Dos príncipes dorados para una sola Andromeda[Ainhoa, Maina]

por **Len de Escorpio** Miér Ene 21, 2015 8:42 am

Mi diosa había regresado. Athenea nos sorprendido a todos con una reunión para anunciar su regreso y para revelar las mentiras que el patriarca nos dijo. Seguramente era un hecho triste que la persona por la que algunos de mis compañeros se sacrificaron para salvar en la misión que me concedió la armadura de oro resultó haber estado engañándonos todo este tiempo. Pero a alguien que nunca tuvo un corazón como yo el hecho se volvía irrelevante y sólo me importaba saber que ahora sólo servia a Athena con quien deseaba poder presentarme formalmente de frente.

No tenia demasiado con esta armadura, básicamente desde que termine esa misión hace semanas pero realmente se ajustaba a mí. Me siento con esta armadura mucho más en armonía conmigo mismo que la que tuve con la de orion.Quizás porqué nunca me senti algo tan glorioso como un cazador sino algo más repulsivo y peligroso como un escorpión.

Es algo irónico ahora que lo pienso pues una de las causas de muerte que se le atribuyen al Cazador Gigante Orión fue la picadura de un escorpión gigante y fue la armadura de escorpio lo que me retiró como el caballero de plata de Orión. Ya sabes lo que dicen, no puedes crear algo sin destruir algo más.

Terminé los preparativos para mi viaje bastante rápido. Ya tenia los suministros necesario para una misión como esta en casa, pero necesitaría comprar más para reponer los suministros usados, pero pase de eso. Básicamente si teníamos éxito en la misión que estaba por venir recuperaríamos el santuario y en tal caso no regresaríamos a este lugar así que no tenía sentido comprar más suministros aquí.

Ahora con esto terminado sólo quedaba decidir que hacer con nuestro tiempo libre. Es claro que hemos de dormirnos temprano, pero hasta entonces quizás debería entrenar y divertirme un poco, moderadamente claro, pues no nos podemos torcer el tobillo antes del baile más esperado del año. ¿Oh, sí?

Fui a entrenar a la Catarata congelada. Fue bastante cool debo decir y mi maestro hubiera amado estar aquí para entrenar él mismo. Pero cuando regresaba al castillo vi una pareja disfrazada de piratas aquel hecho me llamo la atención y ví que entraron a un gran edificio con una gran pancarta y al lado habia una hoja pegada que decía:

Gran fiesta anual de disfraces. Ven con tu pareja disfrazado para la fiesta del año.
Reglas: Sólo gente importantes y caballeros.
Sólo mayores de 15 años

Las reglas no decían que necesariamente tenia que venir en pareja, podías venir tú sólo si quisieras.

-mmm. No es como si me interese mucho socializar. Pero divertirme un poco no estaría mal siempre que regrese a tiempo para dormir. Conozco una tienda de disfraces. Sólo necesito encontrar una pareja...-

No quería ir sólo a la fiesta. Quizás podría venir con una amazona del castillo, sí luce nerviosa o estresada mejor, así le saco más beneficio a esto. Además podía ordenarle a los caballeros de rango inferior al mio. Conocía una tienda de disfraces.

Volví al castillo y empecé a recorrer los pasillos buscando a quien sería mi compañera.

por **Ainhoa de Andromeda** Jue Ene 22, 2015 8:50 pm

La reunion le habia resultado bastante interesante, novedades y sorpresas, rostros nuevos, el saber que todo lo que el patriarca habia dicho causo duda por un momento, preocupacion, sin embargo su diosa habia despejado todo lo que le aquejaba, mejores momentos llegaban, alivio por otro lado, al final no tendria de enemiga a su amiga Kasai o almenos eso esperaba que considerara su amiga momentaneamente su enemiga.

Tenia toda una tarde para meditar al respecto, mas no podia permanecer mucho tiempo inclaustrada en la habitacion provicional en el palasio, sentia que debia despejar su mente por un momento, la pregunta era ¿como?, recordo la biblioteca que este tenia, una buena idea para despejar su mente antes de prepararse para el dia siguiente a la batalla en el santuario.

Camino por los pasillos del palasio, no portaba su armadura como era costumbre, esta ves llebaba un pantalon cafe oscuro de lino y una blusa olgada de color blanco y el cabello amarrado en una coleta, portaba su mascara como era de costumbre, lo unico que se oia ahora en tan pasifico lugar eran sus zapatos resonar ligeramente durante su andar, sumida en sus pensamientos no noto la presencia del caballero de Scorpio que al parecer buscaba algo o alguien.

por **Giovanni de Acuario** Lun Ene 26, 2015 2:53 am

Hace rato ya que el de acuario persigue a escondidas al de Escorpio. Pues por la actitud y gestos le ha dado a entender esta en busca de alguien o algo.

Espera con ansia el pequeño instante que se distraiga para aparecérsele casi de la nada. Sus técnicas de infiltración a menudo son buenas para gastar más de una buena broma, indigno en un santo de Athena, pero en veces siente que hay momentos en los que simplemente lo mejor es relajarse, no siempre se puede estar serio o ser tenso, así es como piensa ese italiano con sombra de barba.

Toma carrera con pasos silenciosos para literalmente abalanzarse sobre el de hebras rojas. -Bichito, amico mío- Menciona tras su infantil travesura. No portaba su dorada armadura, tal la reserva para una ocasión especial o batalla y para destacar en esa ocasión la capucha de sus vestimentas tampoco cubre la mitad de su rostro, como normalmente lo hace -Cosa vuoi?- Pregunta en su idioma materno con sonrisa en rostro, pero como si se corrigiera nega con la cabeza – scusate- Carraspea -¿A quién buscabas? No me digas ¿qué saliste en busca de “diversión”? – Claro, porque todo hombre, ya sea caballero de Athena, Odin o Poseidon tiene sus necesidades… -Non sapevo che eri come- Rie un poco por lo bajo.

Giovanni jamas llegó a pensar que el otro estaba buscando a alguien quien le acompañara a semejante fiesta, tal distraccion sinceramente no estaba de mas, aun si consideraban el partir al alba.

Levanta la vista encontrando a la chica de Andromeda. Que extraña reunion ha tenido acontecimiento en ese pasillo, y podria dar paso a algo mejor, y hasta descabellado. - Buona sera signorina- Tal costumbre sería bastante dificil arrancar de Giovanni, solo resta tener esperanza que los otros entiendan al menos un poco de sus palabras.

por **Len de Escorpio** Lun Ene 26, 2015 4:30 am

Llevaba poco buscando a mi objetivo aunque en el camino note que era el objetivo de alguien. Mi entrenador hizo bien su trabajo así que sé cuando alguien me sigue o al menos tras un rato, pero dado que desconocía sus intenciones hice como si no supiera y seguí mi camino hasta que eventualmente note que era un compañero por lo que con más razón no debía de alarmarme. Quiero decir, era acuario quien me seguía, no se supone que debería ser una amenaza.

Eventualmente encontré a andromeda, no portaba su armadura al igual que yo no portaba la mía, pero reconocía ese cabello y esa figura. -Disculpa...- Le dije pero fui interrumpido.

Finalmente Acuario hizo su movimiento por lo que voltee a verlo mientras corría hacia mí, en mi mirada hubo muerte porque estaba dispuesto a defenderme de lo que fuera hasta que note que no sentia intenciones hostiles de él y lo deje continuar hasta que me alcanzó su voz era juguetona y me puso una expresión de confusión en mi rostro.

Intenté interpretar sus palabras "Bichito amico mio" no era nada difícil de interpretar pero "Cosa vuoi" y "scusate" me resultaron un poco más complicados y me hicieron preguntarme si también interpreté mal lo primero. Sinceramente la manera de hablar del guerrero de acuario me confundía, creo que es italiano por lo que hice un gesto con las manos sacudiéndolas -Sólo español, hem...¿por favore?- Dije con la única palabra italiana que conocía.

Por suerte finalmente dijo algo en español y le entendí, aunque lo siguiente definitivamente no le entendí. Desearía que trajera un traductor consigo o que fuera más claro por lo que pude subir mi fachada y sonreír cruzándome de hombros -....Hem. ¿Diversión? Claro, mañana iremos a casa. ¿Cómo puedo dejar Asgard cuando no la he disfrutado? Puedes venir conmigo si quieres. Entre más mejor ¿Y tú como sabes? - Dije en voz baja antes de fingir sorpresa -¿Me has estado siguiendo?- pregunte con incredulidad. -No, no, no no. Entiendo que soy muy guapo y sensual, pero eso está muy mal, pero lo dejaré pasar por está vez-

Una vez más Gio hablo aunque con andromeda y una vez más no le entendí un carajo. Pero hey, supongo que puedo usarlo a mi diversión por lo que miré a Andromeda tranquilamente -Perdona. Le encanta hablar Italiano. No estoy seguro que dijo, pero que apostaría que dijo que estás bien buena.- Dije como si fuera cualquier cosa antes de mirarme pensativo. -De hecho definitivamente eres una linda chica...Decidido.- Digo con decisión.

Toso un poco antes de seguir para hablar de manera formal -Probablemente ya lo sepas, pero como no nos hemos presentado formalmente lo haré, yo soy Len, caballero de escorpio y requiero tu asistencia para algo el día de hoy. No es necesario que traigas tu armadura, de hecho eso seria contra-producente para la misión. Desgraciadamente no te puedo decir aun de que se trata porque no hay tiempo, pero en el camino te diré. Por ahora sólo requiero tu nombre y saber si nos acompañaras. Te aseguro que no es algo difícil, pero al mismo tiempo pienso que tú eres la única que puede ayudarnos. Así que te lo pido por favor.

por **Ainhoa de Andromeda** Sáb Ene 31, 2015 5:57 pm

Camino por los pasillos del castillo, estuvo en silencio por un momento dicho lugar salvo por el ruido de sus pasos y el tenue viento que soplaba afuera, tal era la calma que podia escucharle, un joven pelirrojo, delgado y alto apareció ante ella, interrumpía su andar,las palabras del caballero dorado fueron interrumpidas por otro de ellos, su rostro oculto fue de sorpresa al ser parte de ese escenario, el de cabello negro hablaba en otro idioma, desgraciadamente era un idioma que ella no entendía lo que le hizo confundirse un poco , le pareció que eran buenos amigos hizo recordarle rápidamente lo que se sentía tener un amigo de esa manera, ella tenia una que ahora para su mala fortuna estaba en el bando contrario.

El ver intentar traducir el uno con el otro le pareció un poco divertido mas no lo mostró por respeto ante la figuras de autoridad que le representaban, los había visto en la reunión con Atenea y les reconocía, poso sus manos y las entrelazo al frente de ella en silencio, esperaría a que terminaran de conversar para retomar rápidamente la palabra con el santo de Escorpio escuchar lo que tuviera que decirle y se retiraría para no interrumpir mas mas aun no podía evitar mostrar una sonrisa por lo divertido que parecía escucharlos.

-Perdone caballero pero no creo que hayan sido esas sus palabras - respondió con tranquilidad a Len que parecía intentar traducirle

-No conozco de idiomas pero puedo intentar interpretarlo como un saludo , en cuanto a sus palabras caballero de Escorpio es grato escucharlas - respondió, intento desviar la mirada y se había sonrojado un poco por lo que agradeció portar su mascara.

Era una escena un tanto peculiar dos chicos bromeando con una inexperta en el tema como lo era ella, sin embargo guardo respeto en toda ocasión,a pesar de haber recibido un alago le pareció una manera extraña pues hasta donde sabia los chicos se basaban en un rostro antes de hablar de belleza mas en ella no había rostro que admirar salvo una mascara que marcaba como una igual ante los hombres, el portar esa mascara hacia una referencia a renunciar a su feminidad por lo que se relajo rápidamente, no podía comenzar a ser vanidosa en ese aspecto cuando nunca lo había procurado dado su rol como caballero.

-Mi nombre es Ainhoa, soy portadora de la armadura de bronce de Andromeda, con gusto ayudare en lo que sea pertinente para cumplir la misión, puede contar conmigo, acepto con gusto el trabajo asignado, mi deber como santa de bronce es apoyar a los santos de oro- respondió tranquilamente con un dejo de emoción por sentirse participe de una misión encomendada a los dorados

por **Maina de Virgo** Miér Feb 04, 2015 1:33 am

Ahora la biblioteca parecía ser aun mas grande y mas sola que de costumbre, la última vez que había estado allí, había encontrado al ya fallecido caballero de Acuario, pensar que aquella había sido la última vez que le vio, sin duda le hubiese agradado haberlo conocido mejor.
Dejó salir un pequeño y suave suspiró, desde temprano es que se había levantado, aunque anteriormente había llegado recién de una misión, pero Maina no estaba acostumbrada a dormir demasiado, y menos todavía con el sentimiento de saber que pronto partirían hacia el santuario.
¿Cuántas veces llevaba ya releyendo la misma página de aquel robusto libro? Ya había perdido la cuenta, no lograba concentrarse o mas bien es que no deseaba concentrarse en seguir la lectura; opto mejor por dejarlo por la paz, levantándose de donde estaba sentada y así ir a acomodar a su respectivo lugar el libro tomado.

Se estiro lo mas que pudo, escuchando el crujir de sus huesos acomodándose uno a uno, y así dejar salir un largo bostezo, sin mucha presencia de sus compañeros, no había nada interesante ni con quien intercambiar una o que otra palabra. Por el no tener misión, no portaba su armadura, dentro del Palacio no lo creía relevante, por ende portaba sus ropajes civiles, aquel vestido hindú, muy al estilo monje budista, rojo quemado bajo el vestido en color beige, aunque era usual que trajera el cabello suelto, por aquella ocasión lo había agarrado en una coleta alta.

Camino a través de los largos pasillos del palacio, sin seguir notando ninguna presencia de sus compañeros, cosa que le hizo encogerse de hombros, todo indicaba que era mejor se fuera ya a su dormitorio e intentará dormir otro poco y recobrar las energías que había gastado en su última misión, pero para ser sinceros, no quería estar en su dormitorio, aunque ella era considerada como la mas alejada de todos los Santos Athenienses, había ocasiones en los que hasta ella misma se hartaba de estar sola.
Frunció los labios, debería considerar el ser un poco más sociable, o acabaría pero que sus antecesores.

Creyendo el hecho de mejor dejar todo e irse definitivamente a dormir, escucho un par de voces provenientes al siguiente pasillo que estaba por cruzar, alcanzando a escuchar lo suficiente, ¿había de alguna misión y no se había enterado? ¿Y qué involucrada a su pequeña alumna? Oh claro que Maina de Virgo tenía que enterarse de ello, dígasele instintos de maestra protectora de su única y querida alumna.

ㅡ¿Os interrumpo en algo?ㅡ

Con su típico porte formal y sereno, se dirigió a los presentes, por supuesto, colocándose al lado de su alumna Andromeda, dirigiendo su mirada sellada a quien había hecho mención de la supuesta misión, claro, nadie mas que el caballero de Escorpio, recién compañero de su último encuentro fuera de Asgard. ㅡNo acabas de una misión, cuando ya estas en otra, Len.ㅡ Con un deje de reproche, mencionó en broma al portador de la armadura de Escorpio, no era de meterse en asuntos externos mucho menos en charlas ajenas, pero añadiéndole al hecho de no querer regresar a la habitación y sin vista de otros compañeros, tenía que.

por **Giovanni de Acuario** Miér Feb 04, 2015 2:48 am

Giovanni sonríe con diversión ante las palabras del de escorpio. -Infatti, pero no es por los motivos que dices, no me gustan los bichitos- Se encoge de hombro al tiempo que hace las palmas de sus manos hacia afuera.

Y un nuevo codazo proporcionado por el de Acuario para el de cabello rojo. ¡Pobre Ainhona! Que tenga una mala impresión suya por un ajeno jamás será su prioridad, suerte que la signorina no se tomara a mal sus palabras. -Tal cual, es un saludo. "Buenas noches" Dejar el italiano de lado no me es tan fácil- Hace una caravana como aquellos príncipes de los cuentos de hadas, una imagen peculiar debido al ropaje extravagante que lleva. -Giovanni Da Firenze, piacere! - Toma la mano de la joven para depositar un beso en el dorso de la misma. –Poseedor de la armadura de Acuario-

Se irguió tras escuchar la nueva voz aproximarse. Su sonrisa se amplia. –Affatto, amazona de Virgo. Buonanotte- Cruza los brazos a la altura de su pecho. Mas sin embargo, la tranquilidad del santo italiano está a punto de esfumarse. –¡DA FIRENZE!- La voz es de una mujer y por el tono no se escucha muy contenta que digamos. Giovanni suspira con pesadez –Esto no va bene.¡Tengo mi propia fiesta!- Con rapidez abre una de las ventanas, apoyando un pie en el margen de la misma - ¡Ci vediamo!- Se lleva la mano a los labios para lanzar un beso a los presentes antes de huir por la ventana, sin temor alguno de la caida.

Justo en ese momento, por la esquina del pasillo, aparece una amazona, la dueña de aquel estruendoso grito, alcanzó a ver el acto que ejecutó el de Acuario y sin decir nada, se lanza tras de él.

por **Len de Escorpio** Miér Mar 04, 2015 1:58 am

Parece que la señorita de andromeda capto la verdad aunque no la broma a lo que sonrío suavemente.
-¿Enserio? vaya, yo creía que sí - dije aparentando ingenuidad ante el asunto. Aunque sabía que el caballero de acuario no quiso decir lo que dije tampoco podía decir que entendía bien su italiano.

Andromeda se presento como Ainhoa y parecía bastante dispuesta a prestar su ayuda por lo que sonreí. -Ainhoa. Que lindo nombre. Y muchas gracias por tu ayuda. No sabía que iba a hacer si te rehusabas. -

En eso llega alguien más quien me hace abrir mis ojos un poco de la sorpresa pues resulta ser nadie más y nadie menos que mi compañera Maina pero rapidamente sonrio. Con Gio y ella aquí ya tenemos 4.

-Anda Maina. Gusto verte de nuevo. Y ya lo sabes. No me puedo estar quieto-

Gio extrañamente dijo unas palabras y tras un grito de una mujer se fue por la ventana con todo su estilo.

-Cuidate acuario. Nos vemos en otra ocasión- Dije tranquilamente mientras dejaba que su perseguidora lo siguiera. No sabía que había hecho para molestar a la amazona que lo perseguía...pero tenia el sentimiento que se lo ganó.

Como sea ahora tenia dos preciosas damas frente a mio y un plan por lo que quizás mi suerte se incremento.

-Bien, Maina. Le andaba pidiendo asistencia a Ainhoa para algo importante y apenas terminaba iba a ir contigo también a pedírtela también.. No te puedo explicar todo ahora mismo porque hay prisa, pero les diré pronto. ¿Qué me dices compañera? ¿Te unes a la aventura? - Le digo con un pequeño guiño y una sonrisa.

Con suerte y aceptaría. No me cabe duda que seria una fiesta genial si podía traer conmigo a tan bellas damas y estoy seguro que les vendría bien divertirse un poco también para variar.

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