Busqueda del tiempo 2 (mision)

Ahi me encontraba yo, andando a travez de la nada, aburrida y sin un objetivo a la vista, todo se veia tan aburrido.
Todo comenzo cuando Sorrento y yo fuimos llamados por nuestro dios para cumplir una mision, debiamos ir al desierto del Sahara y segun sus palabras cuando estuvieramos en el lugar indicado sabriamos que hacer. Ya de por si un viaje a Africa es bastante largo como para recorrer todo el desierto a pie, el lugar era una inmensa "nada" un interminable territorio cubierto de arena y abrazado por un sol inclemente, tal vez estariamos a unos 50 grados, pero parecia que la armadura de scylla asi como cualquiera de las escamas nos protegia del sol y hacia el clima mas soportable. Llevabamos alrededor de unas tres horas caminando en medio del desierto y la impeciencia me carcomia asi que con un tono insatisfaccion hable a mi compañero -Ves algo? te juro que si no encontramos lo que sea que estamos buscando en este momento, me matare y mi espiritu te matara- suspire y pense un segundo, era hora de usar mi tecnica que nos ayudaria ya que estabamos bastante adentrados -ya se! usare mi chirrido de murcielago- abri la boca como si lanzara un grito y de mi boca emanaron ondas de sonido que se difundieron por el lugar y con ayuda de la echolocalizacion trataria de encontrar algo que no fuera arena. Despues de unos segundos algo me llego de vuelta -Una de las ondas de sonido reboto en un lugar a no mas de 200 metros de aqui, puede que sea lo que buscamos- dije un poco mas animada y me prepare para ir en busqueda de lo que fuera que habia encontrado.

OFF: aunque en mi ficha diga que las ondas no llegan tan lejos, lo cambie solo para fines practicos en el tema.

"Paciencia"
Miraba a sus alrededores en el basto desierto donde se encontraba, sabía que otros dos compañeros le acompañarían en la misión, sin embargo decidió adelantarse, y comprobar que tan peligroso era el terreno y que tanto riesgo se podía correr al visitar tal lugar, el calor, y la soledad podían jugar una mala pasada a cualquiera, y por eso Bijaksana debía ir por delante, y dejar un aviso a sus compañero en caso de que hubiese algún peligro, pero el único peligro parecia ser el hecho de perderse en el lugar o caer víctimas del calor, sin embargo la escama que cada uno portaba debía protegerles, pues estaba cubierta con la bendición del Dios de los mares, quién los había encomendado a esta misión, Bijaksana llegó a un punto donde presintió que lo mejor sería aguardar, así que simplemente se quedó de pie esperando a sus compañeros.
Pasadas un par de horas el marino de Krisaor, sentía un par de cosmos acercándose, estaba seguro de que eran a quienes esperaba, sin embargo ellos parecían caminar, a varios metros de distancia, por lo que sería difícil que sintiesen la presencia de Bijaksana, quien se acercaba a ellos lentamente, cuando vió dos personajes a unos metros de distancia, pero que ya iban algo adelantados respecto a él, una figura fue imposible de reconocer desde esa distancia, aunque estaba seguro que era general marino, pues portaba una escama, y la otra figura se le fue más fácil identificarla, debido a que ya conocía a su portador, Sorrento de Siren, era uno de los que se encontraba en esa travesía, al reconocerlo, los siguió, pues al parecer habían encontrado algo, no estaba seguro si ya habían llegado al lugar que pretendían, y encendió poco a poco su cosmos, para avisar a sus compañeros que se encontraba en ese lugar, esperando ser bien recibido, y que supieran que él también iba a ser participe del acto venidero.
- La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito, confiemos en nosotros mismos, y en nuestros compañeros, para alcanzar la meta, por nuestro Dios -

Al parecer la habilidad del general marino de Scylla habia detectado algo en el desierto esperando que fuera lo que sea que los hubiera mandado a buscar su dios.
El sol golpeaba con toda su fuerza a los tres generales quienes si no fueran por sus escamas marinas, hubieran muerto hace tiempo de deshidratacion. El general de sirena y el de scylla caminaban en rumbo a su objetivo cuando el general de crisaor se les uniria, el ya tenia un tiempo ahi.  Caminaron por cinco minutos hasta que llegarian a un lugar donde una esfera cristalina descanzaba en un pedestal hecho de arena comprimida, tan comprimida que parecia hecha en piedra en lugar de arena. Los tres generales se acercaron a la esfera, pero algo parecia que no estaba bien y de un salto los tres generales se hecharon para atras, la arena comenzo a girar alrededor de la esfera; La rena se reunio hasta formar una piramide de tamaño pequeño en cuyo interior guardaria la esfera -Alejense de aqui mortales- la voz emano de dentro de la piramide, como si viniera de la esfera -Estoy harto de Poseidon y ustedes mortales DESAPAREZCAN!!!!!!-
Frente a ellos  y detras de la piramide, la arena se levanto y formo lo que parecian ser dos formas humanoides que parecian guerreros de unos 2 metros de altos, que sin esperar un segundo se lanzarian contra los tres generales marinos y mientras esto ocurria, la arena se levanto cinco metros detras de los generales, esta vez para dar vida a una criatura parecida al mitico kraken, pero formada de arena, esta mitica criatura media dos metros y medio simplemente de cabeza, mientras que sus tentaculos tenian un diametro de dos metros y un largo de tal vez cinco metros, convirtiendolo en una bestia colosal.

SAlte justo cuando senti el peligro, solo para reponerme y ver a las dos formas que formaban de la arena, parecian guerreros, uno humano y el otro reptil pero rapidamente mi atencion se fue hacia mi espalda donde se levantaba un mostruo enorme con forma de pulpo -Tiene que ser una broma. Ahora entiendo por que mandaron tres generales a esta mision- mire de reojo todo alrededor intentando examinarla situacion la cual lucia bastante desfavorable sin embargo recorde de que eramos capaces los generales marinos, asi que regresaria  mi estado normal y comenzaria a encender mi cosmos -Mis habilidades son cuerpo a cuerpo asi que me enfrentare a los dos tipos de alla, intentare solo medir su velocidad y movimientos, ustedes hagan lo mismo con el grandote, espero que todo salga bien, sino....... bueno no nos preocupemos por eso- en cuanto termine de decir eso sonrei y sali corriendo a toda velocidad contra mis oponentes.

oncentre mi cosmos en mis brazos para usar mi tecnica de zarpas de osos, en cuanto tuve mi tecnica me coloque en medio de aquellas cosas y me dispuse a golpear a uno mientras esperaba la reaccion de ambos, esperando ser tan rapida como para esquivarlos, no pensaba ser demasiado agresiva o podrian salirme mal las cosas.

"Poca comunicación, esto no es bueno"
Al ver que sus compañeros no le dirigieron ni una palabra al llegar pensó que faltaba comunicación entre ellos, quizá era falta de confianza y eso podía llevarlos por el camino y el sendero del fracaso, debía encontrar la manera de cambiar eso y unir sus lazos con los compañeros presentes, pero debía pensar en algo acertado, pues era arriesgado sin saber exactamente a que se enfrentaban... Por lo menos hasta ese momento.
Pocos minutos después la arena se movió, y unas figuras se hicieron presentes, parecían dos antiguos soldados de algún extraño ejército, uno se veía fuerte y pesado, el otro rápido y letal, pero eso no era todo,  pues aproximadamente 5 metros atrás de los marinos, un enorme monstruo salió de entre las profundidades del mar de arena, colosal y amenazante era la impresión que daba de primera vista al general de Krisaor, quién se preparó para luchar con la bestia, pensando que sus dos compañeros se encargarían de derrotar a los soldados, sin embargo esto no sería así, y se enteraría de esto por las palabras de Tatenashi, quién al parecer había tomado el liderazgo de la misión.
- Bien, haremos lo que dices pero antes de continuar me gustaría saber tu nombre -
Preguntó Biaksana a la chica presente, su estrategia era algo extraña, pues los enemigos se veían fuertes en cuerpo a cuerpo, quizá lo mejor era atacarlos a distancia, y de los tres presentes Sorrento parecía ser el más indicado, sin embargo este fue por la bestia, con un ataque que tenía como principal objetivo los sentidos de la misma.
"Algo extraño atacar los sentidos de una bestia que no sabemos de que está hecha, puede ni siquiera tener órganos, y ser simplemente arena controlada por algún ser que no podemos notar, solo espero que su ataque nos ayude en algo"
Analizó al ver el movimiento de su compañero, solo podía pensar en atacar la bestia a distancia pero a pesar de eso debía correr cierto riesgo, se alejó hasta quedar a unos 7 metros un poco a la derecha de la bestia intentando no estar en su punto de mira, el general de krisaor apunto a su frente, es decir como si no apuntase a nadie y tiró un gran rayo de su lanza, que de alguna manera logró desviar hacia su enemiga.
- La ira de Poseidón -
Gritó inmediatamente, dirigiendo su ataque hacia la cabeza del kraken, esperando ver su reacción y aguante.
- Dirán que somos simples peones, pero el peón es el más importante instrumento de la victoria, así que no se rindan marinos, y vamos por la victoria, en nombre de Poseidón -

Los tres generales habian decidido sus movimientos, comandado por scylla quien se lanzaria sobre lo dos guerreros dejando a sus compañeros combatir al kraken de arena.
La chica corrio mostrando gran agilidad hacia los dos guerreros, comenzaria con golpear al que parecia lagarto e inmediatamente recibiria un contraataque del otro esquivandolo con facilidad y de nuevo golpeando, el general marino pudo comprobar que aquellas criaturas no estaban vivas, puesto que parecian no sentir dolor o reaccionar ante los golpes. La chica continuo asi hasta que seria alcanzado por un golpe del guerrero con forma de lagarto, el impacto seria duro y lanzaria por los aires a la chica.

El general de sirena y el krisaor se lanzarian al ataque contra el kraken, el primer movimento lo tomaria el general de sirena, entonando su sinfonia mortal, un ataque que cuya melodia llega directamente al sistema nerviosos sin necesidad de tener que entrar por sus oidos, sin embargo el ataque seria inutil, puesto que el enemigo no poseia organos o sistema nervioso, era una completa manifestacion de arena que se movia por la voluntad del cosmos que emanba la esfera, El kraken levanto uno de sus enormes tentaculos y lo dejo caer sobre el general de sirena al tiempo que recibia el ataque del general de krisaor el cual dejaria un hoyo dentro del monstruo el cual se regeneraria al poco tiempo, el kraken, al igual que con el general de sirena, levantaria su tentaculo y lo dejaria caer sobre el general de Krisaor.

Me lance a toda velocidad contra los monstruos cuando escucho la voz de Bijaksana quien me preguntaba mi nombre -Soy Tatenashi..... aunque no se a que viene la pregunta, nos conocemos de hace tiempo no?- mi cara no oculto mi duda puesto que nos conociamos de tiempo atras, desde la invasion al santuario, pero me aleje de la duda y continue con mi ataque.

Al estar cerca de los enemigos brinque para lanzar un golpe a uno, el que parecia humano, este respondio lanzando un golpe con su espada pero era un tanto lento, sin embargo al mismo tiempo el que parecia lagartija lanzaria un ataque tambien, pero podria esquivarlos apenas y entonces comence una danza donde esquivaba ataques y lanzaba los mios. Ya habia conectado tres golpes a cada uno cuando fui golpeada por uno de ellos y saldria volando, recupere la postura en el aire para caer liviana de pie.

-Parece que los subestime un poco, pero eso no pasara de nuevo- sonrei mientras concentraba mi cosmos en mis dos manos, este cosmos tomo la forma de zarpas de oso y sali corriendo nuevamente en contra de mis rivales -Los voy a devolver a la arena AHHHHHHH ZARPAS DE OSO!!!!!- rugi mientras llegaba hacia ellos, la idea era golpear primero al lagarto, quien parecia ser el mas rapido de los dos, esto solo basandome en sus formas ya que el otro se veia mas pesado, golpearlo con una de mis zarpas para despues girar, intentando esquivar el seguro contrataque del otro, y golpear despues al mas pesado.

"Paciencia, aún en el peor momento"
Esa debía ser la clave de lo que enfrentaban los generales marinos, Tatenashy por su lado con las dos bestias extrañas, y Bijaksana junto a Sorrento, enfrentando al gran Kraken de arena, quien parecía un enemigo invencible, pues aunque lograsen herirlo se podría regenerar, la estrategia comenzaba a formularse en la mente del general de Krisaor, el ataque no debía centrarse en el kraken o no del todo, pues, debían atacar la raíz de sus poderes, la famosa esfera, en este caso el ser dos contra uno podía dar una verdadera ventaja, ahora lo que ocuparían sería simplemente conectarse en la batalla, entenderse el uno al otro y así salir victoriosos, de la que hasta el momento era la batalla más feroz, por lo menos para Bijaksana, pues nunca había estado tan cerca de la muerte.
- Tatenashy... se tu nombre, pero no nos conocemos en realidad, debo admitir, que es un placer luchar a su lado de nuevo -

Dijo ante la respuesta de su compañera, a la pregunta realizada anteriormente por él, sin poder dar mucho tiempo al tema, pues la batalla no lo permitía, debían concentrarce en los enemigos, quienes los estaban superando de momento, no podía hacer más que dejar a Tatenashy a su suerte de momento, pues ella fue quién había escogido que movimiento hacer, y no era quién, en ese momento, para poner en duda sus decisiones.
Bijaksana miró cómo su ataque no era fructuoso, y sus pensamientos eran una vez más acertados, la criatura se regeneraría, y lanzaría su ataque sobre ambos generales, era grande, resistente, y fuerte, sin embargo, como cualquier criatura debía tener un punto débil y la de esta criatura parecía ser la velocidad, el tentáculo venía en dirección al general de Krisaor, sin embargo el mismo, se percataría de lo que debían aprovechar él y su compañero.
" Bien Sorrento, es hora de actuar, espero que también puedas verlo"

Se dijo a si mismo, esperando una rápida reacción y una estrategia por parte de Sorrento, mientras él corría peligro también, corrió hacia su lado izquierdo, el derecho desde el punto de vista de la dirección en que venía el tentáculo, puso su lanza sobre la arena y se impulsó en diagonal y hacia arriba, para poder escapar del ataque y quedar al lado izquierdo del tentaculo.

- Bien Sorrento, es hora de actuar, tu encárgate del Kraken, prometo que lo que voy a hacer, ayudará mucho -
Decía Bijaksana, quién ya había tomado la decisión de atacar la fuente de poder de sus enemigos, sin embargo no haría esta tarea solo, pues tenía un gran amigo a su lado. Corrió en dirección al Kraken, buscando inclusive llegar hasta su espalda, intentando esquivar con agilidad, cualquier golpe que pudiese enviar la feroz criatura, al estar a espaldas del kraken, clavaría su lanza en la arena, para traer con sigo lo que sin duda sería una gran ayuda.

- Ven, Mascota del mar -
Así con su gritó, y su lanza, convocaría a la mascota del mar, quién poseía una forma similar a un dragón de agua, sin embargo esta vez no era de un tamaño muy sorprendente, pues era de esperar, que no encontrase el agua suficiente, en medio del desierto.
Se montó al dragón del mar, y comenzó a guiarse hacia la pequeña pirámide, sabía que había una batalla en medio, pero debía intentarlo, el dragón le permitiría moverse a gran velocidad, para llegar al punto deseado en poco tiempo, saltar así del lomo de su mascota, y con su cosmos surgiendo de la lanza, intentaría clavar la misma en la pirámide, buscando destruirla, y dejar así la esfera libre, la cuál seguramente era la que generaba los enemigos de arena.
- En situaciones desesperadas, medidas desesperadas -

El impacto de la lanza hace que el jinete salga despedido por los aires, su lanza se desprende de su mano y su dragón de agua se divide en varias partes. El golpe da de lleno en la pirámide que recorre a modo de reacción eléctrica lo que al parecer es un gigantesco domo alrededor de aquella estructura. La onda expansiva arrastra por la arena del desierto a Bijaksana de Krisaor quien no sufre herida de gravedad alguna, solo algunos golpes de contundencia, su lanza cae clavada en la arena y su dragón de agua vuelve a formase para socórrele. -¡Humano estúpido! ¡Vete, acaso no puedo descansar de la presencia de los marinos! -Responde la esfera desde la punta de la pirámide.

Por su parte Sorrento, logra su cometido, la bestia se divide en dos, producto del ataque del general marino, la bestia se desvanece y se funde en la arena del desierto. Y justo cuando Bijaksana golpe el campo de fuerza, la criatura parece desintegrarse y volverse más pequeña, pero vuelve a crecer a su tamaño original. Sorrento por su parte puede ver como algunas gotas de agua producto de la explosión de la criatura de Krisaor caen en una de las extremidades de la criatura de arena. Se puede observar con el agua en ese punto es absorbida y resquebraja la arena solidificándola. La criatura grita en ese momento. Y se lanza por completo contra Sorrento atrapándole con uno de sus tentáculos para poder apresarlo con fuerza.

Tatenashi de Scylla logra con su objetivo, efectivamente con la zarpas de osos logra derribar al lagarto de arena, posteriormente tiende a desvanecer y se funde en la arena. No contando con que al otro contrincante también le sucede lo mismo. Justo cuando Scylla cree ganar la, pelea la arena donde esta parada comienza a moverse como agua y adsorberla lentamente, si intento gritar a sus compañeros, estos estaban tan ocupados que no se percataron de lo que le aconteció dejando el campo de batalla por completo, al igual que su cosmos, desaparece. Scylla, caen en lo profundo de una gran mazmorra adornada en sus paredes, suelo y techo con jeroglíficos y runas extrañas. El agujero por donde entro se cierra y se sella por completo. La habitación esta iluminada por pequeñas antorchas de fuego verde y si se puede observar bien que parece ser un largo y ancho pasillo por el cual circula una brisa con olor a sal.

OFF: perdon por la ausencia ahora me incorporo de nuevo a la mision.

SI!!! Mi ataque habia funcionado, esos pedazos de arena habian quedadp tan mal que no les quedaria otra opcion que desmoronarse y asi fue, las criaturas se volvieron arena que se fundio con la del entorno ahora debia estar al pendiente de donde se formarian de nuevo pero eso no pasó, en cuanto pude percatarme la arena bajo mis pies se habia hecho casi liquida lo que uno llamaria arenas movedizas las cuales comenzaron a succionarme, pelee todo lo que pude pero mientras mas peleaba mas rapido me hundia y de proto todo se puso oscuro.

Crei que habia muerto pero al abrir los ojos note que no era asi, estaba en una clase de prision -genial!! Ahora soy un prisionero de guerra, bien hecho Tatenashi, al terminar esta mision seguro recibiras una medalla- me dije a mi misma en voz alta, sin embargo sonrei y volvi a hablarme a mi misma -Ja!!! Como si le fuera a permitir tenerme como trofeo ahora veran hijos de la gran ......- mientras decia estas palabras encendia mi cosmos y lo concentraba en mis brazos, al estar lista corri hacia la puerta -AAAAAHHHH!!! Zarpas de oso!!!- trate de golpear el centro de la puerta de aquella mazmorra, la zona que creia mas debil esperando poder salir de ese lugar.

"El fracaso en ocasiones puede conducir a la victoria"

Pensó el joven marino al ver como el agua reaccionó en el cuerpo del kraken, y lo confirmó cuando Sorrento le gritó, al parecer su compañero estaba en aprietos y debía ayudarlo, el intento de romper la pirámide y hacerse con la esfera no había funcionado, era hora de actuar diferente de buscar de una vez por todas acabar con el monstruo, el combate sería duro, y llevar su plan acabo también, quizá sufriría un rasguño o dos pero debía intentarlo..

Krisaor hizo un gesto con su mano y el dragón de viró rápidamente y fue directo por la lanza del general, quien apenas empezó a moverse su criatura de agua, corrió rápidamente en dirección al kraken.

- Esta vez... Esta vez si voy por ti -

Su voz era la de un hombre decidido, y algo furioso, conocía a Sorrento desde hace un tiempo y no podía verle así, debía ayudarlo cuanto antes. Pero justo en ese momento, se percató de algo, el cosmos de su compañera ya no se sentía, no podía detenerse en ese momento, así que sería algo de lo que se encargaría luego de acabar con la bestia, por su puesto, si lo conseguía...

Siguió su curso en la carrera que llevaba mientras el dragón intentaba acercarse a él lentamente, el dragón se situó a su lado y Bijaksana saltó para montarlo de nuevo, la criatura elevó la lanza al aire, soltándola y de inmediato el marino la agarraría, al estar a unos metros el dragón se elevó lo más que pudo hasta quedar a una distancia prudente del kraken, pero por encima del mismo, sabía que lo que venía sería arriesgado pero debía hacerlo, el dragón se dirigió a toda velocidad al centro del kraken al tiempo que Bijak saltaba del mismo agarrando la lanza con ambas manos, la intención del dragón sería estrellarse en el kraken para solidificar la mayor parte posible, mientras el marino con su lanza se dirigía al tentáculo que tenía agarrado a Sorrento, cargando su chakra en su lanza intentó golpear el mismo, para separarlo del kraken y que de esa manera Sorrento quedase libre...

"Ningún hombre es una isla. Para hacer frente al buen combate, necesitamos ayuda. y ahora te necesito libre Sorrento"

Spoiler:

Mientras al salir de aquel pasillo y caminar a través de una gran sala donde existen estatuas que mantienen sus  caras ocultas por la penumbra, observan un altar, inmerso en un gran domo de cristal que posee un pilar inmenso y en la cúspide se encuentra la esfera.Es alli donde los marinos se vuelven a encontrar todos y pueden observar lo que les describo. La columna es bastante grande y a su derredor una pequeña escalera rodea al pilar hasta llegar a la esfera.
-Generales de Poseidón, reprocho su osadía. déjenme descansar. Lárguense de aquí. - Aquella esfera comienza a brillar intensamente a lanzar rayos. Los rayos solo pueden ser lanzados a un solo objetivo, al que este mas cercano.

Mi golpe habia hecho retumbar el lugar y logre salir casi de milagro por que tras de mi aquella prisiom se desmoronaria dejando caer toneladas de arena. Pase el dorso de mi mano derecha pr mi frente en señal de alivio

-uff! esa casi no la cuento, Tatenashi se mas cuidadosa la proxima vez.-

Me reprendi a mi misma y luego sonrei pero eso cambio cuando comence a mirar el lugar en el que estaba y un segundo despues, mis compañeros ya estaba ahi y sorrento me hablaba.

-No se preocupen que no se van a deshacer de mi tan facil-

Le guiñe un ojo a ambos cuando la esfera ataco pero Sorrento ya nos habia protegido asi que reaccione al instante y casi por impulso. Sali corriendo de la barrera de sorrento girando agachandome y saltando para esquivar los ataques de la esfera mientras de nuevo concentraba cosmos en mis brazos

-Vamos Tatenashi tu puedes ..... agggggggg!!!! gran zarpa de oso!-

con ambos puños intente golpear aquel pilar, habia concentrado una gran cantidad del cosmos que me restaba en ese ataque y esperaba que tuviera algun efecto para que mis compañeros lo pudieran atacar.

"El secreto del éxito está en prepararse para aprovechar la ocasión cuando se presente. Gracias a Sorren puede observar esa situación"

No solo había acabado con la criatura, había liberado a su compañero también, la satisfacción que sentía era agradable, esquivó algunas piedras mientras las otras las desviaba con su lanza, y miraba como el otro general tampoco tenía problema con lo que enfrentaba, Bijaksana estaba agotado y no le quedaba mucho cosmos, en su rostro se podía notar el cansancio, pero no se rendiría hasta ver que la misión se cumpliera, escuchó el intento de Siren de decirle algo, pero en ese preciso instante sus cuerpos fueron arrastrados, no podía creer que su vida terminase ahí, no así, clavó la lanza en el suelo intentando aferrarse, pero era inútil, toda la arena era succionada al hoyo en el que ellos luego caerían, ver como el lugar por el que entraron se sellaba quitaba esperanzas al marino, a pesar de la iluminación del lugar continuaba pareciendo algo obscuro, el general de Siren se acercó a tomar una para luego dirigirse a Crisaor, quién escuchaba con atención

- No tengo nada que recordarte amigo, no podía hacer menos te necesito y Poseidón también, debemos completar la misión, además debemos buscar juntos a Tatenashi-

Hablaba algo agitado no podía evitar mostrar su agotamiento, no quería que su compañero lo notase, pero no era capaz de ocultarlo, comenzó a caminar un poco resagado, dejando que Sorrento tomase la delantera, de repente un temblor sacudió el lugar y Criasor corrió junto con Siren, pasaron unas gradas amplias en el templo, y en el otro lado pudo observar a Tatenashi, sintió algo de alivio interno al verle ahí, ahora solo debían ocuparse de cumplir con la misión, según Bijaksana debían buscar la esfera aunque un segundo después entendería que eso no sería necesario, la esfera apareció, una voz salió de ella y comenzó a lanzar rayos al parecer solo podía mandar en una dirección, el general de Crisaor lo notó, pero al parecer sus compañeros no, o al menos no parecían haber ideado una estrategia contra eso al parecer del marino del pilar índico, todos se cubrían con la protección de Sorrento, por el agotamiento Bijaksana se ubicó detrás de él buscando protección, mientras ideaba una estrategia, no obstante vio a Tatenashy adelantarse, él se quedó situado en el mismo lugar, y se preparó para lanzar su ataque, el que seguramente sería el último pues su energía no daba para mucho más...
"La ira de Poseidón" sería el ataque utilizado por Bijak, al ser manejable y poder dirigirlo, se quedó situado tras u compañero y dirigió su rayo a la cúspide del pilar, esperaba golpear el mismo y desestabilizar la esfera, lo suficiente para derribarla y poder tomarla, las ideas y la energía del General Marino Bijaksana de Krisaor se estaban agotando, así que probablemente de fracasar en su intento, dejaría el resto en mano de sus compañeros...

- Amigos, debo admitir que no me queda suficiente energía, dejo todo en manos de quienes son capaces, si mi intento no funciona todo quedará en ustedes -