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Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
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Dáskalos T. Gaunt. V.
Edzard
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Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
El patriarca había pasado dato sobre una incomodidad que tenía Lady Hilda de Polaris, al parecer alguien acababa de informar sobre ciertos extraños sujetos así que como ahora Asgard era un hogar para ellos ahora así que también era su deber defenderlos, Regulus fue el primero en llegar al lugar donde el patriarca les había indicado reunirse, la entrada de aquellas ruinas de un antiguo palacio, ahí un tanto ansioso miro hacia el horizonte, no tenía más opción que esperar a por los demás… aunque su instinto le gritaba que se adelantara para interceptar al enemigo, pero no, Regulus fue un poco más paciente… así que aunque fuera de momento el solo, monto guardia en la entrada de aquel lugar, atento a cualquier cosa y en espera de sus compañeros, en su espera comenzó un lento caminar de un extremo al otro de aquella entrada a las ruinas, en su mente había varias dudas… pero se las reservo, solamente miraba el horizonte atento y dispuesto a defender aquel su actual hogar.
Invitado- Invitado
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
-"Parece que ha llegado uno, Hmp... Se supone que aún faltan otros dos. ¿Cuántas posibilidades puede haber de que alguno de ellos sea otro de los dioses guerreros? Es una pena no haberme enterado de antemano con quien colaboraría para esta misión".
Detrás de una columna de piedra a algunos metros de la entrada de las ruinas de Asgard, la silueta de un individuo comenzaba a revelarse por si misma luego de abandonar su improvisado escondite. En un principio se le vería como un simple bulto marrón en medio de los restos de la fina pero maltrecha arquitectura que distinguía a aquellos olvidados monumentos de la historia de aquella tierra nórdica.
Sin embargo, se trataba solo de la harapienta y vieja capa de piel que siempre llevaba esa persona consigo, la cual el viento se encargaría de ondular con una gentil brisa, revelando en breves intervalos un destello color zafiro proveniente del ropaje sagrado perteneciente a aquel que respondería al nombre de Edzard, caballero de Megrez Delta.
- Hmp... Saludos santo de Leo. "Veo que sigue con la prudencia de siempre."
El dios guerrero estuvo a punto de confesar que se había adelantado para examinar un poco el terreno, pero dado el hecho que acababa de salir por el portón que llevaba hacia el interior del área de las ruinas, le pareció que era algo suficientemente implícito como para que el santo de Athena lo figurara por sí mismo. Sin embargo, tampoco confesaría que no se adentró demasiado a la zona, no teniendo intenciones de que su cautela se confundiera con inseguridad, lo cual no estaba muy alejado de lo cierto.
- Lo mejor será esperar al resto. No he sido capaz de percibir ninguna presencia hostil en mi estadía aquí, pero eso puede cambiar en cualquier momento... Ponte alerta.
Una mirada férrea acompaño aquellas palabras, mientras que permanecía vigilante de sus alrededores, preparándose para lo que pudiera ocurrir. Otra forma de saber que estaba preparado para lo que fuera, yacía en mirar como la parte superior de su cabeza vestía el yelmo de la armadura de su constelación. Aunque no muchos conocieran a aquel Dios Guerrero, quienes lo hicieran sabrían que el detestaba llevarlo consigo, por lo que no lo haría a menos que lo considerara sumamente necesario.
-"Solo espero tener la oportunidad de enterarme bien que es lo que sucede. No quisiera tener que llegar a la necesidad de... ". - Sacudió la cabeza solo un momento en un rápido e imperceptible movimiento y siguió vigilando.
Detrás de una columna de piedra a algunos metros de la entrada de las ruinas de Asgard, la silueta de un individuo comenzaba a revelarse por si misma luego de abandonar su improvisado escondite. En un principio se le vería como un simple bulto marrón en medio de los restos de la fina pero maltrecha arquitectura que distinguía a aquellos olvidados monumentos de la historia de aquella tierra nórdica.
Sin embargo, se trataba solo de la harapienta y vieja capa de piel que siempre llevaba esa persona consigo, la cual el viento se encargaría de ondular con una gentil brisa, revelando en breves intervalos un destello color zafiro proveniente del ropaje sagrado perteneciente a aquel que respondería al nombre de Edzard, caballero de Megrez Delta.
- Hmp... Saludos santo de Leo. "Veo que sigue con la prudencia de siempre."
El dios guerrero estuvo a punto de confesar que se había adelantado para examinar un poco el terreno, pero dado el hecho que acababa de salir por el portón que llevaba hacia el interior del área de las ruinas, le pareció que era algo suficientemente implícito como para que el santo de Athena lo figurara por sí mismo. Sin embargo, tampoco confesaría que no se adentró demasiado a la zona, no teniendo intenciones de que su cautela se confundiera con inseguridad, lo cual no estaba muy alejado de lo cierto.
- Lo mejor será esperar al resto. No he sido capaz de percibir ninguna presencia hostil en mi estadía aquí, pero eso puede cambiar en cualquier momento... Ponte alerta.
Una mirada férrea acompaño aquellas palabras, mientras que permanecía vigilante de sus alrededores, preparándose para lo que pudiera ocurrir. Otra forma de saber que estaba preparado para lo que fuera, yacía en mirar como la parte superior de su cabeza vestía el yelmo de la armadura de su constelación. Aunque no muchos conocieran a aquel Dios Guerrero, quienes lo hicieran sabrían que el detestaba llevarlo consigo, por lo que no lo haría a menos que lo considerara sumamente necesario.
-"Solo espero tener la oportunidad de enterarme bien que es lo que sucede. No quisiera tener que llegar a la necesidad de... ". - Sacudió la cabeza solo un momento en un rápido e imperceptible movimiento y siguió vigilando.
Edzard- Dios Guerrero
- Mensajes : 218
Fecha de inscripción : 06/02/2014
Localización : ???
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Una pregunta se repetía constantemente en mi mente. ¿La locura estaba comenzando a invadirme? Solo puedo culpar de ello a la oscuridad, me encontraba sumergido en la oscuridad. Diversos sonidos se apreciaban en el ambiente, intentando ayudarme a recordar. La oscuridad otra vez estaba jugando con mi juicio, negándose en abandonarme, mi cuerpo continuaba inmóvil, no respondía a mis órdenes. – “Odio revivir recuerdos, la debilidad que vienen con ellos me da asco… me doy asco.” – mis ojos se abrieron con lentitud dejándome ver la palma de mi mano, cubriendo mis ojos con suavidad, en un inútil intento de evitar que la luz me diera con fuerza.
No sabía cuánto tiempo llevaba perdido en mis pensamientos. Le levante despacio retirando la nieve que cubría mi armadura, mirando con cuidado mí alrededor, dibujando las siluetas que me rodeaban. De mis labios salir un suave suspiro ente el suave palpitar que mostraba mi cien, una insistente punzada le estaba dando compañía. Dejando que mis dedos acariciaran la fría piel, en un intento por apaciguar ese innecesario golpeteo, podía sentir como mi mente gritaba sin control, insistiéndome en dejarme llevar, pero aún me negaba en volver a experimentar eso. Mis pies comenzaron a moverse sin que lo deseara, preguntándome cuanto tiempo había pasado.
Mi tren del pensamiento se detuvo abruptamente, dos siluetas captaron mi atención, el dorado de uno de ellos era inconfundible. Me acerque a ellos, dejando que la brisa golpeara con fuerza mi cuerpo, un pequeño escalofrió recorrió mi cuerpo aun cuando el frio era algo olvidado para mí, cada uno de mis músculos se tensaron al instante, deteniéndome a unos cuantos pasos de ellos. – Saludos caballeros… – mis palabras salieron huecas, sin sentimiento, automáticas, dirigidas hacia los señores que me regalaban su presencia. Solo fue necesaria una mirada hacia los ellos para terminar, para volver a esconderme en el silencio.
No sabía cuánto tiempo llevaba perdido en mis pensamientos. Le levante despacio retirando la nieve que cubría mi armadura, mirando con cuidado mí alrededor, dibujando las siluetas que me rodeaban. De mis labios salir un suave suspiro ente el suave palpitar que mostraba mi cien, una insistente punzada le estaba dando compañía. Dejando que mis dedos acariciaran la fría piel, en un intento por apaciguar ese innecesario golpeteo, podía sentir como mi mente gritaba sin control, insistiéndome en dejarme llevar, pero aún me negaba en volver a experimentar eso. Mis pies comenzaron a moverse sin que lo deseara, preguntándome cuanto tiempo había pasado.
Mi tren del pensamiento se detuvo abruptamente, dos siluetas captaron mi atención, el dorado de uno de ellos era inconfundible. Me acerque a ellos, dejando que la brisa golpeara con fuerza mi cuerpo, un pequeño escalofrió recorrió mi cuerpo aun cuando el frio era algo olvidado para mí, cada uno de mis músculos se tensaron al instante, deteniéndome a unos cuantos pasos de ellos. – Saludos caballeros… – mis palabras salieron huecas, sin sentimiento, automáticas, dirigidas hacia los señores que me regalaban su presencia. Solo fue necesaria una mirada hacia los ellos para terminar, para volver a esconderme en el silencio.
Dáskalos T. Gaunt. V.- Nuevo
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 19/03/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Había sido encomendado a una nueva misión, ahora parecía, que no iba a ser sólo un compañero, esta vez el llamado sería a cuatro de nosotros, haber convivido con uno ya había sido muy tedioso, ahora cuatro sería peor, sin embargo el lado bueno, era la posibilidad de ver las habilidades de otros caballeros, habiendo visto ya la principal arma de Albafica, y tal vez su única, por supuesto refiriéndome a sus rosas, y el veneno.
Estaba en el palacio de Valhala, ahí me encontraba luego del llamado del Patriarca, con mi armadura sobre mi cuerpo, y el casco bajo mi brazo derecho, ya que no acostumbraba a usarlo, con estas características caminé afuera de nuestro actual santuario, dirigiéndome al lugar al que debía llegar, algo incomodaba a Hilda, y a pesar de esta no ser importante para mí, el Patriarca me lo había solicitado, y de igual manera este no era nadie para mi, pero Atenea lo había elegido a él, y debía hacerme presente en honor a nuestra diosa, aún la intriga de quiénes serían mis compañeros recorría mi cuerpo, mientras me acercaba al lugar pactado por el sumo Pontífice.
Las ruinas se veían algo antiguas, la espiritualidad del lugar, llamaba mi atención, por mi mente pasaba la duda de cuantas muertes habían ocurrido en aquel lugar, me sentía en mi ambiente, pues era levemente tétrico, no sabía quién sería el enemigo, ni me interesaba defender a Hilda, pero al atacar Asgard, se metía con nuestro actual santuario, y debía defenderlo pues era el lugar, al que podía llamar hogar en ese momento.
Miré tres figuras a la distancia, poco a poco se aclaraban sus siluetas, dos compañeros dorados, y un dios guerrero, Regulus, Dáskalos y Edzard, ya conocía a los tres, pero no sabía nada de sus habilidades en realidad, creo que quien fuese el enemigo, la pagaría caro, meterse con los dorados no era un juego, aunque algunos fuesen muy jóvenes, y el dios guerrero, se veía habilidoso, lo que podía ser útil, parecían más ayuda que estorbo, y con la nueva actitud que se había apoderado de mí, admitirlo no era difícil.
- Bien, veo que no mandaron inútiles a hacer esto, al parecer la niña caprichosa y el dictador, saben lo que hacen -
Dije con voz fuerte, con la intención de ser escuchado por todos, mientras me acercaba a ellos, mirando los adentros de las ruinas, que por alguna razón me invitaban a ingresar, voces me llamaban y me pedían pisar sus tierras.
- Ahora que estamos todos, ¿qué es lo siguiente? -
Pregunté, concluyendo con mis palabras, dando oportunidad de responder a los demás, veía en sus caras, que todos teníamos la noción de que debíamos enfrentarnos a alguien, pero ninguno se veía inseguro, al parecer a pesar de no saber lo que es una guerra, estábamos listos para afrontarla, se podía decir que la vida nos había preparado para esto...
Estaba en el palacio de Valhala, ahí me encontraba luego del llamado del Patriarca, con mi armadura sobre mi cuerpo, y el casco bajo mi brazo derecho, ya que no acostumbraba a usarlo, con estas características caminé afuera de nuestro actual santuario, dirigiéndome al lugar al que debía llegar, algo incomodaba a Hilda, y a pesar de esta no ser importante para mí, el Patriarca me lo había solicitado, y de igual manera este no era nadie para mi, pero Atenea lo había elegido a él, y debía hacerme presente en honor a nuestra diosa, aún la intriga de quiénes serían mis compañeros recorría mi cuerpo, mientras me acercaba al lugar pactado por el sumo Pontífice.
Las ruinas se veían algo antiguas, la espiritualidad del lugar, llamaba mi atención, por mi mente pasaba la duda de cuantas muertes habían ocurrido en aquel lugar, me sentía en mi ambiente, pues era levemente tétrico, no sabía quién sería el enemigo, ni me interesaba defender a Hilda, pero al atacar Asgard, se metía con nuestro actual santuario, y debía defenderlo pues era el lugar, al que podía llamar hogar en ese momento.
Miré tres figuras a la distancia, poco a poco se aclaraban sus siluetas, dos compañeros dorados, y un dios guerrero, Regulus, Dáskalos y Edzard, ya conocía a los tres, pero no sabía nada de sus habilidades en realidad, creo que quien fuese el enemigo, la pagaría caro, meterse con los dorados no era un juego, aunque algunos fuesen muy jóvenes, y el dios guerrero, se veía habilidoso, lo que podía ser útil, parecían más ayuda que estorbo, y con la nueva actitud que se había apoderado de mí, admitirlo no era difícil.
- Bien, veo que no mandaron inútiles a hacer esto, al parecer la niña caprichosa y el dictador, saben lo que hacen -
Dije con voz fuerte, con la intención de ser escuchado por todos, mientras me acercaba a ellos, mirando los adentros de las ruinas, que por alguna razón me invitaban a ingresar, voces me llamaban y me pedían pisar sus tierras.
- Ahora que estamos todos, ¿qué es lo siguiente? -
Pregunté, concluyendo con mis palabras, dando oportunidad de responder a los demás, veía en sus caras, que todos teníamos la noción de que debíamos enfrentarnos a alguien, pero ninguno se veía inseguro, al parecer a pesar de no saber lo que es una guerra, estábamos listos para afrontarla, se podía decir que la vida nos había preparado para esto...
"Muerte lenta"- Santo de Oro
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 09/02/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Justo en el momento en que Muerte lenta preguntaba que seguia, cuatro cosmos extraños comenzaron a brillar cerca de ahi los cuales se encaminaban hacia donde estaban los santos atenienses y el dios guerrero, detras de ellos caminaba un hombre quien portaba armadura pero cuyo cosmos no podia sentirse.
-Asi que nuestra rebelion ha sido descubierta no? No es como que no quisieramos que se supiera. Mira que albergar a estos santos en tierras sagradas es una ofensa fatal contra nuestro señor Odin, Hilda debe pagar por ello, pero por ahora nos conformaremos con ustedes- las palabras venian de persona cuyo cosmos no podia sentirse, pero eso cambio en cuanto termino de hablar ya que su cosmos por fin hizo aparicion acompañado de una espesa neblina la cual comenzo a inundar las ruinas impidendo una vision clara -JAJAJAJAJA veamos de que estan hechos santos de Athena, AHORA GUERREROS DEFIENDAN EL NOMBRE DE ODIN PADRE!!- Las cuatro figuras se movieron aunque no podria verse por parte de los santos defensores debido a lo espesa de la niebla. Cada uno de los cuatro guerreros atacaria a un santo y al dios guerredro de Megrez.
((OFF: Frey (el que no tiene armadura) no participa en esta mision, dejando el numero de atacantes en cuatro, mas dolbar que permanece atras))
-Asi que nuestra rebelion ha sido descubierta no? No es como que no quisieramos que se supiera. Mira que albergar a estos santos en tierras sagradas es una ofensa fatal contra nuestro señor Odin, Hilda debe pagar por ello, pero por ahora nos conformaremos con ustedes- las palabras venian de persona cuyo cosmos no podia sentirse, pero eso cambio en cuanto termino de hablar ya que su cosmos por fin hizo aparicion acompañado de una espesa neblina la cual comenzo a inundar las ruinas impidendo una vision clara -JAJAJAJAJA veamos de que estan hechos santos de Athena, AHORA GUERREROS DEFIENDAN EL NOMBRE DE ODIN PADRE!!- Las cuatro figuras se movieron aunque no podria verse por parte de los santos defensores debido a lo espesa de la niebla. Cada uno de los cuatro guerreros atacaria a un santo y al dios guerredro de Megrez.
((OFF: Frey (el que no tiene armadura) no participa en esta mision, dejando el numero de atacantes en cuatro, mas dolbar que permanece atras))
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Una reverencia fue con lo que saludo a aquel dios guerrero, entonces escucho como el caballero de armadura azulada, le indico que se mantuviera alerta… era algo que ese castaño venía haciendo desde que se enteró, pero igualmente hizo caso a su superior.
Su mirada que estaba atenta al horizonte, se desvió unos segundos pues…fue capturada de nuevo por aquel portador de la armadura de Sagitario, cuando se hizo presente… Regulus seguía sin entender del todo bien, porque ese sujeto era algo apartado, sin embargo había algo en el que despertaba ciertas sentimientos extraños en el caballero de leo, al poco tiempo llego el caballero de Cáncer, Regulus lo miro, estaba por decir algo cuando la presencia y voz de unos recién llegados se hizo presente, entonces aquella gatuna mirada celeste del caballero de Leo, se clavó en los extraños. “Pero que carajos… no sentí sus cosmos…” ladeo un poco su cabeza, mirándolos con curiosidad, pues en efecto no sintió aquellos cosmos ajenos hasta que ellos quisieron hacerse presentes ante los dorados y el dios guerrero…
El joven león, con la mirada fija en aquellos invasores, simplemente escucharía con atención al sujeto que se atrevió a hablar.- “-Así que nuestra rebelión ha sido descubierta no? No es como que no quisiéramos que se supiera. Mira que albergar a estos santos en tierras sagradas es una ofensa fatal contra nuestro señor Odín, Hilda debe pagar por ello, pero por ahora nos conformaremos con ustedes-”
Conocía a los diferentes dioses pero recién se enteraba que Odín no los quería en su territorio, Regulus estaba agradecido con lady Hilda por apoyar a Athena en estos momentos tan difíciles, por lo que al escuchar las siguientes palabras de aquel misterioso caballero de armadura violácea y cabellos blancos, su entrecejo se arrugo…noto como una espesa neblina comenzó a inundar el lugar, pero el chico se mantuvo alerta y escucho la voz ajena resonar de nuevo. “-JAJAJAJAJA veamos de que están hechos santos de Athena, AHORA GUERREROS DEFIENDAN EL NOMBRE DE ODIN PADRE!!-”
“Con que querían saber de qué estaba hecho un caballero de Athena… Sin duda el patriarca no se equivocó en mandar a este equipo a patearles el trasero…” Se dijo a sí mismo, la adrenalina comenzó a subir pues escuchar aquellas palabras despertaron ese instinto de pelea del joven castaño, quien atento a cualquier ataque, a pesar de la espesa niebla, podía notar y sentir aun la presencia de sus aliados, por lo que de cierta manera respondiendo a lo que muerte había preguntado… Regulus murmura.- Lo que sigue es defender el templo… -Se mantuvo atento, y fue una pisada lo que advirtió a Regulus sobre aquel ataque, por lo que como medida de defensa, cruza ambos brazos frente a él para amortiguar aquel ataque de parte de su agresor, Regulus de momento solo lograría ver la silueta de su agresor, quien soltó un puñetazo contra aquel caballero dorado, quien si bien retrocedió un par de metros al ser impactado, no fue algo que lo hiririera o algo similar, asi que solo sonrió al ver a su oponente, no muy lejos, pero esperaría a que el diese el siguiente ataque.
Su mirada que estaba atenta al horizonte, se desvió unos segundos pues…fue capturada de nuevo por aquel portador de la armadura de Sagitario, cuando se hizo presente… Regulus seguía sin entender del todo bien, porque ese sujeto era algo apartado, sin embargo había algo en el que despertaba ciertas sentimientos extraños en el caballero de leo, al poco tiempo llego el caballero de Cáncer, Regulus lo miro, estaba por decir algo cuando la presencia y voz de unos recién llegados se hizo presente, entonces aquella gatuna mirada celeste del caballero de Leo, se clavó en los extraños. “Pero que carajos… no sentí sus cosmos…” ladeo un poco su cabeza, mirándolos con curiosidad, pues en efecto no sintió aquellos cosmos ajenos hasta que ellos quisieron hacerse presentes ante los dorados y el dios guerrero…
El joven león, con la mirada fija en aquellos invasores, simplemente escucharía con atención al sujeto que se atrevió a hablar.- “-Así que nuestra rebelión ha sido descubierta no? No es como que no quisiéramos que se supiera. Mira que albergar a estos santos en tierras sagradas es una ofensa fatal contra nuestro señor Odín, Hilda debe pagar por ello, pero por ahora nos conformaremos con ustedes-”
Conocía a los diferentes dioses pero recién se enteraba que Odín no los quería en su territorio, Regulus estaba agradecido con lady Hilda por apoyar a Athena en estos momentos tan difíciles, por lo que al escuchar las siguientes palabras de aquel misterioso caballero de armadura violácea y cabellos blancos, su entrecejo se arrugo…noto como una espesa neblina comenzó a inundar el lugar, pero el chico se mantuvo alerta y escucho la voz ajena resonar de nuevo. “-JAJAJAJAJA veamos de que están hechos santos de Athena, AHORA GUERREROS DEFIENDAN EL NOMBRE DE ODIN PADRE!!-”
“Con que querían saber de qué estaba hecho un caballero de Athena… Sin duda el patriarca no se equivocó en mandar a este equipo a patearles el trasero…” Se dijo a sí mismo, la adrenalina comenzó a subir pues escuchar aquellas palabras despertaron ese instinto de pelea del joven castaño, quien atento a cualquier ataque, a pesar de la espesa niebla, podía notar y sentir aun la presencia de sus aliados, por lo que de cierta manera respondiendo a lo que muerte había preguntado… Regulus murmura.- Lo que sigue es defender el templo… -Se mantuvo atento, y fue una pisada lo que advirtió a Regulus sobre aquel ataque, por lo que como medida de defensa, cruza ambos brazos frente a él para amortiguar aquel ataque de parte de su agresor, Regulus de momento solo lograría ver la silueta de su agresor, quien soltó un puñetazo contra aquel caballero dorado, quien si bien retrocedió un par de metros al ser impactado, no fue algo que lo hiririera o algo similar, asi que solo sonrió al ver a su oponente, no muy lejos, pero esperaría a que el diese el siguiente ataque.
- off:
- Bueno no tengo en claro si debíamos elegir contra quien pelear… pero, aviso que de ser así, escojo a Loki, de lo contrario pues Admin asígneme a quien guste xD
Invitado- Invitado
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Después de algunos minutos de espera posterior al arribo del santo de Leo a las ruinas de Asgard, el equipo destinado a cumplir con la misión encomendada por la señorita Hilda estaba finalmente completo. Además del ya antes mencionado caballero de Athena y el Dios guerrero de Megrez Delta, se conformaba también por el santo de Sagitario y el "carismático" caballero de la constelación de cáncer, a quien Edzard ya tenía el gusto de haber tratado.
Respecto al enigmático joven de la armadura alada, éste provocaba cierta inquietud en el Dios guerrero. No sabía que era ni a que se debía, pero algo en él le parecía extraño, inusual, mas no sabía exactamente que opinar al respecto. No obstante, por lo pronto decidiría que todo era parte de su imaginación (o incluso estrés causado por la misma misión) y que lo mejor era enfocarse en continuar vigilando. Además, por lo que captaron fugazmente sus ojos, ya alguien más cumplía con el rol de vigilar al santo de Sagitario.
-"Ahora que estamos todos, creo que es momento de encaminarse a... ¡¡¡... ¿Qué es eso?" - Pensó para sí mismo luego de sentir una serie de cosmos hostiles proveniente de aquellas ruinas.
5 figuras habían aparecido súbitamente de la nada, casi manifestándose de forma espontánea en la realidad, mas solo 4 cosmos podían ser percibidos. Una gruesa y férrea voz exclamó soberbia su plan de rebelión motivado aparentemente por la xenofobia de que la señorita Hilda brindara asilo a los caballeros de Athena en estos tiempos de crisis.
-"No puedo distinguir aquellas figuras... ¿Quiénes son? ¿Qué son? ¿De donde diablos viene esta niebla?"
Aquella voz volvió a tomar la palabra, esta vez con una risa estridente, la cual solo era el preludio para que los individuos restantes entrarán en acción y comenzaran su arremetida contra los caballeros enviados por Hilda y el patriarca. Por lo visto correspondía un adversario para para cada uno de los allí presentes, salvo por el dueño del cosmos más poderoso de entre los atacantes, quien se mantuvo inmóvil.
-¡¿Acaso veneran a un Odín distinto?!
Preguntó indignado el Dios guerrero de Megrez al mismo tiempo que retrocedía lo más que podía del alcance de la niebla, notando que de entre ella una figura corría a su dirección con toda la intención de agredirlo. A sabiendas que tendría que aceptar el desafío, comenzó dando un salto para posteriormente girar sobre su propio eje, extender su pierna derecha en medio del aire e intentar propinar una fuerte patada a quien tuviera la osadía de atacarlo. Eso debería no solo aturdir brevemente al oponente, sino permitirle recuperar su postura una vez cayera al suelo y prepararse para el encuentro.
-El hecho que estos forajidos hayan venido a nuestras tierras es por que hemos decidido ayudarlos en estos tiempos de crisis y no dudo que ellos harían lo mismo por nosotros. ¡Ahora abandonen este tonto conflicto ahora que todavía es posible retractarse!
Respecto al enigmático joven de la armadura alada, éste provocaba cierta inquietud en el Dios guerrero. No sabía que era ni a que se debía, pero algo en él le parecía extraño, inusual, mas no sabía exactamente que opinar al respecto. No obstante, por lo pronto decidiría que todo era parte de su imaginación (o incluso estrés causado por la misma misión) y que lo mejor era enfocarse en continuar vigilando. Además, por lo que captaron fugazmente sus ojos, ya alguien más cumplía con el rol de vigilar al santo de Sagitario.
-"Ahora que estamos todos, creo que es momento de encaminarse a... ¡¡¡... ¿Qué es eso?" - Pensó para sí mismo luego de sentir una serie de cosmos hostiles proveniente de aquellas ruinas.
- Soundtrack:
- God Warriors Vs Saints
5 figuras habían aparecido súbitamente de la nada, casi manifestándose de forma espontánea en la realidad, mas solo 4 cosmos podían ser percibidos. Una gruesa y férrea voz exclamó soberbia su plan de rebelión motivado aparentemente por la xenofobia de que la señorita Hilda brindara asilo a los caballeros de Athena en estos tiempos de crisis.
-"No puedo distinguir aquellas figuras... ¿Quiénes son? ¿Qué son? ¿De donde diablos viene esta niebla?"
Aquella voz volvió a tomar la palabra, esta vez con una risa estridente, la cual solo era el preludio para que los individuos restantes entrarán en acción y comenzaran su arremetida contra los caballeros enviados por Hilda y el patriarca. Por lo visto correspondía un adversario para para cada uno de los allí presentes, salvo por el dueño del cosmos más poderoso de entre los atacantes, quien se mantuvo inmóvil.
-¡¿Acaso veneran a un Odín distinto?!
Preguntó indignado el Dios guerrero de Megrez al mismo tiempo que retrocedía lo más que podía del alcance de la niebla, notando que de entre ella una figura corría a su dirección con toda la intención de agredirlo. A sabiendas que tendría que aceptar el desafío, comenzó dando un salto para posteriormente girar sobre su propio eje, extender su pierna derecha en medio del aire e intentar propinar una fuerte patada a quien tuviera la osadía de atacarlo. Eso debería no solo aturdir brevemente al oponente, sino permitirle recuperar su postura una vez cayera al suelo y prepararse para el encuentro.
-El hecho que estos forajidos hayan venido a nuestras tierras es por que hemos decidido ayudarlos en estos tiempos de crisis y no dudo que ellos harían lo mismo por nosotros. ¡Ahora abandonen este tonto conflicto ahora que todavía es posible retractarse!
- OFF:
- Oh sí, en caso que se pueda elegir al adversario, me gustaría enfrentar a Ullr.
Edzard- Dios Guerrero
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Localización : ???
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Las personas que están llenas de maldad siempre apelan al corazón en un inútil intento de encontrar en ellos la cordura, la respuesta será la misma que siempre han recibido… siempre fallaran. El instinto es lo único que puede hacerlos sobrevivir, es lo único que pueden sentir, sus pensamientos siempre se rigen por el. Ninguno se atrevería a consultar su alma con sinceridad y se sometería ante las respuestas que reciben. La aparición de esos sujetos solo produjo que mi corazón comenzara a sentirse triste, podía sentir como sus mentes están atormentadas, contaminadas, podridas. Por un momento el vehemente deseo de torturarlos se comenzó a aferrar, expresando todo el desagrado que me causa toda la situación. Lamento la cólera de aquellos que arremetieron contra nosotros, sin embargo, la cólera se estaba haciendo presente en mi raciocinio.
El impulso crece hasta convertirse en deseo, tomando formar de un asqueroso anhelo. La ansiedad incontrolable estaba enloqueciendo mi cuerpo. Los comentarios de los demás se perdieron en mis pensamientos ante la llegada de los enemigos. Teníamos ante nosotros la tarea que se nos había ordenado ser cumplida velozmente. La demora solo representaría una ruina. La escena impregnada de crisis se mostraba exigente, pidiéndonos con diversión energía y acciones inmediatas. Mi cuerpo comenzaba a temblar de forma errática, consumido por la ansiedad que me producía el comenzar la tarea, mi alma estaba aullando con fuerza, las voces dentro de mi comenzaban a gemir, extasiados por el inicio de todo.
– El juego de dolor y gemidos lastimeros comenzó… delicioso. – mis dientes se clavaron con fuerza en mi muñeca, rasgando la delgada piel con la que estaba cubierta, sintiendo la gruesa sangre salir, sirviendo de acompañamientos al repetitivo latido de mis sienes. La situación se comenzó a descontrolar, mis pies se movieron en respuesta mientras las brillantes alas de mi armadura se extendieron con rapidez, mientras retrocedía ante la molesta niebla que comenzaba a levantarse, observando con tranquilidad como una de las sombras se acercaba. Las doradas alas cubrieron mi cuerpo, en un suave intento de proteger mi cuerpo ocultando mi cuerpo dentro de ellas. Mis puños se cerraron con fuerza, dispuestos a comenzar la batalla, teñidos de un suave tono carmesí, regalado por la sangre de mi muñeca. – Comencemos...
El impulso crece hasta convertirse en deseo, tomando formar de un asqueroso anhelo. La ansiedad incontrolable estaba enloqueciendo mi cuerpo. Los comentarios de los demás se perdieron en mis pensamientos ante la llegada de los enemigos. Teníamos ante nosotros la tarea que se nos había ordenado ser cumplida velozmente. La demora solo representaría una ruina. La escena impregnada de crisis se mostraba exigente, pidiéndonos con diversión energía y acciones inmediatas. Mi cuerpo comenzaba a temblar de forma errática, consumido por la ansiedad que me producía el comenzar la tarea, mi alma estaba aullando con fuerza, las voces dentro de mi comenzaban a gemir, extasiados por el inicio de todo.
– El juego de dolor y gemidos lastimeros comenzó… delicioso. – mis dientes se clavaron con fuerza en mi muñeca, rasgando la delgada piel con la que estaba cubierta, sintiendo la gruesa sangre salir, sirviendo de acompañamientos al repetitivo latido de mis sienes. La situación se comenzó a descontrolar, mis pies se movieron en respuesta mientras las brillantes alas de mi armadura se extendieron con rapidez, mientras retrocedía ante la molesta niebla que comenzaba a levantarse, observando con tranquilidad como una de las sombras se acercaba. Las doradas alas cubrieron mi cuerpo, en un suave intento de proteger mi cuerpo ocultando mi cuerpo dentro de ellas. Mis puños se cerraron con fuerza, dispuestos a comenzar la batalla, teñidos de un suave tono carmesí, regalado por la sangre de mi muñeca. – Comencemos...
Dáskalos T. Gaunt. V.- Nuevo
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Fecha de inscripción : 19/03/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Los tres presentes, tenían la apariencia, de poseer la fuerza para enfrentar el reto, aunque en ese momento, no sabía en realidad, lo que enfrentaríamos, pero el ambiente y la esencia del lugar, comenzaban a agitarme, como si me estuviese convirtiendo en una bestia, y mi cuerpo pedía sangre.
De la nada, y sin ser percibidos, aparecieron algunos sujetos, frente a nosotros, exactamente cuatro de ellos, pero de repente, unas palabras resonaron en el lugar, mi cara fue de sorpresa abriendo bastante mis ojos, mientras volteaba mi cabeza, y miraba a ese sujeto, que había logrado ocultar su presencia en un cien por ciento, entonces mis ojos se entrecerraron de nuevo, y la sonrisa en mi rostro era diabólica, mi lengua pasó por mis labios, como si me saborease la sangre de mis próximas victimas, o por lo menos intentaría, que eso fuesen.
Escuché las palabras que se dirigían a mi por parte de Regulus, al parecer contestaba la pregunta que yo había realizado anteriormente, una leve risa salió de mi boca mientras dejaba mi cuerpo de medio lado, para poder observar a los cuatro enemigos, Edzard intentaba hacerlos entrar en razón, pero no parecía algo sensato, pues en sus rostros, se veía la determinación de atacar, mientras Dáskalo, parecía manifestar su mente más retorcida que la mía, pues su sed de sangre, era tanta, que se había mordido a si mismo.
"Interesante, creo que no será difícil acabar con ellos"
Pensé al ver el acto de Dáskalos, pensando que su mentalidad, era suficiente, para destrozar a los enemigos, que desde que habían llegado, uno en particular llamó mi atención, aquél que sobresalía entre todos, su cuerpo era grande, más que cualquier otro que hubiese visto, y su armadura poseía cachos. Mientras lo miraba con detenimiento, una densa niebla comenzó a hacerse presente, mientras el cosmos del extraño que estaba atrás se manifestaba, mi cuerpo se agitaba más y más, al saber que era el momento de entrar en combate, y el mismo me pedía la sangre de los enemigos.
Me puse de frente, a donde se supone estaban los guerreros, o al menos así los llamó quien estaba atrás, sólo esperaba, que si nos decidían atacar uno por uno, el gigante decidiese venir por mi...
De la nada, y sin ser percibidos, aparecieron algunos sujetos, frente a nosotros, exactamente cuatro de ellos, pero de repente, unas palabras resonaron en el lugar, mi cara fue de sorpresa abriendo bastante mis ojos, mientras volteaba mi cabeza, y miraba a ese sujeto, que había logrado ocultar su presencia en un cien por ciento, entonces mis ojos se entrecerraron de nuevo, y la sonrisa en mi rostro era diabólica, mi lengua pasó por mis labios, como si me saborease la sangre de mis próximas victimas, o por lo menos intentaría, que eso fuesen.
Escuché las palabras que se dirigían a mi por parte de Regulus, al parecer contestaba la pregunta que yo había realizado anteriormente, una leve risa salió de mi boca mientras dejaba mi cuerpo de medio lado, para poder observar a los cuatro enemigos, Edzard intentaba hacerlos entrar en razón, pero no parecía algo sensato, pues en sus rostros, se veía la determinación de atacar, mientras Dáskalo, parecía manifestar su mente más retorcida que la mía, pues su sed de sangre, era tanta, que se había mordido a si mismo.
"Interesante, creo que no será difícil acabar con ellos"
Pensé al ver el acto de Dáskalos, pensando que su mentalidad, era suficiente, para destrozar a los enemigos, que desde que habían llegado, uno en particular llamó mi atención, aquél que sobresalía entre todos, su cuerpo era grande, más que cualquier otro que hubiese visto, y su armadura poseía cachos. Mientras lo miraba con detenimiento, una densa niebla comenzó a hacerse presente, mientras el cosmos del extraño que estaba atrás se manifestaba, mi cuerpo se agitaba más y más, al saber que era el momento de entrar en combate, y el mismo me pedía la sangre de los enemigos.
Me puse de frente, a donde se supone estaban los guerreros, o al menos así los llamó quien estaba atrás, sólo esperaba, que si nos decidían atacar uno por uno, el gigante decidiese venir por mi...
"Muerte lenta"- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 09/02/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Los gerreros invasores se lanzaron al ataque, sin embargo los defensores se prepararon rapidamente para defenderse, Regulus esquivaria el ataque del portador de la armadura del fenrir. Edzard cubriria el ataque del portador de la armadura de Surtur, Daskalos esquivaria al portador de la de Midgard y Muerte lenta esquivaria a Hrungnir. Al ser detenidos estos retrocedieron rapidamente de un salto para agruparse de nuevo mientras la misma voz que habia comandado el anterior ataque volveria a hablar -Supongo que los subestime. Sin embargo no es nada que no podamos controlar, en nombre de nuestro padre Odin acabaremos con ustedes sea como sea- La niebla ahora se volveria mas densa a la vez que el frio se intensificaria, la temperatura dentro de la neblina bajaba hasta los -20 grados. Los invasores inundaron el lugar con sonoras carcajadas y se lanzarian al ataque.
Cada guerrero atacaria a su adversario con una tecnica especial.
-El fenrir atacaria con su "Manada de lobos" Lanzando un ataque en forma de varios lobos en contra de Regulus.
-Ullr desenvainaria su espada y con ella lanzaria su "espada llameante" a Edzar, un ataque semejante a la excalibur del santo de capricornio.
-El guerrero de Midgard atacaria con su "rayo de aurora" a Daskalos y el guerrero de Hrungnir sacaria sus dos boomerangs y al grito de "Mjollnir Hammer" los lanzaria con una fuerza descomunal al santo de cancer.
Cada guerrero atacaria a su adversario con una tecnica especial.
-El fenrir atacaria con su "Manada de lobos" Lanzando un ataque en forma de varios lobos en contra de Regulus.
-Ullr desenvainaria su espada y con ella lanzaria su "espada llameante" a Edzar, un ataque semejante a la excalibur del santo de capricornio.
-El guerrero de Midgard atacaria con su "rayo de aurora" a Daskalos y el guerrero de Hrungnir sacaria sus dos boomerangs y al grito de "Mjollnir Hammer" los lanzaria con una fuerza descomunal al santo de cancer.
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Esto debía ser una broma… Primero su pseudo ataque, No fue problema para aquel joven de cabellos castaños, esquivarlo, Pudo escuchar como los pasos de los caballeros extraños resonaron en el lugar, dejándole notar que era algo obvio que estos retrocedieron.
Entonces fue ahí, donde Regulus logro escuchar como la voz del sujeto de cabellos blancos, simplemente resonó en el lugar, al parecer lamentaba haber subestimado a los caballeros de Athena, fue ahí donde una sonrisa ligeramente picara se dibujó en el rostro del joven león, quien simplemente no tardo en sentir como los cosmos ajenos ardían, fue algo que en menos de un segundo puso alerta al caballero dorado portador de la armadura de Leo, por lo que haría lo siguiente, reaccionando tan rápido como su cuerpo se lo permitiera.
En su diestra, concentra una cantidad de cosmos algo considerable, misma que lanzo sin dudarlo, hacia enfrente, pues fue de ahí de donde sintió como el cosmos ajeno ardía, así pues el joven castaño usaría su ataque, mismo que por algunos seria conocido como.- Lighting plasma!! -tenía la mera intención de impactar el ataque lanzado por aquel invasor, esperando ser de utilidad no solo para el sino para sus aliados, pues de impactar contra el ataque enemigo, causaría una onda de expansión lo suficientemente fuerte como para disipar la neblina del lugar, así sin más miraría atento la situación, pues de lograr tener contacto visual con el enemigo, todo sería mejor para los caballeros dorados y el dios guerrero.
Entonces fue ahí, donde Regulus logro escuchar como la voz del sujeto de cabellos blancos, simplemente resonó en el lugar, al parecer lamentaba haber subestimado a los caballeros de Athena, fue ahí donde una sonrisa ligeramente picara se dibujó en el rostro del joven león, quien simplemente no tardo en sentir como los cosmos ajenos ardían, fue algo que en menos de un segundo puso alerta al caballero dorado portador de la armadura de Leo, por lo que haría lo siguiente, reaccionando tan rápido como su cuerpo se lo permitiera.
En su diestra, concentra una cantidad de cosmos algo considerable, misma que lanzo sin dudarlo, hacia enfrente, pues fue de ahí de donde sintió como el cosmos ajeno ardía, así pues el joven castaño usaría su ataque, mismo que por algunos seria conocido como.- Lighting plasma!! -tenía la mera intención de impactar el ataque lanzado por aquel invasor, esperando ser de utilidad no solo para el sino para sus aliados, pues de impactar contra el ataque enemigo, causaría una onda de expansión lo suficientemente fuerte como para disipar la neblina del lugar, así sin más miraría atento la situación, pues de lograr tener contacto visual con el enemigo, todo sería mejor para los caballeros dorados y el dios guerrero.
Invitado- Invitado
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
-Hmp... si van a seguir usando el nombre de nuestro gran padre Odín para justificar sus sandeces, no podrán ganarse mi simpatía.
A pesar de generalmente mostrarse sereno y calmado dentro de una misión, en esta ocasión su rostro podía delatar un rastro de molestia e indignación por la actitud de aquellos adversarios, pareciéndole una ofensa que se escondieran tras el nombre del padre de los Aesirs para continuar con su irracional ataque. Sin embargo, en vista que los enemigos hacían oídos sordos a sus palabras, decidió dejarlas para después y enfocarse al combate.
-"El frío está incrementando. Para mi solo es incomodo... solo espero que el resto no lo recienta demasiado.".
La atmósfera alrededor del Dios guerrero y sus compañeros dorados sufría un brusco descenso de temperatura, lo cual aunado al incremento en la densidad de la neblina solo podía indicar una cosa. Un segundo intento de emboscada. Y le llamaba intento no sólo por que hacía algunos años el inclemente bosque ya había tratado de acabar con él en situaciones parecidas, sino que además esa era una táctica que servía más cuando el oponente no sabía que estaba siendo atacado. Además, aún si era solamente para despistarlos, sus sonoras carcajadas terminaban con gran parte del sigilo que normalmente ameritaría una técnica como esa.
-"Pero si el factor sorpresa no es lo suyo... probablemente el ataque de frente sí".
Atento a cualquier movimiento de los atacantes, notó que estos ya habían comenzado su ofensiva, por lo visto cada uno dirigía sus técnicas a un respectivo integrante del equipo formado para atender la misión. En el caso del Dios guerrero de Megrez, éste se percató que a la distancia, era proyectada una ráfaga de energía que cortaba la espesa niebla cual mantequilla, extendiéndose hasta llegar a su destino, el cual por la trayectoria, era obvio que sería el peli violáceo.
-"¡Aquí viene!"
Aunque el ataque viajaba con fugacidad, Edzard era capaz de verlo claramente. La cuestión era si su cuerpo le respondería. Con toda la velocidad que pudo ejercer, daría un salto hacia la derecha para luego rodar sobre la nieve en el instante en que cayera al piso, procurando alejarse lo más posible de aquella fulminante energía.
En el instante en que estuviera fuera del alcance de la técnica contraria, se lanzaría hacia la ubicación de donde percibió, había sido ejecutado dicho ataque, aprovechando dicho trayecto para llevar de forma inmediata una mano a su espalda (por debajo de su raída capa) y tomar un objeto punzo-cortante y cristalino que, por su forma, podía interpretarse que se trataba de una espada.
-¡Es mi turno!
Una vez que tomara su espada, y de alcanzar a su rival antes de que este realizara un contraataque (Que de ser así, ya estaba preparado para rodar por la nieve y saltar hacia la dirección que le pareciera más conveniente) asestaría un poderoso corte diagonal contra el contrario. Sin embargo, no sería un simple hondear su espada y con eso concluiría.
En el instante en que fuera agitada, el arma destinada al ropaje de megrez Delta se cubriría como por arte de magia en un manto de ardientes y sofocantes flamas, levantando el vapor con solo su presencia en el campo de batalla. Si todo iba bien, Edzard sería capaz de asestar un corte directo en Ullr que viajara desde su hombro hasta su cintura, confiando en que la dureza del material que formaba su arma, así como las voraces llamaradas que la cubrían, serían suficientes para causar un daño considerable. Aunque posiblemente no lo suficiente para hacerles considerar la rendición.
A pesar de generalmente mostrarse sereno y calmado dentro de una misión, en esta ocasión su rostro podía delatar un rastro de molestia e indignación por la actitud de aquellos adversarios, pareciéndole una ofensa que se escondieran tras el nombre del padre de los Aesirs para continuar con su irracional ataque. Sin embargo, en vista que los enemigos hacían oídos sordos a sus palabras, decidió dejarlas para después y enfocarse al combate.
-"El frío está incrementando. Para mi solo es incomodo... solo espero que el resto no lo recienta demasiado.".
La atmósfera alrededor del Dios guerrero y sus compañeros dorados sufría un brusco descenso de temperatura, lo cual aunado al incremento en la densidad de la neblina solo podía indicar una cosa. Un segundo intento de emboscada. Y le llamaba intento no sólo por que hacía algunos años el inclemente bosque ya había tratado de acabar con él en situaciones parecidas, sino que además esa era una táctica que servía más cuando el oponente no sabía que estaba siendo atacado. Además, aún si era solamente para despistarlos, sus sonoras carcajadas terminaban con gran parte del sigilo que normalmente ameritaría una técnica como esa.
-"Pero si el factor sorpresa no es lo suyo... probablemente el ataque de frente sí".
Atento a cualquier movimiento de los atacantes, notó que estos ya habían comenzado su ofensiva, por lo visto cada uno dirigía sus técnicas a un respectivo integrante del equipo formado para atender la misión. En el caso del Dios guerrero de Megrez, éste se percató que a la distancia, era proyectada una ráfaga de energía que cortaba la espesa niebla cual mantequilla, extendiéndose hasta llegar a su destino, el cual por la trayectoria, era obvio que sería el peli violáceo.
-"¡Aquí viene!"
Aunque el ataque viajaba con fugacidad, Edzard era capaz de verlo claramente. La cuestión era si su cuerpo le respondería. Con toda la velocidad que pudo ejercer, daría un salto hacia la derecha para luego rodar sobre la nieve en el instante en que cayera al piso, procurando alejarse lo más posible de aquella fulminante energía.
En el instante en que estuviera fuera del alcance de la técnica contraria, se lanzaría hacia la ubicación de donde percibió, había sido ejecutado dicho ataque, aprovechando dicho trayecto para llevar de forma inmediata una mano a su espalda (por debajo de su raída capa) y tomar un objeto punzo-cortante y cristalino que, por su forma, podía interpretarse que se trataba de una espada.
-¡Es mi turno!
Una vez que tomara su espada, y de alcanzar a su rival antes de que este realizara un contraataque (Que de ser así, ya estaba preparado para rodar por la nieve y saltar hacia la dirección que le pareciera más conveniente) asestaría un poderoso corte diagonal contra el contrario. Sin embargo, no sería un simple hondear su espada y con eso concluiría.
En el instante en que fuera agitada, el arma destinada al ropaje de megrez Delta se cubriría como por arte de magia en un manto de ardientes y sofocantes flamas, levantando el vapor con solo su presencia en el campo de batalla. Si todo iba bien, Edzard sería capaz de asestar un corte directo en Ullr que viajara desde su hombro hasta su cintura, confiando en que la dureza del material que formaba su arma, así como las voraces llamaradas que la cubrían, serían suficientes para causar un daño considerable. Aunque posiblemente no lo suficiente para hacerles considerar la rendición.
Edzard- Dios Guerrero
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Localización : ???
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
- Escucha:
- Aquí
—Que osado, ¿no sabes que debes hablarle con respeto a los dioses guerreros de Odín y a los caballeros dorados de Athena? ¿Quiénes son ustedes que se atreven a manchar con sangre los hielos puros?
Bajo las pequeñas luces oblicuas y lánguidas que se filtraban en la bruma el brillo de una armadura dorada en medio de la niebla se puede ver, un hombre vestido de oro, parecía un espíritu, un fantasma al cual le brillaban los ojos con un incandescente destello azulado.
Ese ser estaba justo de tras de los santos dorados y el dios guerrero.
Su voz era potente y enaltecida. Su cabello verde caía sobre sus hombros, con brillos violetas, el contorno de sus ojos estaban ennegrecidos por la sombra de su máscara, además de la perenne serenidad que lo caracterizaba, un rostro sin expresión alguna, un desdén misterioso hacia algo. Estaba esperando, sabía que estaba allí, para explotar en cualquier momento.
El cosmos de aquel ser se exalto desafiante y atrevido tenia la caracteristica tipica de la emanación intensa de los destellos amarillos de un dorado, hacía danzar abruptamente la capa blanca del caballero, así como sus cabellos, llenando su gloria con una expresión intimidante, un ser de luz.
Separo sus piernas, las afirmo en el suelo, extendió su brazo, con la mano abierta hacia arriba, el cosmos de aquel ser pretendia reunir toda la niebla a su derredor para poder condensar en la palma de su mano el agua del ambiente así, quizás otorgar un poco de visibilidad al lugar. Un mantra de sonido gutural salió de su voz —AUMMMMMMM!!!
Reuniendo toda una gran cantidad de energía en una esfera de brillante luz azulada, cerro el puño, lo bajo a la altura de su cintura como si tomara impulso para lanzarlo. Una vez echa aquella invocación corrió rápidamente, tanto como pudo dejando una estela de luz dorada a la línea de batalla del guerrero Midgard que luchaba contra Daskalos, que sin comprender comenzó a sentir la baja del cosmos de Sagitario.
Ahora, es el momento presente, Dégel mira los ojos del guerrero sagrado. Justo en ese momento cuando termino el intercambio de golpes de Midgard y Daskalos. Degel frena y abre la palma del puño en su cintura mostrando a un en ella la esfera de luz azulada, y en un ataque furtivo rápidamente trata de dirigirla al pecho del contrincante de Daskalos mientras cree que este posiblemente esta distraído en su batalla, buscando que la esfera de energía de temperatura fría y congelante que guardaba en su puño impacte, explote en muchas particulas brillantes y cortantes y traspase la vestidura del guerrero tratando de detener los latidos del corazón del adversario, si no lo logra, quizas congelara la armadura en ese punto y posiblemente se fisurará debido a la baja de la temperatura casi a los -237ºC, pero no al cero absoluto pretendiendo lanzarlo a lejos, en consecuencia a la inercia que desprende su puño.
En ese instante mira de nuevo al guerrero a los ojos y grita
—¡Polvo de diamantes!
Dégel.- Nuevo
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Fecha de inscripción : 22/03/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
El rival me superaba en tamaño, en fuerza, y en alcanze, debía pensar en una estrategia y mostrar mi superioridad sobre él, la niebla era densa y a pesar de su tamaño y proporciones colosales, no podía verle desde el lugar en el que me encontraba, sentí dos grandes ráfagas venir hacia mi, me agaché esperando que fuese a tiempo para esquivar la primera, la segunda venía inmediatamente después, no pude percibir del todo ese ataque, pero alcanzé a evitar que me golpease en todo el cuerpo, y solo interpuse mi mano izquierda ante este, sentí como si me arrancasen el brazo del cuerpo, pero sonó lo suficiente para que todos pudiesen escucharlo, disminuí mi cosmos por completo y me tiré al suelo, esperando que el rival pensase que con eso había sido suficiente, de repente un destello de luz, iluminó el campo por un momento, al parecer Regulus hacía de las suyas, esto podía ser de mayor ventaja, al rival verme tirado en el suelo, podría confirmar o asegurar para sí mismo que me había derrotado.
Esperé el momento en que la niebla volviese a cubrir el panorama, aún con mi cosmos disminuido al máximo, me coloqué boca abajo, y comenzé a acercarme a mi rival, esperando que su gran tamaño le impidiese verme cuando estuviese lo suficientemente cerca para que la niebla no alcanzara a cubrirme, al mantener mi posición completamente postrado en el suelo, acercándome lentamente, y con cuidado, sin saber como la estaban pasando ni que ocurría con mis compañeros, esperé a estar practicamente al lado del gigante, impulsado por el brazo derecho y ambas piernas, elevando por completo mi cosmos y elevandome un par de metros del suelo, lanzando una patada al rostro de Hrungnir, con total potencia y velocidad, demostrando las cualidades de un verdadero dorado.
- Este fue solo el comienzo, vivirás el infierno después de esto -
Dije atemorizante, intentando preocupar a mi enemigo y hacerle retroceder, sin embargo aún me quedaban varios trucos bajo la manga, pero debía mostrar de lo que estaba hecho un verdadero dorado, aún con el dolor de mi brazo izquierdo.
Esperé el momento en que la niebla volviese a cubrir el panorama, aún con mi cosmos disminuido al máximo, me coloqué boca abajo, y comenzé a acercarme a mi rival, esperando que su gran tamaño le impidiese verme cuando estuviese lo suficientemente cerca para que la niebla no alcanzara a cubrirme, al mantener mi posición completamente postrado en el suelo, acercándome lentamente, y con cuidado, sin saber como la estaban pasando ni que ocurría con mis compañeros, esperé a estar practicamente al lado del gigante, impulsado por el brazo derecho y ambas piernas, elevando por completo mi cosmos y elevandome un par de metros del suelo, lanzando una patada al rostro de Hrungnir, con total potencia y velocidad, demostrando las cualidades de un verdadero dorado.
- Este fue solo el comienzo, vivirás el infierno después de esto -
Dije atemorizante, intentando preocupar a mi enemigo y hacerle retroceder, sin embargo aún me quedaban varios trucos bajo la manga, pero debía mostrar de lo que estaba hecho un verdadero dorado, aún con el dolor de mi brazo izquierdo.
"Muerte lenta"- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 09/02/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
- Spoiler:
- Música de Ambientación
Una manada de lobos de luz blanca que brillan a través de la niebla se dirige a el caballero de Leo rápidamente, los cuales son atravesados por múltiples rayos fulminantes que salen disparados a la velocidad de la luz en todas direcciones formando así una red de luz que ilumina el lugar por un instante. Estos rayos son producidos por Santo dorado Regulus, sin embargo no contaba con que al terminar el ataque un lobo con las mismas características antes descritas y aún más grande se viniese en embestida. Dicho lobo iluminado abre sus fauces tratando de asir de un golpe la garganta del dorado, logrado su cometido. Sin embargo debido a la gran resistencia sobre humana de Leo, se mantiene en el sitio evitando salir volando por los aires sin cabeza y haciendo grandes surcos en la piedra donde se sostenía al arrastrar las botas. El lobo se transfigura a humano nuevamente, Loki mira sonriente malévolamente a Leo con una línea de sangre que emana de su boca sosteniendo con su mano derecha el cuello de Leo.
—Por poco me matas imbécil, Ahora veraz.
El guerrero de Fenrir transfigura su mano libre en un lobo blanco de ojos rojos y trata de impactar el abdomen de Regulus de un golpe, para luego quizás hacerlo volar por los aires, soltándole de la garganta una vez acerté el impacto, para que el cuerpo del dorado siga la inercia del puño. Fenrir luego se limpia la sangre que brotaba de su boca y la mira.
—Eres el primero que hace esta osadía.
Sin embargo a causa de esto. Leo se mantiene en pie, con apenas alguno que otro rasguño y su armadura intacta e impecable, aunque en una posición en la que trata de no caerse.
Por otra parte Edzard logra esquivar el ataque que iba en busca de su vida, más sin embargo algunas hebras de su cabello y capa son cortadas por el ataque de la espada llameante Ullr. La niebla se divide en dos y se disipa, dejando a su paso un inmenso surco dejado por la espada llameante de Ullr que abre una inmensa brecha profunda en el suelo de la cual emana vapor de agua.
Megrez consigue sacar su espada la cual llamea haciendo de esta manera un hondear para luego sin precisar encontrarse de frente y forcejando contra Ullr, espada contra espada. En ese momento Delta logra ver con claridad a su oponente y ver que su espada es exactamente igual en forma, mas no en material a la de su oponente, el cual le dice.
—Te cortare en pedacitos imitador barato.
En otra parte del mismo campo Degel aparece, aunque sus compañeros no lo identifican bien, hasta que este enciende su cosmos de tal manera que su cosmos se confunde con su oponente. Pero después de un momento en una rápida absorción la niebla y el vapor de agua comenzó a desaparecer dando paso a la iluminación del lugar. La niebla se concentró en punto del campo de batalla. Para luego mostrar a Degel y la lucha de los demás y una terrible escena. El caballero de sagitario en el suelo, con gran parte de su cuerpo congelado y con un charco de sangre gélida que salía de su boca algo sonriente, con los ojos abiertos quienes parecían que miraban al sitio donde estaba el caballero de Leo luchando.
Mientras Degel el caballero de Acuario, se dirige en carrera feroz y rápida con una esfera de Luz azulada en la mano contra Midgard de Jormungand. Cuando Acuario toca con su mano el cuerpo de su contrincante quien ya efectuó un ataque hiriendo de una posible muerte a Dáskalos, este consigue esquivar a duras penas el poder del rayo congelante de Degel que logra impactar solidificando uno de los brazos de su enemigo bajo una gruesa capa de hielo, el cual le responde con una patada en la cara al santo desprendiendo de esta manera la máscara de Degel que cae algunos metros lejos de él, si no fuese por el yelmo de la armadura dorada la mandíbula de Acuario seria historia.
El enemigo de Degel abre los ojos como platos mirando su brazo y hablando bajo su máscara la cual le cubre todo el rostro, escuchándole decir
—Idiota, me congelantes el brazo. ¡Aaaaaah! —Este acrecienta su cosmos mostrando un aura azulada y fría.
Así mismo, justo antes de que la niebla desapareciera, justo antes de que Degel llegara, Cáncer parecía a ver recibido de lleno el “Martillo de Mjollnir” de Rung quien se reía a cargadas bastante sonoras mientras recibía los boomerangs en sus manos. El cuerpo de Muerte Lenta que estaba boca abajo se perdía lentamente en la bruma con el casco en forma de cangrejo lejos de él. De un momento a otro mientras Rungnr se reía a carcajadas de lo rápido que había muerto, Muerte Lenta, este último lo sorprendió desde la bruma, brillando como el sol quien se impulsaba con el brazo derecho y sus piernas logrando dar una patada en el rostro del gigante sacándole algunos dientes y muelas de su boca y desprendiéndole del casco. Pero Rung asió con sus inmensos brazos el cuerpo de Muerte Lenta mientras estaba cerca y lo apreso con gran potencia dejando los brazos de Cáncer debajo de los suyos, apretándolo cruelmente, quien gracias a su armadura se conservaba integro, sin embargo el dolor era en realidad escarnecedor.
EUC Legend- Staff
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Fecha de inscripción : 18/05/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Regulus un amante del combate, por primera vez experimento un sentimiento ajeno a su ser… todo parecía perfecto para él, su ataque hacia sido certero paso algo que Regulus hizo por instinto, sonrió a pesar de que una extraña sensación lo invadió en ese momento… sonreía pero ese escalofrió que le recorrió la espalda no lo dejo disfrutar su pequeña victoria cuando su ataque ilumino el lugar fue una rápida mirada la que le rebelo a Regulus algo que… por el bien de los enemigos presentes no debió haber visto, pues nadie sabría que sería el detonante para lo que se vendría.
Fue ese rápido vistazo lo que distrajo a Regulus lo suficiente para ser golpeado por un ataque por parte de Fernir, estaba ligeramente distraído pero atento a lo que pasaba, pues pudo sentir como fue sostenido por el cuello por una especie de lobo, su cerebro seguía asimilando aquella imagen que su ataque le permitió ver en aquellos segundos en que ilumino el campo, pudo sentir la mano de alguien, incluso pudo ver un rostro sonriéndole y sangrando, pero parecía no importarle, no del todo… seguía teniendo esa sensación fría que le recorría la espalda y no podía hilar porque, aun.
“—Por poco me matas imbécil, Ahora veraz.”
Resonaron las palabras ajenas en su cabeza pero no fueron más que un mero murmullo, aquella imagen se interponía entre su plena concentración y el combate, así que para su enemigo en ese momento fue fácil acertar un golpe en el abdomen de aquel castaño quien prácticamente se dejó golpear Regulus salió disparado por los aires para ir a dar contra una de las rocas de aquellas ruinas, no fue gran cosa, pero fue ahí donde su mirada se levantó de nuevo, pudo ver como su oponente limpio la sangre que le salía de la boca, recargado en aquella roca, pudo ver como el sujeto gesticulo unas palabras, mas no las escucho del todo.
“—Eres el primero que hace esta osadía.”
Regulus estaba de pie, apoyo su mano contra la roca a sus espaldas pus por unos segundos sintió como si perdiera el equilibrio, entonces fue ahí donde aquel detonante, hizo su trabajo… Detonar.
Fueron escasos tres segundos en los que por fin teniendo un leve “descanso” por parte de su agresor, donde de nuevo la mirada de celeste de aquel castaño se dirigió hacia donde estaba lo que lo había puesto así… ahí confirmo lo que esa sensación que había sentido antes, esa imagen que se grabó en su mente de la cual era protagonista nada más y nada menos que Daskalos… con el cuerpo congelado, tirado en un charco de su propia sangre… sonriéndole, fue ahí, tras esos tres segundos donde los ojos felinos de Regulus observaron a Daskalos que parecía incluso querer decir algo, cuando repentinamente la mirada de Regulus se fijó en su oponente, que no estaría del todo lejos de donde el, su expresión cambio drásticamente, presentándose este muy molesto, tanto que…- TE MATARE HIJO DE PUTA!! –Grito sin más, lo que paso después es que con un motivo tan fuerte como aquel, que aunque el caballero de Leo no entendía del todo, se dejó llevar por estos haciendo arder su cosmos tan fuerte que incluso dejaría más ciego a Asmita(?) Regulus concentro su energía en sus pies para lanzarse a la velocidad de la luz contra su adversario, estaba dispuesto a propinarle un fuerte puñetazo en la mandíbula que de acertar derribaría al sujeto sin problema alguno esto, debido a que aquel “chiquillo” poseía una fuerza considerable y comparable con incluso su aliado en armas, el dueño de la armadura de Tauro, así pues de impactar aquel simple y sencillo puñetazo, Regulus se lanzaría sobre el caballero de Odín para comenzar a darle puñetazos fuertes y directos en el rostro, gritando con mucha ira, ¿Por qué tanta ira? Por qué Regulus quería terminar su combate para ir a ayudar a Daskalos, y si tenía que matar a ese sujeto para lograrlo, lo haría… y había escogido matarlo a puño limpio, al menos hasta que su oponente le hiciera cambiar de opinión y le obligara a usar alguna otra de sus técnicas.
Fue ese rápido vistazo lo que distrajo a Regulus lo suficiente para ser golpeado por un ataque por parte de Fernir, estaba ligeramente distraído pero atento a lo que pasaba, pues pudo sentir como fue sostenido por el cuello por una especie de lobo, su cerebro seguía asimilando aquella imagen que su ataque le permitió ver en aquellos segundos en que ilumino el campo, pudo sentir la mano de alguien, incluso pudo ver un rostro sonriéndole y sangrando, pero parecía no importarle, no del todo… seguía teniendo esa sensación fría que le recorría la espalda y no podía hilar porque, aun.
“—Por poco me matas imbécil, Ahora veraz.”
Resonaron las palabras ajenas en su cabeza pero no fueron más que un mero murmullo, aquella imagen se interponía entre su plena concentración y el combate, así que para su enemigo en ese momento fue fácil acertar un golpe en el abdomen de aquel castaño quien prácticamente se dejó golpear Regulus salió disparado por los aires para ir a dar contra una de las rocas de aquellas ruinas, no fue gran cosa, pero fue ahí donde su mirada se levantó de nuevo, pudo ver como su oponente limpio la sangre que le salía de la boca, recargado en aquella roca, pudo ver como el sujeto gesticulo unas palabras, mas no las escucho del todo.
“—Eres el primero que hace esta osadía.”
Regulus estaba de pie, apoyo su mano contra la roca a sus espaldas pus por unos segundos sintió como si perdiera el equilibrio, entonces fue ahí donde aquel detonante, hizo su trabajo… Detonar.
Fueron escasos tres segundos en los que por fin teniendo un leve “descanso” por parte de su agresor, donde de nuevo la mirada de celeste de aquel castaño se dirigió hacia donde estaba lo que lo había puesto así… ahí confirmo lo que esa sensación que había sentido antes, esa imagen que se grabó en su mente de la cual era protagonista nada más y nada menos que Daskalos… con el cuerpo congelado, tirado en un charco de su propia sangre… sonriéndole, fue ahí, tras esos tres segundos donde los ojos felinos de Regulus observaron a Daskalos que parecía incluso querer decir algo, cuando repentinamente la mirada de Regulus se fijó en su oponente, que no estaría del todo lejos de donde el, su expresión cambio drásticamente, presentándose este muy molesto, tanto que…- TE MATARE HIJO DE PUTA!! –Grito sin más, lo que paso después es que con un motivo tan fuerte como aquel, que aunque el caballero de Leo no entendía del todo, se dejó llevar por estos haciendo arder su cosmos tan fuerte que incluso dejaría más ciego a Asmita(?) Regulus concentro su energía en sus pies para lanzarse a la velocidad de la luz contra su adversario, estaba dispuesto a propinarle un fuerte puñetazo en la mandíbula que de acertar derribaría al sujeto sin problema alguno esto, debido a que aquel “chiquillo” poseía una fuerza considerable y comparable con incluso su aliado en armas, el dueño de la armadura de Tauro, así pues de impactar aquel simple y sencillo puñetazo, Regulus se lanzaría sobre el caballero de Odín para comenzar a darle puñetazos fuertes y directos en el rostro, gritando con mucha ira, ¿Por qué tanta ira? Por qué Regulus quería terminar su combate para ir a ayudar a Daskalos, y si tenía que matar a ese sujeto para lograrlo, lo haría… y había escogido matarlo a puño limpio, al menos hasta que su oponente le hiciera cambiar de opinión y le obligara a usar alguna otra de sus técnicas.
Invitado- Invitado
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
- banda sonora:
- Combatiendo a un Dios Guerrero
El combate contra los "falsos" dioses guerreros se intensificaba dada la estrategia de los mismos para ocultar sus movimientos haciendo uso de aquella molesta neblina, que si bien para Edzard no resultaba tanto problema, para sus compañeros parecía estar causando dificultades. Lamentablemente intentar ayudarles implicaba tanto forzar la vista para ver a traves de aquella espesa cubierta nebulosa así como descuidar a su adversario, lo cual era bastante peligroso dada la naturaleza de su estilo de combate.
-"Su fuerza es similar a la mía. Su técnica es buena, puedo leerla por ahora pero no encuentro aberturas para poder golpearlo... El vapor no parece debilitar su vista, tengo que pensar en algo... "
En lo que Edzard mantenía el forcejeo contra su adversario pensando como poder romperlo y ganar ventaja, fue capaz de notar como el manto de niebla que entorpecía sus pasos comenzaba a desvanecerse de la zona, siendo prácticamente arrastrada en contra de su voluntad en un efecto parecido al de una vorágine, para terminar reposando en la palma de un nuevo refuerzo que arribaba de forma sumamente oportuna haciendo gala de sus dominio sobre la críomancia. Era nada más y nada menos que el santo dorado de Acuario, y si bien en ese momento el caballero de Megrez no podía distinguirlo del todo, dentro de poco lo reconocería solamente por que su compañera Astryd lo había descrito justamente el día anterior a la misión.
Pero así como fue una verdadera fortuna que el nuevo santo de oro arribara al campo de batalla, el grupo también tenía que lidiar con su correspondiente carga de tragedia. En este caso, fue el santo de Sagitario quien de alguna manera había terminado siendo derrotado por aquel dios guerrero de roja indumentaria, quien por lo visto también era un hábil usuario del cosmo de hielo, puesto que gran parte del cuerpo del joven sagitario se encontraba congelado, así como su propia sangre en la cual parecía estarse ahogando. Era una escena enfermiza que solo logró convencer al Dios guerrero que estos invasores debían ser eliminados. Sin embargo, no sería quien más resintiera la pérdida de Daskalos.
-"¡Este cosmos! ¡¿Acaso...?! "
En un espontáneo estallido, el cuerpo del santo de Leo resplandeció con la intensidad de una diminuta nova, provocando un intenso flash que intensamente iluminó toda la zona de las ruinas, a la vez que dejaba salir un enunciado antisonante en un instantáneo arrebato de furia y frustración. Un sentimiento sumamente razonable, pero a Edzard le preocupaba un poco que su juicio se nublara y se volviera un problema tanto para sí mismo como para los demás. Sin embargo, no había tiempo para pensar en eso, puesto que a algunos metros de él, otro santo dorado se encontraba en dificultades; el santo de Cáncer parecía haber sido atrapado por un enorme coloso cuya presencia le sorprendía al de cabello violeta más que nada por no haberlo detectado antes.
-"Tsch... Es un poco tarde para atender a Daskalos, y aún si lo hiciera no podría ayudarnos en el combate en esas condiciones... Nggg... Tendré que dejártelo en tus manos santo de Leo..."
Aprovechando la súbita explosión luminosa causada por Regulus, el portador del ropaje de megrez canalizó algo de su cosmos en su espada para incrementar las flamas de la misma, esperando que el súbito incremento de la temperatura y las danzantes llamas que se movían alborotadas por todo el filo de su arma tuvieran la fortuna de desconcentrar aún más a su adversario, ya sea escociendo sus ojos, obligarlo a apartarse un poco con la esperanza de alejarse de aquel brutal calor, o cualquier cosa que debilitara su forcejeo. De lograrlo, Edzard propinaría una poderosa patada revestida por su propio cosmos para impactar justo en el abdomen del peli plateado, a quien esperaba apartar algunos metros.
-"¡Es ahora!"
Como bólido saldría expulsado el protector de los bosques mas no a la dirección donde había sido propulsado su rival. Al contrario, se apartaría del mismo ya que su objetivo era evitar la pérdida de otro guerrero, y aunque no fuera exactamente su persona favorita, no podía dejarlo a merced de aquel enorme adversario. Con rápidos reflejos y trayectoria "ZigZag" (para evitar cualquier ráfaga de Ullr pudiera lanzarle), Edzard correría hasta donde se encontraba Rung, más precisamente a espaldas suyas y aprovechando que ambos de sus brazos estaban ocupados estrujando a Muerte, encajaría su espada de fuego justo en el muslo del coloso, con lo que esperaba fuera suficiente para que soltara al caballero de Cáncer. Una vez hecho esto, volvería rapidamente hacia donde Ullr, preparado para rodar por el piso si volvía a lanzar una de sus ráfagas de enegía.
-Quise ser razonable con ustedes, pero me temo que están más allá del perdón. ¡Que el gran padre se apiade de sus almas por que estoy seguro que yo no voy a hacerlo! - Diría furioso el caballero de Megrez por haberlo hecho atestiguar la caída de otro de sus aliados.
Edzard- Dios Guerrero
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Localización : ???
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
“Las cosas no estaban del todo perdidas” Pensaba Degel, quien aún conservaba la esperanza de hacer algo después de ver a Sagitario vencido. “mi contrincante es de tipo mago de hielo solo tendré que averiguar qué tan poderoso puede ser con sus técnicas y así agitar mi cosmos aún más alto para poder alcanzarle asestar mi técnica definitiva”
Degel se levantó y su cabello tomando ahora la libertad que le ofrecía la ausencia de su máscara de oro, se extendía por doquier mostrando jirones de cabellos verdes aquí y allá. Su armadura esplendida y resplandeciente brilla con fulgor propio al reflejarse en el hielo Asgardiano.
—Perdóname por ser imprudente pero tu sucia voluntad heleada jamás acabara conmigo.
El gélido cosmos de Acuario, azulado con pequeños destellos dorados hace aparición quien después termina por refulgir blanco y brillante, cual luz de luna en el hielo. A su alrededor el hielo crece como si tuviese vida propia formando pequeñas incrustaciones afiladas en el suelo. Quizás su cosmos es tan abrumador que los límites de lo que quizás se conoce como el séptimo sentido son sobrepasados.
— ¡Ahora sentirás el viento de mi Justicia que llega para vengarse!
Una inmensa columna de viento helado se reúne a su alrededor formando un inmenso espiral huracanado de pequeños diamantes de hielo. Rápidamente corre, y el espiral junto con él se enardecen contra su enemigo, luego haciendo una especie de finta lanza una supuesta patada al aire, para después girar con la ayuda de la inercia de su finta y tratar de conectar un puñetazo atenuado con el frio de su cosmos al mentón de su contrincante, posteriormente el viento, si impacta su puño, lo elevara por los aires para darle tiempo de realizar su nueva técnica, su invocación de hielo definitiva. Degel apoya los pies en el suelo y ahora en la posición en la que estaba su enemigo, espera a que este caiga.
Degel se levantó y su cabello tomando ahora la libertad que le ofrecía la ausencia de su máscara de oro, se extendía por doquier mostrando jirones de cabellos verdes aquí y allá. Su armadura esplendida y resplandeciente brilla con fulgor propio al reflejarse en el hielo Asgardiano.
—Perdóname por ser imprudente pero tu sucia voluntad heleada jamás acabara conmigo.
El gélido cosmos de Acuario, azulado con pequeños destellos dorados hace aparición quien después termina por refulgir blanco y brillante, cual luz de luna en el hielo. A su alrededor el hielo crece como si tuviese vida propia formando pequeñas incrustaciones afiladas en el suelo. Quizás su cosmos es tan abrumador que los límites de lo que quizás se conoce como el séptimo sentido son sobrepasados.
— ¡Ahora sentirás el viento de mi Justicia que llega para vengarse!
Una inmensa columna de viento helado se reúne a su alrededor formando un inmenso espiral huracanado de pequeños diamantes de hielo. Rápidamente corre, y el espiral junto con él se enardecen contra su enemigo, luego haciendo una especie de finta lanza una supuesta patada al aire, para después girar con la ayuda de la inercia de su finta y tratar de conectar un puñetazo atenuado con el frio de su cosmos al mentón de su contrincante, posteriormente el viento, si impacta su puño, lo elevara por los aires para darle tiempo de realizar su nueva técnica, su invocación de hielo definitiva. Degel apoya los pies en el suelo y ahora en la posición en la que estaba su enemigo, espera a que este caiga.
Dégel.- Nuevo
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Fecha de inscripción : 22/03/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
La muerte de uno de mis compañeros era algo que en realidad no me preocupaba, solo buscaba acabar con mi enemigo, aunque mi posición en el momento era totalmente desventajosa, aún tenía un par de trucos, y por su puesto mi "as" bajo la manga, debía sin duda recurrir a un espíritu, que yacía dormido en mi, el espíritu de lucha, no simplemente el de sed de sangre, no simplemente el de destrucción, uno más profundo, uno que no significase matar a alguien, o acabar una vida, por el contrario, era salvar una, y la más importante... La mía.
El gigante me estrujaba, mi brazo izquierdo, anteriormente golpeado por el boomerang, era el más afectado, el dolor cada vez era más intolerable, apretaba mis dientes, los de arriba y los de abajo, sentía que iba a explotar, que no aguantaba más, quizá era el momento, de recurrir a algo nuevo, o eso esperaba hacer, sin embargo, al parecer alguien se me había adelantado, sentí su cosmo acercarse, sabía que eso no era bueno para mí, me haría ver, lucir, y lo más importante sentir débil, no solo se me dificultaba escapar de las manos de mi enemigo, además tuve que recibir ayuda para hacerlo, una espada clavada en la pierna derecha, más específicamente en su muslo, el dolor lo haría soltarme, sin embargo, el dolor que el podía sentir, o el dolor que pudiese afectar mi brazo, no era tan grande como el dolor de sentirme menos, de ser poco capaz, y de necesitar ayuda, nunca en mi vida la había necesitado, y ahora se daba el acontecimiento.
No podía permitirlo, el caballero de cáncer no podía verse así, era hora de utilizar, mi "as" mi cosmo comenzó a arder, no le guardaba rencor al dios guerrero que me salvó, sin embargo no podía permitir que sucediese de nuevo.
- Ondas del inframundo -
Decía al levantar el dedo índice, del cuál brotaba un aura blanca, y una espirales comenzaban a salir del mismo, estas rodeaban a Rung, luego de un momento, su cuerpo yacía tirado en aquél frío suelo, mientras mi cuerpo desaparecía del lugar, ahora su alma y mi ser, se verían las caras en el Yomotsu, donde una nueva batalla iniciaría, nadie podría saber que pasaría ahí, y nadie conocía ese lugar como "Muerte Lenta"
- Bienvenido a mi mundo, quizá tuviste suerte arriba, pero en este lugar, no podrás enfrentarme, aquí tu eres NADA y yo soy el TODO, dios guerrero, ¿Estás listo para morir? -
Dije mis últimas palabras riendo, una risa sínica, diabolica, y llena de desgracia posaba en mi rostro, era hora de la verdadera batalla contra él, era hora de atacar, y que mejor lugar para hacerlo que el mismo inframundo.
- Mil almas en pena -
levanté mi mano derecha, y gran cantidad de almas se hicieron presentes en el terreno, flotaban, y arremetían contra Rung de forma violenta, sus lamentos y quejidos sin duda afectarían a mi enemigo, sin contar el gran daño que podían causarle a nivel "físico" pues eran almas, en contra de un alma, sabía que esto me podría dar ventaja, y ya preparaba mi siguiente movimiento...
El gigante me estrujaba, mi brazo izquierdo, anteriormente golpeado por el boomerang, era el más afectado, el dolor cada vez era más intolerable, apretaba mis dientes, los de arriba y los de abajo, sentía que iba a explotar, que no aguantaba más, quizá era el momento, de recurrir a algo nuevo, o eso esperaba hacer, sin embargo, al parecer alguien se me había adelantado, sentí su cosmo acercarse, sabía que eso no era bueno para mí, me haría ver, lucir, y lo más importante sentir débil, no solo se me dificultaba escapar de las manos de mi enemigo, además tuve que recibir ayuda para hacerlo, una espada clavada en la pierna derecha, más específicamente en su muslo, el dolor lo haría soltarme, sin embargo, el dolor que el podía sentir, o el dolor que pudiese afectar mi brazo, no era tan grande como el dolor de sentirme menos, de ser poco capaz, y de necesitar ayuda, nunca en mi vida la había necesitado, y ahora se daba el acontecimiento.
No podía permitirlo, el caballero de cáncer no podía verse así, era hora de utilizar, mi "as" mi cosmo comenzó a arder, no le guardaba rencor al dios guerrero que me salvó, sin embargo no podía permitir que sucediese de nuevo.
- Ondas del inframundo -
Decía al levantar el dedo índice, del cuál brotaba un aura blanca, y una espirales comenzaban a salir del mismo, estas rodeaban a Rung, luego de un momento, su cuerpo yacía tirado en aquél frío suelo, mientras mi cuerpo desaparecía del lugar, ahora su alma y mi ser, se verían las caras en el Yomotsu, donde una nueva batalla iniciaría, nadie podría saber que pasaría ahí, y nadie conocía ese lugar como "Muerte Lenta"
- Bienvenido a mi mundo, quizá tuviste suerte arriba, pero en este lugar, no podrás enfrentarme, aquí tu eres NADA y yo soy el TODO, dios guerrero, ¿Estás listo para morir? -
Dije mis últimas palabras riendo, una risa sínica, diabolica, y llena de desgracia posaba en mi rostro, era hora de la verdadera batalla contra él, era hora de atacar, y que mejor lugar para hacerlo que el mismo inframundo.
- Mil almas en pena -
levanté mi mano derecha, y gran cantidad de almas se hicieron presentes en el terreno, flotaban, y arremetían contra Rung de forma violenta, sus lamentos y quejidos sin duda afectarían a mi enemigo, sin contar el gran daño que podían causarle a nivel "físico" pues eran almas, en contra de un alma, sabía que esto me podría dar ventaja, y ya preparaba mi siguiente movimiento...
"Muerte lenta"- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 09/02/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Megrez echa a huir de Ullr esquivando los constastes latigazos de la espada de este ultimo, para salvar la vida de Muerte Lenta, consiguiendo efectivamente clavar la espada en el muslo del gigante Rungr quien por un momento ve flaquear sus inmensas fuerzas para luego soltar aun debilitado caballero de Cancer quien justamente en ese momento invoca su técnica haciendo desvanecer su cuerpo mientras el espiral de oscuridad, de olor pútrido de la carne cadavérica se hacen evidentes en medio de un baile de varios haz de luces parecidos a fuegos fatuos de luminosidad azulada que atraviesan los cuerpos de los mas cercanos a él. Rungr, Ullr y Megrez caen al suelo producto de la poderosa técnica del Caballero dorado que hace oscurecer el cielo por unos instantes. Los cuerpos de los caídos yacen en el suelo níveo y gélido, pálidos y con los ojos emblanquecidos. Mientras tanto el cuerpo de Muerte Lenta ha desaparecido por completo.
Mientras tanto, Midgard vuela por el aire producto del golpe atenuado de Degel, mientras el casco que portaba se parte en dos consiguiendo que de esta manera se pueda observar el rostro del dios guerrero. Al caer al suelo ya casi moribundo trata de pararse a duras penas, tomándose del hombro del brazo congelado. -Entonces ¿Me vaz a matar, amigo? -Degel de inmediato conoce a uno de los discípulos de su maestro que entreno junto con el en las tierras frías de Blue Gard. Preso de la nostalgia y el sentimiento hace que su ataque no se cumpla y que este se interrumpa. Puede reconocerlo, sin embargo conserva grandes ojeras y una sonrisa bastante macabra, pues en nada se asemeja al buen amigo que tenia y que una vez desapareció sin dejar rastro alguno. Su nombre es Kermes.
Regulus de Leo, consigue con sus puños y su ira hacer estallar su cosmos, para luego hundir sus puños en la armadura de Loki haciéndole bailar de tantos golpes propinados. Consigue hacer mella en su armadura, cientos de estallidos luminosos aparecen con cada impacto de León dorado. Loki cae al suelo. Trata de incorporarse a duras penas -¿Cómo es posible? Tan solo eres un niño has conseguido darme a mi. Al guerrero mas po...deroso en...tre los mi...os. –Loki, cae nuevamente al suelo en una pequeña charca de sangre mientras su armadura explota haciéndose añicos y esparramándose por el lugar. Pero Leo, esta muy cansando, pues su comos nunca había llegado tan alto. Cuando trata de voltear para buscar el cuerpo de Daskalos, este ya no esta. Al parecer solo se observa la figura en la nieve donde este estaba acostado. Se observan ademas unos pequeños pasos sanguinolentos en la nieve.
Para los ojos no mortales Megrez despierta en medio de un valle desprovisto de vegetación, un desierto bajo un cielo rojo, a lo lejos luces pequeñas a modo de hoguera azuladas se pueden ver. Aquel paisaje rodeado de montañas posee la mas atrayente característica de lo que la vista de un mortal puede observar. Megrez observa un inmenso volcán y en su cráter a personas caminando en una fila infinita de muchas almas en pena, con la vista lejana que se arrojan sin mas en las profundidades de aquel abismo. Aquello es realmente espantoso. De repente se observa al dorado. Cancer, brillante como el sol en medio de aquella oscuridad se encuentra de frente con un Rungr bastante asustado. Cancer al parecer se ha restaurado completamente y su armadura despide el fulguroso cosmos amarillo del oro.
Ullr por su parte grita a Megrez -Oye, ¿Qué me hicistes? ¿Dónde rayos estamos? -En ese momento Megrez busca su espada pero no esta, del mismo modo Ullr tampoco la tiene. Ullr embiste con fuerza a Megrez pero no consigue darle, es mas, parece atravesarle. En ese momento, ambos tanto Ullr como Megrez se observan las manos, translucidas y brillantes. Parecen fantasmas. Por otra parte Cancer da la bienvenida a su contrincante a su patio de juegos, el Yomotsu, sin percatarse aun de las personas que trajo con su técnica. Rungr echa a reírse a carcajadas en medio de su terror. -Tu técnica no sirvió guerrero de pacotilla, pues no a conseguido darme. –En ese momento Rungr hace un recorrido con su mirada y al darse cuenta en donde esta echa a correr casi tropezándose, tratando de huir de la presencia del Santo dorado de Cancer.
Para nada sirvio aquello, pues la técnica de Cancer lo alcanza golpeándole de lleno y arrojándolo por los aires mientras es atravesado por cientos de almas. Al caer al suelo, bastante herido, desorientado y confuso levanta su mano mientras mira el cielo tratando de pedir ayuda a Odín -O.. o ..din. En ese momento Cáncer se percata de que Megrez esta observándole desde lejos junto con Ullr. Aunque su atención no se fija en los que el trajo con la técnica al Yomutsu, sino que en la larga fila del Yomotsu, el santo dorado de Sagitario aun no camina entre las almas en pena.
Mientras tanto, Midgard vuela por el aire producto del golpe atenuado de Degel, mientras el casco que portaba se parte en dos consiguiendo que de esta manera se pueda observar el rostro del dios guerrero. Al caer al suelo ya casi moribundo trata de pararse a duras penas, tomándose del hombro del brazo congelado. -Entonces ¿Me vaz a matar, amigo? -Degel de inmediato conoce a uno de los discípulos de su maestro que entreno junto con el en las tierras frías de Blue Gard. Preso de la nostalgia y el sentimiento hace que su ataque no se cumpla y que este se interrumpa. Puede reconocerlo, sin embargo conserva grandes ojeras y una sonrisa bastante macabra, pues en nada se asemeja al buen amigo que tenia y que una vez desapareció sin dejar rastro alguno. Su nombre es Kermes.
Regulus de Leo, consigue con sus puños y su ira hacer estallar su cosmos, para luego hundir sus puños en la armadura de Loki haciéndole bailar de tantos golpes propinados. Consigue hacer mella en su armadura, cientos de estallidos luminosos aparecen con cada impacto de León dorado. Loki cae al suelo. Trata de incorporarse a duras penas -¿Cómo es posible? Tan solo eres un niño has conseguido darme a mi. Al guerrero mas po...deroso en...tre los mi...os. –Loki, cae nuevamente al suelo en una pequeña charca de sangre mientras su armadura explota haciéndose añicos y esparramándose por el lugar. Pero Leo, esta muy cansando, pues su comos nunca había llegado tan alto. Cuando trata de voltear para buscar el cuerpo de Daskalos, este ya no esta. Al parecer solo se observa la figura en la nieve donde este estaba acostado. Se observan ademas unos pequeños pasos sanguinolentos en la nieve.
Para los ojos no mortales Megrez despierta en medio de un valle desprovisto de vegetación, un desierto bajo un cielo rojo, a lo lejos luces pequeñas a modo de hoguera azuladas se pueden ver. Aquel paisaje rodeado de montañas posee la mas atrayente característica de lo que la vista de un mortal puede observar. Megrez observa un inmenso volcán y en su cráter a personas caminando en una fila infinita de muchas almas en pena, con la vista lejana que se arrojan sin mas en las profundidades de aquel abismo. Aquello es realmente espantoso. De repente se observa al dorado. Cancer, brillante como el sol en medio de aquella oscuridad se encuentra de frente con un Rungr bastante asustado. Cancer al parecer se ha restaurado completamente y su armadura despide el fulguroso cosmos amarillo del oro.
Ullr por su parte grita a Megrez -Oye, ¿Qué me hicistes? ¿Dónde rayos estamos? -En ese momento Megrez busca su espada pero no esta, del mismo modo Ullr tampoco la tiene. Ullr embiste con fuerza a Megrez pero no consigue darle, es mas, parece atravesarle. En ese momento, ambos tanto Ullr como Megrez se observan las manos, translucidas y brillantes. Parecen fantasmas. Por otra parte Cancer da la bienvenida a su contrincante a su patio de juegos, el Yomotsu, sin percatarse aun de las personas que trajo con su técnica. Rungr echa a reírse a carcajadas en medio de su terror. -Tu técnica no sirvió guerrero de pacotilla, pues no a conseguido darme. –En ese momento Rungr hace un recorrido con su mirada y al darse cuenta en donde esta echa a correr casi tropezándose, tratando de huir de la presencia del Santo dorado de Cancer.
Para nada sirvio aquello, pues la técnica de Cancer lo alcanza golpeándole de lleno y arrojándolo por los aires mientras es atravesado por cientos de almas. Al caer al suelo, bastante herido, desorientado y confuso levanta su mano mientras mira el cielo tratando de pedir ayuda a Odín -O.. o ..din. En ese momento Cáncer se percata de que Megrez esta observándole desde lejos junto con Ullr. Aunque su atención no se fija en los que el trajo con la técnica al Yomutsu, sino que en la larga fila del Yomotsu, el santo dorado de Sagitario aun no camina entre las almas en pena.
EUC Legend- Staff
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Fecha de inscripción : 18/05/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Off Topic: Bueno, para darle algo de actividad a eso (Y por que no creo que Regulus vaya a aparecer en buen rato) tomaré mi turno. Ya si vuelve puede seguirle después de mí o de quien se haya quedado de momento.
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¿Cual es el destino de aquellos cuyo tiempo en este mundo llega a su fin? ¿Aquellos hermosos jardines donde uno experimenta una infinita felicidad durante toda la eternidad? ¿La posibilidad de renacer como una nueva persona o criatura para recibir las recompensas o penitencias correspondientes por sus acciones en una vida pasada? ¿O acaso será la ideología escandinava donde aquellos nobles guerreros terminan en las filas de la armada del padre de todo para prepararse para la batalla definitiva, el Ragnarok?
- ... Hmp... ya no estoy tan seguro de eso...
Independientemente de la ideología cosmológica que tuviera el Dios guerrero respecto que hay después de la muerte, le resultaba dificil asimilar que en ese momento era téstigo de lo más parecido a evidencia del más allá que tendría la desfortuna de ver... por lo pronto.
El tenebroso y descolorido cielo, la espeluznante fisiología de aquel tenebroso lugar y las incontables almas vagando con rumbo al olvido... Todo eso le generaba una gran cantidad de emociones muy extrañas. Tristeza, mortificación, incertidumbre y ciertos conflictos respecto a lo que el pensaba que sucedería cuando muriera. ¿Acaso era su destino unirse a esa legión de seres atormentados cuando su lucha llegue a su fin?
-Oye ¿Que me hiciste? ¡¿Dónde rayos estamos?!
La voz de su previo contrincante emergió de entre la penumbra de aquel desolado páramo, en parte sintiendose un tanto aliviado de no ser la única persona en aquel lugar. Sin embargo, a Edzard no le duró mucho el gusto puesto que de inmediato el guerrero de pelo plateado se arrojó hacia el buscando envestirlo en vista que no contaba con su espada en ese momento (Y dentro de poco el caballero de Megrez se daría cuenta que sufría de esa misma ausencia); no obstante, cual sería la sorpresa de ambos al percatarse que el ataque de Ullr simplemente atravesó a su objetivo, cual si se tratara de un fantasma.
- ... (Acerca las manos a su rostro solo para notar impactado que se veían sumamente translucidas) ¡¿Que rayos significa esto?! Hmp... No... tiene que ser una especie de ilusión ¿o acaso una pesadilla? Digo, esto no tiene sentido alguno.
Edzard seguía incrédulo a su situación. ¿Por que rayos se encontraría en un lugar tan bizarro y siniestro, acompañado de su previo enemigo? ¿Acaso habían perecido en la batalla? El Dios guerrero no estaba dispuesto a aceptar dicha realidad. Afortunadamente no tendría que hacerlo ya que dentro de poco escucharía no solo los alaridos de terror de otro de los invasores que se encontraba en las ruinas de Asgard hace unos momentos, sino también las alabanzas del caballero de cáncer dirigidas hacia sí mismo. Si bien no pudo escuchar bien sus palabras exactas, por su tono de voz y confianza en su forma de hablar, le daba la impresión que todo este asunto era obra suya.
- ¿Será este un poder de ese psicópata? De ser así, será mejor que me ande con cuidado cuando esté cerca de él.
Luego de observar como el gigante Rung queda sumamente herido ante el ataque de Muerte Lenta, Edzard decide aproximarse a él para obtener más información respecto a la situación actual, indiferente a que haría Ullr al respecto. Después de todo, por lo visto ninguno de sus ataques tendrían efecto entre si, mas el caballero de Cáncer era otra historia.
- Interesante truco el que tienes. - Le comentaría al santo dorado al estar a una distancia más cercana a la suya.- Debo decir que nunca había visto nada igual... Supongo que esta pudiera ser una buena oportunidad para enterarnos un poco más de lo que buscan estos sujetos.
A este punto el plan de Edzard era simple. Aprovechando la impotencia de Ullr al ver como su compañero había sido practicamente derrotado sin poder oponer resistencia alguna, el Dios guerrero de Megrez bien podría aprovechar esa duda e inseguridad para obtener las respuestas que el quisiera. Lamentablemente, no estaba en posición de hablar por su compañero, puesto que el tenía el absoluto control de aquel panorama. Si Muerte Lenta quisiera saltarse el interrogatorio y matar al sujeto de una buena vez, el Asgardiano no era nadie para impedirselo. Aún así, esperaba que la idea de presionar al adversario con miedo e intimidación fuera lo suficientemente atrayente como para que le dejara proseguir con el interrogatorio.
-¡Ahora habla invasor! ¿De donde obtuvieron esas armaduras? ¿Que buscan atacando a los suyos? ¿Acaso están aliados a Poseidón o alguna otra deidad enemiga de Asgard o del santuario? Más vale que respondas o compartirás el destino de tu compañero "... aunque es posible que aún si colaboras tu destino ya esté sellado a manos de la persona que nos metió en este embrollo."
Diría el Caballero de Delta en caso que su compañero no se impacientara y recurriera directamente a acabar con el enemigo. Aunque por lo visto, en ese momento parecía estar concentrado mirando al horizonte aquella fila de almas en pena dirigiendose al abismo. ¿Acaso su sadismo le hacía disfrutar tan horroroso paisaje? ¿O estaría fijandose en algo más?
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- BANDA SONORA:
- EL INFRAMUNDO
¿Cual es el destino de aquellos cuyo tiempo en este mundo llega a su fin? ¿Aquellos hermosos jardines donde uno experimenta una infinita felicidad durante toda la eternidad? ¿La posibilidad de renacer como una nueva persona o criatura para recibir las recompensas o penitencias correspondientes por sus acciones en una vida pasada? ¿O acaso será la ideología escandinava donde aquellos nobles guerreros terminan en las filas de la armada del padre de todo para prepararse para la batalla definitiva, el Ragnarok?
- ... Hmp... ya no estoy tan seguro de eso...
Independientemente de la ideología cosmológica que tuviera el Dios guerrero respecto que hay después de la muerte, le resultaba dificil asimilar que en ese momento era téstigo de lo más parecido a evidencia del más allá que tendría la desfortuna de ver... por lo pronto.
El tenebroso y descolorido cielo, la espeluznante fisiología de aquel tenebroso lugar y las incontables almas vagando con rumbo al olvido... Todo eso le generaba una gran cantidad de emociones muy extrañas. Tristeza, mortificación, incertidumbre y ciertos conflictos respecto a lo que el pensaba que sucedería cuando muriera. ¿Acaso era su destino unirse a esa legión de seres atormentados cuando su lucha llegue a su fin?
-Oye ¿Que me hiciste? ¡¿Dónde rayos estamos?!
La voz de su previo contrincante emergió de entre la penumbra de aquel desolado páramo, en parte sintiendose un tanto aliviado de no ser la única persona en aquel lugar. Sin embargo, a Edzard no le duró mucho el gusto puesto que de inmediato el guerrero de pelo plateado se arrojó hacia el buscando envestirlo en vista que no contaba con su espada en ese momento (Y dentro de poco el caballero de Megrez se daría cuenta que sufría de esa misma ausencia); no obstante, cual sería la sorpresa de ambos al percatarse que el ataque de Ullr simplemente atravesó a su objetivo, cual si se tratara de un fantasma.
- ... (Acerca las manos a su rostro solo para notar impactado que se veían sumamente translucidas) ¡¿Que rayos significa esto?! Hmp... No... tiene que ser una especie de ilusión ¿o acaso una pesadilla? Digo, esto no tiene sentido alguno.
Edzard seguía incrédulo a su situación. ¿Por que rayos se encontraría en un lugar tan bizarro y siniestro, acompañado de su previo enemigo? ¿Acaso habían perecido en la batalla? El Dios guerrero no estaba dispuesto a aceptar dicha realidad. Afortunadamente no tendría que hacerlo ya que dentro de poco escucharía no solo los alaridos de terror de otro de los invasores que se encontraba en las ruinas de Asgard hace unos momentos, sino también las alabanzas del caballero de cáncer dirigidas hacia sí mismo. Si bien no pudo escuchar bien sus palabras exactas, por su tono de voz y confianza en su forma de hablar, le daba la impresión que todo este asunto era obra suya.
- ¿Será este un poder de ese psicópata? De ser así, será mejor que me ande con cuidado cuando esté cerca de él.
Luego de observar como el gigante Rung queda sumamente herido ante el ataque de Muerte Lenta, Edzard decide aproximarse a él para obtener más información respecto a la situación actual, indiferente a que haría Ullr al respecto. Después de todo, por lo visto ninguno de sus ataques tendrían efecto entre si, mas el caballero de Cáncer era otra historia.
- Interesante truco el que tienes. - Le comentaría al santo dorado al estar a una distancia más cercana a la suya.- Debo decir que nunca había visto nada igual... Supongo que esta pudiera ser una buena oportunidad para enterarnos un poco más de lo que buscan estos sujetos.
A este punto el plan de Edzard era simple. Aprovechando la impotencia de Ullr al ver como su compañero había sido practicamente derrotado sin poder oponer resistencia alguna, el Dios guerrero de Megrez bien podría aprovechar esa duda e inseguridad para obtener las respuestas que el quisiera. Lamentablemente, no estaba en posición de hablar por su compañero, puesto que el tenía el absoluto control de aquel panorama. Si Muerte Lenta quisiera saltarse el interrogatorio y matar al sujeto de una buena vez, el Asgardiano no era nadie para impedirselo. Aún así, esperaba que la idea de presionar al adversario con miedo e intimidación fuera lo suficientemente atrayente como para que le dejara proseguir con el interrogatorio.
-¡Ahora habla invasor! ¿De donde obtuvieron esas armaduras? ¿Que buscan atacando a los suyos? ¿Acaso están aliados a Poseidón o alguna otra deidad enemiga de Asgard o del santuario? Más vale que respondas o compartirás el destino de tu compañero "... aunque es posible que aún si colaboras tu destino ya esté sellado a manos de la persona que nos metió en este embrollo."
Diría el Caballero de Delta en caso que su compañero no se impacientara y recurriera directamente a acabar con el enemigo. Aunque por lo visto, en ese momento parecía estar concentrado mirando al horizonte aquella fila de almas en pena dirigiendose al abismo. ¿Acaso su sadismo le hacía disfrutar tan horroroso paisaje? ¿O estaría fijandose en algo más?
Edzard- Dios Guerrero
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Localización : ???
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Dégel detalló a su contrincante bajando los brazos e interrumpiendo su ataque, pero siempre presto a la defensiva para evitar cualquier artimaña del enemigo y acercándose al desdichado ser, mientras le apuntaba con su dedo índice no dejando de señalarlo le contemplo. De inmediato un gran anillo de escarcha comenzó a formarse alrededor de Midgard, intentando detenerle e inmovilizarlo.
—Kernes me decepcionas, los guerreros de cristal no nos entregamos a las fuerzas del mal de este modo —Contesto Dégel indignado mientras miraba a los ojos a su excompañero con la altivez con que un paladin contempla el mal y el pecado. —Procuramos antes la diplomacia que la lucha. Parece que echaras a tierra todo lo aprendido en los campos helados del norte.
Aquel santo levanto su mano derecha señalando el cielo con sus dedos, mientras el anillo trataba de rodear al guerrero que yacía ante él. Utilizando las moléculas de agua presente en el aire circundante, Dégel trata de congelar la humedad del aire alrededor de su objetivo.
—Has hecho bien en rendirte, pero lamento decirte que fue demasiado tarde. Si se descubre a un guerrero de los hielos perpetuos haciendo estas cosas, levantando la mano para matar, no merece ser perdonado, pues su objetivo es el poder a través de la muerte de inocentes. —La mano del Santo en lo alto comenzó a brillar con esplendido fulgor y brillo.
—Di tus últimas palabras guerrero. Pues este es mi... ¡Ataud de Cristal!
Rayos brillantes de cosmos se forman alrededor de la mano de Dégel y caen sobre su oponente, de manera progresiva tratando de construir un bloque de hielo que cubrirá todo el cuerpo de Midgard.
—Kernes me decepcionas, los guerreros de cristal no nos entregamos a las fuerzas del mal de este modo —Contesto Dégel indignado mientras miraba a los ojos a su excompañero con la altivez con que un paladin contempla el mal y el pecado. —Procuramos antes la diplomacia que la lucha. Parece que echaras a tierra todo lo aprendido en los campos helados del norte.
Aquel santo levanto su mano derecha señalando el cielo con sus dedos, mientras el anillo trataba de rodear al guerrero que yacía ante él. Utilizando las moléculas de agua presente en el aire circundante, Dégel trata de congelar la humedad del aire alrededor de su objetivo.
—Has hecho bien en rendirte, pero lamento decirte que fue demasiado tarde. Si se descubre a un guerrero de los hielos perpetuos haciendo estas cosas, levantando la mano para matar, no merece ser perdonado, pues su objetivo es el poder a través de la muerte de inocentes. —La mano del Santo en lo alto comenzó a brillar con esplendido fulgor y brillo.
—Di tus últimas palabras guerrero. Pues este es mi... ¡Ataud de Cristal!
Rayos brillantes de cosmos se forman alrededor de la mano de Dégel y caen sobre su oponente, de manera progresiva tratando de construir un bloque de hielo que cubrirá todo el cuerpo de Midgard.
Dégel.- Nuevo
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Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Su ataque surtió efecto, no solo eso, su rival parecía horrorizado, tenía toda la ventaja a su favor, y cada vez se llenaba de más y más prepotencia, estaba en su lugar, ahora ganaría meter miedo a sus enemigos... aunque trajo con sigo algo más, dos personajes más de esta historia Edzard y Ullr.
"Y ellos que hacen aquí, como llegaron, no creí que mi técnica trajese a alguien que yo no desease, supongo que era su destino, será interesante ver como se las arreglan"
Pensó mientras su mente exploraba la larga fila de almas que desfilaba hacia el agujero, por sorpresa para él, su ex-compañero aún no desfilaba en aquella hermosa pasarela, no estaría muerto aún, Atenea se encargaría de cuidarlo, o simplemente Zeus lo hizo parte de los suyos... era extraño e inexplicable, no recordaba saber de algún conocido que no viese desfilar por ese sendero incluyendo a sus familiares...
El caballero de Megrez se acercó a él con algunas palabras que al principio parecían ser de halago, sin embargo entre tantas palabras algunas le molestaron en lugar de sentirse bien con ellas.
- Averiguar lo que buscan, ¿crees que algo con tan poca importancia pueda significar algo para mi? te recomiendo que busques la manera de salir de aquí, antes que tu cuerpo se congele en Asgard, pues sin un alma que controle el cuerpo y regule su temperatura, cuando vuelvas podrías perecer de inmediato, y no te preocupes por tu enemigo me puedo encargar de el también -
No sabía como llegarían estas palabras a quien de manera infortunada había llegado hasta ahí con él, su concentración estaba únicamente centrada en Rungr, que apesar del golpe, aún no estaba muerto, debía buscar la manera de como acabar con él, y creía tener un buen plan para hacerlo...
Edzard dirigió unas palabras a Ullr que al parecer incluían a "Muerte Lenta" en sus planes, era extraño pero sintió una leve necesidad de darle apoyo en ese momento pues no olvidaba que él le había ayudado en el lugar original de la batalla, sin su ayuda seguramente no estaría ahí, por lo menos no viendo las almas desfilar, seguramente ya sería una de ellas...
- Ya escuchaste, si no quieres sufrir algo peor que él - Decía refiriendoce a Rungr - Debes responder a sus preguntas y no quieras pasarte de listo, recuerda que ahora estás en mi territorio -
Finalizó intentando dar el apoyo que Edzard pudiese necesitar, sin embargo se alejó un poco de ellos y se acercó a Rungr, estaba listo para llevar su plan a cabo, solo necesitaba que este último se levantase de nuevo...
"Y ellos que hacen aquí, como llegaron, no creí que mi técnica trajese a alguien que yo no desease, supongo que era su destino, será interesante ver como se las arreglan"
Pensó mientras su mente exploraba la larga fila de almas que desfilaba hacia el agujero, por sorpresa para él, su ex-compañero aún no desfilaba en aquella hermosa pasarela, no estaría muerto aún, Atenea se encargaría de cuidarlo, o simplemente Zeus lo hizo parte de los suyos... era extraño e inexplicable, no recordaba saber de algún conocido que no viese desfilar por ese sendero incluyendo a sus familiares...
El caballero de Megrez se acercó a él con algunas palabras que al principio parecían ser de halago, sin embargo entre tantas palabras algunas le molestaron en lugar de sentirse bien con ellas.
- Averiguar lo que buscan, ¿crees que algo con tan poca importancia pueda significar algo para mi? te recomiendo que busques la manera de salir de aquí, antes que tu cuerpo se congele en Asgard, pues sin un alma que controle el cuerpo y regule su temperatura, cuando vuelvas podrías perecer de inmediato, y no te preocupes por tu enemigo me puedo encargar de el también -
No sabía como llegarían estas palabras a quien de manera infortunada había llegado hasta ahí con él, su concentración estaba únicamente centrada en Rungr, que apesar del golpe, aún no estaba muerto, debía buscar la manera de como acabar con él, y creía tener un buen plan para hacerlo...
Edzard dirigió unas palabras a Ullr que al parecer incluían a "Muerte Lenta" en sus planes, era extraño pero sintió una leve necesidad de darle apoyo en ese momento pues no olvidaba que él le había ayudado en el lugar original de la batalla, sin su ayuda seguramente no estaría ahí, por lo menos no viendo las almas desfilar, seguramente ya sería una de ellas...
- Ya escuchaste, si no quieres sufrir algo peor que él - Decía refiriendoce a Rungr - Debes responder a sus preguntas y no quieras pasarte de listo, recuerda que ahora estás en mi territorio -
Finalizó intentando dar el apoyo que Edzard pudiese necesitar, sin embargo se alejó un poco de ellos y se acercó a Rungr, estaba listo para llevar su plan a cabo, solo necesitaba que este último se levantase de nuevo...
"Muerte lenta"- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 09/02/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
Ullr comienza reírse de los que tiene en frente a carcajadas, aquella risa se escuchan en todo el lugar, cae de rodillas y aprieta el suelo con sus manos agarrando la tierra en etre sus dedos, para luego decir a los presentes las siguientes palabras.
-No soy un impostor, fue el mismo Odín que nos busco. El era hermoso, tenía una armadura oscura llego con poder y con gloria y nos dio estas armaduras. Nos dijo que reclamáramos a Asgard como nuestra fortaleza y restauráramos la paz, que echáramos a los refugiados y a los engreídos guerreros herejes que apoyan a otros dioses como Hilda y los demás que osan a maldecir las tierras del frió eterno.
Luego levantándose con algo de locura en sus ojos y una sonrisa que cruzaba exageradamente de oreja a oreja, la armadura que tenia brillante y sin macula azulada oscura fue tomando el color característico de la armadura espectral de los seguidores de Hades el violáceo oscuro. Su cosmos se hizo más intenso y recupero su cuerpo físico, transfigurándole en alguien normal.
-Ahora sabrán mi ira. La ira de ¡Odín!
Su espada comenzó a forjase en su manos, mostrando una hoja cristalizada de color oscura y su risa se interrumpió para gritar con todas sus fuerza en medio de un cosmos voraz y gigantesco.
- ¡Espada Llameante! -Lanzo dos ataques cruzados a los dos caballeros cortando el suelo y abriendo gritas descomunales en el quedaban a grandes acantilados.
Por otra parte, en las frías y heladas tierras de Asgard, el enemigo comienza a levantarse nuevamente. Con un cosmos aun más intenso. El enemigo de leo, se levanta restaurando su armadura por completo con nuevas fuerzas pero con el color característico de la armadura espectral de los seguidores de Hades. Sin embargo Degel logro congelar en el ataúd de Cristal a Migard sin conseguir que este pudiese levantarse para mostrar el verdadero poder de lo que eran, seguidores de Hades. ¿Pero como?
Leo, cae al suelo rendido, pues ha utilizado demasiada energía y su cosmos desfallece, sin embargo aun está vivo. Pero quien antes era el rival de Leo se dirige con prontitud a Degel. Fenrir transfigura su mano derecha mientras corre a toda velocidad en un lobo blanco de ojos rojos y trata de impactar en la espalda de Degel de un golpe, para luego hacerlo volar por los aires, para que el cuerpo del dorado siga la inercia del puño. Fenrir luego intenta liberar a Migard con puñetazos y con su cosmos en el ataúd de Cristal pero no lo consigue.
- ¿Maldito que hiciste? ¡Este hielo no se rompe! -Grito Fenrir
Degel se levanta algo mareado, su armadura está intacta mas el dolor a un lado se puede sentir por la fractura de dos costillas.
-No soy un impostor, fue el mismo Odín que nos busco. El era hermoso, tenía una armadura oscura llego con poder y con gloria y nos dio estas armaduras. Nos dijo que reclamáramos a Asgard como nuestra fortaleza y restauráramos la paz, que echáramos a los refugiados y a los engreídos guerreros herejes que apoyan a otros dioses como Hilda y los demás que osan a maldecir las tierras del frió eterno.
Luego levantándose con algo de locura en sus ojos y una sonrisa que cruzaba exageradamente de oreja a oreja, la armadura que tenia brillante y sin macula azulada oscura fue tomando el color característico de la armadura espectral de los seguidores de Hades el violáceo oscuro. Su cosmos se hizo más intenso y recupero su cuerpo físico, transfigurándole en alguien normal.
-Ahora sabrán mi ira. La ira de ¡Odín!
Su espada comenzó a forjase en su manos, mostrando una hoja cristalizada de color oscura y su risa se interrumpió para gritar con todas sus fuerza en medio de un cosmos voraz y gigantesco.
- ¡Espada Llameante! -Lanzo dos ataques cruzados a los dos caballeros cortando el suelo y abriendo gritas descomunales en el quedaban a grandes acantilados.
Por otra parte, en las frías y heladas tierras de Asgard, el enemigo comienza a levantarse nuevamente. Con un cosmos aun más intenso. El enemigo de leo, se levanta restaurando su armadura por completo con nuevas fuerzas pero con el color característico de la armadura espectral de los seguidores de Hades. Sin embargo Degel logro congelar en el ataúd de Cristal a Migard sin conseguir que este pudiese levantarse para mostrar el verdadero poder de lo que eran, seguidores de Hades. ¿Pero como?
Leo, cae al suelo rendido, pues ha utilizado demasiada energía y su cosmos desfallece, sin embargo aun está vivo. Pero quien antes era el rival de Leo se dirige con prontitud a Degel. Fenrir transfigura su mano derecha mientras corre a toda velocidad en un lobo blanco de ojos rojos y trata de impactar en la espalda de Degel de un golpe, para luego hacerlo volar por los aires, para que el cuerpo del dorado siga la inercia del puño. Fenrir luego intenta liberar a Migard con puñetazos y con su cosmos en el ataúd de Cristal pero no lo consigue.
- ¿Maldito que hiciste? ¡Este hielo no se rompe! -Grito Fenrir
Degel se levanta algo mareado, su armadura está intacta mas el dolor a un lado se puede sentir por la fractura de dos costillas.
EUC Legend- Staff
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Fecha de inscripción : 18/05/2014
Re: Invasión a Asgard (Edzard, Regulus, Degel y "Muerte Lenta")
OffTopic: Bueno, viendo que parece que Regulus quedó momentaneamente fuera de combate, creo que iniciaré yo la ronda.
________________________________________________________________________________________________
El sepulcral sonido de fondo de las almas en completa agonía cayendo de aquel horroroso acantilado había sido opacado momentaneamente con el arrebato de locura que había sufrido el susodicho Dios Guerrero Ullr, quien perjuraba haber sido convocado por el mismisimo odín para repartir muerte a los santos Dorados así como aquellos Asgardianos que habían osado aceptarlos en sus tierras. Pero como si su historia no fuera ya suficiente incongruente para Edzard, lo que venía a continuación lo dejaría completamente atónito.
-"¿Qué diablos le pasa a su ropaje sagrado?"
Pensó el Dios guerrero de Megrez al ser testigo como la indumentaria que cubría hacía un momento a su contrincante era ahora bañada con un tono morado oscuro, dándole una mayor semántica a su aspecto con respecto al lugar donde se localizaban. Como si eso fuera poco, el cosmos de aquel individuo se incrementaba de forma violenta, provocando que de él emanara una presencia más siniestra y enloquecida.
-"¿Pretende atacar? ¿Que no se supone que somos intangibles en esta dimensión?"
Sin ánimos de probar su suerte de todas formas, el caballero de Delta se anticiparía al hondear de la espada de aquel malévolo Dios guerrero, siendo capaz de prepararse para cuando se avecinara la ráfaga de energía cortante y hacer lo posible para colocarse lejos del área afectada por su ataque, la cual dañó una gran parte del relieve del lugar, deformándolo mucho más de lo que ya estaba. Definitivamente aquel individuo podía interactuar con los elementos de aquel plano existencial, de lo contrario las consecuencias de su ataque no hubieran sido tan notorias.
-"Lo mejor sería dejar que el caballero de Cáncer se encargara de esto, pero un enemigo como este pudiera tomarle algo de tiempo y tal y como dijo, no puedo darme el lujo de alargar mi estancia indefinidamente. Hmp... pero acercarme sería muy arriesgado. El hecho que el pueda atacarme no significa que yo también pueda dañarlo... "
Tratando de alejarse lo más posible del rango visual del enemigo, el de cabello violeta pensaba como se suponía podía atacar a aquel individuo siendo no más que un fantasma en ese mundo. Si tan solo pudiera manipular aquel entorno para que fuera este el que lo atacara... y entonces lo figuró. Si había una técnica en específico que quizás podría servirle. Lo mejor de todo es que era una técnica de larga distancia, así que no tenía que arriesgarse a acercarse a Ullr.
-"Aparte de algo de cosmos, no pierdo nada. "
Una vez que estuviese a una distancia segura y el caballero rival estuviera ocupado lidiando con Muerte Lenta, Edzard se colocaría firme en el piso, flexionaría sus piernas para agacharse y hacer contacto con la superficie usando sus manos y posteriormente elevaría su cosmos lo más que pudiera. Una vez que alcanzara la cantidad necesaria, diría en voz alta "¡TEMPESTAD AMATISTA!" para que su plan diera marcha.
A unos metros de donde se localizara Ullr, una inusual formación mineral comenzaría a brotar del suelo, revelando ser un yacimiento repleto de incontables piedras preciosas. Amatistas. Sin embargo, estas durarían poco afianzadas a su terrenal origen, ya que en un súbito estallido, estás se elevarían por los aires convirtiendose en una filosa lluvia que tenía como objetivo al invasor de Asgard.
-"Gracias que Tempestad amatista forma el cristal usando los componentes del mismo suelo en el que nos encontremos, con suerte mi ataque haya podido formar una amalgama con los minerales de esta extraña dimensión y por ende ser capaz de lastimarlo. Si alguien como yo no puede lastimarlo en el inframundo, entonces haré que el inframundo lo lastime por mi. "
Si bien ignoraba si su plan daría resultado, en caso que así fuera, las filosas y punzantes estacas de amatista se impregnarían en su armadura y las partes desprotegidas que no cubría la misma. De lograr eso, no solo le causaría un súbito dolor para darle una oportunidad al santo dorado, sino que además confiaba en que las amatistas drenaran su cosmos paulatinamente y solo fuera cuestión de tiempo para que cayera. Además, Edzard ya estaba preparado para cancelar su técnica y hacerse a un lado en caso que Ullr le diera prioridad a atacarlo a él. Aunque eso siginificaría darle la espalda al psicópata que los metió en este lugar en primer lugar, y eso definitivamente no podía ser buena idea.
________________________________________________________________________________________________
- Banda Sonora:
- Sirvientes de la oscuridad
El sepulcral sonido de fondo de las almas en completa agonía cayendo de aquel horroroso acantilado había sido opacado momentaneamente con el arrebato de locura que había sufrido el susodicho Dios Guerrero Ullr, quien perjuraba haber sido convocado por el mismisimo odín para repartir muerte a los santos Dorados así como aquellos Asgardianos que habían osado aceptarlos en sus tierras. Pero como si su historia no fuera ya suficiente incongruente para Edzard, lo que venía a continuación lo dejaría completamente atónito.
-"¿Qué diablos le pasa a su ropaje sagrado?"
Pensó el Dios guerrero de Megrez al ser testigo como la indumentaria que cubría hacía un momento a su contrincante era ahora bañada con un tono morado oscuro, dándole una mayor semántica a su aspecto con respecto al lugar donde se localizaban. Como si eso fuera poco, el cosmos de aquel individuo se incrementaba de forma violenta, provocando que de él emanara una presencia más siniestra y enloquecida.
-"¿Pretende atacar? ¿Que no se supone que somos intangibles en esta dimensión?"
Sin ánimos de probar su suerte de todas formas, el caballero de Delta se anticiparía al hondear de la espada de aquel malévolo Dios guerrero, siendo capaz de prepararse para cuando se avecinara la ráfaga de energía cortante y hacer lo posible para colocarse lejos del área afectada por su ataque, la cual dañó una gran parte del relieve del lugar, deformándolo mucho más de lo que ya estaba. Definitivamente aquel individuo podía interactuar con los elementos de aquel plano existencial, de lo contrario las consecuencias de su ataque no hubieran sido tan notorias.
-"Lo mejor sería dejar que el caballero de Cáncer se encargara de esto, pero un enemigo como este pudiera tomarle algo de tiempo y tal y como dijo, no puedo darme el lujo de alargar mi estancia indefinidamente. Hmp... pero acercarme sería muy arriesgado. El hecho que el pueda atacarme no significa que yo también pueda dañarlo... "
Tratando de alejarse lo más posible del rango visual del enemigo, el de cabello violeta pensaba como se suponía podía atacar a aquel individuo siendo no más que un fantasma en ese mundo. Si tan solo pudiera manipular aquel entorno para que fuera este el que lo atacara... y entonces lo figuró. Si había una técnica en específico que quizás podría servirle. Lo mejor de todo es que era una técnica de larga distancia, así que no tenía que arriesgarse a acercarse a Ullr.
-"Aparte de algo de cosmos, no pierdo nada. "
Una vez que estuviese a una distancia segura y el caballero rival estuviera ocupado lidiando con Muerte Lenta, Edzard se colocaría firme en el piso, flexionaría sus piernas para agacharse y hacer contacto con la superficie usando sus manos y posteriormente elevaría su cosmos lo más que pudiera. Una vez que alcanzara la cantidad necesaria, diría en voz alta "¡TEMPESTAD AMATISTA!" para que su plan diera marcha.
A unos metros de donde se localizara Ullr, una inusual formación mineral comenzaría a brotar del suelo, revelando ser un yacimiento repleto de incontables piedras preciosas. Amatistas. Sin embargo, estas durarían poco afianzadas a su terrenal origen, ya que en un súbito estallido, estás se elevarían por los aires convirtiendose en una filosa lluvia que tenía como objetivo al invasor de Asgard.
-"Gracias que Tempestad amatista forma el cristal usando los componentes del mismo suelo en el que nos encontremos, con suerte mi ataque haya podido formar una amalgama con los minerales de esta extraña dimensión y por ende ser capaz de lastimarlo. Si alguien como yo no puede lastimarlo en el inframundo, entonces haré que el inframundo lo lastime por mi. "
Si bien ignoraba si su plan daría resultado, en caso que así fuera, las filosas y punzantes estacas de amatista se impregnarían en su armadura y las partes desprotegidas que no cubría la misma. De lograr eso, no solo le causaría un súbito dolor para darle una oportunidad al santo dorado, sino que además confiaba en que las amatistas drenaran su cosmos paulatinamente y solo fuera cuestión de tiempo para que cayera. Además, Edzard ya estaba preparado para cancelar su técnica y hacerse a un lado en caso que Ullr le diera prioridad a atacarlo a él. Aunque eso siginificaría darle la espalda al psicópata que los metió en este lugar en primer lugar, y eso definitivamente no podía ser buena idea.
Edzard- Dios Guerrero
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