[Pasado] Fiesta en Moscú (Altea)

*En un tren en dirección a Asia*

-Altea querida compórtate como una señorita- se pudo escuchar la voz de mi madre cuando estaba jugando con mis hermanos, los 4 corríamos por el vagón de comedor vació recercado solo para la familia, yo solo estaba jugando a ver quien las traía como toda jovencita sin embargo eso no parece agradarle a mi madre, que prefiere que este sentada quieta, ya sea leyendo un poco de literatura o zurciendo algo como cualquier señorita de alta estirpe, eso lo detestaba

¿por que Florence , Demetri y Santiago podían divertirse haciendo y deshaciendo y yo no? siempre me preguntaba eso, que caso tenia estar haciendo eso si cuando mi madre dispusiera de mi me haría casarme con un joven adinerado y tendría mucamas para ello que hicieran todo sin que yo tuviera que preocuparme, digo no es que no me guste una vida así, a quien le molestaría tenerlo todo y que te hicieran todo, uno llega a acostumbrarse y a amarlo pero no me gustaba las normas de etiquetas que debia llevar solo por ser una chica

Al final mi madre me había obligado a sentarme y hacer recitar algunos versos en voz alta pues según ella una dama debía leer con gracia y fluidez, aunque mientras yo recitaba en voz alta ella parecía haber perdido el interés y estar mas atenta al chisme del gran baile que se llevaría acabo el Asia para celebrar el cumpleaños del primogénito de una gran familia poderosa la cual estábamos cordialmente invitados

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recitaba lentamente algo que me parecía sumamente aburrido al menos hasta que sentí un jalón de pelo, se trataba de Florence intentando llamar mi atención, el era el que siempre incitaba al juego, uno no podía estar quieto con Florence como compañía ingeniando cada nueva aventura para pasar solo el rato

- hey tu pecosa!- susurro volviendo a jalarme un mechón de pelo desde detrás del asiento donde estaba sentada
-oye, no me digas así, tu también estas pecoso y feo- le respondí molesta
- vah! no tiene importancia- respondió desentendido- mejor deja ese libro y divirtámonos
-madre se enojara si no lo hago- volví a responderle
-ni caso te hace, esta mas entretenida con sus amigas que prestándote atención- respondió el de nuevo
-pero y si...- no termine de hablar cuando sentí el jalón, me había tomado de la mano y ahora corríamos en dirección a otro vagón donde nuestra madre no pudiera decir nada

Nuestra madre se percato de inmediato de mi ausencia, nada podía hacer contra eso pues siempre aparecía alguno de mis tres hermanos a sacarme de apuros cuando ella lograba atraparme para hacer todo tipo de labores como esas, quizá por eso me mandaría a una escuela privada para señoritas lo que me incomodaba ya que no vería a mis hermanos hasta vacaciones en algunas ocasiones lo que me dolía de solo pensarlo

Dos días de viaje en tren, dos días incansables en los que mi madre intentaba hacerme de las proesas de una señorita y dos días en los que escapaba con mis hermanos, estoy segura que mi sentencia ya estaba escrita, apenas regresáramos me iría de nuevo a esa escuela privada, así que ya no importaba mucho el cuanto se enojara o las veces que me escapara yo quería pasar tiempo con ellos que me hacían la vida mas amena

*dia de la fiesta*

El evento mas esperado por el que habíamos viajado tanto ya había comenzado, la gente resplandecía con todo tipo de vestidos y mascaras que cubrían su identidad, así como yo, traía un vestido largo con detalles azules, un escote en V y grandes holanes un muy lindo vestido afortunadamente aunque un poco provocativo según a palabras de mi madre por el escote que portaba, cosa que poco importaba ya pues ya lo traía puesto.

vestido:

Casi toda la noche me la pase aceptando bailes con gente que realmente conocía pero que mi madre no paraba de presentarme, en este caso no se por que mi padre nunca se involucro en esto también, detestaba que me presentara como si fuera una muñequita de porcelana con el simple afán de encontrar un joven que me desposase, estaba por cumplir 18 años y era entonces necesario según las etiquetas y costumbres familiares, mis hermanos no podían salvarme en esta ocasión de situación como esta, es mas no tenia ni idea de donde es que se habían metido ahora aunque empiezo a creer que últimamente dependo mucho de ellos para estas situaciones

Con cada joven que mi madre me hacia bailar yo seguía de la misma manera, seria y callada en todo momento simplemente mostrando una sonrisa debajo del antifaz una sonrisa falsa simplemente para no desmotivar al que había aceptado bailar conmigo, y quizá por eso también no se animaban a entablar una conversación posiblemente podría sentir la fría indiferencia de mi parte y lo incomoda que me sentía, en el ultimo baile pude disculparme con quien bailaba bajo el pretexto de tener sed, le hice una reverencia amable y me dirigí a la mesa donde estaba la bebida y los bocadillos, esperando que con eso tuviera un momento