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HISTORIA
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Divagando —Eridan
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Divagando —Eridan
Todo caballero portador de alguna Cloth, ya sea bronce, plata o de oro, sufre un arduo entrenamiento, su cuerpo no es igual a de los humanos normales, logrando soportar grandes temperaturas o por el contrario bajas al 0°, más no por ello, el frío 'eterno' de Asgard era algo de ignorar, las prendas que cubrían los cuerpos de los caballeros y amazonas, no eran suficientes para apaciguar el incómodo sentir, definitivamente estaban fuera de Grecia. ¿Echaba de menos aquel lugar? Sin duda alguna, era después de todo su hogar, donde aquella orden dorada, el resto de los caballeros y Athena, eran su familia, y ahora simplemente no podían estar en tiempos de paz.
La situación no pintaba de lo mejor y ella lo sabía perfectamente, su última plática con Buda, solo le había advertido que tuviese cuidado, peligros se acercaban, de eso era consciente, y aunque parte de si esperaba el no tener que luchar, otra parte de ella ardía en motivos para desquitarse y vencer a sus oponentes, por muy fuertes que estos fuesen, más sin por alguna razón no habían dado aún la pauta de partir a enfrentar a los generales de Poseidón, es porque probablemente aún no había una estrategia que declarará la victoria, o porque la orden dorada no estaba en su completo, si bien, habían aparecido tan solo unos cuantos, y ella había sido una de las recién en llegar a Asgard y enterarse de la situación a la que estaban viviendo. Aquel palacio estaba lleno de tensión, tan solo se limitaba a observar a sus compañeros yendo de un lado a otro, si fuese posible, habría grandes zanjas por todo el lugar, los cosmos tenían ciertas variaciones, Maina podía sentirlos, sentir como cada uno de ellos estaba nervioso, inseguro, con la casi nada información que poseían, y no los culpaba, más no era momento de estar en esa situación.
Necesitaba respuestas, o al menos tener una charla más tranquila con quien fuera, "Buda", le indicó su mente en automático, habían pasado días desde su última charla, y tal vez si tenía suerte ese momento podría obtener el intercambio de algunas palabras. Excusándose con los presentes en aquel salón donde formulaban las estrategias y al mismo tiempo las desechaban, salió por la puerta principal, hasta dejar finalmente el palacio. Lejos de allí, llamó su atención aquella cascada congelada, trayéndole algunos vagos recuerdos de su querida India, cuando solía escaparse a jugar a las cascadas rodeadas de amplia vegetación y múltiples animales que se habían vuelto de alguna forma sus amigos, más en su presente, aquella cascada no tenía vida, estaba apagada, y daba un aire tranquilidad, aunque lúgubre, pero no por ello no atractivo. El frío le calo los huesos, la armadura dorada, metal, no le ayudaba demasiado, entonces se regañó a sí misma, siendo una amazona no podía permitirse sentir lo que un humano cualquiera; tan solo uso algo de su energía para volver a entrar en calor, o bien a una temperatura ambiente, un poco más a los normalmente 37° corporal.
—"Buda...¿está ahí? Necesito tener una charla con usted, maestro."—
Nada, silencio absoluto, más no se daría por vencida.
—"Por favor, necesito de su sabiduría..."—
Y el silencio continuaba; Maina suspiró, así como lo había intentado la noche anterior y la anterior a ella, no había conseguido obtener palabra alguna de aquel Dios, tal vez se había agotado de las incontables dudas de la guardiana de Virgo, de sus preguntas incesables, del dudar sobre la próxima guerra. ¿No sería considerado ello como traición? El dudar de la capacidad de tu Diosa a la que sirves, de tus compañeros, de conseguir la victoria. En parte, aquello dependía de la orden dorada, pues los bronce y plata se aventuraron en el Santuario y hacerles frente a Poseidón, ¿el resultado? ser vencidos, y ellos allí, pidiendo auxilio y hasta asilo a los que alguna vez también fueron sus enemigos, para una Diosa que profesa la guerra, ¿porqué apoyarse en otros?
Maina no tambaleaba en su fidelidad, más si tal vez en las decisiones que se estaban tomando, pero finalmente ¿quién era ella para atreverse a cuestionar tales cosas?, tan solo una joven con una misión y al servicio de una Diosa, que osadía la de ella permitirse tales pensamientos.
Con la posición de loto, sus ojos cerrados, se concentró en su meditación, como no lo había hecho antes, tanto de aquí y allá, no había tenido un momento para poder meditar, y así ello podría servirle para aclararse mejor y dejar tantas dudas, el permitirse divagar tanto en un sendero sin fin.
—¿Hay buenas nuevas?—
Murmuró sin deshacer la posición de loto, con su tranquilidad característica de la amazona de Virgo, sus párpados aún cerrados. Sabía perfectamente que no era un cosmos enemigo el que sentía había aparecido en el mismo lugar donde ella estaba en meditación, y eso la tranquilizaba.
La situación no pintaba de lo mejor y ella lo sabía perfectamente, su última plática con Buda, solo le había advertido que tuviese cuidado, peligros se acercaban, de eso era consciente, y aunque parte de si esperaba el no tener que luchar, otra parte de ella ardía en motivos para desquitarse y vencer a sus oponentes, por muy fuertes que estos fuesen, más sin por alguna razón no habían dado aún la pauta de partir a enfrentar a los generales de Poseidón, es porque probablemente aún no había una estrategia que declarará la victoria, o porque la orden dorada no estaba en su completo, si bien, habían aparecido tan solo unos cuantos, y ella había sido una de las recién en llegar a Asgard y enterarse de la situación a la que estaban viviendo. Aquel palacio estaba lleno de tensión, tan solo se limitaba a observar a sus compañeros yendo de un lado a otro, si fuese posible, habría grandes zanjas por todo el lugar, los cosmos tenían ciertas variaciones, Maina podía sentirlos, sentir como cada uno de ellos estaba nervioso, inseguro, con la casi nada información que poseían, y no los culpaba, más no era momento de estar en esa situación.
Necesitaba respuestas, o al menos tener una charla más tranquila con quien fuera, "Buda", le indicó su mente en automático, habían pasado días desde su última charla, y tal vez si tenía suerte ese momento podría obtener el intercambio de algunas palabras. Excusándose con los presentes en aquel salón donde formulaban las estrategias y al mismo tiempo las desechaban, salió por la puerta principal, hasta dejar finalmente el palacio. Lejos de allí, llamó su atención aquella cascada congelada, trayéndole algunos vagos recuerdos de su querida India, cuando solía escaparse a jugar a las cascadas rodeadas de amplia vegetación y múltiples animales que se habían vuelto de alguna forma sus amigos, más en su presente, aquella cascada no tenía vida, estaba apagada, y daba un aire tranquilidad, aunque lúgubre, pero no por ello no atractivo. El frío le calo los huesos, la armadura dorada, metal, no le ayudaba demasiado, entonces se regañó a sí misma, siendo una amazona no podía permitirse sentir lo que un humano cualquiera; tan solo uso algo de su energía para volver a entrar en calor, o bien a una temperatura ambiente, un poco más a los normalmente 37° corporal.
—"Buda...¿está ahí? Necesito tener una charla con usted, maestro."—
Nada, silencio absoluto, más no se daría por vencida.
—"Por favor, necesito de su sabiduría..."—
Y el silencio continuaba; Maina suspiró, así como lo había intentado la noche anterior y la anterior a ella, no había conseguido obtener palabra alguna de aquel Dios, tal vez se había agotado de las incontables dudas de la guardiana de Virgo, de sus preguntas incesables, del dudar sobre la próxima guerra. ¿No sería considerado ello como traición? El dudar de la capacidad de tu Diosa a la que sirves, de tus compañeros, de conseguir la victoria. En parte, aquello dependía de la orden dorada, pues los bronce y plata se aventuraron en el Santuario y hacerles frente a Poseidón, ¿el resultado? ser vencidos, y ellos allí, pidiendo auxilio y hasta asilo a los que alguna vez también fueron sus enemigos, para una Diosa que profesa la guerra, ¿porqué apoyarse en otros?
Maina no tambaleaba en su fidelidad, más si tal vez en las decisiones que se estaban tomando, pero finalmente ¿quién era ella para atreverse a cuestionar tales cosas?, tan solo una joven con una misión y al servicio de una Diosa, que osadía la de ella permitirse tales pensamientos.
Con la posición de loto, sus ojos cerrados, se concentró en su meditación, como no lo había hecho antes, tanto de aquí y allá, no había tenido un momento para poder meditar, y así ello podría servirle para aclararse mejor y dejar tantas dudas, el permitirse divagar tanto en un sendero sin fin.
—¿Hay buenas nuevas?—
Murmuró sin deshacer la posición de loto, con su tranquilidad característica de la amazona de Virgo, sus párpados aún cerrados. Sabía perfectamente que no era un cosmos enemigo el que sentía había aparecido en el mismo lugar donde ella estaba en meditación, y eso la tranquilizaba.
Maina de Virgo- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 10/09/2014
Localización : Buscando alcanzar la iluminación.
Re: Divagando —Eridan
El santo de Aries rondaba las cercanías sin portar su armadura, algo distintivo de el ya que le resultaba incomodo el hecho de portar algo tan pesado, prefería usarla en batalla y no en los momentos tan tranquilos como los que estaba pasando, por lo que portaba su ropaje habitual, su gabardina negra, dentro de esta portaba ropajes invernales, una cadena colgando de su cuello y por supuesto sus guantes blancos que hacían juego con sus lentes, usualmente no gusta de la lectura pero esta vez se encontró un libro enorme de literatura que el ya había leído antes,¿Porque no volver a leerlo?, si solía hacerlo tan seguido hojeaba una y otra vez dando pasos tranquilos hasta el momento en que llego a la famosa cascada congelada de Asgard, allí era un clima frió, pero no le afectaba pues creció en un lugar aun mas frió, le encantaba disfrutar el clima y mas aun la lluvia gélida que caía en cierta época del año.
Algo llamo su atención, una belleza innegable se notaba a la distancia una mujer que permanecía sentada. -Esta Meditando al parecer.-Pocas personas meditaban en las afueras por lo que Eridan pudo asumir que la persona que se encontraba allí era su hermana de armas, una joven amazona con cabellos rubios cual incandescentes rayos de sol.-"Podría interrumpirla pero eso no seria muy cortes."- Sin dudarlo camino hacia la joven para tratar de distraerla de su meditación de forma sutil ya que el caballero de Aries gustaba de conversaciones duraderas aunque no fuesen muy interesantes; Se acerco lo suficiente para poder mirar a la amazona de cerca, Eridan se acerco por la derecha de la joven hasta el punto que para admirarla solo tenia que bajar un poco su cabeza. Cerro el libro que portaba en sus manos para dirigir palabra a la dama.-El tiempo nocturno afila, eleva cada sensación los movimientos de oscuridad e imaginación de las estelas silenciosamente los sentidos abandone sus defensas despacio, suavemente, la noche despliega su esplendor.-
Algo llamo su atención, una belleza innegable se notaba a la distancia una mujer que permanecía sentada. -Esta Meditando al parecer.-Pocas personas meditaban en las afueras por lo que Eridan pudo asumir que la persona que se encontraba allí era su hermana de armas, una joven amazona con cabellos rubios cual incandescentes rayos de sol.-"Podría interrumpirla pero eso no seria muy cortes."- Sin dudarlo camino hacia la joven para tratar de distraerla de su meditación de forma sutil ya que el caballero de Aries gustaba de conversaciones duraderas aunque no fuesen muy interesantes; Se acerco lo suficiente para poder mirar a la amazona de cerca, Eridan se acerco por la derecha de la joven hasta el punto que para admirarla solo tenia que bajar un poco su cabeza. Cerro el libro que portaba en sus manos para dirigir palabra a la dama.-El tiempo nocturno afila, eleva cada sensación los movimientos de oscuridad e imaginación de las estelas silenciosamente los sentidos abandone sus defensas despacio, suavemente, la noche despliega su esplendor.-
Eridan de Aries- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 25/08/2014
Localización : Tierritorio Atheniense
Re: Divagando —Eridan
—La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza.— Murmuró, adjuntando sus palabras con las mencionadas por el joven, que si bien no se equivocaba era su compañero portador de la armadura de Aries, a su corto historial, conocía muy poco de sus compañeros de la orden dorada, y en ocasiones como aquel momento, podía ser agradable tanto para ella como para él, intercambiar palabras que no trataran solamente de guerra y estrategias, a veces, entablar otros temas, suaviza el alma y despeja la mente, lo que a muchos que se habían quedado en aquel palacio, les faltaba, sin duda alguna.
Bastó con seguir su cosmos para descifrar que él se había posicionado aun lado suyo, a ello, rompió con la meditación de minutos atrás, pero sin perder la postura en la que estaba, encontraba cómodo el estar de aquella manera, tan solo sus párpados fueron los que al estar cerrados, se abrieron con suavidad, hasta posar sus orbes azules en su compañero. —Sin duda, la noche sugiere, no enseña.— Una suave y pequeña sonrisa se formó en los labios de la fémina rubia, mirando con cierto detenimiento al joven de cabellos grisáceos, a diferencia de ella, él no portaba su cloth dorada, y eso le hacia pensar si debía imitarle en ello, tal vez lo tomaría en cuenta para días posteriores, si no había peligro alguno por el momento, podría darse el lujo de vestir sus ropajes civiles.
—Eridan, ¿no es así?— Dejando atrás la pequeña conversación acerca del manto oscuro llamado noche, y su acompañantes estelares, se centró en el joven caballero, sentía curiosidad por conocer acerca de su compañero, de la orden dorada apenas y conocían sus nombres y de donde provenían, más era todo, jamás acerca de ideales, agrados, ni que decir de su pasado, poco se conocían entre si, y eso era una gran verdad, y aún a ello, la amazona de Virgo confiaba plenamente en cada uno, sin importarle mucho el conocer en demasía o poco a cada uno, pero eso no quitaba la curiosidad dentro de ella.
—Lo que unos tomamos este lugar para entrar en meditación, otros para una lectura.— Sin perder aquella amable sonrisa, con su vista hizo referencia al libro entre manos de él, probablemente una manera de comenzar una amena charla sin un tema en particular o definitivo, una cosa llevando a otra, era la manera en la que ella le agradaba platicar, y si se atrevía a pre-suponerlo, es que al joven Ariano, también.
Maina de Virgo- Santo de Oro
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Fecha de inscripción : 10/09/2014
Localización : Buscando alcanzar la iluminación.
Re: Divagando —Eridan
Ciertamente así es joven damisela, la lectura es uno de mis placeres mas gratos, junto a la compañía de las personas que aprecio, en todo caso, sabe es la primera vez que logro entablar una conversación con usted creo que solo la había visto pero como dicen por allí, es mejor conocer que simplemente apreciar, si bien es cierto que la lectura es parte de mi vida jamas he tenido la oportunidad de hablar mucho con los demás, por ejemplo me encantaría tener una junta con nuestros compañeros sin necesidad de que sea por guerra si no, solo porque me encantaría conocerles bien para mi es muy valeroso el hecho de conocerles ya que así existiría mas facilidad dentro de un combate contra los enemigos,planear una estrategia conforme a las habilidades de los demás...Aunque el patriarca seguramente ya nos conoce a todos...Tal vez sea inútil conocernos pero, me intriga el hecho de que usted este aquí, entiendo que un lugar tranquilo es necesario para la meditación, sin embargo creo recordar que usted es proveniente de un lugar el cual es muy diferente en cuanto al clima de aquí, Asgard.
El joven caballero deja caer su libro al suelo, mientras posaba sus manos en su espalda y lentamente se quita la gabardina de esta, ahora portaba una camiseta verde obscuro sin mangas,con la gabardina en sus brazos se agacho de forma lenta y gentil, extiende los brazos y se la ofrece a la joven.
-Por favor, no puedo quedarme aquí viendo como su hermosa presencia se congela en este sitio aunque no acepte esta gabardina no me la volveré a poner, pues prefiero compartir el frió invernal si usted se niega a aceptar.
El manto nocturno comenzaba a hacerse notar, las bellas estrellas, el firmamento en si era digno de ser
contemplado.-Hermoso, sin duda alguna, me encantaría que todas las noches fuesen así...Aunque en un mundo lleno de guerras sera difícil; Lo mejor sera apreciar el presente pero seguir soñando y sin perder la esperanza de un futuro.
El joven caballero deja caer su libro al suelo, mientras posaba sus manos en su espalda y lentamente se quita la gabardina de esta, ahora portaba una camiseta verde obscuro sin mangas,con la gabardina en sus brazos se agacho de forma lenta y gentil, extiende los brazos y se la ofrece a la joven.
-Por favor, no puedo quedarme aquí viendo como su hermosa presencia se congela en este sitio aunque no acepte esta gabardina no me la volveré a poner, pues prefiero compartir el frió invernal si usted se niega a aceptar.
El manto nocturno comenzaba a hacerse notar, las bellas estrellas, el firmamento en si era digno de ser
contemplado.-Hermoso, sin duda alguna, me encantaría que todas las noches fuesen así...Aunque en un mundo lleno de guerras sera difícil; Lo mejor sera apreciar el presente pero seguir soñando y sin perder la esperanza de un futuro.
Eridan de Aries- Santo de Oro
- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 25/08/2014
Localización : Tierritorio Atheniense
Re: Divagando —Eridan
ㅡCiertamente, los libros nos cuentan historias que se han vivido, llenándonos de conocimientos maravillosos y permitiéndonos hacer uso de la creatividad e imaginación de uno para recrear cada escena. Cada letra, tiene un significado. Me atrevo a decir, que como usted, disfruto gratamente de una buena lectura, y más a ello, el compartir palabras con personas.ㅡ Pese a que el frío gélido de la noche bajara constantemente con el paso de los minutos, no hacía de aquel momento en absoluto desagradable, por el contrario estaba disfrutando de intercambiar palabras con él joven aunque habían pasado apenas unos breves segundos de ello, sentía que podían pasar horas a ello y no se cansaría de intercambiar pensamientos y palabras con él.
Suspiró, asintiendo a modo de respuesta ante sus pensamientos. ㅡYo esperaría lo mismo, creo que sería maravilloso un momento en que la orden dorada estuviese junta, compartir y conocernos, más a estos tiempos, me temo que eso puede ser imposible. Hay estrés, tensión, y eso no ayuda en absoluto, en ocasiones he tratado de relajar el ambiente pero ni aún así, ha sido posible. Me temo que si, con que el patriarca sepa de nosotros, por ahora es suficiente. Y aunque eso sea así, yo no desconfió de ninguno, porque no hace falta conocernos tanto, para tener un lazo que unos une, nuestra sagrada Diosa.ㅡ Finalizó aquello con un largo suspiro nuevamente más sin quitar la sonrisa de su rostro, tal vez no habría oportunidad de poder entablar una conversación con todos, pero estaba agradecida de poder hacerlo con algunos de ellos, que le permitieran conocerlos y conocerla a ella.
No pudo evitar encogerse de hombros ante la acción del joven para con ella, y por lo consiguiente mostrar un leve color rosa pintado en sus mejillas, gracias al frío, podría excusarse que tal había sido el causante. ㅡNo me atrevería a negarme su tan caballerosa acción, realmente agradezco el detalle.ㅡ Tomó en entré sus manos la gabardina, enseguida se dedicó a colocarla sobre sus hombros y acomodándosela, abrigándose del frío de Asgard, sintiendo la calidez que aun guardaba de él tras habérsela quitado tan sólo segundos atrás. ㅡSi es tan diferente de mi amada India...pero como Santo, a todo uno debe de acostumbrarse.ㅡ
ㅡMe preocupa que carezca de estar suficientemente abrigado y pueda enfermar, por causa de mi irresponsabilidad.ㅡ No pudiendo evitar el sentimiento de preocupación ante su prójimo. Y como acto de inercia, se envolvió más dentro de la gabardina, pues no podía negar que era cálido estar entre aquella tela. Alzo su vista al cielo al volverle a escuchar, dejando que la belleza que este reflejaba acaparara por completo su atención. ㅡAl final es lo único que no se nos puede prohibir, el soñar y desear por un mundo tan tranquilo, con paz, donde sólo espectáculos tan bellos y hermosos como el que presenciamos ahora sean protagonistas de cada día. Más es un sueño Utópico, que lamentablemente no podrá suceder. Pero tan sólo en nuestra mente, es posible.ㅡ Entrecerró la mirada, como si hubiese vuelto a su meditación, más la realidad era que sólo grababa el momento y la escena en su memoria, la vida humana era efímera, de un momento a otro podían vivir y al otro morir, y lo único que se llevarían después de la muerte, serían únicamente los buenos recuerdos.
Suspiró, asintiendo a modo de respuesta ante sus pensamientos. ㅡYo esperaría lo mismo, creo que sería maravilloso un momento en que la orden dorada estuviese junta, compartir y conocernos, más a estos tiempos, me temo que eso puede ser imposible. Hay estrés, tensión, y eso no ayuda en absoluto, en ocasiones he tratado de relajar el ambiente pero ni aún así, ha sido posible. Me temo que si, con que el patriarca sepa de nosotros, por ahora es suficiente. Y aunque eso sea así, yo no desconfió de ninguno, porque no hace falta conocernos tanto, para tener un lazo que unos une, nuestra sagrada Diosa.ㅡ Finalizó aquello con un largo suspiro nuevamente más sin quitar la sonrisa de su rostro, tal vez no habría oportunidad de poder entablar una conversación con todos, pero estaba agradecida de poder hacerlo con algunos de ellos, que le permitieran conocerlos y conocerla a ella.
No pudo evitar encogerse de hombros ante la acción del joven para con ella, y por lo consiguiente mostrar un leve color rosa pintado en sus mejillas, gracias al frío, podría excusarse que tal había sido el causante. ㅡNo me atrevería a negarme su tan caballerosa acción, realmente agradezco el detalle.ㅡ Tomó en entré sus manos la gabardina, enseguida se dedicó a colocarla sobre sus hombros y acomodándosela, abrigándose del frío de Asgard, sintiendo la calidez que aun guardaba de él tras habérsela quitado tan sólo segundos atrás. ㅡSi es tan diferente de mi amada India...pero como Santo, a todo uno debe de acostumbrarse.ㅡ
ㅡMe preocupa que carezca de estar suficientemente abrigado y pueda enfermar, por causa de mi irresponsabilidad.ㅡ No pudiendo evitar el sentimiento de preocupación ante su prójimo. Y como acto de inercia, se envolvió más dentro de la gabardina, pues no podía negar que era cálido estar entre aquella tela. Alzo su vista al cielo al volverle a escuchar, dejando que la belleza que este reflejaba acaparara por completo su atención. ㅡAl final es lo único que no se nos puede prohibir, el soñar y desear por un mundo tan tranquilo, con paz, donde sólo espectáculos tan bellos y hermosos como el que presenciamos ahora sean protagonistas de cada día. Más es un sueño Utópico, que lamentablemente no podrá suceder. Pero tan sólo en nuestra mente, es posible.ㅡ Entrecerró la mirada, como si hubiese vuelto a su meditación, más la realidad era que sólo grababa el momento y la escena en su memoria, la vida humana era efímera, de un momento a otro podían vivir y al otro morir, y lo único que se llevarían después de la muerte, serían únicamente los buenos recuerdos.
Maina de Virgo- Santo de Oro
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Localización : Buscando alcanzar la iluminación.
Re: Divagando —Eridan
No tenia ni idea que a usted le encantasen los libros tanto como a mi, eso me hace apreciarla a un mas joven amazona, tal vez un día podamos reunirnos en la biblioteca del palacio, podríamos incluso encontrarnos con el caballero de Acuario el cual se sumerge en los libros de forma muy interesante.-El joven asintió cuando la chica menciono su opinión sobre la junta entre caballeros, el saber que ella compartía la misma forma de pensar lo llevo a admirar a un mas a la dama.
Debo admitir que ese tono rosado en su rostro hace notar mas las hermosas joyas que ousted porta como ojos...Me parece perfecto que haya aceptado...Claro que no, a pesar de ser un santo el acostumbrarse no debe ser parte de usted, en lugar de modificarse a si misma es mejor modificar el mundo que la rodea en este caso usted proviene de un lugar cálido pero no es necesario que se acostumbre al clima frió pues en ese momento ya no seria usted, si no una modificación de usted misma.
Eridan se dejo caer en la nieve para sentarse a lado de la joven, toma en sus manos el libro que arrojo al suelo y lo acomoda en su palma derecha, junta ambas manos mostrando sus palmas al firmamento.
Oooohhh. Por favor no es necesario que se preocupe por mi...El permanecer de esta forma es ya algo mio... Pues yo provengo de las Tierras Heladas de Essen en Alemania y el enfermarme por este clima seria casi imposible ya que en Essen el clima es aun mas frió que aquí en Asgard...Si usted visitara mi tierra natal tendría que portar aproximadamente 4 ropajes idénticos a ese.-Levanta la mano y toca la manga de la gabardina que ahora portaba la joven.-Usted no es irresponsable solamente ha hecho lo mejor.- Retira la mano y la coloca sobre el libro.
Simplemente magnifica...Amm..Refiriéndome a este acontecimiento que deberá ser escrito para futura lectura...-Sin dudarlo abre el libro que portaba en su mano en un intento por no mirar a la joven después de haber titubeado ante ella, de su bota izquierda saca una pluma, lleva el libro a la ultima pagina y escribe algo rápidamente seguido de un dibujo muy detallado del cielo nocturno.
Debo admitir que ese tono rosado en su rostro hace notar mas las hermosas joyas que ousted porta como ojos...Me parece perfecto que haya aceptado...Claro que no, a pesar de ser un santo el acostumbrarse no debe ser parte de usted, en lugar de modificarse a si misma es mejor modificar el mundo que la rodea en este caso usted proviene de un lugar cálido pero no es necesario que se acostumbre al clima frió pues en ese momento ya no seria usted, si no una modificación de usted misma.
Eridan se dejo caer en la nieve para sentarse a lado de la joven, toma en sus manos el libro que arrojo al suelo y lo acomoda en su palma derecha, junta ambas manos mostrando sus palmas al firmamento.
Oooohhh. Por favor no es necesario que se preocupe por mi...El permanecer de esta forma es ya algo mio... Pues yo provengo de las Tierras Heladas de Essen en Alemania y el enfermarme por este clima seria casi imposible ya que en Essen el clima es aun mas frió que aquí en Asgard...Si usted visitara mi tierra natal tendría que portar aproximadamente 4 ropajes idénticos a ese.-Levanta la mano y toca la manga de la gabardina que ahora portaba la joven.-Usted no es irresponsable solamente ha hecho lo mejor.- Retira la mano y la coloca sobre el libro.
Simplemente magnifica...Amm..Refiriéndome a este acontecimiento que deberá ser escrito para futura lectura...-Sin dudarlo abre el libro que portaba en su mano en un intento por no mirar a la joven después de haber titubeado ante ella, de su bota izquierda saca una pluma, lleva el libro a la ultima pagina y escribe algo rápidamente seguido de un dibujo muy detallado del cielo nocturno.
Eridan de Aries- Santo de Oro
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Localización : Tierritorio Atheniense
Re: Divagando —Eridan
La idea de encontrarse en la biblioteca le parecía bastante grata, era cierto que el palacio Valhala albergaba una gran biblioteca con un sin fin de libros que sorprenderían a más de uno en su contenido, al menos había sido la impresión para la joven rubia en su breve visita a ella, y a mención de tal caballero Acuariano, en efecto compartía ese mismo gusto, una reunión de los tres dorados, sin duda sería un deleite para intercambio de gustos y pensamientos. ㅡEso sería más que maravilloso, aseguro tendríamos un muy buen momento, no hay nada mejor que escuchar opiniones y gustos de otros, así como puntos de vista, lo mejor a mi humilde opinión, son las disputas que salen de ello.ㅡ Notándose en su voz, el ligero cambio de tono a la emoción que tan sólo el imaginarlo, le causaba.
ㅡEn mi corta vida, había recibido jamás tal cumplido, he de agradecerle por ello, sinceramente.ㅡ Volviendo a repetir su encogimiento de hombros por dejar al aire tal confesión. ㅡEs un pensamiento muy interesante el de usted, pues si bien es cierto que hay que modificar el entorno para no perder la esencia de lo que es uno, más por otro lado, si uno sabe su esencia y todo lo que a ello concierne, no habría cambio alguno al tener que adaptarse al entorno, el acostumbrarse. Después de todo, la misma teoría de Darwin lo afirma, que el ser humano u organismo es capaz de asimilar los cambios del entorno y adaptarse correspondientemente con el paso del tiempo.ㅡ Arrugó la nariz para si misma, tantas lecturas en aquel templo budista, hacían ver el mundo de manera distinta.
Atendió con atención a su relato, bastante curioso para ella, ciertamente que la mayoría de la orden dorada o bien los 88 caballeros al servicio de Athena procedían de lugares completamente distintos, y como tal remotos, y para alguien como Maina que sólo había conocido la India y ahora Asgard, el mundo en si, era un enigma para ella. ㅡSupongo que tiene usted razón....Vaya, ¿Europa, no es así? Desconozco por completo como es el lugar que usted menciona, pero si es como lo describe, entonces, tan sólo este frío debe ser una pequeña y suave brisa fresca.ㅡ
Tras sentir su breve tacto por sobre la tela de la gabardina, abrió nuevamente su mirada, llevándose enseguida la mano a la boca, disimulando unas suaves risillas que se permitió dejar salir, todo sin perder el respeto al caballero Ariano. ㅡSin duda.ㅡ Comento con simpleza, habiendo sido perspicaz prefirió no mencionar más, con tal de no incomodar al joven peli plata. Observando con detenimiento sus movimientos, sus orbes azules se fijaron en el danzar de su mano con la pluma, alcanzando sólo a detallar el dibujo, pues no quería parecer tampoco entrometida. ㅡ¿Ha plasmado en su lienzo, el hermoso cielo nocturno que nos abraza esta noche?ㅡ Se abrazó un poco más a la gabardina, esperando no ser demasiado curiosa en lo que parecía ser privado para el joven.
ㅡEn mi corta vida, había recibido jamás tal cumplido, he de agradecerle por ello, sinceramente.ㅡ Volviendo a repetir su encogimiento de hombros por dejar al aire tal confesión. ㅡEs un pensamiento muy interesante el de usted, pues si bien es cierto que hay que modificar el entorno para no perder la esencia de lo que es uno, más por otro lado, si uno sabe su esencia y todo lo que a ello concierne, no habría cambio alguno al tener que adaptarse al entorno, el acostumbrarse. Después de todo, la misma teoría de Darwin lo afirma, que el ser humano u organismo es capaz de asimilar los cambios del entorno y adaptarse correspondientemente con el paso del tiempo.ㅡ Arrugó la nariz para si misma, tantas lecturas en aquel templo budista, hacían ver el mundo de manera distinta.
Atendió con atención a su relato, bastante curioso para ella, ciertamente que la mayoría de la orden dorada o bien los 88 caballeros al servicio de Athena procedían de lugares completamente distintos, y como tal remotos, y para alguien como Maina que sólo había conocido la India y ahora Asgard, el mundo en si, era un enigma para ella. ㅡSupongo que tiene usted razón....Vaya, ¿Europa, no es así? Desconozco por completo como es el lugar que usted menciona, pero si es como lo describe, entonces, tan sólo este frío debe ser una pequeña y suave brisa fresca.ㅡ
Tras sentir su breve tacto por sobre la tela de la gabardina, abrió nuevamente su mirada, llevándose enseguida la mano a la boca, disimulando unas suaves risillas que se permitió dejar salir, todo sin perder el respeto al caballero Ariano. ㅡSin duda.ㅡ Comento con simpleza, habiendo sido perspicaz prefirió no mencionar más, con tal de no incomodar al joven peli plata. Observando con detenimiento sus movimientos, sus orbes azules se fijaron en el danzar de su mano con la pluma, alcanzando sólo a detallar el dibujo, pues no quería parecer tampoco entrometida. ㅡ¿Ha plasmado en su lienzo, el hermoso cielo nocturno que nos abraza esta noche?ㅡ Se abrazó un poco más a la gabardina, esperando no ser demasiado curiosa en lo que parecía ser privado para el joven.
Maina de Virgo- Santo de Oro
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Localización : Buscando alcanzar la iluminación.
Re: Divagando —Eridan
-Bueno al fin y alcabo cada quien es libre de pensar como mejor le parezca, creo que tiene razón al decir que no habría cambio si la persona sabe quien es y que es lo que hace, me alegra que alguien sepa sobre ese tipo de lectura es muy interesante.
Comprendió a la perfección el hecho de que la joven dama no conociese el lugar del que Eridan provenía pues Essen es un lugar alejado el cual ahora esta casi sin vida.-Si algún día se presenta la oportunidad espero poder llevarla al lugar del que provengo para que se llene de conocimientos nuevos en la gran biblioteca del palacio Zort, ese lugar posee una gran cantidad de libros que jamas imaginaria su mente, allí solía pasar mucho tiempo en mi infancia, espero ir nuevamente algún día.
Así es, el lienzo nocturno de esta noche es muy hermoso para dejarlo pasar...En cuanto al dibujo pues yo solía dibujar y hacer planos cuando estaba en mi hogar así que aprovecho las oportunidades que tenga para hacerlo, desea mirar?-Eridan le abre la ultima pagina del libro y le muestra el dibujo demasiado detallado para hacerlo tan rápidamente, a un lado del dibujo se podía apreciar lo que parece ser un ave la cual aun no estaba terminada, en la parte superior de la hoja se mostraba una minúscula letra que decía:
La paz es parte de uno mismo, la paciencia va de su mano, el amor es parte de ambos,
Porque el mundo ha olvidado? Si lo mejor de ser humano es poder sentir cada emoción
que se nos ha otorgado...
Comprendió a la perfección el hecho de que la joven dama no conociese el lugar del que Eridan provenía pues Essen es un lugar alejado el cual ahora esta casi sin vida.-Si algún día se presenta la oportunidad espero poder llevarla al lugar del que provengo para que se llene de conocimientos nuevos en la gran biblioteca del palacio Zort, ese lugar posee una gran cantidad de libros que jamas imaginaria su mente, allí solía pasar mucho tiempo en mi infancia, espero ir nuevamente algún día.
Así es, el lienzo nocturno de esta noche es muy hermoso para dejarlo pasar...En cuanto al dibujo pues yo solía dibujar y hacer planos cuando estaba en mi hogar así que aprovecho las oportunidades que tenga para hacerlo, desea mirar?-Eridan le abre la ultima pagina del libro y le muestra el dibujo demasiado detallado para hacerlo tan rápidamente, a un lado del dibujo se podía apreciar lo que parece ser un ave la cual aun no estaba terminada, en la parte superior de la hoja se mostraba una minúscula letra que decía:
La paz es parte de uno mismo, la paciencia va de su mano, el amor es parte de ambos,
Porque el mundo ha olvidado? Si lo mejor de ser humano es poder sentir cada emoción
que se nos ha otorgado...
- Dibujo:
Eridan de Aries- Santo de Oro
- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 25/08/2014
Localización : Tierritorio Atheniense
Re: Divagando —Eridan
Se limitó a asentir ante las palabras del joven, llevando por un momento su mente a memorias pasadas donde había leído aquella información, alguno de los libros que le llevaba su maestro desde la biblioteca que tenía donde él residía, habiendo sido parte fundamental en la educación de la fémina, bien se sabía que todos los santos Athenienses además de entrenamiento arduo para controlar la fuerza y el cosmos, eran seres sumamente educados, cultos, y era claro constatar ello con las dos presencias que esa noche compartían palabras y pensamientos mismos.
Desvío la mirada hacia el cielo nocturno nuevamente, admirando lo maravilloso que era el paisaje en si, ¿cuantas noches más sería capaz de poder apreciar semejante belleza? De eso no estaba segura, estaban inscritos a un destino del cual no sabían si habría vuelta atrás, y sólo podían disfrutar de esos escasos momentos y guardarlos en sus mejores memorias.
ㅡAseguro entonces que ha leído usted un sin número de ejemplares literarios, ¿no es así?ㅡ Por el rabillo del ojo le miró momentáneamente, encontrando fascinación por cada compañero que iba conociendo conforme su estancia en Asgard, algunos no muy agradables, otros lo suficiente para admitir desear conciliar una buena amistad a sólo compañerismo. ㅡSi el destino lo permite y la victoria sonríe a nuestro favor, habrá tiempo de viajar, y conocer cada lugar de nosotros. Al menos en lo personal, siento curiosidad por conocer cada uno. Tan distintos lugares...unidos en uno sólo por la misma causa...ㅡ Aquel fugaz pensamiento le hizo ensanchar su sonrisa, como cual pequeña con la espera de sus regalos en Navidad tan anhelados.
Y tras prestar atención al dibujo que él le ofrecía a ver completamente, su boca se formó en un claro "Oh", más sin llegar a pronunciar tal exclamación, sólo bastante la expresión reflejada en su rostro, admirando cada detalle del dibujo así como lo escrito en el mismo lienzo.
ㅡVaya...es tan...ㅡ Se quedó callada por un momento, poniendo en orden sus pensamientos y palabras adecuadas para expresarse. ㅡMuy hermoso...sublime, y sus palabras escritas, reflejan lo que esta dibujado. Sinceramente, aplaudo a su tan maravillosa habilidad.ㅡ Sonrió con sinceridad, asombrada ante la fantástica habilidad de su compañero.
Desvío la mirada hacia el cielo nocturno nuevamente, admirando lo maravilloso que era el paisaje en si, ¿cuantas noches más sería capaz de poder apreciar semejante belleza? De eso no estaba segura, estaban inscritos a un destino del cual no sabían si habría vuelta atrás, y sólo podían disfrutar de esos escasos momentos y guardarlos en sus mejores memorias.
ㅡAseguro entonces que ha leído usted un sin número de ejemplares literarios, ¿no es así?ㅡ Por el rabillo del ojo le miró momentáneamente, encontrando fascinación por cada compañero que iba conociendo conforme su estancia en Asgard, algunos no muy agradables, otros lo suficiente para admitir desear conciliar una buena amistad a sólo compañerismo. ㅡSi el destino lo permite y la victoria sonríe a nuestro favor, habrá tiempo de viajar, y conocer cada lugar de nosotros. Al menos en lo personal, siento curiosidad por conocer cada uno. Tan distintos lugares...unidos en uno sólo por la misma causa...ㅡ Aquel fugaz pensamiento le hizo ensanchar su sonrisa, como cual pequeña con la espera de sus regalos en Navidad tan anhelados.
Y tras prestar atención al dibujo que él le ofrecía a ver completamente, su boca se formó en un claro "Oh", más sin llegar a pronunciar tal exclamación, sólo bastante la expresión reflejada en su rostro, admirando cada detalle del dibujo así como lo escrito en el mismo lienzo.
ㅡVaya...es tan...ㅡ Se quedó callada por un momento, poniendo en orden sus pensamientos y palabras adecuadas para expresarse. ㅡMuy hermoso...sublime, y sus palabras escritas, reflejan lo que esta dibujado. Sinceramente, aplaudo a su tan maravillosa habilidad.ㅡ Sonrió con sinceridad, asombrada ante la fantástica habilidad de su compañero.
Maina de Virgo- Santo de Oro
- Mensajes : 144
Fecha de inscripción : 10/09/2014
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