasado a la velocidad que solo un Titan posee por naturaleza. Apesar de ello, los ojos de Gusaar lo habian podido seguir de reojo, sus sentidos estan mas agudizados que la mayoria y eso le da un par de milisegundos mas de rapidez.

--- Sheigram, te lo encargo! --- expreso mientras hizo explotar mas su cosmos. Levanto su puño y las descargas electricas de claro color se volvieron mas prominentes. Gusaar estaba seguro que su compañero recordaria sus palabras. Yo sere el escudo que complemente tu espada de justicia.

Aquella simple accion de Gusaar, le habia convertido en un para rayos. Pues la electricidad llama a la electricidad. Entonces los dos rayos oscuros en vez de apuntar a dos objetivos diferentes, se centraron en uno solo, Sagitario. El estruendo fue aterrador. El cosmos dorado se expandio con fiereza intentando soportar aquel ataque. Sintio la sacudida de electricidad por todo su cuerpo. Sus dientes se apretaron y sus ojos se entrecerraron por el peso del ataque. Sus piernas se doblaron pero aun asi se mantuvo en pie. Un delgado hilo de sangre brota por el costado de su boca.

Una accion muy tonta, o un sacrificio por su compañero; no se puede determinar cual fue la verdadera intencion de aquel santo dorado. Aunque no se notara, Gusaar sabe bien lo que hace. Sin embargo, por el momento, solo se pudo mantener quieto. Una de sus rodillas se apoyo en el suelo al igual que su mano siniestra. Parecia inmobilizado. Su cuerpo aun conserva destellos electricos de ambos colores.

Como se suele decir, tras la calma llega la tormenta, sobre todo si esta a punto de comenzar un combate. Así fue como en cuestión de segundos se desató el caos. El primero en dar el paso fue Saga, que a gran velocidad se posicionó en diferentes flancos de Coeos hasta que finalmente quedo frente él, su esfera de energía por el contrario había quedado suspendida en unos de los laterales del titan. Sin embargo el Titan no parecía impresionado, muy al contrario, demostrando su inmenso poder paró la esfera con una sola mano para acto seguido volver a lanzarsela al santo de Géminis.  

Su ataque no termino ahí,  sino que vio como saltaba sobre ellos con los brazos en alto, alzando su poder hasta que de sus brazos se descargó dos poderosas descargas de energía oscura. Los rayos serpentearon directamente hacia ellos, teniendo como claros objetivos tanto su compañero como él mismo. Bajó su brazo y se preparó para defenderse cuando de repente sintió como Gusaar aumentaba su cosmos y atraía ambos rayos sobre su cuerpo. No pudo evitar sentir una punzada de preocupación pero las palabras de Sagitario le confirmaron que ese era el momento de actuar. El escudo había cumplido su cometido,  era el momento de que el filo de su espada hiciese lo propio.  

Se interpuso entre Gusaar y Coeos y alzando su cosmos con fuerza comenzó a lanzar haces de luz a tal velocidad que estos emergieron como una peligrosa cuadricula de energía. Los haces avanzaron a gran velocidad hacia su enemigo dejando escasa posibilidad de escape, aunque tratándose de un Titán todo era posible. No podía bajar la guardia.

Miró por unos segundos por encima de su hombro a su compañero que había caído hasta depositar una de sus rodillas en el suelo. Aún podía ver como los rayos serpenteaban por su armadura en recordatorio del terrible ataque que acababa de sufrir. En silencio volvió a mirar al Titán a la espera de ver cual seria su próximo movimiento.

Gusaar de Sagitario había recibido con valentía la descarga del ataque de Coeos haciendo de escudo para su compañero de Capricornio en una estrategia inteligente aunque requería de un gran sacrificio, su vida. Su energía al parecer modifico la atracción negativa de la ráfaga de Coeos impulsando a que la fuerza electromagnética de las mismas se atrajeran.  
Para cuando las energías se encontraron todo el lugar se ilumino disipando con aquello la oscuridad que había cernido el caballero de Géminis, dejando ver con ello las columnas y la gran sala en la cual se libraba la batalla. La explosión removió con su sonido el silencio. Solo Gusaar sabría que tanto había penetrado el ataque del dios, cayendo hincado al suelo mientras campos eléctricos y pequeños cortos circuitos se visualizaban en el ambiente a su alrededor.
Sheigram de Capricornio debía actuar, fue entonces que valiéndose de la estrategia de su compañero descargo con su brazo haces de cosmos a velocidad luz, formando consigo una enmarañada red de ataques consecutivos que dieron paso a una peligrosa red de energía de difícil escape, mas sin embargo no desestimando el poder del titán guardó posición defensiva ante algún ataque enemigo.
Segundos antes la esfera de energía que hace un momento había lanzado Saga se regresaba en contra de él. La esfera dio de lleno contra el cuerpo del caballero de géminis desmembranando las partes de una armadura dorada vacía. Saga había escapado dejando una imagen en su camino. Las partes del manto de Géminis se esparcieron a lo largo y ancho del aposento, desapareciendo justo cuando desvaneció la oscuridad del salón sobre ellos.
Un vórtice en el espacio-tiempo se abrió detrás de Coeos y Saga saliendo de la brecha dimensional trato a toda velocidad de asirse al cuerpo del titán tomarlo por los brazos y apresándolo contra su cuerpo, con el fin de que no escapase ante el ataque de Sheigram de Capricornio. El Santo dorado y todos los presentes sabían que aquello era un acto de locura inmensurable. Saga moriría también junto con el titán si el ataque llegaba a su fin.
No contabas con esto ¿verdad? Dijo Saga mientras una sonrisa ladeada se dibujaba en su rostro, miro a sus compañeros y sonrió asintiendo en un gesto de paz, el geminiano se impulsó hacia adelante para tratar de estrellar y empujar al cuerpo de Coeos contra la red de energía cortante de Capricornio. ¡Por Athena!

La repentina acción de Saga no sólo pillo por sorpresa al titan, sino que hizo que Sheigram abrirse sus ojos de par en par. No podía creerse que el Géminiano estuviese arriesgando su vida de esa manera. Aunque Coeos estuviese frente a él no sabia cual podía ser la reacción del Titan, y él... una vez lanzado su ataque no podía hacerlo desaparecer. Era demasiado arriesgado y lo último que quería era herir a un compañero. Por eso su cuerpo se tensó al ver como el Titan se revolvía bajo el agarre de Saga, vio como conectaba sus brazaletes para crear una potente descarga electrica que recorrió todo su cuerpo. A partir de ahí todo empeoró. Saga fue lanzado contra la Red de energía mientras que el Titan aprovechaba para lanzar contra ellos un torbellino de rayos a tal velocidad que apenas podía distinguir las oscuras manos y puños que se creaban peligrosamente a su alrededor.

Maldita sea... - Su mente intentaba buscar un plan alternativo, una defensa contra ese ataque. Miró por encima de su hombro hacia Gusaar, no sabia el estado en que se encontraba y le preocupaba que un segundo ataque podudiese agrabar sus heridas. Por otro lado no podía hacer nada por Saga, no mientras estuviese al otro lado de los haces de luz.

Se giró quedando de lado para asi no dar la espalda al Titan y estiró su brazo derecho hacia Gusaar, que aun permanecía con la rodilla en el suelo. Con la palma abierta y apuntando hacia su compañero alzó su cosmos con fuerza creando una potente onda de energía a su alrededor que hizo ondear su capa con fuerza. Podía sentir el ataque de su enemigo acercándose pero no le prestó atención su mirada estaba fija en Gusaar, mirándole severamente.

De la palma de su mano emergió una pequeña esfera de energía dorada que se mantuvo por unos segundos levitando frente a él. Su superficie centelleaba esporádicamente con un intenso brillo blanquecino mientras la energía seguía transfiriendose desde su brazo hasta ella. Y de repente, la esfera avanzó hacia Gusaar, aumentando de tamaño hasta rodearlo por completo. El escudo dorado se había desplegado justo en el momento en el que los tornados de energía los envolvieron.

Los golpes y las descargas electricas comenzaron de forma instantánea, a tal velocidad que apenas podía verlos venir. Eran como si cientos de puños golpeasen su cuerpo una y otra vez, y lo que era peor, era como si pasasen a través de su armadura.
Viendo que apenas podía defenderse del ataque, quiso minimizar la superficie de su cuerpo expuesta, asi que hincó la rodilla derecha en el suelo y alzó su brazo izquierdo para proteger su rostro. Mientras tanto mantenía su brazo estirado hacia Gusaar para mantener el escudo en pie el máximo tiempo posible. A través de su brazo pudo ver como la superficie del escudo centelleaba con fuerza con cada golpe, repeliendo una y otra vez los terribles impactos.

Es tu oportunidad, cupido. - Dijo en tono bajo mientras apretaba los dientes por el dolor y el esfuerzo que estaba sufriendo su cuerpo. Sus palabras serian inaudibles para el resto pero estaba seguro que Gusaar comprendería su significado. Los segundos pasaron y con ellos la potencia del ataque, los tornados de energía oscura comenzaron a disiparse y solo entonces, bajó su brazo derecho. Con ese simple gesto el escudo comenzó a desintegrarse en miles de partículas de energía que fueron arrastradas por los restos del tornado hasta desaparecer.

Hizo lo mismo con su brazo izquierdo, apartandolo de su rostro. A simple vista no mostraba signos visibles del ataque más allá de los pequeños rayos residuales que aún serpenteaban por su armadura y por su carácter difícilmente lo demostraría. Pero el daño era interno, podía sentirlo con cada movimiento por pequeño que fuese y en el sabor metálico de la sangre en su boca. Sin decir nada más, cerró su puño con fuerza, concentrando toda su energia de nuevo. Y sin levantarse del suelo, de un brusco movimiento, giró su cuerpo para que su brazo derecho lanzará un potente haz de luz ascendente.

Excalibur!! - Al contrario que la vez anterior solo un haz emergió de su brazo. Mucho más brillante y potente, tanto que el lugar se iluminó por la resplandeciente luz blanquecina. El filo de su espada avanzó hacia su enemigo cortando limpiamente el suelo a su paso.

La fiera batalla entre los caballeros dorados y el Titan sigue su curso. Una serie de ataques y defensas se habian realizado. Gusaar habia sido dañado por los rayos electricos generados por Coeus, sirviendo como escudo para que Sheigram actuara libremente. Este lanzo un ataque infalible con su brazo derecho y por si fuera poco, Saga habia aparecido atras del Titan para sujetarle y asegurar el golpe. Increiblemente, tras un par de acciones defensivas, el Relampago Negro se safo del agarre e intento lanzar al santo de Geminis como vanguardia al ataque de Sheigram. Sin perder tiempo, usando su poderoso cosmos, el viento se vio alterado y miles de rayos electricos en forma de brazos fueron lanzados primero contra la tecnica de Capricornio y en seguida contra el y Sagitario.

Gusaar observo aquello. No pudo evitar pensar en la semejanza de las tecnicas del Titan. Fue minimo el tiempo que tuvo para reaccionar, pero como el excelente cazador que es, pudo sentir la fluctuacion del viento. Elevo su cosmos dorado y se preparo para actuar ante semejante despliegue de destruccion. Sin embargo, su compañero se adelanto a la situacion, fueron milesimas de segundo de diferencia; las suficientes para que Sheigram pagara su lentitud.

--- No, Sheigram! --- grito mientras se incorpora. Abrio los ojos de par en par al ver el escudo de proteccion levantado a su alrededor. Pero por un instante sus piernas volvieron a flaquear y volvio a arodillarse.

Los rayos dirigidos a el chocaron con la barrera y se desviaron o desintegraron al contacto. A diferencia de los que golpearon a Sheigram, que fue atravezado por cada uno de ellos. No esta seguro del daño causado por aquello. Su armadura se ve intacta, pero la sangre empieza a brotar de el.

Escucho claramente su mensaje. Nego con la cabeza mientras una diminuta sonrisa se muestra en sus labios. Es gracioso como en una situacion asi, podian irse a recordar los momentos graciosos que han pasado en sus conversaciones o entrenamientos. Se puso de pie nuevamente haciendo gala de una increible fuerza mientras su cosmos volvio a estallar.

--- Vamos alla entonces! --- expreso mientras coloca sus manos a su costado. La constelacion de Sagitario se dibujo a su espalda y ahora el viento empezo a alterarse violentamente en su cercania. Y al unisono del llamado a la espada sagrada, se escucho:

IMPULSO DE LA LUZ DE QUIRON!
(Kheiron's Light Impulse)

Spoiler:

Entonces lanzo sus dos brazos al frente con sus manos abiertas causando un fuerte cambio de presion en el viento. Esta vez, aquel elemento de la naturaleza obedecio al santo de Sagitario y un gran tornado se viento dorado se genero desde su ser y se apresuro a velocidades que amenazan superar a la luz contra el Titan. El torbellino fue horizontal de gran diametro para cubrir con facilidad a Coeus y evitar escapara moviendose o saltando. Aquel despliegue de fuerza del aire no solo puede causar grandes estragos en sus adversarios, si no que tenia una intencion principal. El fuerte viento evitaria que Coeus se pudiera mover o al menos con facilidad, y lo mantendria lo suficientemente quieto para que Excalibur hiciera su trabajo.

Lo interesante de aquella tecnica, es que el viento obedece al centauro, por lo que tanto Sheigram como Saga saldrian ilesos de aquello. Un gran esplandor luminico cubre a Gusaar quien por unos instantes, parece un pequeño sol capaz de cegar a quien lo ve.

La energía desagarro por completo la coordinación de sus movimientos dejándole inconsciente al instante mientras las betas de electricidad negra recorrían su cuerpo. Sus ojos se blanquearon al sentir la potente descarga de Coeos y su aprensión fue interrumpida por el titán. Había que hacer más para poder, si quiera, hacerle daño al titán. De su nariz de inmediato brotó una línea de sangre mientras que de su piel se laceraba por el traspasar del voltaje negro. Coeos lo agarro por el cuello y lo lanzo contra el ataque de Sheigram, las delgadas líneas en forma de red se acercaban a una velocidad abismal. Saga despertó de su inconciencia antes de llegar a la red cortante de Capricornio, por unas milésimas de segundo, Saga parecía colisionar con aquella red volviéndose un destello dorado. Pedazos de la capa de Saga volaban por el aire.

En ese instante al abrir nuevamente sus ojos se encontró absorto vagando en otro lugar. Aquel lugar asemejaba al mismísimo espacio. Mientras figuras geométricas y planetas vagaban por aquel espacio de tiempo. Donde se encontraba Saga se sentía el estallar de los cosmos desde el otro lado de la realidad, golpeo fuertemente contra su puño el aire y frente a él  una brecha se abrió para entrar de nuevo a su dimensión existencial.

Spoiler:

Saga caía desde el techo interponiéndose entre la batalla de Coeos y sus compañeros, justo después que Capricornio y Sagitario lanzaran sus ataques. Mal herido, lleno de moretones pero con su ceño fruncido y aun rozagante de poder, Géminis comenzó a intensificar su cosmos, todo a su alrededor se trasfiguro en una extrema oscuridad, una inmensa galaxia a escala se formó en el suelo de aquel salón bajo los pies de los presentes, millones de estrellas comenzaron a aparecer en los espacios oscuros del recinto, concentrándose todo en él, mientras todo se magnificaba. Se sentida como el dorado  comenzaba a atraer masivas cantidades de energía cósmica en un solo punto de su interior. Todo era como un universo, un escenario espacial de miles de estrellas y planetas de diversos colores y tamaños que eran atraídos por Saga.

Coeos prepárate para recibir mi ¡Explosión Galáctica!:

La energía cósmica se visualizó, se formó en una palma abierta del geminiano y luego aquellos cuerpos celestes comenzaron a resquebrajarse, algunos explotaban, otros colisionaban entre sí, magnitudes comiscas se cernían para atrapar a Coeos, ante aquel inmenso poder. El ataque de Saga se fusiono con la gran línea dorada de la técnica, Excalibur la espada sagrada y el inmenso cosmos energía del impulso de la luz de Quirón del Santo de Sagitario en un solo ataque combinado. Durante el ataque, el viento se confluía con la descarga de energía de Sagitario, la luz con la espada sagrada de Capricornio y la serie de planetas y galaxias confluían para ir chocar contra el titán, provocando una explosión masiva de grandes dimensiones catastróficas.

El Estruendo de la colision de los tres ataques fue increible. El templo completo retumbo desde sus cimientos. Las baldozas y el techo se rasgaron. Varias columnas se cayeron al suelo destrozadas y una gigantesta nube de polvo y fuego se levanto donde se encontraba aquel oscuro ser. Por un instante, todo parecio haber terminado. El siniestro cosmo se habia desvanecido. Pero como era de esperarse de un oponente como Coeus, salio de aquella nube caminando. Aplaudiendo el despliegue de poder, pero haciendo notar lo inutil que fue. Al menos, hasta que su casco se partio, y su divina sangre se mostro ante los presentes.

Su arranque de colera fue digno de un dios. Su despliegue energetico se pudo sentir a cientos de metros de aquel templo. El Relampago Negro realmente estaba enojado. La concentracion cosmica en sus brazos anticipaba lo que enfrentarian aquellos guerreros de la esperanza. Sin pensarlo dos veces, el Titan lanzo tres poderosas orbes de oscura energia encontra de los santos dorados. Triste seria el destino de los que se encontraran con aquello. Una tecnica terrible, el Ebony Ilumination.

La esfera que se dirgio contra Sagitario, lo atravezo por completo. Sin embargo, paso sin causar daño alguno aparentemente. Incluso, la esfera no parecio haber sido afectada tampoco. Un parpadeo, en tan solo un parpadeo, la imagen de Gusaar se desvanecio. Al mismo tiempo, un poderoso destello electrico azulado estallo detras del mismo Titan.

Lo que habia pasado no era tan claro. Gusaar no es de los que se confian en una batalla. Sabia bien que aquel Titan seria duro de vencer. Ya antes habia enfrentado a uno de su clase, Oceanos. Y en aquel entonces la impulso de luz no habia surtido algun efecto considerable. Era logico que un ataque combinado entre tres causaran algun estrago mayor, pero no seria suficiente para derrotarle. Por lo que aprovecho el gran resplandor luminico de sus tecnicas para moverse de posicion moviendose a velocidades que amenazan con romper la barrera de la luz. Dejando solo una imagen, una ilusion en la posicion en la que estaba. Un fantasma causado por aquel destello y la increible velocidad.

Y por si fuera poco, su movimiento fue distrazado tambien por la nube de polvo que se levanto. Era cierto que Coeus se mueve mucho mas rapido que los santos dorados, pero todos los factores y su discurso, le dio el tiempo suficiente para colocarse a sus espaldas para cuando lanzo su tecnica.

<< Atenea, mi diosa, brindame tu bendicion. Dame la fuerza para vencer a este terrible oponente. >> penso para si, mientras su cuerpo se tenso e hizo circular todo su poder rumbo a su puño derecho.

Gusaar suele adelantarse varios pasos en sus combates, algo que le da cierta ventaja. Y si es velocidad lo que le faltaba, lo compensaria con adelantarse a los movimientos e intentar aprovechar la confianza del adversario. El haber recibido aquellos rayos electricos tenia un doble proposito. No solo era ayudar a Sheigram a salir ileso del daño y pudiera contraatacar, si no el absorber aquel potencial electrico. Si permanecio hincado, no fue porque el daño fuera increible, si no que estaba asimilando y absorbiendo aquella energia para si mismo. Quiza si hubiera sido una tecnica de mayor potencia, aquello hubiera sido imposible. Ademas, Sagitario ya habia hecho algo similar, al concentrar el cosmos de dos dioses y sus seguidores en una sola flecha para romper la barrera.

Asi fue como concentro todo su cosmos en su puño, que se cerro y se tenso. Ahi coloco tambien toda la energia electrica que logro contener en su cuerpo del ataque de Coeus. Y de un solo puñetazo lo libero todo directo a la espalda del Titan, que esperaba tomarlo desprevenido.

--- Recuerda aquel poder que los derroto una vez.


Y un poderoso rayo de electricidad azul se desplego a muy corta distancia de aquel Titan. Un rayo que sin duda le recordaria el del dios de los dioses, Zeus. Gusaar no solo habia entrado en contacto ya con cosmos divinos, si no que su cuerpo habia recibido tanta presion que rozaba sus mismos limites. Quiza por un instante, alcanzo un nivel mas alla del mismo septimo sentido. La figura de Quiron y sus estrellas se formo atras del santo dorado y una silueta conocida aun atras de el. Aquella que sostiene a Nike en una mano, y a Aegis en la otra.

Tras su ataque de sucedieron los de Gusaar y Saga, combirtiendose en una temible ofensiva de los dorados. El Titan se enfrentaría a tres ataques simultáneos, algo que aún tratándose de un dios, no debería tomarse a la ligera.

El impacto fue brutal, y aunque no podía ver lo que sucedía con el Titan, si que se podía percibir la destrucción que sufría el templo. El techo saltó por los aires, desquebrajandose y viniendodose abajo ante semejante poder. Las columnas más cercanas sufrieron el mismo destino, cayendo sobre el suelo de mármol. Ante semejante fuerza destructiva nada quedó en pie cerca del punto de colisión, por eso, conforme se disipaba la polvareda, al no sentir la presencia del Titan creyó que quizás habrían conseguido su objetivo. Sin embargo no tardó en darse cuenta de su error, los pasos de Coeos resonaron por el suelo, mostrándose sin herida alguna. ¿Tal era el poder del Titan, que salia ileso del ataque de tres dorados?

Lentamente se levantó del suelo resintiendose de las heridas internas, sin embargo no mostró reacción alguna en su rostro, simplemente observó en silencio al Titan. Y fue entonces cuando vio como la sangre comenzaba a caer por el rostro de Coeos, transformándose de uno de sorpresa a otro de completa ira. Instantáneamente desató su poder lo que hizo que se pusiera en guardia. Ya había recibido uno de sus ataques así que esta vez haría todo lo posible para evitarlo, hacer lo contrario sería una locura.

Las esferas salieron disparadas hacia ellos, por lo que flexionó las rodillas y en el último segundo desapareció, no sin antes hacer que un haz de luz hiciese que parte del techo se desplomase sobre su posición provocando que el ataque del Titan golpease los escombros.

Su reacción fue casi tan rápida como la de Gusaar, por eso desde las alturas pudo ver como éste se situaba tras el Titan. Quizás si golpeaban desde distintos ángulos podrían causar un mayor daño a su enemigo. Había sido una suerte que Saga no hubiese sufrido daño con la Danza Excalibur, así que esta vez atacaria desde el aire, así sus compañeros no estarían tan expuestos al filo de su espada.

Sin pensárselo dos veces cruzó sus brazos en forma de X sobre su pecho y canalizó su cosmos en ellos hasta hacerlos resplandecer con una poderosa energía dorada.

Double Excalibur! - Dijo al tiempo que lanzaba un haz de luz con su brazo derecho seguido casi instantáneamente por el izquierdo, generando así dos filos de Excalibur que avanzaron desde las alturas hacia su objetivo, Coeos.

El santo vagaba con dolor y casi ya sin fuerzas por aquella dimensión sin forma, una vez más. Sentía como sus compañeros se agitaban en el plano de la realidad, pero solo se mantuvo allí un segundo, la esfera le había dado casi de lleno en un momento de total descuido, había podido escapar de ella, a otra dimensión, pero su cuerpo tenía contusiones, su boca sangraba al igual que su frente. Sus cabellos azulados vagaban libres sin casco alguno. Saga miro como Sheigram y Gusaar atacaban con prontitud al enemigo. Debían hacer algo, si la excalibur y los destellos de los ataques de Sagitario no hacen efecto quizás los de él menos. Pero debía probar por última vez. El código de un caballero es luchar de uno a uno contra su enemigo, incumplir esa regla es ser deshonesto, pero aquel hombre al que se enfrentaban no era un guerrero cualquiera era un dios que logró escapar de la prisión más poderosa del universo el tártaro.
Realmente no había esperado que el ataque le diera. Saga esbozo una ligera sonrisa.
Maldito titán Dijo Saga a las mentes de sus compañeros. Es momento de ponernos serios.
El santo comenzó a elevar su cosmos, aquella característica aura que cubre a cualquier guerrero protegido por el manto dorado de Géminis, la densidad y grosor del aura mostraban la fuerza que se desprendía del interior de Saga quien parecía sereno con el cuerpo bastante relajado y los ojos cerrados.
Sugiero realizar el acto prohibido de la exclamación de Athena. Dijo Saga nuevamente a la mente de Sheigram y Gusaar.  Es un acto imperdonable como sabrán porque los dorados elevan su cosmos contra un solo oponente, pero esto no es un guerrero, es un titán alguien que amenaza la vida de Sasha Athena.  Nuestro poder no puede contra el titán. Contra todo pronóstico Coeos se levanta siempre.
El plano real nuevamente se colocó completamente negro, ni siquiera se podía distinguir si los combatientes estaban pisando el suelo o no, buscando con ello que su sentido de la orientación perdiese el sentido del equilibrio del titán. Una expulsión de cosmos evidenciaba la posición de Saga, estaba justo arriba de Coeos junto con Sheigram, sin embargo la visibilidad era de cero, pero rápidamente cambio el panorama. Como si alguien activara un interruptor, miles de puntos luminosos brillaron en todos lados; arriba, abajo, izquierda, derecha, adelante y atrás. Realmente parecía como todos flotaran en el espacio, sin embargo era una ilusión creada por el santo de Géminis cuya voz resonó en el espacio, proveniente de todos y de ningún lado a la vez.
Arriba junto con la poderosa Excalibur apareció un gran fulgor como el de una estrella que se encuentra demasiado cerca, pero al mirar mejor se podía ver a Saga en el interior quien peleaba por concentrar su fuerza, la energía que rodeaba a Saga formaba una gran esfera parecida a un sol la cual creció un poco más mientras Saga extendía sus brazos y gritaba.
DESTRUCCIÓN SOLAR!!!!
La energía fue liberada con incontable violencia, como una estrella que explota en el espacio creando una gran onda de choque.

Con cada segundo que pasaba el Titan demostraba que su poder era inmensamente superior. De hecho era la segunda vez que veía como lograba sobrevivir no solo a un ataque, sino a los ataques combinados de los tres lanzados de forma simultanea, tanto frontal como desde diferentes angulos. De algun modo se las había apañado para contrarrestar gran parte de la ofensiva y aunque le hubiesen herido, ellos había sufrido un daño igual o superior, algo que no hacia viable su victoria. Por eso comenzaba a preguntarse que estrategia podrian seguir para acabar definitivamente con él. No se trataba de un enemigo cualquiera, se estaban enfrentando al poder de un dios, uno que luchaba contra los intereses de Athena, un peligro para el Santuario y la humanidad entera.  

Fue en ese momento cuando escuchó la voz de Saga en su mente pidiéndole lo impensable... atacar al titan con una técnica que habia sido prohibida por la propia Athena. Seguramente su compañero de armas había llegado a la misma conclusión que él en lo que respectaba al terrible poder de Coeos, pero... utilizar la Exclamacion de Athena seria ir contra los designios de su diosa. Y él debía respetar sus ordenes por encima de todo, aunque eso le llevase a la muerte.

Vio como Gusaar se situaba a su lado, entre él y Saga, tomando la posición adecuada para ejecutar la técnica. Parecía que ambos habían tomado su decisión... una que era contraria a la suya propia.

Desde el exterior no mostraba más que un rostro serio, mirando a su adversario sin que aun tomase la posición necesaria. Tan solo se agarraba el costado derecho, presionando sobre la armadura con su mano izquierda en un vano intento por mitigar el dolor. Mientras que internamente se entablaba una cruenta batalla por sus ideales. Moriría por respetar la palabra de Athena, pero... ¿Permitiría que sus compañeros sucumbiesen por su negativa? Eran sus hermanos... combatian por la misma causa, darles la espalda seria traicionarles en un momento de necesidad. Su código de honor le impedía hacer algo así,  no les podía dar la espalda.

Y entonces las palabras de Gusaar vinieron a su mente... " Te pido que te anticipes a las cosas, y no quedarte con la pregunta. ¿pude hacer algo mas para evitarlo?. "

Que Athena nos perdone... - Susurró mientras se preparaba para ejecutar la técnica prohibida. La decisión había sido tomada y aunque le consumiera por dentro, ya no habia vuelta atras. En un futuro tendría que afrontar las consecuencias de sus acciones, pero ahora, seria un pilar de apoyo para sus compañeros.

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