Lo bello tambien puede ser peligroso [~Orion~]

Con Kasai parecía haber tenido una buena resolución a los conflictos que tenia, si bien no le pediría por la fuerza que regresara a su lado, ambas habían tomado caminos diferentes desde ya hace bastante tiempo quedando solo los gratos recuerdos de una infancia con ella, le dolía en el alma el no tenerla a su lado, su ideal seria pelear codo a codo como cuando eran entrenadas mas el destino de ambas no estaba marcado como tal, a pesar de ser de un ideal flexible algunas veces le era imposible pensar de esa manera, pero si algo había aprendido en los días en Asgard y de su maestra Maina era que el tiempo acomodaba las cosas y solo hasta ese momento algunas de las cosas debían dejarse, meditar, crecer, entrenar, florecer cual flore en primavera, ser mejor persona y guerrero no por Kasai, no por Sora, no por Maina si no por ella misma, en ella misma debía estar la satisfacción y ello era un camino que debía recorre sola, el llamado "camino del guerrero".

Bajaba del templo del patriarca donde había visto y hablado con Kasai asi como con Sora que había escuchado cada una de las palabras de Ainhoa con Kasai y había intentado darle consuelo, eso había ayudado bastante pero aun debía meditar las cosas, el nuevo plan para su destino ahora que tantas cosas habían cambiado en tan poco tiempo, en un principio paso tan rápido la casa de Piscis para llegar a la del patriarca que no se percato de lo bello que era ese lugar, ahora que estaba retornando su camino con mucho mas calma podía verlo, pequeños botones de rosas se presentaban tímidamente en los jardines de al rededor, parecían haber estado dormidos hasta ahora que la gran mayoría de los caballeros dorados estaban de regreso, quizá ellas se alegraban de recibir a su protector, un aroma comenzó a cubrir el lugar lo que le agrado y logro detener su paso, su mirada se poso en aquellos hermosos jardines que al igual que ella comenzaban a florecer y a crecer, sabia que era una intrusa en ese lugar, pero aquellas flores parecían hipnotizarla y mantenerla cautiva en el lugar

Ella solo veia las flores pero algo en ellas le llamaban la atencion, el aroma, el color, la belleza en estas o solo el hechomde que estaban en ese lugar, pareciese que decian su nombre en susurros cada que el viento soplaban sobre ellas, la voz de un hombre irrumpio aquel hipnotico momento, ella solo giro su rostro y pudo verlo, el santo de piscis

—disculpe mi atrevimiento, solo pasaba por aqui, aunque debo decir que la belleza de estas flores son hipnoticas , lamento la irrupcion así --respondio

No era su intencion molestarle ni mucho menos causar molestias , conocia un poco de lo que habia escuchado sobre la ultima casa y su guardian, un hombre solitario siempre temeroso de lastimar a alguien o afectar con su veneno, pero siempre tan valeroso y tenaz como los otros santos guardianes , lo que le parecia entender en este momento perfectamente por todo el dolor que estaba pasando la joven, inclino un poco su cabeza en señal de respeto como lo hacia con todos aquellos dorados que habia conocido

- mi nombre es Ainhoa, es un gusto--ella respondio con tranquilidad.

Ella volvio a ver las flores, ahora lograba entender eran peligrosas y a la ves hermosas, algo que sin duda se asemejaba al dueño de dstas, mas era algo que no se atreveria a mencionar, quiza ofenderia al mismisimo caballeros, regreso la mirada cubierta por aquella pesada mascara

- entiendo, no las tocare descuide, conozco la naturaleza del efecto- su maestra le habia hablado de alguno de los caballero, no es cuestion de la persona que portaba la armadura si no de la constelacion en si y naturaleza de cada una, hacia mas facil conocerlos, siempre le habia dicho que debia conocer a sus aliados asi como a sus enemigos para un mayor control de la situacion, pero aunque le hubiese dicho eso le era dificil aun conocer la situacion muchas de las ocaciones, aunque otras no tanto a sabiendas de que aun le faltaba camino por recorrer.

Le sorprendio que le preguntara sobre su estado de animo, no podia ver su rostro a causa de la mascara, posiblemente aun se le podia escuchar en la voz, debia cuidar un poco mas esos detalles, no queria preocupar a un santo de esa manera cuando tenia asuntos mas importantes que atender que intentar entender los sentimientos de una niña.

- descuide, no es algo por lo que deba preocuparse, son solo cosas que quiza pasen rapido, como aquella hojarasca de los arboles en otoño, el viento se encargara de llevarselas - evadio un poco la pregunta no queria involucrarlo en ello

-digame usted, todo esta bien con usted? -pregunto lo mismo para distraer la atencion un poco[/i][/color]

El caballero de oro parecia haber entendido la intencion de desviar la atencion de su persona hacia el, no era ninguna groseria, es lo que menos queria hacer, sabia que el al igual que todos se preocupaban por el projimo, al igual que ella lo haria tambien, no se le podia culpar, pero agradecio internamente que no le obligara a hablR de lo contrario se le quebraria la voz o derramaria lagrimas de nuevo, aun le dolia lo de Kasai e intentaba entenderlo y justificar sus reacciones, todos tenian una reaccion de esa naturaleza en alguna ocacion, ella no parecia ser nadie para juzgarla, su amiga habia desaparecido en ese instante , todos esos años de infancia debia guardarlos solo como gratos momentos nada mas, lo que Kasai habia plantado en el interior ya no estaba mas, eso habia cambiado y era tiempo de aceptarlo.

— la vida por si sola es hermosa sr. la vida es un regalo, es algo indescriptible , es luz y energia, la gente pierde instantes de este maravilloso panorama enfocandose solo en cuestiones rutinarias, en cosas materiales y ya no detienen el paso a observar lo que por derecho les corresponde -explico la amazona, tomo aire y volvio a su argumento

el hombre ya dejo de adaptarse como se hacia desde el inicio de los tiempos, el hombre solo transforma para que el mundo, nuestra naturaleza se amolde a ellos, la sed por un dominio, un control de las cosas a transformado a nuestra raza en un peligro , agresividad , caos, conflicto con la naturaleza, por eso aquel que adora a la naturaleza y le brinda tributo es un hombre de admirar, como usted sr. Orion -le respondio ella en ese momento, algo de las tantas cosas que su maestra le habia orillado a analizar y meditar y que ahora entendia, ella estaba por la senda del camino a la iluminación.

Ella cerro los ojos al sentir la brisa soplar, aromas traia consigo y al orotaba ligeramente el cabello de ambos, esperaba que aquel argumento utilizado no fuera a aburrir al santo dorado, si bien el habia comenzado una conversacion con ella para hacerle sentir mejor olvidandose de lo que arrastraba, ella se desahogaba de esa manera.

- yo no lo llamaria maldicion, es como decir que la privacion del sentido de la vista de mi maestra fuera tambien una maldicion, yo lo consideraria un sacrificio , pero no es realmente malo o asi lo creo yo, es por un bien comundo, mi maestra lo hace para alcanzar la iluminacion, de ahi el sacrificio, usted sr. disculpe mi atrevimiento fue para portar el manto dorado que lleva ahora, para ser digno de proteger a la personas que ama aunque su sacrificio es la soledad, pese a eso usted esta tranquilo si logra cumplir su deber- respondio explicando lo que consideraba mas como un sacrificio por algo aun mejor que una maldicion o castigo

- aun siendo caballeros de la elite de Atenea esta en su derecho de tener sueños como todos , no debe perder la fe Sr. Orion, el camino esta lleno de rocas con las cuales tropesar, esta en su derecho, pero su obligacion es levantarse; asi mismo es para con sus sueños, dejaran de ser sueño hasta convertirse dn realidad, bisque su realidad .

El conversar con el santo de Piscis le tranquilizaba, ayudaba a despejar de su mente todas aquellas inseguridades que en su alma se albergaban, ayudaba a meditar cada situacion , un desahogo espiritual, difundir la palabra de la santa de Virgo y meditar sobre temas mas profundos aue aquellos superficiale, si bien se encontraban en medio de una guerra, el camino a la violencia no era el mas recto de todos ellos, ella lo sabia.

-Sr. si me lo permite, es un castigo el que se impone ante la gravedad del asunto, la dualidad de las cosas es lo que hace falta entender, no hay vida sin muerte, no hay una satisfaccion sin un sacrificio, puede que crea que esos pajarillos hayan muerto en vano dada su imprudencia, pero sirvieron de algo, enseñaron a aquellos polluelos que de ver aprenden que no deben acercarse por mas hermoso que paresca el panorama extendio su brazo y mostro a lo otros dos pajarillos que tras observar se marcharon de ese lugar

-mono ve, mono hace; se puede la entar de los errores de otros por que pronto le llegara el momento o se puede aprender de ello por que ya se sabe que va a pasar -


Ella a pesar de todo se acerco al joven de bellas facciones y con el dorso de su dedo indice limpio las lagrimas del santo, su buen corazon le impedia tenerle miedo almsanto por mucho que este lo sintiera asi, no pasaria nada, de eso estaba segura por ello el atrevimiento.

todo es una tormenta si se desea ver asi-

Ella solo sonrió ante el gesto del santo dorado, aprecio la suave y aterciopelada piel del joven sobre su mano este poseía una temperatura cálida fue la que pudo percibir lo que era agradable, ella solo estaba ahí como cuando una madre brinda amor a su pequeño, el gesto en su rostro no se le podía ver a causa de la mascara que esta portaba, pero a cambio elevo ligeramente su cosmos, no era agresivo ni amenazante, todo lo contrario , tal como su maestra le había mostrado, intentaba tranquilizar al santo dorado con esto, le era difícil entender cual era el temor del pisciano aun cuando esta había demostrado no temer .

Ella solo quedo con el brazo extendido por un momento debido a los rápidos movimientos del joven de hebras azuladas, ella solo negó ligeramente.

—no debes temer cuando nada malo a pasado, tener miedo de lo que pudiera pasar no asegura que realmente fuera a pasar, debes relajarte un poco Orion—respondió tranquilamente.

—serás picado por las espinas de un rosal si así lo deseas, yo eh tenido cuidado, no a pasado nada, pero si este es tu deseo me alejare—respondió con cautela.

Su intención no era incomodar al santo dorado, sintiendo que ya lo había hecho, acataría la petición de este si así es que lo deseaba.