Cada quien tiene su momento para brillar.

El Dios guerrero tenía poco desde que había regresado de aquella misión de reconocimiento en la que participó al lado del caballero dorado de Géminis para conseguir información referente ya sea al paradero de los caballeros de bronce y plata capturados por poseidón, o respecto a la situación del santuario y sus alrededores. Afortunadamente, con la ayuda de un ex caballero llamado Shiroe, descubrieron un plazo de tiempo en el cual podían llegar al santuario y acercarse a los santos que ahora han sido obligados a servir al Dios de los mares.

Luego de informar al Patriarca de la situación, éste comenzó los preparativos para buscar a quienes volverían de vuelta a Grecia y llevarían a cabo la misión con la información provista por Shiroe. Aunque se le ofreció la oportunidad de volver a participar, el Dios guerrero cordialmente rechazó la oferta, diciendo que el tenía sus propias cosas de que encargarse en Asgard, argumentando que sería mejor dejarlo en manos de alguien más. Posteriormente, en su camino de vuelta al bosque, se quedó vagando por el palacio unos momentos, preguntandose con cuantos caballeros dorados y Dioses guerreros contaban en ese momento.

-"Hmp... Por lo que me dijeron Andrik anda de viaje... De los demás dioses guerreros no he sabido mucho realmente... Ni tampoco se cuantos caballeros dorados han despertado ya y vengan en camino aquí. Pero bueno, ya es mi turno de quedarme a vigilar la zona y que alguien más tenga la oportunidad de sentirse útil. De lo contrario, solo un par de caballeros estarían bien preparados para lo que se avecine y los demás no tendrían suficiente práctica."

Meditaba en silencio el caballero de Megrez mientras se paseaba por los amplios pasillos del palacio del valhalla, área normalmente vigilada por el dios guerrero de Mizar, quien suponía seguía de viaje. Después de todo, nunca preguntó si ya había vuelto o no.

-"Solo espero envíen a alguien que tenga cierta elocuencia y habilidad de convencimiento. Después de todo, no sabemos que dudas y mentiras habrá plantado Poseidón en los corazones de esos caballeros.."

El geminiano regresaba de una caminata por las tierras asgardianas, el clima extremo de aquellas tierras parecía ayudar a mejorar la condición física del santo ateniense. El golpe metálico de las botas de la armadura  de géminis resonaban dentro de la entrada del palacio valhala lugar que compartía nombre con el lugar a donde iban las almas de los mejores guerreros nórdicos.

Continuo caminando por el lugar mientras admiraba la arquitectura de quienes habían acogido a los santos dorados y fue un par de pasos después que Saga pudo notar la presencia de Edzard, quien había sido su compañero en su anterior misión en la aldea de rodorio. El santo se encamino a donde el dios guerrero y le saludo -saludos Edzard es un placer verte de nuevo-

Después de un rato de meditar en soledad debido a la ausencia del caballero de Mizar en su puesto, Edzard pensó que ya era momento de regresar a su "puesto". Tal vez pasarse un rato por sui cabaña y acondicionarla un poco por si acaso en el futuro recibía algún invitado a quien valiera la pena atender correctamente; mas en medio de su trayecto, se encontró con el santo dorado quien fuera su compañero en la misión de reconocimiento en Rodorio, Saga de Géminis.

-Hola Saga. -Saludó cortés el Dios guerrero pero sin dejar de mostrar su tono carente de emociones. - Imagino que ya sabes que se llevará a cabo una nueva misión en Rodorio con base a la información que nos brindó Shiroe. ¿Piensas ir?

Preguntó curioso Edzard. Después de todo, desde aquella platica en el bosque con Saga y Regulus (Pese a que fuera más bien él escuchando a los dos visitantes), se había percatado del grado de compromiso del santo de Géminis. No obstante, también cabía la posibilidad que dejara la misión en manos de alguien más y él esperara un mejor momento para actuar.

Saga escucho la pregunta y sin duda alguna contestaría con la frialdad de siempre - No lo creo, me quedare en asgard, ya que cabe la posibilidad de que algo salga mal y entonces asgard y el patriarca queden en peligro, así que me quedare a hacer guardia - El santo de géminis no dudaba de la habilidad de sus compañeros pero había que estar preparado para cualquier situación -Ademas me parece que la situación quedara en las manos de los santos de cáncer y piscis, quienes según el patriarca, están a punto de llegar- Saga dibujaría una media sonrisa en su rostro -además necesitamos saber que tan buenos son los nuevos--

-... ¿Dijiste el santo de Cáncer?

Una combinación de curiosidad, duda e insatisfacción rodeó rapidamente la mente del caballero de Megrez. No solamente había tenido la oportunidad ya de "convivir" con el caballero dorado de cáncer, sino que dado la naturaleza de la misión, no pensaba que era una buena idea. Se preguntaba ¿Enserio alguien querría volver del lado de Athena si él iba como orador? ¿O traería de vuelta a todos esos caballeros dentro de un costal? Aunque no era apropiado, no pudo evitar reir un poco para sí mismo por la ironía de la situación, intrigado de como saldrían las cosas.

-Interesante selección de participantes.

Aunque a decir verdad no conocía al santo de Piscis. Tal vez podría tratarse de alguien simpático y elocuente que pudiera compensar la actitud de patán de su compañero. En cualquier caso, le gustaba saber que ya había otros caballeros movilizandose, después de todo, sería mala idea depender solo de algunos cuantos. Sobra decir que depender de alguien en específico fue lo que llevó al santuario a su condición actual, o al menos esa era la perspectiva del Dios guerrero.

-Por mi parte, llevo algún tiempo sin saber de mis hermanos en armas. Espero estén haciendo algo importante y no termine descubriendo que han estado perdiendo el tiempo. - replicó un tanto inconforme más que nada por su incertidumbre.

-Ja!

Una risa como un ladrido se hizo sonar desde el interior del Palacio de Valhala, concretamente desde un pasillo que da al exterior y por dónde la luz no alcanza cruzar a esa hora del día; ligeros pasos se oyen acercarse a los dos caballeros mientras la figura de un hombre se empieza a vislumbrar gracias a la luz de fuera que empezaba a darle en el rostro casi a la salida de dicho pasillo.

-¿Hacer guardia en Asgard por si algo sale mal? Para eso estamos nosotros, los Dioses Guerreros... Te recuerdo, ustedes son los que vinieron a pedir ayuda...

Así el hombre parece ante ellos sin su God Robe del Dragón Fafnir, apenas vestido con ropa ligera y con una mano en la nuca y una enorme sonrisa sigue acercándose a ellos, su respuesta a Saga de Géminis pudo sonar agresiva, quizá, pero para él ese comentario sonó un tanto a menosprecio. Sigue avanzando hacía ellos a la vez que se relaja hasta que llega cerca de Edzard para darle una amistosa y firme palmada en el hombro a manera de saludo, le da gusto que su compañero regresara con bien.

-No he desperdiciado mi tiempo, Edzard, sabes que debo proteger a Hilda y al Palacio, en especial mientras no sepamos algo de nuestros demás camaradas, hay que tener ciertas precauciones y, por eso es que vine en cuanto sentí un cosmos ajeno a éstas tierras.

Al terminar de hablar su mirada se dirige al caballero dorado al mismo tiempo que su mano se extendía hacia éste para saludarlo.

-Soy Wotan de Dubhe Alpha, bienvenido a Valhala. Por favor ¿Pueden decirme más acerca de los que a pasado? No pude evitar oír acerca de un tal Shiroe y que habrá una nueva misión... a manera de resumen, estuve ocupado en otros menesteres... y quiero estar al tanto de la situación...

Bien podían tomarselo a mal pero estuvo ocupado en otras cosas y no perdía nada con preguntar.

-soy el santo de géminis, Saga, y no es por menospreciarlos pero a diferencia nuestra los marino vienen acompañados por su dios lo cual les dio una enorme ventaja en antenas y haría lo mismo aqui, además no están todos sus guerreros, contandome, solo somos tres así que yo creo que si necesitan mi ayuda- las palabras eran frías pero reflejaban la realidad que veía Saga.
El geminiano tomo su casco y se lo retiro para poder sentirse mas cómodo -en resumidas cuentas un par de santos fueron al santuario a recaudar aliados, tal vez en una semana salgamos a atacar el templo en grecia, todo depende de lo que pase en la mision- el geminiano levanto la mano en un ademán de despedida para ambos dioses guerreros -debo irme, aun hay cosas que debo arreglar, nuestro momento podría estar cerca y hay que tenerlo todo preparado. Un gusto guerrero de Dubhe alpha- el santo les dio la espalda y se encamino hacia la salida con paso firme

-Saludos Wotan, es bueno saber de ti. Bueno saber de cualquier otro Dios guerrero a decir verdad.

Respondió Edzard al saludo del caballero de Dubhe Alpha. Si bien no lo conocía mucho, el hecho de ser ambos dioses guerreros luchando por un objetivo en común le permitía hasta cierto grado confiar en él. Además de eso, había ciertas leyendas y rumores que giraban en torno a la fama de aquel individuo. No sabía si todo lo que había escuchado era verdad o si solo eran como dicen por allí "cuentos de viejas chismosas", pero de tener en su posesión aquel ropaje sagrado, definitivamente debía tratarse de alguien capaz de varias proezas.

-Hmp... disculpa aquel comentario... Ultimamente he sentido que soy el único Dios guerrero por estos lares.

Antes de poder preguntarle por el paradero de los demás luchadores de Odín, notó que Wotan y Saga entablaban una pequeña conversación, la cual concluyó con el santo de Géminis marchandose. ¿Le habría ofendido la actitud del recién llegado? ¿O solamente tenía mejores cosas que hacer? Como sea que fuere, estaba consciente que Saga no era precisamente conversador y que posiblemente estaría haciendo cosas como entrenar o darle la bienvenida a otros caballeros dorados que estuvieran encaminados a Asgard.

-Supongo me corresponde a mí ponerte al tanto. -Dijo dirigiendose a Wotan. -En nuestra estadía en Rodorio conocimos a un ex santo dorado llamado Shiroe. El nos comentó que...

Fue así como Edzard le explicó a su compañero como había un intervalo de tiempo en el que Poseidón, acompañado de varios de sus generales marinos, volvía a su templo en las profundidades, dejando el santuario protegido solo por aquellos caballeros de bronce y plata que fueron obligados a servirlo. Esa sería la oportunidad para que algunos santos dorados reclutaran a aquellos que aún estuviesen dispuestos a defender a Athena. O en su defecto, tal vez reducir los números de las fuerzas del Dios de los mares.

-Eso sería un resumen de la situación. ¿Tu tienes alguna novedad que contar? - Preguntó expectante para ver si Wotan tenía noticias de los otros dioses guerreros o por lo menos alguna novedad interesante.

-No tienes de que disculparte Edzar ya que tienes razón, no se sabe de nuestros demás hermanos y a penas yo hago acto de presencia...

Wotan vuelve a darle una calurosa palmada a su compañero en señal de empatía con una amplia sonrisa aunque denota cierta preocupación a la vez que nota como el caballero dorado se pone comodo con lo cual entiende que se siente en confianza o al menos un poco y, le escucha hablar sobre la situación; atento le oye a él y a Megrez Delta sobre lo que Poseidón y sus generales marinos han hecho así como de su misión de reclutar a más caballero mientras su semblante se pone serio entendiendo la situación...

-Entiendo, y gracias por decirme lo que ha pasado... Hasta pronto Saga... También fue un gusto- Fueron sus últimas al caballero dorado que se retiraba.

-Sabes Edzard, he de reconocer que si necetaremos la ayuda de Saga y los demás, pero no digas que te lo dije... Sobre tu pregunta, lamento decirte que no sé nada de los demás dioses guerreros... Eres al primero que veo desde hace un tiempo.

Off:

-Ya veo. - Replicó Edzard un poco insatisfecho, mas no demasiado puesto que parte de él veía venir esa respuesta. -En ese caso, supongo que tendré que tomar como ganancia el hecho de volver a ver al menos a uno de nosotros.

En vista que no parecía que nadie le proveería información acerca de los demás dioses guerreros, decidió cambiar su forma de pensar y optar por tomar más a consideración a los santos dorados que se iban uniendo a sus filas, sin mencionar el hecho que tal vez los santos de Piscis y Cáncer tendrían éxito en convencer a algunos caballeros de bronce y plata para que se unieran a sus filas. Tal vez luego si había oportunidad, el mismo pediría permiso para buscar a los otros guerreros de Odín... o encontrar nuevos en caso que algo trágico le hubiese pasado a los otros, pero prefería no pensar demasiado en eso.

-Bueno, volveré al bosque por lo pronto. Quizás los árboles y el viento tengan algunas novedades para mí. -Comenzó a marcharse pero se detuvo a unos pasos de la salida, volteandose hacia Wotan antes de retirarse. -En caso que tengas la oportunidad de hablar con la señorita Hilda respecto al paradero de nuestros hermanos, ponme al tanto de la situación si no te surgen "otros menesteres".  

Posteriormente se dispuso a caminar a paso lento hacia la salida, por si acaso la conversación se alargaba y ameritaba su presencia por unos momentos más. Pero de no ser así, simplemente saldría por la puerta del palacio y volvería al bosque, desde donde podía vigilar gran parte de Asgard cual hábil centinela. Después de todo, alguien capaz de comunicarse con las fuerzas de la naturaleza es capaz de enterarse de muchas cosas.