El camino del dios (tercer paso)

Aunque eran pocos, ahora los aliados del nuevo reino se habian mostrado ante aquel ente que pretendia ser un dios, asi que desde las orillas del Aqueronte se encaminaron con paso firme hacia la primer prision. Despues de algunos minutos ya se encontraban a las puertas del recinto y sin duda, con ayuda de sus cosmos, la puertas del tribunal se abrian de par en par mientras el nuevo salvador entraba al recinto y sin esperar mucho se coloco en el centro del lugar en posicion de flor de loto y cerrando los ojos hablo a sus discipulos.
-Tengan por seguro que tomar las prisiones no sera una tarea facil, pero no teman, yo los iluminare y les dare lo que necesitan para salir victoriosos, sin embargo son ustedes quienes ganaran o perderan esta prision, asi que solo necesito a dos de ustedes aqui, los demas resguarden el Aqueronte.-
Sin decir mas, Atavaka comenzo el proceso de purificacion, mientras dos espectros se quedaban en el lugar y los demas salian por el tribunal hacia el Aqueronte. El cosmos de Atavaka comenzo a emanar de su cuerpo como una densa niebla que inundaba todo el lugar dando a sus espectros una sensacion de fuerza, ahora Atavaka se dedicaria a retirar la bendicion de Hades que protegia a esa prision y despues la tomaria como suya. Por ahora los santos de Hades no resentirian ningun cambio al entrar al lugar pero los espectros de Atavaka ganarian un poco de fuerza.

Es a partir de este momento que los espectros de Hades tienen veinticuatro horas para detener a Atavaka.

Primera enfrentamiento
Reglas:

Spoiler:

Y allí estaba él. Entre las sombras de los pilares de la primera prisión. Oculto junto a los que vinieron con él. Decidio salir, pues no era propio de él atacar a traición. Quizas fue un error aquello, o quizas fue un acto inteligente pues sabia que trataba con un nuevo proclamado Hades. Los pasos de sus botines se escucharon en la instancia. Mostrando la silueta del soberano de Garuda. Era Aiacos la Estrella Celeste de la ventaja. El Juez miraba con su ceño fruncido entre aires de respeto al rostro de los allí presentes. Su armadura resplandecía a la luz que le tocaba destellando tonos violaceos. Mientras que su casco lo mantenía entre sus manos al nivel de su cintura. Y su cosmos aun no ardía para no mostrar amenaza alguna.

—Atavaka —Dijo el espectro. —Nuevo dios del inframundo. Yo, Aiacos de Garuda. Estrella Celeste de la Ventaja. Me dirijo a ti para decirte que no estoy de acuerdo con lo que haces. Pues es el alma de Hades la que debe escoger su recipiente. Creo que no hay palabras necias, ni groseras en lo que te digo. Si me das una buena razón para haber realizado tan sacrilegio dejare que los tuyos arrebaten mi vida. Sé que contra ti no puedo pelear. Pues tienes el nivel de nuestro dios. Mas si no. Si tus palabras no me convencen yo ofreceré resistencia así salga muerto de este lugar.

Se coloco el casco, mientras otros hacían acto de presencia  y decían en sus palabras su debida presentación, para librar aquella batalla. Sintió el cosmos de los enemigos, y era en verdad respaldado por su nuevo dios quienes amenazantes estudiaba con detenimiento que derrotarlos no sería fácil.

—Quise hacer una avanzada de sigilo —Dijo el Juez después de que todos hablaron —pero no resulto, pues en tu nivel sabes desde ante mano que estamos en este lugar.

-Soberbio y petulante como siempre Aiacos, nunca cambies.

-Así que la oposición finalmente llegaba. Para ser sincero, confiaba en que arribarían algunas estrellas terrestres o celestiales en grupo para atacarnos. Pero no, resultó que el mismísimo juez de Garuda había arribado por lo visto sin compañía aún, para hablarle directamente a Atavaka respecto a lo desacuerdo que estaba con su plan. Ahora bien, entiendo que sea un Juez infernal y todo ¿pero enserio creía que podía llegar aquí nada más y dirigirse a nuestro Dios como si fuera cualquier otro? ¿No aprendió nada de su encuentro previo en el castillo Heinstein? Parece que alguien tendría que enseñarle modales, por lo que emergiendo de las sombras en mi pose usual particular (Sentado en cuclillas) salí a recibir al osado Juez.


-Tal vez estés acostumbrado a que todo el mundo baje la cabeza ante cualquier orden que ladres, pero este es el inicio de una nueva era. Y con eso, un pequeño cambio de administración. Pero claro, ya que estás aquí, te ofrezco el privilegio que te unas a nosotros ahora mismo. Y quien sabe, quizas hasta te deje ser... mi subordinado. ¡Juas Juas Juas!

-Lo veía como una situación ganar-ganar. Si mis comentarios lograban enfurecerlo demasiado, actuaría de forma impulsiva y sería más fácil hacerme cargo de él. Caso contrario y mantuviera la calma, al menos había logrado reírme en la cara de tan molesto individuo, un símbolo de autoridad por el cual no sentía respeto, solo temor. Temor de ser achicharrado o hecho pedazos, pero era fabuloso ya no estar atado por esas tontas emociones. Supongo que ahora entendía un poco más a los jueces. ¿Quien no quisiera alardear cuando se tiene tanto poder?

- Y dime... ¿Viniste solo? ¿Está un grupo de espectros afuera esperando tu señal para entrar? ¿Por que no trajiste tu ostentoso barco? ¿No tenías donde anclar?  

-Para hacer más molesta mi lluvia de interrogantes, cada cuestionamiento que realizaba era acompañado de un salto que me desplazaba a unos metros de donde me encontraba, describiendo con cada brinco una circunferencia que rodeaba al Juez infernal. Dichos movimientos eran ejecutados haciendo alusión a la manera en la que se desplaza un sapo de verdad. Aunque admito que antes solía molestarme tener una sapuri que representara algo tan poco genial como una rana, admito que con el tiempo empecé a tomarle gusto. Al grado que ahora me encantaba imitar el comportamiento de esos anfibios más que nada para molestar a mis adversarios y obligarlos a actuar de forma irreflexiva. No sabía si funcionaría, pero al menos me divertía... sin mencionar que mis verdaderas intenciones eran las de ganar tiempo para el proceso de purificación.

-No esperaba menos de ti Aiacos, siempre con tu sombra defendiendote, parece que sin alguien que te este alavando tanto no te satisfaces a ti mismo - respondi tajantemente

Estaba de mas hablar con el espectro de Behemoth ya que estaba ahi mismo y la ofensa a Aiacos era tambien para ella pues la union entre esos dos se entendia, era tiempo de tomar el control de aquel lugar y estaba lista, Atavaka se habia encargado de darnos el poder a nosotros , sus fieles seguidores para defender este lugar y terminar por purificarlo, entretendriamos a los que quisieran entrometerse en el camino de Atavaka , yo por mi parte tenia un profundo rencor ante aquellos portadores de Garuda, siempre tan cobardes y necesitando quien le este defendiendo, aun no olvidaba como habia sido abandonada por uno de sus antesesores a morir o al menos eso es lo que habria esperado de mi, pero aun seguia aqui, muestra de que no seria tan facil deshacerse de mi, en cuanto se diera la oportunidad no dudaria en confrontar a aquellos espectros que estaban en el bando equivocado

-Lo sabía, lo sabía, Aiacos no venía solo, supongo que hasta él tiene cierto grado de prudencia al no subestimar la situación en la que se encontraba. Lo bueno es que yo tampoco me encontraba por mi cuenta en el solemne deber de proteger a Atavaka de toda perturbación, ya que mi compañera, la espectro de Alraune, emergió de las sombras con pasos sigilosos pero palabras muy agudas, las cuales esperaba ayudaran en penetrar dentro de la mente de los invasores y hacer estragos en su  calma y juicio.

-Bueno verte rubia, será divertido trabajar contigo. Y respecto a ustedes ¿por que no vienen aquí y me muestran que tan indigno soy?

-Aunque mi provocación vino acompañada de una pequeña elevación de mi cosmos, lo cierto es que la energía que emanaba era muy similar a tres cuartas partes de mi cosmos regular. Es decir, definitivamente no debía aparentar una amenaza para ellos, seguro no podía ser concebido más allá de un fanfarrón que no sabe cuando dejar de hablar. Y aunque quizás ese concepto de mí no esté muy alejado de la verdad,  aún me faltaba mucho para manifestar el verdadero poder que ahora poseía. Supongo que quería que fuese una sorpresa.

-... ¿Ohh? ¿Una nueva invitada?

-En efecto,  una nueva aliada de las fuerzas de Pandora arribaba. La joven Cordelia de Ceto, con quien si bien nunca he interactuado demasiado, siempre la he visto con una expresión actitud sumamente inocentes para ser una espectro. ¿En serio así actuaba todo el tiempo? ¿O era solo una máscara para ocultar al verdadero monstruo que ocultaba esa tierna sonrisita? Como fuera, no iba a bajar mi guardia ni tener consideraciones con ella si representaba una amenaza para mi o mi compañera.

- ¿3 contra 2? Eso no es muy justo saben... creo que deberías llamar a más integrantes de tu harem Aiacos, para balancear las cosas. Juas Juas Juas. - Aunque seguía perdiendo el tiempo con  mis mofas, lo cierto es que en ningún momento había bajado la guardia. Curioso como pudiese parecer, lo cierto es que esa pose que tenía en ese momento, era mi posición habitual de combate. Claro que no entraría en acción hasta que ellos lo hicieran; después de todo, yo no soy el que tiene prisa.

OFF: se da como ganador a Atavaka por inactividad, si bien el tema terminaba el jueves creemos que no hay mucho que puedan hacer en un dia, esperamos que para el siguiente tema se organicen bien.


La batalla se llevo a cabo en la primer prision, se trataba de un duelo en desventaja 3v2 siendo los de pandora mayor en numero. En un inicio la batalla fue a iguales, demostrando los atavkenses que podian hacer frente a un juez y dos estrellas celestes, sin embargo, el orgullo del juez infernal lo obligo a buscar una manera de hacer frente a sus rivales y haciendo gala de su letal poder asi como de una gran dupla con Violate de Behemoth, asi como una Cordelia dispuesta a castigar a los traidores, lograrian voltear las cosas a su favor, incluso parecia que podian ganar.
Al ver a sus seguidores en desventaja, Atavaka decide brindarles un poco mas de energia aunque eso les aumentaria algunas horas a su ritual pero al final seria la desicion correcta por que eso ayudaria a los atavakenses a derrotar a sus rivales.

Miklos y Altea se disponian a ejecutar a sus victimas pero fueron detenidos por Atavaka quien dijo que era mejor dejarlos asi ya que si los mataban, los heraldos de hades los levantarian sin un razguño. Los espectros de Atavaka terminaron la purificacion y dejaron a los espectros derrotados en la primer prision mientras ellos se encaminaban a la segunda.

Con ayuda de Thanatos lograron llevar de regreso al juez y las estrellas celestes a giudecca.