Agentes de las profundidades (Tatenashi de Scylla)

Me encontraba dirigiendome a la entrada del templo de Poseidón, pues tendría que salir a una misión de mi señor Poseidón. No se me había dicho casi nada, más que la ubicación, y que quizás sería un largo viaje. En mi camino jugaba con una baraja americana, disfrutaba de estar barajeandolas, un pasatiempo muy sencillo.

Me acerqué a la entrada, tendría que salir al exterior para dirigirme a mi objetivo, el volcán Tamu Massif, si bien, no es un viaje turístico, sería interesante ver al que se le considera el volcán más grande de la tierra.

Me ubiqué frente a la salida del templo, y me preparé para vestir mi armadura y salir al exterior, pero antes de eso pude sentir la presencia de alguien más viniendo hacia aquí. ¿Un general marino quizás? Era lo más probable, sería casi imposible que un caballero de Athena estuviese en nuestros dominios en estos momentos.

-¿Se te ofrece algo?

Dije en un tono cortés a pesar de no saber quién era la otra persona. Me quedé expectante a una respuesta antes de proseguir a mi misión encomendada.

Venia desde el templo de atenas, el que por ahora era el segundo templo de nuestro dios, me dirigia hacia nuestro hogar original el templo submarino. Me habian asignado al lugar por que el marino que estaba cuidando del lugar debia salir a una mision.
Es un viaje largo desde Athenas hasta el cabo sunion donde se encuentra la entrada a nuestro templo, sin embargo era un viaje donde se veian tantos lugares diferentes que no me era pesado el viajar tanto. Me apresure a entrar al templo, un gigante remolino en medio del oceano, donde si no se tiene un cosmos bendecido por nuestro señor Poseidon no se podria entrar, asi que sin dudarlo me lance al remolino.

Despues de nadar un poco llegue a la entrada del templo marino donde ya se encontraba el marino quien parecia no estar de buenas por como hablo. Camine hasta su lado y le sonrei -Es asi como tratas a un camarada? parece que cuando vuelvas de tu mision tendre que darte algunas lecciones de cordialidad- sonrei sin embargo le mire a los ojos demostrando que no me doblegaria ante sus palabras.

Pude notar que la persona era un general marino, Tatenashi de Scylla para ser claros. En cuanto se acercó a mi me dijo unas palabras, que si bien, sonaban simples y por su tono de voz hasta alegres,  penetraron en mi una sensación de inconformidad.

No quería sonar realmente rudo, y menos con una dama, una de las lecciones que mi madre se enfocó en enseñarme fue en ser amable y cordial con las mujeres, por lo que detuve mi camino para la misión y bajé un poco mi cabeza para verla a los ojos por la diferencia de alturas,

-"Hmm, mi paranoia me hizo verme algo mal...lo mejor sería disculparme, ¿Pero cual sería la manera correcta? ¿Un solo lo siento? Si, si, podria ser eso...aunque podría ser también un me arrepiento de haber hablado así...quedarme en silencio realmente no me está ayudando más que en simplemente verme peor, y usar la moneda para decidir qué decir no sería lo más apropiado...¿Cuánto ha pasado ya sin que he dicho nada? ¿Segundos o minutos?... Argh, solo pierdo tiempo, mejor solo digo lo que me venga primero a la mente". Lamento mi tono de voz...disculpame.

Dejar salir eso de mi pecho me hizo sentirme algo mejor, mis problemas de comunicación nunca facilitan las cosas, aunque me sentí algo incómodo, sino es que avergonzado por todo lo que me tardé en hablar, pero supongo que si la conversación seguía, podría mantener un flujo...menos lento, o al menos eso esperaba.

Lo mire curiosa por saber lo que pensaba, no es que hubiera tardado demasiado en responder, tal vez solo unos cinco segundos, pero su cara de verdad demostraba que tenia un lio interior lo cual era bastante gracioso, tan asi que en cuanto solto la disculpa no pude aguantar las ganas y solte una risa -Lo siento, ja es solo que de verdad no me esperaba esto, no hay necesidad de que me trates como una chica, me haria sentir halagada si mejor me trataras como un compañero o mejor aun, como un general marino, que al final es lo que somos no?-
Tome mi casco y me lo quite, esa cosa de verdad que me molestaba, sin embargo era parte de la armadura y su funcion era la proteger una parte vital del cuerpo -mejor- dije en voz alta sin dirigirme a nadie, sacudi mi cabello para que este tomara forma y sin mirarlo de todo comence -Asi que es a ti a quien asignaron la mision Kevin, dime de que trata? o es algo super secreto?- le mire de forma sospechosa, aunque lo hacia jugando, de verdad queria saber de que trataba esa mision.

Pude notar que Tatenashi solo soltó una risa al oír mi respuesta, ¿Y como no hacerlo? seguro me tomó más de un minuto en disculparme y por lo tanto ser objeto de burla era algo que me merecía, aunque me animé cuando dijo que lo que le había dado gracia fue el como la traté.

-¿Entonces fuí demasiado gentil?  Hmm… creo que tengo mucho que aprender todavía.”

Mi compañera prosiguió a quitarse el casco, por lo que vi no parecía gustarle, a decir verdad si resulta ser algo incómodo, pero siempre que uso la armadura lo visto pues se me hace que es una muestra de respeto vestir toda la armadura. En cuanto se acomodó su pelo, prosiguió a preguntarme información de la misión que tenía encomendada.

-”¿Misión...? ohh cierto la misión.” Hmm *se queda pensativo*

A decir verdad, esa era una pregunta que no podía responder. La información que tenía era casi nula, con dificultad sabía donde era. La miré a los ojos unos segundos, y me incomodaba decirle lo poco que sé, pero bueno, si debía tratarla como compañera como ella decía, lo mejor sería decirle los detalles por más pocos que sean..

-Te seré sincero, no tengo idea. Es tan secreta que ni yo la sé. Solo se me pidió ir a un volcán submarino ubicado varios kilómetros afuera de Asia, y que allí hallaría la respuesta. No estoy muy seguro que esperar, pero con tal de servirle al señor Poseidón tengo un propósito en esta vida. Quisiera poder darte mas información, pero me es imposible,  lo lamento.

No estoy seguro si ella estaba de acuerdo con la respuesta, a decir verdad yo no lo estaba, pero era la única que había. A temor de matar la conversación pensé en iniciar una. Ciertamente son pocas las veces que puedo hablar tranquilamente con alguien más, así que mejor intentar disfrutar estos momentos.

-Y … “hmm,  veamos, veamos...un buen tema de conversación...creo que se me vino algo a la mente” *con un tono algo dudoso*  Ehmm... ¿Y tú vienes de una misión Tatenashi? “si, una buena pregunta, estoy mejorando bastante hehe... debería de dejar de hablar tanto conmigo mismo”

Al parecer el no sabia nada acerca de su mision y parecia decir la verdad asi que me puse un poco seria y con una mano en la barbilla le respondi -Poseidon sabe por que omitira esos detalles, supongo que lo sabras en cuanto llegues, ten cuidado- entonces Kevin parecia pensativo y volvio a hablar a lo cual con una cara de decepcion conteste -Me temo que no, no he tenido nada de accion desde que tomamos el santuario, fui enviada a aqui para cuidar el templo marino mientras tu salias a tu mision- torci la boca un poco para demosrar mi inconformidad -ojala fuera yo quien fuera la elegida para la mision..... aunque supongo que tus habilidades son mejores para este asunto, no dudo de la sabiduria de nuestro señor- me voltee para mirar el templo marino y despues regrese hacia mi compañero -No entiendo, si Poseidon ahora controla el santuario, por que conservar este templo? ya nisiquiera hay habitantes, todos parecen estar en la superficie- suspire -Supongo que debo dejar de cuestionar todo y solo ser un buen soldado y servir a mi dios como debe ser- puse mi mano en la frente emulando un saludo militar.

Noté algo de inconformidad en Tatenashi con su respuesta, al parecer a ella no le agradaba no tener misiones. Cuando la oí decir eso me pasó por la cabeza invitarla a que me acompañara, pero si la misión es tan secreta, no creo que sería una buena idea, así que saqué ese pensamiento de mi cabeza.

Sorpresa mía fue el notar decepción y duda en sus palabras, referente al tema de lo solitario que era el templo marino, cosa que en lo personal no me molestaba, pero por el carácter tan alegre de ella, seguro la hacía sentirse encerrada, sino es que frustrada.

-Hmm...Supongo que debe conservar bien cuidado este templo en caso de que el santuario sea atacado....somos algo así como el último recurso de Poseidón...¿como iba la frase? hm...oh claro, lo mejor para el final.

Tatenashi volvió a su actitud usual, sonriendo y ahora haciendo un saludo militar, no pude evitar dejar salir una breve sonrisa, es cierto lo que dicen, la felicidad es contagiosa.

-Bueno, no solo somos máquinas de guerra, es normal tener dudas así como también puede llegar a ser cansado el no poder hacer nada todavía, aunque en lo personal prefiero las cosas así, realmente no me agrada mucho pelear, por lo que estar en este templo me resulta un muy buen lugar para meditar y relajarse.

No sabía si ella compartiría mi punto de vista, a decir verdad, no creo que lo hiciera, se ve como alguien muy activa, lista para un combate o para sobrepasar cualquier obstáculo, pero a decir verdad ese no era mi estilo, la única pelea que estoy buscando es con aquel que causó la muerte de mis padres, pero eso será a su debido tiempo, si es que llegó a tener la oportunidad, y teniendo esos pensamientos por la cabeza, me dio el instinto de abrir el compartimiento de mi collar para ver la foto que tenía con mis padres.

-”Algún día...hmp, estoy a medio de una conversación, esto no es momento para eso.”*Cierra el collar rápidamente y lo suelta para que siga colgando de su cuello* En fin...no te voy a mentir, a veces salgo de aquí para poder entretenerme un poco, así que si en serio estás aburrida, luego puedo llevarte a un casino, aunque no sé que tan familiarizada estés con ellos

Lo vi observando aquel colguije en su cuello y el como lo guardo, sin embargo no dije nada por respeto, era demasiado pronto como para ser preguntona. -Supongo que esto es demasiado tranquilo para mi y por lo que tu dices deberiamos cambiar de lugares tu aqui meditando y yo alla rompiendo craneos- Golpee mi mano derecha contra mi palma izquierda haciendo un ademan de rudeza mientras sonreia - Por lo de salir a un casino no lo creo, no soy de ese tipo de emociones, preferiria una supervivencia en la selva o escalar una montaña- encendi mis cosmos concentrandolo en una mano haciendo que esta resplandeciera en un tono rosado -aunque con esto, supongo que ya no tiene chiste hacer ese tipo de cosas, supongo que ahora lo que esta a la alturade mi seria matar dragones o cosas asi- la idea de mi enfrentandome a un dragon me parecia muy graciosa, si es que existiera uno, pero debia recordar que hace unos años nunca me hubiera imaginado que los dioses de la mitologia griega estuvieran vivos de verdad. -Pero no te preocupes en algun momento tendremos una aventura juntos-
Por alguna razon y despues de una ternidad de pensar, que realmente no habia sido mas de un segundo, se me ocurrio una pregunta -Y dime, por que sirves a Poseidon? Si bien las escamas nos eligieron, los santos atenienses nos han demostrado que se puede elegir a quien servir, asi que me gustaria conocer tu razon, claro, si tienes una-

Sabía que mi compañera se veía del tipo de personas activas y listas para un combate, pero no sabía que estaba tan interesada en esos asuntos, al parecer en serio disfrutaba de pelear y otras actividades físicas, pude haberle comentado que en el casino indicado tienden a sobrar peleas pero no fue de mi interes convencerla en mi hobby, aun así su interés en “romper craneos” como ella había dicho, ciertamente no lo esperaba, no había conocido a ninguna mujer con esa personalidad, ciertamente una aventura junto con ella, sonaría a algo divertido.

La conversación se movió a otro tema, esta vez con la pregunta de ¿porqué sirvo a poseidón? Me quedé pensativo unos momentos, a decir verdad mi proposito era breve, pero también era una base muy fuerte que sostiene mi vida.

-Mi...proposito... Bueno, a decir verdad yo sirvo a Poseidón por 2 razones. La primera es por el hecho de qué comparto sus ideales y mi fé por él es lo unico que me queda en este mundo. Sobre el segundo motivo...

Sentí un dolor de cabeza, el solo recordar aquellos momentos traumaticos me ponía bastante tenso. Apreté el puño con fuerza y el imaginarme aquella risa sarcástica en mi cabeza me tornaba incomodo, al grado que empecé a manifestar mi cosmo a mi alreedor inconscientemente.

-Es simple,Venganza. Venganza contra aquella persona que se llevó todo...

Dejé salir un largo respiro para relajarme un poco, así como fui disminuyendo el cosmo que se había manifestado de mi parte. Casi fingiendo como si ese leve descontrol no hubiera pasado, dirigí mi palabra a Tatenashi.

-¿Y que me dices de ti? ¿también tienes algún motivo por el cual luchar?

Habia notado el cambio de humor de Kevin, tal vez seria algo relacionado con aquel medallon pero no iba a preguntar, no era necesario hacerlo por ahora. La pregunta de Kevin no me habia tomado por sorpresa, sin embargo no era algo en lo que pensara muy amenudo asi que por unos segundo pense en mi respuesta -Supongo que estoy aqui para proteger a quienes son mas debiles, como lei en algun lugar "con un gran poder, viene una gran responsabilidad"- En general me referia a los chicos que vivian en el orfanato donde ella crecio, pero no dudaria en proteger a quien lo necesitara.
De pronto senti un golpe de realidad, al parecer lleva un largo tiempo platicando con Kevin sin recordar que ambos teniamos encargo por hacer y el de Kevin parecia mas importante asi que debia salir rapido -Acabo de notar que ya llevamos un buen tiempo aqui y hemos olvidado nuestras responsabilidades, deberiamos regresar a ellas o nuestro señor nos colgara- Hice una cara de falso susto y despues sonrei y di una palmada a Kevin -Gracias por la platica fue asombrosa, ahora hay que largarnos de aqui- Dije y sali corriendo para voltar y gritar -Nos veremos despues!!-