El orgullo no es tan amargo cuando lo devoras de poco en poco [Priv/Asuka]

por **Seiryu de Dragón Marino** Sáb Feb 14, 2015 7:20 am

A las afueras del santuario de la diosa de la guerra justa se divisa una silueta de un alto hombre de cabellera larga y azabache, la cual se mecía al compás del ligero viento de media tarde.

El único sonido proveniente de su persona era el de su capa al danzar con la brisa. Sus toscas facciones dejaron ver una sonrisa bastante ligera, antes de que levantase su mano diestra para dar un trago a su botella de sake. Sabe que dentro de poco se avecinara una encarnizada batalla, tan salvaje que los Marinos ahora trabajaran en conjunto con los santos de Athena. No es algo que agrade al de la escama de Dragón Marino, sin embargo no hay mucho que pueda hacer al respecto.

¿Cuántas vidas se perderían de por medio? –No son más que estúpidos chiquillos- La mayoría en sí, no obstante aquellos entregaban su vida en balde siguiendo ideales tontos y cegados por la avaricia de victoria, o por el gusto de servir a los dioses, sin parar a pensar un poco en las consecuencias de sus actos. Tras beber se limpió los labios con el dorso de la mano libre. Fue cuando escuchó un par de pasos –Habla y entonces quizá querré escucharte…- ¿Le habrían mandado a buscar tras retirarse abruptamente de aquella reunión? Era lo más probable ¿pero que hacerle? Seiryu Seijuro jamás ha sido una persona que guste de socializar

por Asuka de Altar Dom Feb 15, 2015 7:54 pm

—¿Dónde están todos? —preguntó en voz alta Asuka, era su ronda de patrullaje como todos los días, estaba en los alrededores del santuario de Atenea, pisaba fuerte el suelo, no había visto ni siquiera a los que no eran ni marinos ni santos, aquellos hombres y mujeres con mascara que solamente tenían como misión estar en puntos específicos para la vigilancia. “Hubo una fiesta y no me invitaron” pensó la Santa de Plata, que se encontraba parada viendo a su alrededor, suspiro con cierta pesadez y volvió a caminar. No recordaba que esa parte del santuario estuviera tan callada, en sus días de entrenamiento, cuando aun no tenía la armadura de plata que llevaba en ese momento, se veía a los aspirantes ir de un lado a otro, y alguna que otra pelea de entrenamiento.

Su andar siguió por unos minutos más, alejándose de la primer casa de las doce, donde tampoco había nadie en los alrededor. Entonces lo vio, un hombre de cabellera larga de color negro, el viento hacía que su capa se meciera al compás de la corriente. Se acercó a este con rapidez en sus pasos, pudo escuchar perfectamente las palabras de este, parece que la había odio los pasos de la Santa. Detuvo su avance, llevando una de sus manos a la cintura, afirmando su postura. —¿Y quién demonios eres tú? —preguntó con su acento particular, con palabras que pasaban más allá del respeto a alguien de su autoridad, pero era parte de la forma de ser de Asuka, nunca se caracterizo por el “respeto” hacia otros, de no ser por unas contadas excepciones, es raro escuchar otro tipo de palabras que salgan de sus labios. —No debes estar aquí ¡Vete a tu pusto! —ordenó con fuerza en su voz, agregando un suspiro de pesadez.

por **Seiryu de Dragón Marino** Vie Feb 20, 2015 3:29 am

Nop...

Sus pensamientos fueron erróneos. El mayor escudriño a la alemana con la mirada. No se necesitaba ser un genio para darse cuenta que tipo de personalidad altanera era la que poseía la amazona de altar. Negó ligeramente la cabeza al tiempo que giraba sobre sus talones para encararle, y así, caminó hasta estar frente de ella.

La diferencia sin duda, era abrumadora, elevo entonces la diestra y le golpeo la frente con el dedo medio. -Más respeto, chiquilla tonta. Que si alguien aquí debería dar órdenes, ese soy yo. Me pides regresar a mi puesto, cuando tú misma has abandonado el tuyo, vaya contrariedad- Bueno tampoco era de sorprenderse que alguien no le conociera. Técnicamente no tiene mucho de haber regresado al santuario, solo para darse cuenta que pronto abandonarían el sitio y se avecinaba una fiera batalla.

-¿Qué es lo que haces aquí? - El mayor cruzó los brazos a la altura de su pecho en espera de una respuesta, y es que aunque sea con un total desconocido, Seiryu no deja de mostrar ese porte de maestro estricto que tanto le caracteriza, o hasta cierto punto, de alguien bastante imponente y que, a la hora de la batalla, no se anda con titubeos.

por Asuka de Altar Dom Feb 22, 2015 8:04 pm

Sorpresa, eso fue lo que se llevó Asuka, el hombre no hizo caso a lo que la amazona de Plata le ordenó, sino que le dedicó una mirada cuidadosa, como si la estuviera analizando. La muchacha observaba al hombre con una ceja levantada, como esperando a que hiciera caso a lo que le dijo con voz elevada. El hombre se dio la vuelta y se acercó a la joven, levanto su diestra y golpeó a la joven en la frente con uno de sus dedos. Asuka no pudo esquivarlo pero se había preparado por si le hacía algo más…agresivo, le iba a decir algo pero el hombre se le adelantó, con voz severa como si estuviera retándola, en ese momento comprendió que no era un “estupido aspirante” como pensaba, una sonrisa forzada aparecía en el rostro de Asuka, algo para calmar la situación, hasta se sintió estupida al hacer eso. Pero tampoco se disculpo por su accionar, lo que mostraba una actitud poco respetuosa de ella, directamente no se le cruzaba por la cabeza el disculparse, no lo veía necesario. Se quedaron en silencio por un momento, la joven intentaba no tener contacto visual, mirando a otro lado. El hombre le preguntó que hacía en ese sitio, ahí fue cuando volteo su cabeza para mirarlo. —Estaba haciendo la maldita rutina de patrullaje, me desvié porque me pareció raro no ver a nadie en las cercanías —respondió Asuka seguido de un suspiro, no teniendo su tonó altanero, hablando con más normalidad. —¿Y tú? ¿Por qué estás aquí? —le devolvió la pregunta, aunque no veía mucho futuro en esa charla, quizá por como comenzó todo.

por **Seiryu de Dragón Marino** Jue Feb 26, 2015 5:30 am

¿Cómo podría ser el un aspirante? Casi tiene la facha de ser un maldito asesino a sangre fría...

Bueno, casi lo es, pero para con aquellos quienes realmente lo merecen. Seiryu no es alguien que se tiente el corazón al momento de combatir. El azabache sonrió de manera ladina y apenas perceptible, vaya ¿así que también había chiquillos estúpidos en la armada del dios Poseidón? Ahora recordaba por qué había abandonado el "santuario" (recordando que hasta hace poco fue devuelto a Athena)

A contra de la pelirroja el dragón mantuvo siempre su mirar sobre de ella, no ha habido hasta el momento persona quien le haya hecho desviar la mirada. --Juh- La pregunta divirtió al tosco marino, quien solamente se dignó a cruzarse de brazos.

-Digamos que no me apetecía socializar con los demás Marinos, ni con los caballeros dorados- Media mentira, en realidad ya ha terminado de reunir la información necesaria.

por Asuka de Altar Jue Mar 05, 2015 7:25 pm

—Ja! Entonces tenemos algo en común, también odio a los Doraditos —comentó Asuka con cierto ímpetu al escuchar que al hombre no le gustaba intimar con los Marinos y los Caballeros Dorados. En eso se le vino a la menté el recuerdo de Azula, Saren y Tatenashi, no acordándose gratamente, aunque debía admitir que esa situación fue totalmente inesperada para ella, con personalidades distintas entre sí, tanto que no se podía creer que trabajarán juntas.
—Mejor que no conozcas a algunas Marinas que yo sí tuve la desgracia de conocer… —comentó recordando a esas tres, suspiro con cierta pesadez al recordar el momento incomodo que le hizo pasar una de ellas. Movió su cabeza bruscamente de un lado a otro para poder borrarse esas imágenes de su mente por un momento. Bostezo de aburrimiento, dejándolo notar de manera irrespetuosa hacia el hombre, se sentó en el suelo como si estuviera en una posición meditativa, aunque estaba lejos de eso. —Hum… —expresó, mirando al hombre con una mirada perdida.
—Ahora que lo recuerdo ¿Cuál es tu nombre? —preguntó Asuka con una voz que expresaba poco interés, al menos quería hacer que hablé la persona que tenía enfrente y no morirse de aburrimiento.

por **Seiryu de Dragón Marino** Jue Mar 12, 2015 5:11 am

–Jamás exprese mi odio hacia los dorados, chiquilla tonta, no tenemos nada en común- Dio otro trago a su bebida, lo cierto es que no es un borracho, no obstante siente que es mejor disfrutar de un trago antes de partir a batalla.

Uno... o dos... El caso es.

-Sin duda, la falta de modales te precede ¿No dice el código de ética que antes de preguntar el nombre de una persona debes decir el propio? - Sonrió de manera ladina, lo cierto es que a pocos ha mencionado su nombre. ¿Para qué? no tiene caso que alguien que seguro morirá en la batalla siguiente conociera su nombre.

Suspiró con pesadez, sí que estaba de un humor de perros ese día... -Simplemente, puedes llamarme Dragón marino.- Elevó un momento la mirada, intentando recordar si acaso tenía algo más que hacer. En balde... Suspiró con pesadez -Supongo que tú eres uno de esos santos nuevos que han venido desde Asgard?- Le miró de reojo -me tomare la molestia de preguntarte algo: ¿Has visto a una chiquilla de cabello negro y largo ataviada con atuendos parecidos a los de alguien que habita en las montañas?- Si es así, lo mejor será informarse y saber en dónde se encuentra

Para eludirle....

por Asuka de Altar Vie Mar 13, 2015 3:21 pm

Entrecerró uno de sus ojos al escuchar que el hombre lo llamo chiquilla tonta, hasta bufo por eso.
—Mmm, eso parece idiota —le respondió con cierta agresividad en sus palabras, pues le había enojado diciendo “chiquilla” más que tonta, y no le importará quién fuera, eso para ella no era de importancia. Nadie le iba a decir a como comportarse y más a su edad. La actitud arrogante del hombre comenzaba a fastidiarla, y quizá así se sentían otras personas cuando hablaban con la muchacha, al parecer tenían ciertos rasgos de uno que ni Asuka los aguantaba. Pero era cierto lo que decía el bebedor, no era alguien con modales. Miró para otro lado y se cruzó de brazos. Volvió su vista cuando el hombre le dijo que podía llamarlo simplemente Dragon Marino, en ese momento ella decidió darle su nombre. —Llámame Asuka —dijo de manera orgullosa, señalándose con el dedo pulgar. Alzo un poco las cejas con la pregunta que le hizo Dragon Marino, ya que le sorprendió.
—¿Asgard? No, siempre estuve aquí en el Santuario —fue la respuesta de la muchacha, algo confundida del porque de su pregunta, pero tampoco quiso indagar más sobre ello. Y otra pregunta extraña para Asuka, a lo que suspiro con pesadez pero igualmente contesto. —No, no he visto a alguien así… —comentó, alzando una ceja, se atrevió a cuestionar. —¿Por qué? ¿Alguna conocida? —la intención era de molestar al hombre, aunque puede que lo pagará caro, aun así quería divertirse a su manera.

por **Seiryu de Dragón Marino** Dom Mar 15, 2015 6:40 am

-Vaya carácter- ¿Sentirse ofendido por la filosa lengua de la alemana? No habría manera de estarlo.

Es decir se nota que su carácter es difícil y hasta volátil, el azabaches solo pararía a corregir dicha conducta si la viese contra producente en combate, pero como no se encontraban en uno...

Igual, él es independiente no perdería tiempo haciendo semejante cosa. -Es probable- No aseguro nada pero tampoco lo admitió, no permitirá que la muchacha indague mucho en su vida privada -Pero si has estado aquí desde antes y no le has visto, es buena señal quiere decir que, o no ha estado mucho por aquí o acaba de llegar.- Afilo la mirada al momento en que se sostenía el mentón con índice y pulgar en un gesto un tanto pensativo. Arrugo por unos instantes la nariz y después deshizo tal gesto.

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