La luz al final del camino [Relampago][Edzard][Noruega]

Luego de una breve parada en la vieja choza de su tío por algo de ropa, dinero y unas cuantas provisiones que le permitirían mantenerse fuera de tierras nórdicas más tiempo que en su última partida, el portador del armadura de Megrez se preparaba para irse una vez más. Aún si aquellas criaturas volvían, podía sentir la presencia de un nuevo grupo de Dioses guerreros, aparentemente suficientemente aptos para hacerle frente a cualquier amenaza. Tanto así, que sentía no valía la pena permanecer allí y estorbarles. No tenía ánimos de dar explicaciones por sus decisiones y mucho menos quedarse a esperar a que el peligro llegara a tocar su puerta cuando estaba consciente que ya se había difuminado en distintas partes del mundo.

-"Si algo llega a pasar aquí en Asgard, ellos podrán encargarse. Pero mi mente turbada solo hará que me entrometa en su camino. Prefiero ir a investigar esas cosmoenergías tan grandes que sentí de camino aquí. ¿Ese tal Cronos del que hablaron los Athenienses? Tal vez el destino de los dioses guerreros sea detener el Ragnarok como dijo Alexander, pero para mi es averiguar quien realmente provocó esa estúpida pelea entre santos y marinos que nos costó algunos Dioses guerreros... y tal vez incluso, ayudar a detenerlo."

Se repetía en sus pensamientos conforme dejaba Asgard, dejando los dominios de Odín y llegando a la tierra vecina de Noruega. No precisamente su tierra natal, pero considerablemente cerca. Si decidiera desviarse un poco inclusive podría llegar a su casa y saludar a sus padres solo para variar... No obstante, el destino tenía otros planes y Edzard dificilmente podía estar en desacuerdo con él.

BANDA SONORA:

Terror, angustia, suspenso. Caos en toda su gloria, concentrado en el centro de una villa cercana a donde se encontraba, por lo que corrió con celeridad a investigar tal entidad que estaba seguro era una de las que estaba buscando. Conforme más se acercaba, más su instinto de supervivencia le decía que huyera, que diera media vuelta y volviera a entrenar. ¿Pero que tanto tendría que fortalecerse para estar al nivel de esa cosa? ¿Un lustro? ¿Una decada? ¿Una vida? No, había ciertas cosas que simplemente ya no podían aplazarse más tiempo.

-"Ya abandoné a mis amigos, a mis aliados, incluso a mis enemigos. ¡Pero ya ha sido suficiente!."

Y entonces arribó. Una figura  muy peculiar flotando en resto de una multitud de adoradores que Edzard con voz férrea ordenó se dispersara, mientras tomaba el primer objeto contundente que tenía a sus cercanías (Una piedra) y la arrojó con fuerza a aquel ser, procurando atinarle a uno de los 3 orificios luminosos de su máscara, la cual hasta cierto punto le parecía un disco de tiro al blanco con 3 posibles resultados correctos.

-¿Te diviertes monstruo? Los santos y marinos deben estarte aburriendo mucho si estás aquí relajándote. - Comentaría con voz seria reuniendo toda la convicción que tenía para poder dirigirle aquellas palabras a un ser que podría vaporizarlo allí mismo si así lo quería. Pero aún así, luego de todas las oportunidades que había dejado pasar, ya no estaba dispuesto a dejar pasar esta.

Ciertamente el argumento del ser luminoso respecto a la idiotez de Edzard estaba bastante correcto. No solo había venido a confrontar solo a un individuo inmensamente más poderoso que él, sino que tampoco tenía un verdadero plan al no conocer las habilidades de su oponente. Sin embargo, parte del ahora nuevo plan del Dios guerrero estaba en el exceso de confianza de aquel individuo. Independientemente que tan fuerte fuera el rival, el portador del ropaje de Megrez tenía en su repertorio todo lo necesario para dejar a cualquier rival en un nivel de poder igual o inferior al suyo. El punto era sobrevivir lo suficiente a que eso pasara.

- Así que un titán... Uno de los hombres de ese tal Cronos imagino. Bueno, te vez como un heraldo de la destrucción bastante paciente para mí. Con gusto te daré una respuesta en un sito más...   - Se detuvo un momento para ver a los transeúntes en los alrededores que pudieran ser víctimas de su fuego cruzado - "Privado". Allí tendrás mi respuesta.

Esperando a que el titán lo siguiera, Edzard comenzaría a caminar hacia las afueras del poblado volteando la mirada en caso que aquel sujeto intentara algo divertido o simplemente para asegurarse que lo siguiera sin causar devastación a su paso. Quería pensar que, siendo el tan poderoso, no le sería molestia acabar con él dada la oportunidad y luego volver a la villa a causar algunos estragos más. Claro que el plan del asgardiano iba más allá de dejarse aniquilar así de fácil, pues se aseguraba de guiar al individuo a la zona con más vegetación que pudiese encontrar, aunque manteniéndose a raya para intentar otras cosas primero.

-Hmp... Es una oferta tentadora... - diría de acceder el ser mitológico a seguirlo, postrándose ante él. -Pero últimamente he tenido una mala racha de tomar malas decisiones.   - Expresaría para que una serie de yacimientos minerales emergieran del piso, 3 para ser exactos, pero solo uno de ellos estallaría en una lluvia de cristales que se precipitaría sobre aquel ente como una ráfaga de jabalinas.  -Como podrás darte cuenta.

BANDA SONORA:

-"¡Así que esa es su habilidad!"

Que el enemigo colocara una barrera fugazmente para protegerse de la tempestad amatista no era algo que realmente sorprendiera a Edzard. Alguien con un cosmos así obviamente contaría con rápidos reflejos y una ágil lectura del cosmos enemigo para anticiparse a ciertos ataques o movimientos. Lo que verdaderamente dejó un tanto estupefacto a al Dios guerrero fue el hecho que aquel individuo había recitado junto con el el mismo diálogo que el no terminaba de decir, no deteniéndose solo para probar su punto.

-Tsch... Entonces por lo visto no puedo sorprenderte... por que tú... tú... ¡Tienes el poder de leer la mente!

Posiblemente la inferencia del Asgardiano no había sido del todo correcta, pero estaba acostumbrado a obtener información de sus enemigos por distintos medios. En muchos casos, estos se encargaban de corregirlo cuando él daba un argumento incorrecto, ya sea por su necesidad de regodearse en demostrar la ignorancia del enemigo, o simplemente para satisfacer una necesidad de ego. Cualesquiera fuera el caso, Edzard solo podía pensar en que solo debía pensar demasiado si eso era parte de un señuelo, reemplazandolo por otro plan que solo tendría medio segundo para concebir o menos.

-"¿Y ahora que está...? ¡Ullr!"

Al ver a su oponente haciendo aparecer una intimidante espada de un material que jamás había visto pero muy parecido al de su armadura, así como preparándose para blandirla, lo primero que pasó por su mente, fue la figura de un oponente que ya había tenido que poseía la habilidad de proyectar energía por su espada e instintivamente sospechó que este enemigo haría lo mismo, quitándose del camino cuanto antes dando un salto a la izquierda seguido de una rodada por la nieve para finalmente colocarse de pie nuevamente. Y aunque toda esa operación pudo llevarla a cabo a velocidad luz, una fina cortada en su mejilla delataría que aún le faltaba poco para estar completamente a salvo de ese enemigo.

- Tal vez no elegí este desafío muy bien que dígamos... - Se lamentó al mismo tiempo que desenfundaba su espada, aunque más bien parecía un contundente garrote de vidrio púrpura con una punta filosa. - Pero luego de haber rechazado tantos, ya no me parece correcto retractarme por enésima vez... además, alguien debía intentar ponerle un alto a tus intenciones. "Tal y como mis compañeros lo hicieron con esas bestias".

Diría en parte para desahogarse un poco y también para ver si el titán le seguía la charla. Después de todo, era una buena forma para ganar tiempo en lo que su espada entraba "en calor".

- Unirme... a ustedes...

No podía negarse que el Dios guerrero llegó a considerar la oferta de su lustroso contrincante. Hasta ahora todos aquellos en los que había confiado le habían decepcionado de cierta forma, pese a que ahora el no era diferente, dejando pasar la oportunidad de ayudar a otros solo por que no lo sentía conveniente o apropiado. Quizas esos puentes ya se habían quemado y era momento de tomar un nuevo camino, especialmente uno que le ofrecían en bandeja de plata. ¿Pero luego qué? ¿Esperar a que ese individuo y sus compañeros se aburran de el y lo aniquilen? Además ¿No fue por su culpa que comenzó el combate entre Santos y Marinos que dio comienzo a todas sus dudas? Conforme más lo meditaba, un sentimiento de rabia e indignación crecía dentro de él, cubierto siempre por una mueca apática e indiferente.

-Te seré sincero... Hay varios objetivos que pudiera lograr con aliados tan fuertes como tú... pero he tenido mala suerte en los grupos últimamente. Y no creo que tengamos los mismos objetivos tu... como sea que te llames. Lo siento pero salvo por el recuerdo de mis viejos amigos ¡Trabajo solo!

Dando un fugaz salto con voltereta hacia atrás, el portador del ropaje de Megrez retrocedió varios metros para guardar su distancia del titán y posteriormente lanzarse hacia el dispuesto a cortarle con su espada. O al menos eso parecía. En el instante en el que el enemigo hiciera algún movimiento que el instinto de Edzard considerara "peligroso", este retrocedería de nuevo con un salto y en el aire ondearía su espada a la vez que liberaba una gran cantidad de fuego al grito de "CONDENA DE SURT". Por la trayectoria en que las llamas serían despedidas de aquella espada, formarían una especie de anillo que cubriría el campo de batalla de vapor al combinarse con el frío del ambiente,mientras que el Dios guerrero aterrizaba en el centro de su propio circulo de flamas.

-"Hmp... parece que ha funcionado... ¡¿Pero qué?!"

No, no era el hecho que su oponente estuviera con vida luego de ser devorado por las flamas de su espada lo que lo sorprendía, es más, el contaba con que un ser así no tendría problemas en resistir un ataque así. Fue más que nada la ausencia de todo rastro de indumentaria (salvo su máscara) en el rival lo que lo dejó un tanto atónito, además de que era peculiar como convenientemente el lustre de su persona y el vapor en el aire impedían que se visualizara demasiado del cuerpo del titán.

-"Viene hacia acá, debo estar preparado pero sin pensar por anticipado, todo debe ser en el momento."

BANDA SONORA:

Conforme el titán se acercaba, Edzard se preparaba para impulsivamente confrontarlo usando su propia espada y tener un pequeño forcejeo en el cual se separarían de inmediato en lo que el buscaba un mejor enfoque al sospechar que esa enorme espada con la que cargaba podía tener más poder y dureza que la suya. Aún así, haría uso de su candente habilidad para prenderse en llamas y compensar cualquier falta de fuerza en comparación a la herramienta de Phebe. Sin embargo, tal choque de fuerzas jamás ocurriría, ya que el Titán lanzaría su espada al aire, haciendola resplandecer con intensidad para dejar ciego al Dios guerrero.

-¡Nggg, Mis ojos!

La temporal pérdida del posiblemente más importante sentido de Edzard, le daría la ventaja a Phebe para aparecer por detrás de él y bruscamente soltar un poderoso rodillazo que impactaría en la espalda del Dios guerrero y lo despediría hacia el tronco de un árbol, que terminaría demoliéndose por la fuerza con la que había sido propulsado el asgardiano. No obstante, en medio de su recorrido por el aire, el caballero de Delta estiraría su mano para hacer contacto con el suelo y decir en voz alta.

-¡TEMPESTAD AMATISTA!

Si bien regularmente la técnica de Edzard requería más tiempo de concentración para formar los yacimientos de amatista desde el piso, cuando estos ya se encontraban en el campo de batalla, hacerlos detonar requería de menos del segundo. Y dado que el Dios guerrero se había prevenido a que podría necesitar un refuerzo para el futuro, había mantenido 2 yacimientos de su primer ataque sin activar, los cuales ahora despedían una serie de cristales con forma de lanza, duplicando la cantidad que en su primer intento. Algunos impactarían la espada de Phebe para cambiar su trayectoria de caída (Que en esos momentos era el cráneo del de cabello violeta) y otros en el titán, quien al estar despojado de cualquier protección, de asertar las amatistas en el blanco, comenzarían a drenar su cosmos facilmente por entrar directamente en contacto con su persona.

-"Además... si esa arma suya tiene algún tipo de cosmos impregnado, mi amatista puede consumirlo también." - Pensaría para si mismo mientras se levantaba, creyendo que Phebe estaba leyendo su mente.

Tras levantarse del piso luego del fuerte rodillazo de "el brillante", el Dios guerrero observó cuidadosamente a su rival, quien luego de retirarse algunos de los cristales de su cuerpo, comenzó a declamar por la gran debilidad que estos le causaban. Posiblemente para hacer que Edzard se confiara, pero este ya estaba al tanto que su técnica no funcionaría tan rápido. El sujeto podría ser más amatista que titán y aún así tomaría un buen rato antes de que quedara en un estado tan deplorable como el que el fingía. No obstante, el tiempo sería aprovechado por el Asgardiano para llegar a una conclusión.

-Hmp... Ya veo... La tempestad amatista es una de las pocas técnicas que me cuesta mucho trabajo como servirá, al punto que, como en esta ocasión, ni me molesto en fijarme donde caerá cada una. Una vez que salen disparadas, ya no depende de mi donde caerán. Pero tú, tu esquivaste una gran cantidad que debían ser un blanco seguro. La única forma en que hubieras logrado tal hazaña es si sabías donde iban a caer, aún cuando ni yo mismo lo sabía. Es decir ¡Clarividencia!  

Claro que también era posible que Phebe fuera un bastardo con suerte, pero la teoría de Edzard cobraba sentido para él y no le restaba crédito a las otras hazañas del titán que le habían hecho pensar al guerrero de Delta que su rival era psíquico. En cualquier caso, el enemigo terminó su farsa y comenzó a resplandecer con un lustre cegador, viéndose el caballero en la necesidad de colocar su espada frente a sus ojos y usarla como pantalla para ver lo que planeaba Phebe.

-¿Pero qué...? ¡Ughh! ¡¿Qué rayos me pasa?!

Pese a que la mente de Edzard solía ser muy inquieta, no había comparación con lo que ocurría ahora. Miles de escenarios al mismo tiempo apareciendo frente a sus ojos, la mayoría mostrando como era brutalmente aniquilado por aquel sujeto, otros cuantos donde el avanzaba impulsivo a la ofensiva a pesar que era obvio fallaría, pero en todos podía distinguirse la mirada de temor y confusión en el rostro de él mismo, independientemente de que universo paralelo se tratase.

-¡¿Así es como ves tu?! ¡¿Como rayos lo soportas?! AHHHH  

Exclamó al final al ser empujado por la onda de energía del enemigo, elevandose unos metros y luego azotando en la nieve con fuerza, desgastando en parte su ropaje sagrado. Pero el dolor de las heridas superficiales era poco comparado con la exasperación de ser testigo de su fracaso en cientos y cientos de realidades diferentes. Aún cerrando los ojos, las imágenes estaban bien tatuadas en su cerebro. Lo único que fue capaz de concebir fue tratar de atacar directamente al enemigo con su técnica de "Espectro Amatista", inspirado por el hecho que vio a un Edzard que lo hacía y tenía resultado, golpeando los descubiertos pectorales y vientre del enemigo, cubriendolo de aún más amatistas. La pregunta era ¿El Edzard de este universo lograría lo mismo?

Por unos instantes solamente, guiado por su instinto y determinación, el cosmos de Edzard alcanzó por unos segundos, un nivel más allá de cualquiera que alguna vez hubiese obtenido, logrando ejecutar un ataque como ninguno, cubriendo en su totalidad al enemigo en una prisión de Amatista. No obstante, a pesar que su manifestación del séptimo sentido había sido algo impresionante, el rival se trataba de un ente divino, difícilmente caería ante algo así, especialmente ahora que estaba dispuesto a pelear con su verdadero poder, convirtiendo aquella espada que portaba en una armadura, con la cual su poder incrementaba por sobre manera.

- "¿Como vencerlo?... ¿Como triunfar sobre alguien que está destinado a ganar?"

- "Phebe... quizás me hayas vencido... pero en uno de esos futuros que me mostraste, algún Edzard será capaz de vencerte justo aquí y justo ahora. Y aunque ese no sea yo, al menos les dejo a mis yo de otras realidades la esperanza de que al menos uno de ellos... es ese Edzard"

- ¡¡¡

BANDA SONORA:

De alguna manera, Edzard había logrado fijar su atención en un futuro donde él era fulminado por un enorme pilar de energía, resignado a morir, pero no sin antes dejar un mensaje a todos aquellos "Edzards" de otras realidades que pudieran verlo. Miró luego a una gran cantdad de Dioses guerreros de Megrez también tomando en cuenta la advertencia del menos afortunado de ellos y dieron un salto hacia atrás para evitar ser alcanzados por el ataque. El asgardiano de esta realidad también haría lo mismo.

- Tienes razón Phebe... Te acostumbras. ¡AHORA INTENTA PREDECIR ESTO!

Luego de su exclamación, el cosmos de Edzard (Y varios otros de ellos de los diversos futuros) incrementaría de golpe por unos momentos, para luego disminuir con casi la misma espontaneidad con la que se elevó. Pero no era por que su fuerza estuviera agotandose, sino por que estaba transfiriendo esa energía a una presencia mucho más sabia que sabría que hacer ante este enemigo. Un poder tan antiguo que a pesar que la humanidad ha intentado destruirla por generaciones, ha sabido adaptarse, regenerarse y castigar a quienes se creen por encima de ella. Era la técnica definitiva de Megrez Delta, LA UNIDAD DE LA NATURALEZA

- "Lo dejo en tus manos..."

Las fuerzas de la madre tierra no se harían esperar, sacudiendo la nieve por debajo del Titán para hacer aparecer pilares, cuchillas, inclusive pequeñas olas que, gracias al cosmos de Edzard, podían alterar su fuerza, velocidad y densidad a voluntad, no sintiendose como simple nieve, sino como acero maleable que golpeaba al enemigo. Lo mismo que los árboles, la tierra, inclusive el vapor que había quedado luego del ataque de Phebe.

Todos los elementos que rodeaban el campo de batalla confabulaban con espeluznante sincronía para proteger al Dios guerrero y castigar a quien atreviese a dañarlo. Ignoraba cuanto más podría ofrecer su cosmoenergía e inclusive su misma fuerza vital a los espíritus de la naturaleza, pero no iba a resignarse ahora. Sus amigos nunca lo hicieron. Si iba a caer, debía hacerlo de un modo digno a la partida de sus aliados... Digno de todos sus yo de otros futuros que confiaban en que él fuera "el elegido"

-Un...¿Héroe?...

Edzard siempre se había considerado muchas cosas, pero pocas eran sinónimos de algo bueno. "Útil" era el término más positivo con el que solía referirse a sí mismo, pero ese enigmático ente aseguraba que de seguir con vida, se volvería un serio problema para él y su raza. En cierto modo, había logrado su objetivo de hacerle frente al enemigo que tanto había buscado y hacerlo sentir preocupación e incertidumbre por su destino... pero solo unos pocos segundos pasaron antes que recuperara el brío y devastara a las fuerzas de la naturaleza con una temible aura de cosmos que desintegraba todo lo que tocaba. Sin ánimos de ver a la madre tierra perder recursos inútilmente, deshizo la técnica.

-¡Maldito! ¡¿Devastarías todo el pueblo solo con tener la esperanza de acabar conmigo?!... ¿Para que pregunto? DESQUICIADOS COMO TÚ SIEMPRE LO HARÁN.

Podía correr. Podía alejarse lo más que pudiera, vivir para combatir otro día y cumplir ese posible destino donde el se volvía un aliado para los enemigos de los titanes, trabajando de vuelta con sus viejos compañeros los santos dorados y una breve tregua con los generales marinos que tan mal le caían. Claro que podía, y sin embargo, antes de darse cuenta, sus manos se estaban recubriendo de unos guantes hechos de amatista debido a una técnica conocida como "Mitón Prisma", a la vez que corría directo al rayo de Phebe y lo detenía con sus nuevos guantes, cuya cualidad era absorber cualquier cosmoenergía para proteger a su usuario... claro que con un poder tan formidable como lo era aquel, no tardarían en reventar. Y seguramente el junto con ellos.

BANDA SONORA:

-¡NGGGGG! Phebe.... ¿Verdad?... Es cierto... hay muchas otras decisiones mejores que pude haber tomado... unirme a ti... dejar que ese pueblo desapareciera...  no haber venido a enfrentarte... o solamente haberme quedado callado y ser un peón más en un juego que no comprendía... pero  las personas a veces hacen cosas sin sentido por razones estúpidas pero que... por que ellas creen en esas razones lo hacen... Es lo que hace a los humanos seres estúpidos... pero también misteriosos... tanto que no siempre puedes predecirlos ¿O me equivoco?

Sus pies derrapaban por la nieve, los guantes de amatista se despedazaron en miles de fragmentos, seguidos de los guanteletes de su ropaje sagrado que no resistieron la presión del ataque del Brillante. Sus manos desnudas y lo que le quedaba de cosmos eran lo único que se interponía entre aquel pueblo y un puñado de ceniza, que era el futuro de todo lo que se encontrara alrededor.

-Pero es gracioso...Me fui creyendo que debía encontrar algo... y solo terminé perdiendo más cosas... cosas que tal vez me hubieran ayudado a vencerte... pero creo,.. no... sé plenamente que el resto de los dioses guerreros tendrá una mejor actitud que yo... encontrarán el modo de hacerle frente a cualquier problema.. ESO TE INCLUYE A TÍ Y A LOS TUYOS, ASÍ QUE NO PIERDAS TU TIEMPO INTENTANDO ACERCÁRTELES.

Sin más que decir, principalmente por que ocupaba absolutamente toda su concentración para lo que haría a continuación, Edzard elevaría su cosmos para tratar de redirigir aquel ataque, haciendo que se eleve hacia los cielos... pero para hacer eso, no bastarían sus ya maltrechas y casi rotas manos, tendría que usar toda su persona, quedando atrapado en aquella vorágine de energía mientras se elevaba a los cielos, perdiéndose en el horizonte. ¿A donde llegaría? ¿las nubes? ¿Las estrellas? ¿El fin del universo? Era dificil saberlo. Pero desde donde sea que estuviera, tuvo energía para hacer 2 cosas. La primera, aventar su espada con tal fuerza que descendería como estrella fugaz cubierta de llamas para intentar encajarse sobre el titán.

-"Gracias ropaje de Megrez... Hmp...a pesar de todos mis errores... de todas mis malas decisiones... siempre estuviste allí cuidándome... pero ahora debes seguir adelante mi viejo amigo... algún otro infeliz va a querer cambiar al mundo... tendrá suerte si te tiene de aliado"

El ropaje sagrado de Megrez Delta se ensamblaría con las partes que quedaran de la armadura, así como la espada de fuego que volvería como por magnetismo desencajandose del titán si lograba atravesarle, para finalmente, una vez unida, volver al palacio del Valhalla, donde acompañaría a alguien nuevo cuyas metas coincidieran más con las de su equipo. Y finalmente, lo último que quedaría del antiguo Dios guerrero de cabello violeta, un maltrecho collar cubierto dentro de un pequeño estuche de amatista  el cual, no haber estado allí guardado, seguramente también se habría vuelto ceniza.


...

Canción:

-Vaya vaya...justo como lo esperaba huuhuhu..

Phebe notó como el ataque fue recibido por el Dios guerrero, que hacía un esfuerzo por resistirlo a como pudiese con el uso de los guantes de Amatista, nada mal, pero el titán sabía que no sería suficiente, y luego prosiguió a escucharlo con tranquilidad, porque Phebe sabía que a este punto el combate se había acabado.

-Huhuhu...sin duda, me dejas en claro en porque los humanos, son creaturas tan sorprendentes...cada día me intrigan como pueden cambiar el futuro de una u otra forma...evento que ya están predichos, simplemente son cambiados porque a un humano no se le antojó que el destino fuese así...es...sorprendente, sin embargo, muchos son solo seres que viven siguiendo el flujo del futuro, sin importarles que pasa...estos no son personas curiosas...son creaturas que siguen la corriente hasta su final...pero aquellos con verdadera fuerza de voluntad, son capaces de alterar las cosas, capaces de forjar un sendero que les convenga...es...sorprendente...pero tu...tu eres más curioso...

El titán solo veía feliz como su oponente sería eliminado de la faz de la tierra, su futuro se acabaría y finalizaría con una amenaza que no debía pertenecer a esta guerra en primer lugar. Dicen que si quieres acabar con algo, destrúyelo desde sus raíces...y justo eso hacía el oráculo, acabar con el problema antes de que se volviese uno.

-Tu...tu fuerza de voluntad..fue no cambiar...fue proteger a esa gente...sinceramente, me asusté un poco, pensé que dejarías el pueblo morir por mis predicciones y lograrías sobrevivir...pero en efecto, hiciste algo sumamente estúpido e inesperado dando tu vida por esos humanos de futuro tan corto...aun son muchas las cosas que debo analizar...pero no cabe duda que cada día comprendo mucho menos al ser humano huhuhu...Fue un gusto hablar contigo, creo que he podido aclarar algunos detalles para mi mismo...ahora que tu futuro como héroe se acabó...disfruta tu futuro como polvo huhuhu

El titán solo notó como el caballero de Megrez Delta comenzaba a elevarse en el torrencial de luz. Su ataque fue uno sumamente poderoso, y sus visiones eran claras, su oponente no saldría de eso por lo que se dio media vuelta para empezar a retirarse

-Huhuh...Bueno, eso acaba con el problema...Los otros Dioses guerreros...Huhuhu, no creo que sean ni la mitad de fuertes de lo que era este individuo...pero solo habrá una forma de sab..:! ¡Maldito!

Phebe logró sentir un proyectil cayendo a toda velocidad, realmente no lo vio a tiempo pues se había confiado en que no ocupaba usar sus visiones habiendo acabando con la amenaza. El tiempo de reacción fue rápido y de un salto logró evitar que le atravesara toda la cara, pero al no haber reaccionado tan rápidamente, el arma si logró perforar su hombro, y sin duda fue un lanzamiento muy fuerte porque logró encajarse el soma del titán por toda la fuerza con la que fue lanzada...

-Nghhh...que infeliz...no importa...no fue como al Phebe del futuro 78...Nghhh!!! (se saca la espada de su hombro y la tira indignado al suelo viendo una visión de un Phebe muerto con la espada encajada en su cara)...vaya bastardo...Disfrutaré acabando con ese pueblo que intentaste proteger para que tu alma quede hecha trizas en el otro mundo...huhuhu....

Sin embargo, Phebe sintió algo, un llamado, se le necesitaba junto a los otros titanes por lo que negó con su cabeza y dio un leve suspiro mientras miraba de reojo aquel pueblo al que el Dios guerrero cubrió

-Uhmmm...así que mi asistencia es necesaria..esta gente tuvo suerte el día del hoy huhuhu, ya luego podré divertirme más con ustedes...Dioses guereros huhuh...me pregunto si Edzard sabía que no me daría el tiempo de acabarcon las personas y fue lo que lo incentivó a su decisión...Huhuhu, humanos, siempre tan curiosos.

El titán se dio media vuelta y entonces comenzó a levitar un poco para luego empezar a desaparecer del lugar, dejando atrás una fuerte cicatriz para el pueblo de Asgard, y una espada encajada en la nieve que era muestra de un valeroso acto de proteger a los inocentes.


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-(llega corriendo un pueblerino en donde estaban peleando Phebe y Edzard) ¡No, VUELVE! ¡Willy aun te ama! (Se tira al suelo porque no fue llevado al mundo que dijo Phebe)